- ¿Entiendes? - Becky ladeó la cabeza y se irguió, estirando su brazo derecho y sosteniéndose con él. Y apretó sus labios y escondió una sonrisa; no, por supuesto que no estaba entendiéndole si hablaba a esa velocidad-
- Freen... ¡Freen! - la detuvo cuando la morena continuó hablando. Acababan de tener sexo y que la porrista fuese quien soltara un discurso, envolvió toda la situación de manera irreal. Lo último que le había oído susurrar con claridad fue "oh, mierda" y, aunque no aceptaba ese tipo de lenguaje, suponía que Freen tenía sus razones para hacerlo. La morena cerró su boca y la miró, extrañada por haberla interrumpido de esa forma-
- ¿Qué? -
- ¿Qué? ¿Que qué te pasa a ti? ¿Qué es todo esto que estás diciendo? -
- Eso. Es decir, todo lo que dije- Becky se arrastró más hasta ella y su sábana se deslizó, mostrando la desnudez de sus pechos. Freen se mordió el labio, observándolos fugazmente aún erguidos por su atención minutos atrás-
- Estábamos abrazadas y de repente sueltas todo esto... ¿crees que no lo sé? Debes tranquilizarte, tengo claro que lo que acaba de pasar fue algo rápido y casi sin pensarlo. Lo quisimos, sí pero no significa que nos hayamos detenido a pensar con detalle las consecuencias y cómo seguirá en los próximos...no sé ¿cinco minutos? - Freen la miró. Para Becky era fácil, nunca había escondido su preferencia sexual y jamás había caminado de la mano con alguien. Entonces cuando quisiera tomar las riendas de la responsabilidad en una relación, simplemente lo haría. Ella no. No era sincera con sus sentimientos y mucho menos ahora, que quizá podían empezar a tratarse de otra mujer - pero tú lo dijiste. Esto es así por ahora-
La morena la vio echarse contra la cama, despreocupada y mirando el techo. Becky era una persona insistente ¿por qué no lo era ahora con ella? ¿Por qué no la presionaba a que decidiera algo en vez de compartir su opinión y evitar hablar con seriedad? ¿Es que acaso para la rubia todo esto era un poco de sexo y cuando se enamorara de alguien más la botaría? Gruñó, frustrada de que el alma de Rebecca Armstrong se trasladara unos minutos a su conciencia y se arrojó a su lado.
- Entonces... ¿esto es como un acuerdo? -
- ¿De silencio? - preguntó Becky-
- No, no de silencio, de...no lo sé. Nunca había estado en esta situación y ni siquiera sé cómo estoy haciendo para decírtelo, pero... tú entiendes que tengo una popularidad que cuidar ¿cierto? -
- Ajá-
- Y estoy con Billy-
- Ajá-
- Y...no soy lesbiana-
- Sí, también-
- Entonces comprendes que cualquier cosa que salga de nosotras me...em, perjudicaría-
- Entiendo todo tu mundo, Freen, sí- la oyó suspirar aliviada, canalizando la sinceridad en sus respuestas y, a decir verdad, ella tampoco quería que alguien más lo supiera. Con Freen asustada, aterrorizada frente a todo el Instituto porque esa pequeña "aventura" se supiera, los granizados diarios se multiplicarían y los insultos de Nam también. Estaba segura - y, además, tampoco quiero decirlo. Tengo cosas que perder también- La morena alzó una ceja y volvió a sentarse, observándola con reproche - pues sí ¿cómo crees que conseguí hacer populares mis cupos? -
- No son populares-
- Populares entre los no populares-
- El punto, Rebecca-
- El punto es que...quiero que mi trabajo se expanda a más compañeros, sí y sería agradable alguna porrista, pero...a muchas de mis chicas no les caes bien y dejarían de venir si se enteraran-
- ¿Tus chicas? -
- Así les digo- aseguró alzando los hombros- somos como amigas y es normal ese trato-Freen volteó y se mordió el puño, por supuesto que no lo era-
- Sí, como sea. Tú y tus chicas pueden estar tranquilas entonces- dijo abandonando la cama y sin preocuparse de su desnudez - ¿puedo usar el baño? No sería agradable saludar a mis padres con aliento a tu...sabor- susurró volteando y descubriendo la mirada de la morena bajo su espalda. Tragó saliva, avergonzada pero exaltada porque no la quitara - Becky... ¡Becky! -
- Sí, sí ¿qué sucede? -
- Te pregunté si puedo usar el baño- ella parpadeó, varias veces hasta comprender el pedido de la morena y luego asintió, aún con la mirada en la curva que su cadera formaba-
- Sí, sí es...abajo. La puerta marrón que tiene picaporte dorado y se abre hacia adentro como...la puerta marrón- terminó aclarándose la garganta al notar el enredo que su emoción había generado - en el tocador, detrás de ti hay toallas limpias- Becky giró y hundió su rostro en la almohada mientras Freen buscaba entre los cajones. Verla en ese estado, con la impecable figura que cada centímetro le regalaba, solo aumentaba su calor y debía intentar calmarse-
Oyó sus pasos alejarse y suspiró, aliviada de tenerla lejos un momento, pero de repente sintió su respiración agitada, cerca y la puerta cerrarse fuertemente. Alzó su cabeza tras escuchar el timbre y abandonó la cama con rapidez.
- ¿Esperas a alguien? - Freen parecía algo molesta, hablando entre dientes y buscando su ropa con rapidez-
- No, por supuesto que no. No hoy, no hay cupos y mis padres... ¿qué hora es? -
- Cuatro y media- entrecerró los ojos. Eso significaba que habían pasado una hora y media en la cama y tenían más tiempo de continuar antes de las siete, pero alguien estaba ahora golpeando insistentemente también - ¿a dónde vas? - le preguntó cuando ella se puso la bata y abrió-
- Pues a atender-
- ¿Estás loca, Becky? ¿Y si es alguien del Instituto? - posiblemente lo era. O algún vecino o alguien extraviado pidiendo por una dirección. Pero si había algo que no le gustaba a Rebecca Armstrong, era dejar a alguien esperando del otro lado de la puerta-
- Lo siento, pero tengo que atender- dejó la habitación y Freen la siguió, entre tambaleos mientras se abotonaba el pantalón y su brassier entre los dientes - es Surprise- le dijo luego de observar por la mirilla-
- Maldito cara de porcelana ¿qué demonios quiere? -
- No le eches maldiciones a mi mejor amigo- le reclamó al observarla terminar con el sostén y tomar su camiseta en medio de la escalera - ¿abro? -
- ¿Y qué vas a decirle? Espera a que termine de...maldición, mis zapatillas-Freen corrió hasta el cuarto y Becky se mordió el labio, nerviosa y esperándola en silencio-
- ¡Becky! - la llamó Surprise al golpear una vez más y ella sacudió su pie contra el piso. Cuando vio a la morena regresar, giró y abrió con su mejor sonrisa - por fin, querida ¿pero por qué tardabas tanto? -
- Hola, Surprise- lo saludó con un beso en la mejilla y él intentó pasar, pero ella obstaculizo su avance - no te esperaba ¿sucede algo? -
- ¿Y desde cuándo debe pasar algo para visitar a mi mejor amiga? Anda, muévete y déjame entrar-
- Desde nunca, pero estaba...durmiendo una siesta- fingió un bostezo y alzó un brazo, moviendo su mano hacia atrás en señal de Freen regresara al cuarto-
- ¿A esta hora? -
- ¿Desde cuándo hay hora para las siestas? -
- Am ¿desde siempre? Hay hora para el desayuno, el almuerzo, la siesta, la cena ¡hay hora para todo Rebecca Patricia Armstrong! -
- Sí, sí te entiendo bueno...- murmuró echando un rápido vistazo hacia atrás - sí, pasa y siéntate. Iré a cambiarme- llegó al barandal y, tomándolo, subió con rapidez hasta su habitación - ¿vas a esperar que se vaya o...-
- Es Surprise, posiblemente se quede hasta mañana ¿o a qué vino? -
- No lo sé, no se lo pregunté aún ¿quieres bajar? Le inventaremos algo-
- No, no, es porcelana. Si me ve aquí mañana lo sabrá todo el Instituto- Becky rodó los ojos - maldito chismoso-
- Bueno ya, que tú seas una maldita paranoica no lo hace a él chismoso-Freen alzó una ceja-
- Acabas de maldecir- se miraron, fingiendo un poco más de seriedad antes de reír por lo bajo - lo siento-
- ¡Becky! ¿Qué tanto haces? ¿Te volviste a dormir? - insistió Surprise-
- ¡No, enseguida bajo!...Entonces vas a tener que saltar por la ventana- la morena abrió los ojos y caminó, notando tras el vidrio el jardín trasero-
- ¡Estamos en un segundo piso! -
- Pues entonces baja y que Surprise te vea-Freen negó con seguridad-
- No. Puedo romperme unos huesos, eso se compondrá- aseguró abriendo la ventana-
- Pero que mi mejor amigo diga algo no ¿cierto? - ironizó y la morena la vio, aún con medio cuerpo afuera, pero la entendió. Posiblemente si la situación fuese al revés y Nam estuviese abajo, ella apostaría unos golpes contra el suelo y no contra el puño de la pelinegra - baja con cuidado-
Freen la vio girar y le iba a pedir algo más, que no dijera nada y ni lo hablara con Surprise. Pero solo pudo llegar a ella y tomar su brazo, volteándola y reclamar sus labios vigorosamente, firme como sus palabras de mantenerlo todo entre ellas.
Parecía un círculo descontrolado de emociones que no podía romperlo aun sabiendo que era igual de incorrecto. Pero ese círculo se abría y cerraba con y por Becky. Y de alguna manera no encontraba la voluntad ni ganas de borrarlo y convertirlo en otra cosa.
Le rodeó la cintura y la obligó a caminar hacia atrás mientras profundizaba el beso. Le pasaba cada vez que sus bocas se unían, todo un ser distinto crecía en su interior y se cegaba por la morena y queriendo atrapar cada centímetro de su pequeño cuerpo.
Cuando su espalda golpeó la puerta, jadearon y comenzó a bajar la intensidad, sabiendo incluso que le tomaría tiempo. Sintió algo de calor en sus mejillas, producto de ese acto imprevisto y se mantuvo contra Becky hasta alejar el sonrojo. Fueron segundos, antes de que rozaran sus labios una vez más y volviera a la ventana.
- Me voy...nos vemos luego- la saludó y permaneció un momento mirándola, esperando por recibir respuesta.
La rubia infló su pecho y lanzó aire, resignada y alzó su mano. Freen le sonrió, atravesando finalmente la ventana y, pasados unos segundos, ella corrió a la ventana y se asomó, notando la ausencia de la morena.
- Esto es una locura- susurró para sí misma y cerró. Corrió las cortinas y se puso algo de ropa con rapidez para encontrarse con Surprise- ¿quieres tomar algo? - le preguntó al llegar a él-
- ¿Esto es lo que creo que es? - inquirió en cambio Surprise tomando algo del sillón y ella tragó saliva al ver la chaqueta de Freen en las manos de su mejor amigo - es de una porrista-
- No-
- Y de Freen Sarocha-
- No, no es de... ¿qué? ¿cómo sabes que es de ella? -
- Lo tiene inscripto. F.S - le mostró él el pequeño bordado y Becky llegó con rapidez a corroborarlo. Apretó los ojos, con miedo al oír el grito ahogado del chico - oh, Dios, Becky... ¿ella estuvo aquí? - se mordió el labio, debatiéndose qué responderle. Él era su mejor amigo y, como cualquier persona con uno, quería contárselo. Pero tampoco quería traicionar su especie de acuerdo con Freen y ventilar su no relación secreta. Pero él era Surprise, el chico con el que podía hablar cualquier cosa y no la juzgaría. Y Freen era...era la chica que estaba empezando a gustarle, pero que no demostraba lo mismo por ella. Al menos no por el momento-
- ¿No se lo vas a decir a nadie? - él arrojó la chaqueta y se tapó la boca con ambas manos-
- ¡Estuvo aquí! Oh, dios, Becky ¿cómo sucedió? Su cumpleaños ya pasó y que yo sepa no te compró un cupo y...tienes que contarme todo ahora ¡Ya! - rodó los ojos, y, con el corazón bombeándole rápidamente, tomó su mano y lo arrastró a la cocina, dispuesta a decirle todo lo que él quisiera saber.
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- Bilogía e historia...aquí están- Freen tomó ambos libros y cerró su casillero, emitiendo un grito de susto al ver a Nam tras la pequeña puerta metálica - ¿Qué demonios Nam? Casi me matas de un ataque-
- ¿Oh, de verdad? - ironizó juguetonamente y ella juntó las cejas, recorriéndola de arriba abajo por el tono - Ataque tuve yo al ver con mis propios ojos como Armstrong trae tu chaqueta- le señaló hacia atrás y ella se ladeó para notarla: Becky ingresaba con timidez y la prenda contra su pecho, resguardándola como si de sus partituras más preciadas se tratara. Quiso sonreír, su cabello al vuelo y las miradas de todos sobre ella mientras avanzaba. Se veía brillante.
Curvó sus labios y de repente algo golpeó su pecho, como el granizado en el rostro de la rubia. Una de las porristas nuevas se lo arrojó entre risas y todos se sumaron. Observó a los demás, burlándose de Becky como siempre y porque ella solía ordenarlo.
Quiso ir en su ayuda, pero Nam la sujetó fuertemente por el brazo y la jaló a su lugar.
- ¿Qué te pasa? Me debes un espectáculo por dejármelo a la mitad, así que me lo estoy cobrando- le dijo y ella se humedeció los labios, apretando los dientes y sintiendo la piel de su mandíbula tensarse. Dolía más ver a Becky aguantando otras lágrimas que haberse arrojado desde el segundo piso de su casa el día anterior-
Incluso tenía una pequeña marca morada en una de sus cotillas, pero no se le estrujaba como el corazón en ese momento. Babe, uno del equipo de fútbol le decía algo y la rubia solo permanecía de pie, en medio del pasillo y esperando a que terminara.
Su labio titubeó y terminó mordiéndolo para que Nam no notara su molestia, y sus ganas de llorar también. De repente un grito los calló, era Heng, que llegaba quitándose su chaqueta y resguardando a Becky dentro de ella.
Caminaron y Becky se detuvo a su lado. Freen giró lentamente a observarla: el cabello rubio en el que enredaba sus dedos al besarla estaba ahora arruinado con trozos de hielo color azul.
- Dejaste tu chaqueta en el salón de coro- murmuró la rubia entregándosela y ella la tomó, sonriéndole apenas, pero Becky no lo notó. Heng la abrazó protectoramente y la apartó lejos de ella-
Regresó su vista a Nam y alzó el mentón, superior como siempre incluso si se trataba de su mejor amiga.
- ¿Lo ves? Solo la había olvidado ayer en el maldito salón de coro- giró sobre sí misma y Nam entrecerró los ojos, observándola partir-
- Ayer no tuvimos Glee, Sarocha...ni trajiste tu chaqueta-
......
Freen le dio una última mirada hacia atrás y tomó el picaporte, abriendo y cerrando tras ella. Becky estaba frente al lavabo, quitándose con una pequeña toalla el resto de granizado de su cuello.
Con una mano en su cintura, se acercó a ella y al rozar sus manos retrocedió cuando un cubículo se abrió. Era Friend, con una camiseta en mano y apenas le dedicó una mirada antes de llegar a la rubia.
- Somos la misma talla- le dijo al entregársela y ella sintió una opresión en el pecho, cuando Becky le sonrió y le agradeció al tomarla. Al parecer, la chica se había quitado su camiseta y solo su sudadera tenía ahora - te espero, Becky-
- No- aseguró ella y las dos la miraron - necesito el baño. Espera afuera-
- Pues úsalo- la desafío Friend y solo su otra mano en la cadera fueron suficiente para ver sus ojos cargados de temor-
- Dije que esperes afuera- la siguió con la mirada cuando pasó a su lado y, tras verse solas, se acercó a Becky, pegándose a su espalda y se observaron a través del espejo - ¿estás bien? -
- Ajá-
- No debiste traer mi chaqueta- susurró y agradeció mentalmente cuando la rubia respondió en el mismo tono-
- La olvidaste en mi casa, ayer-
- Sí, lo sé, pero dármela aquí te exponía a esto, Becky-la rubia alzó los hombros-
- Como si no estuviese acostumbrada a hacer lo que quiero- le sonrió con dulzura, intentando transmitirle que realmente había sido un acto algo apresurado y loco el llevarle su chaqueta al Instituto. Ella dejó una mano en su cintura y la volteó, quitándole suavemente la toalla para terminar de secar su cabello-
- Tenemos examen mañana, de Historia-
- Sí, lo recuerdo. Tengo un cronograma que en realidad lo hace por mí- rodó los ojos con diversión-
- No sé por qué no me sorprende... ¿sabes qué Historia es la asignatura con mi calificación más baja? - la rubia la miró confundida, cómo si no le creyera del todo. Río, asintiendo y pasando la toalla bajo su mentón - odio estudiar cosas que ya pasaron-
- ¿Odias el pasado? -
- Algo así...y tengo entendido que la calificación más alta es...la tuya-
- En realidad....-
- Sí, sí...todas tus calificaciones son altas en cualquier asignatura, pero...nada, olvídalo-
- No, no te calles ¿qué querías decir? - Freen pasó el brazo por su espalda y rodeó su cadera, acercándola más a ella y sintiendo su mano en el hombro-
- Podríamos...- carraspeó, el tono ronco de su voz se debía al temblor de su garganta - podría ir a tu casa y estudiar juntas- sus mejillas se tornaron rojas al instante. Esa petición sonaba tan ridícula y en realidad no le importaba mejorar sus calificaciones, solo quería pasar un momento con ella para hacerla olvidar el granizado que aún continuaba quitándole-
- Oh...me encantaría, Freen, pero...estudié ayer-
- ¿Ayer? ¿En qué momento? - agregó al recordar que hasta casi las cinco había estado en su casa-
- Luego que Surprise se fuera. Y, además, Freen, no se estudia de un día a otro. Vengo haciéndolo con varios días de anticipación-
- Lo entiendo, pero...también podríamos, no lo sé... ¿hablar un poco más? - Becky negó ligeramente-
- Lo siento, Friend irá a casa. El señor Chen cumple años la próxima semana y queremos prepararle algún clásico. Él ama Journey, pero no es de mis bandas preferidas, creo que haremos algo más antiguo-
- Oh, eso suena...interesante ¿trabajarán juntas? -
- Pues sí, prepararemos un dueto ¿o quieres participar? -
- No, no...creo que aún no estoy lista para cantar frente a todos-
- ¿Bromeas? ¡Hiciste una audición perfecta días atrás! -
- Bueno, eso es un halago viniendo de tu parte... ¿gracias? -
- Es un honor- Becky alzó los hombros con superioridad y giró para lavar sus manos. Ella dio un paso más, observándola desde sus talones hasta su cabello y, con todas sus pulsaciones avanzando con violencia, dejó una mano en su cintura y la movió lentamente hasta su abdomen. Se sonrieron, a través del reflejo y se animó a decir algo más al oír la campana del final del receso-
- ¿Becky? -
- ¿Sí? -
- Sé que el día de mi cumpleaños ya pasó, pero... ¿puedo pedir uno de tus cupos? - la vio ensanchar una sonrisa, una curva completa ocupándole todo el rostro-
- Nunca lo he hecho, pero...sí, puedes-
- Genial...am ¿son costosos? -
- Bastante. Es una hora de trabajo- le aseguró guiñándole un ojo. Ella se mordió el labio-
- De acuerdo...luego me lo preparas y...comenzaré a comprarte más si tu servicio me satisface- Becky alzó una ceja y ella le devolvió el guiño. La rubia asintió-
Freen observó su cuello descubierto y las ganas de dejarle un beso allí la inundaron. La bailarina ataba su cabello y la accesibilidad era mayor. Dándole una última mirada, se acercó lentamente a él, pero se alejó cuando oyó la puerta. Retrocedió unos pasos y rascó su nuca al ver a Friend mirándola con sorpresa.
- ¿Está todo bien? - inquirió la chica-
- Perfecto- aseguró Becky-
Freen se mantuvo a un costado y esperó, mientras la rubia ocupaba un cubículo para cambiar su camiseta. Unos segundos, eternos, se observaron con Friend casi en desafío hasta que la pelinegra volvió a aparecer.
- Estoy lista- le dijo a la chica y enrolló sus brazos en uno de Friend. Las vio dejar el baño y se recargó contra la pared, alzando la cabeza y aguantando la frustración de no ser ella con quien Becky se marchaba.
Pero volvió a verlas, mientras la puerta terminaba de cerrarse y recordó que, mientras no quisiera que nadie supiera lo que tenían, esas eran las consecuencias que debía pagar.