**LOCKWOOD'S FAVS PLAYLIST: How Do I Lieve- LeAnn Rimes
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UN AÑO ATRÁS
MEDIADOS DE NOVIEMBRE
LAUREN MARCHETTI
La nieve cae impasible fuera de la cabaña lo que me recuerda a un invierno cinco años atrás cuando viajé con mi familia a Turin, Italia. Sauze d'Oulx una hermosa comune italiana con apenas 1150 habitantes, y por dos hermosos meses, mi familia y yo fuimos parte de ella. Fue una navidad mágica llena de música, trineos y risas. Tuve la oportunidad de tocar con la Sinfónica en un homenaje navideño en la Estación de Ski en los Alpes italianos.
Le emoción que sentí ese invierno fue tan grande que jamás podré olvidarlo, pero la emoción que siento esta noche sobrepasa lo que alguna vez sentí con la música. Me encuentro de pie frente a la ventana con nada más que un sweater gigante y una taza de chocolate caliente hasta que dos brazos rodean mi cintura y yo cierro los ojos sintiendo el calor de la mujer que amo.
-Ajusté la chimenea para tener un poco más de calor-me dice al oído y besa mi mejilla con suavidad mientras coloca su cabeza en mi hombro-. Es una noche hermosa que incluso casi puede compararse a tu belleza.
La punta de su nariz pasa por mi mejilla y eso me hace reír. Ambas guardamos silencio escuchando el crispar del fuego y el sonido del viento agitando los arboles fuera.
-Estaba recordando una navidad hace cinco años cuando tuve la oportunidad de tocar con la Sinfónica un homenaje navideño en Turin, Italia. Tocar en Italia fue uno de los momentos más hermosos de mi vida. La música que fluyó a través de los Alpes italianos y aquel lugar de ensueño fue un momento mágico.
-Seguro fue una noche inolvidable, mi amor-su ultima frase hace que contenga el aliento y colocando la taza vacía en la ventana me giro en sus brazos para verla a los ojos. Se ve tan cómoda usando mi ropa, sus ojos brillan de amor y me siento la mujer más afortunada del mundo.
-Fue una noche inolvidable, pero nada se compara a la sensación que siento esta noche aquí contigo. Saber que no existe nada que nos pueda separar. Que soy libre de pegarme a ti de esta forma-paso mis brazos por su cuello y ella me abraza más fuerte por la cintura-. Saber que puedo besarte-mis labios buscan los de ella, y ella responde mi beso suave y un tanto tímido.
-Puedes besarme las veces que quieras, mi amor-nuestros ojos se encuentran y ella pasa un mechón de mi cabello atrás de mi oreja con ternura-. Estaba pensando poner un poco de música, y podemos sentarnos frente al fuego con una copa de vino, ¿Qué te parece la idea? -yo le sonrío y agradezco que ella sea capaz de entender mis silencios.
Estoy realmente nerviosa y sé que esta noche no podremos evitar hacer el amor, porque hay demasiado deseo entre las dos, pero ella quiere que yo me sienta cómoda y preparada, lo cual, yo le agradezco con mi alma.
Una hora después sentada frente al fuego yo entre sus piernas mientras las suaves notas del piano llenan la cabaña siento su respiración entrecortada en mi oído y sus labios van a mi cuello. Mis ojos se cierran al sentir su lengua pasar por mi clavícula y sus manos acariciar mis caderas lentamente.
-¿En qué piensas, hermosa? -su voz es tan ronca que mi cuerpo tiembla al escucharla.
La pregunta hace que mis nervios vuelvan porque sé exactamente porque estoy retrasando nuestro encuentro. No es por ella, o porque no la desee con todo mi corazón y mi cuerpo. Mis intentos anteriores no han sido buenos. Mi cuerpo no logra sentir, no logra liberarse.
-Habla conmigo, Lauren. No tengas miedo de usar tu voz para decirme lo que sientes o lo que esperas-ella gira mi rostro para verme a los ojos y en ellos encuentro tanto amor. Esta es la mirada que soñé con tener toda mi vida, y no quiero que se de cuenta que hay algo mal en mí-. ¿Qué pasa, mi amor?
Siento un nudo en la garganta al escucharla y me acomodo para verla casi de frente. Sus dedos pasan por mi mejía y siento su mano temblar un poco. Esta nerviosa como yo.
-Tengo miedo de que al estar contigo mi cuerpo no...-yo bajo la mirada avergonzada, pero siento sus dedos en mi mentón urgiéndome a verla de nuevo-. Nunca he sido buena en la cama. Soy un desastre y no quiero que contigo sea así, Camila. Si te pierdo por mis problemas yo...-ella pone un dedo sobre mis labios y veo una pequeña sonrisa en su boca. No es la mirada de decepción que esperaba. Ella me esta sonriendo con ternura.
-¿Nunca has tenido un orgasmo? -yo niego y sus dedos pasan por mi mejilla con suavidad-. ¿Qué dice tu cuerpo cuando yo te beso? -su frente se pega a la mía y yo respiro hondo.
-No puedo explicar lo que siento cuando tú me besas, amore mio. Es tan perfecto y mágico que las palabras no alcanzan para decírtelo. Eres... música para mí, Camila-mis dedos toman un mechón de su cabello que esta suelto y lo paso detrás de su oreja.
-No hay ningún problema con tu cuerpo, mi amor-ella besa mi mejilla con cariño y me sonríe de nuevo con sus ojos marrones brillando de deseo-. Esta noche voy a darte tantos orgasmos hasta que tu cuerpo no resista más. Te haré el amor en cada rincón de esta cabaña. Te haré el amor donde quieras, cuando quieras y las veces que quieras-sus labios se acercan a los míos y siento su aliento en mis labios-. Voy a amarte como una mujer como tú merece ser amada. Te haré mía en cuerpo y alma.
-Ya soy tuya, Camila. Soy toda tuya, mi amor-digo esas palabras con todo mi corazón y eso basta para que sus labios toquen los míos y todo a mi alrededor desaparece. A lo lejos escucho el crujir del fuego y el viento azotando fuertemente contra la cabaña. Siento como lentamente Camila me va recostando en la alfombra sin dejar de besarme. Su lengua entre la mía. Sus manos entre mi cabello pegándome más a ella.
Es el beso más sensual que he experimentado en mi vida y mis manos tiemblan al abrazarla por la espalda. Sus labios dejan los míos y besan mi cuello y no puedo evitar soltar un ronco gemido que la hace sonreír contra mi cuello.
-Te haré el amor aquí frente al fuego-me dice al oído-. Quiero saborearte con mi lengua.
-Camila...-mi voz es entrecortada al verla separarse de mi y quedar sentada en mis piernas. Yo me incorporo buscando su contacto ella se pone de pie y yo quedo sentada frente a ella con mi cuerpo ardiendo por ella.
Ella me sonríe y se quita la camisa de un solo movimiento quedando únicamente con una pequeña lencería negra. Mis ojos viajan por su cuerpo y admiro sus curvas y me pongo de rodillas sin perder de vista sus ojos. Mis manos arden por tocarla y ella entiende mi silencio.
-Ayúdame a terminar de desnudarme-susurra viéndome fijamente-, pero desde donde estas. Quiero que veas de cerca donde va a estar tu lengua en unos minutos.
No dudo en acercarme y besar sus piernas y su olor es inconfundible. La punta de mi lengua sale pasando por el interior de su muslo y siento su sabor. Alzo mis ojos para verla, y su mano acaricia mi mejilla, y muy lentamente me va pegando a ella. Siento la humedad en mi nariz y mis labios y mi boca se abre sobre ese encaje que me impide besarla como quisiera. Mi instinto se agudiza y me dejo guiar por él. Mi boca se abre chupando el centro de su cuerpo y su sabor me intoxica. Camila está empapada, y es por mí.
-Lauren-un ronco gemido sale de su garganta-. Por favor, mi amor-eso basta para que suba mis manos y tomando el borde de su ropa interior la baje lentamente. La respiración de ambas es trabajosa y mis ojos están fijos en ese lugar que literalmente esta goteando deseoso de mí.
Mi razonamiento se nubla y lo único que pienso es que deseo probarla. Mi boca la busca y mi lengua pasa por su centro y la escucho gemir. Sus piernas tiemblan un poco pero su sabor es intoxicante y quiero más. Yo nací para hacerle el amor a esta mujer. Ella se mueve contra mi boca suavemente y yo bebo de ella. Todo lo que ella quiera darme voy a tomarlo porque la deseo con cada parte de mí. Mis manos van a su trasero y la atraigo más a mi mientras ella lucha por mantenerse de pie.
-Mi amor, no puedo más-mis ojos se alzan y siento la mano de Camila en mi cabello-. Recuéstate en la alfombra, hermosa.
-No-le digo separándome unos minutos de su centro-. Necesito tu sabor en mi boca y en mi lengua-vuelvo a su centro acariciándola con la lengua y la siento temblar.
-Mis piernas no aguantan más-me dice entre susurros, pero logra apartarme de ella tomándome del cabello suavemente. Su mirada está llena de deseo, pero en unos minutos se encuentra en mi nivel de rodillas frente a mi y su boca va a mis labios su lengua entra en mi boca y yo la abrazo por la cintura pegándola a mí.
-Te necesito desnuda ahora mismo-me dice y sus manos van al borde de mi camisa para quitarla rápidamente. En unos segundos estoy desnuda de rodillas frente a ella y sus ojos bajan por mi cuerpo.
En los últimos meses he bajado algunos kilos porque Caleb en alguna ocasión mencionó que estaba subiendo de peso, quizás Camila opine que no le gusta mi cuerpo.
-No estoy tan delgada, pero he bajado algunos kilos-le digo con miedo y ella me mira a los ojos-. Puedo seguir bajando si no te gusta como me...-no termino de hablar cuando siento sus labios en mi cuello y sus manos acariciando mis caderas lo que me hace gemir suavemente.
-Dios, eres la mujer más hermosa del mundo Lauren-me lo dice con tanto deseo que yo dejo de dudar-. Cada parte de este cuerpo va a quedar marcada con mis besos-sus manos van a mi trasero y me pega a ella muchísimo más y yo la abrazo olvidándome de todo. Mis manos viajan por su espalda y finalmente ella empieza a recostarme en la alfombra y quedar sobre mí -. Fue tan rico probarme en tus labios, Lauren-me dice roncamente al oído mientras pasa su lengua en él haciéndome gemir-. Espera que tú te pruebes en los míos.
Sus labios empiezan a bajar lentamente por mi cuerpo y yo dejo de pensar y solo me dedico a sentir.
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CAMILA LOCKWOOD
Mi lengua pasa por su pezón y la oigo gemir roncamente mientras sus caderas se mueven contra mí. Puedo olerla desde aquí y sentir la humedad de su cuerpo en mi vientre. Estoy temblando de deseo, pero necesito mantenerme tranquila con ella la primera vez. Quiero que experimente, que sienta lo maravilloso que puede ser sentirse venerada por alguien más.
Lo mojada que estoy por ella es casi vergonzoso ya que siento todo bajar por mis muslos, pero ella es primero. Mi hermosa Lauren es y siempre será lo primero para mí. Mis labios siguen bajando y llegó finalmente a ese lugar que añoro. Yo siento la respiración entrecortada porque a pesar de que he estado con muchas mujeres, lo que estoy sintiendo en este momento no se compara. Estoy haciendo el amor con la mujer de la que estoy enamorada. Voy a hacerle el amor a la mujer con la que algún día voy a casarme.
Intento contener las lágrimas que amenazan con salir de mis ojos cuando la pruebo por primera vez. Sé que podrá parecer cursi, pero estoy realmente enamorada de ella, y jamás pensé tenerla. Su sabor es delicioso, y la escucho gemir roncamente y eso basta para perder todo mi razonamiento y literalmente comérmela completa.
Mi lengua la acaricia en cada parte de su centro y cuando la penetro con ella la escucho gritar de éxtasis. Yo la tomo por las caderas y la pego más a mi boca y Lauren no contiene sus gritos y sus caderas me ayuda moviéndose contra mi boca. Tomo su clítoris entre mis labios y eso basta para sentirla temblar anticipando su orgasmo.
-Camila-no puede decir nada más y eso me hace sonreír en su centro y seguir dándole placer hasta que finalmente la siento temblar en mis brazos y escucho su grito de liberación. Sigo pasando mi lengua entre sus labios y acariciando lentamente su clítoris con la punta de mi lengua mientras siento sus espasmos. Yo la suelto lentamente para verla a los ojos, pero me sorprende acercándose a mí para besarme la boca con pasión.
-Pruébate en mis labios-le digo y la siento sonreír mientras queda sobre mi y al separarnos me ve a los ojos. Sus ojos brillan de una manera maravillosa y si es posible la veo mucho más hermosa.
-No hay nada malo en mi-murmura y acaricia mi mejilla con suavidad. Sus dedos detallan mi rostro y yo me dejo querer sintiendo sus caderas moverse contra las mías suavemente-. Es porque es contigo. Yo nací para hacerte el amor, Camila Lockwood-eso me hace sonreír y cuando siento su mano bajar y apretar uno de mis senos contengo el aliento-. Acabas de crear un monstruo.
-Aquí está tu presa para que me comas cuando quieras-eso la hace reír y pegar su frente a la mía para besarme una vez más.
-Quiero hacerte llegar-me dice suavemente y la escuchó gemir suavemente al mover de nuevo sus caderas contra las mías. Lo que yo hago es abrir un poco mis piernas y la invito a que ella hago lo mismo alineándose conmigo.
-No falta mucho para eso, mi amor-su frente se pega a la mía-. Muévete conmigo. Te deslizas tan bien contra mí.
-Es porque estoy empapada por ti-la veo a los ojos y mis labios buscan los suyos de nuevo y mientras nos movemos nos besamos apasionadamente tomo sus manos entre las mías y empiezo a moverme fuertemente contra ella.
Las dos guardamos silencio solo escuchando nuestros jadeos y gemidos. Sus ojos en los míos. Su rostro se entierra en mi cuello y la escucho gemir en mi oído y yo hago lo mismo intentando besarle la mejilla.
-Termina para mi-le digo al oído con todo el amor del mundo-. Llega conmigo, mi amor.
Ambas llegamos y siento una sonrisa contra mi mejilla mientras me besa una y otra vez. Una capa de sudor cubre su rostro y yo aparto el cabello húmedo de su rostro y le acaricio la mejilla.
-Eres el amor de mi vida, Lauren Marchetti-ella me sonríe y suspira contra mi rostro.
-Y tú eres el mío, Camila Lockwood-ella acaricia mi nariz y ambas sonreímos-. Ahora que te parece si nos damos una ducha caliente y continuamos esto en la comodidad de una cama.
-¿Alguna vez has hecho el amor en una ducha? -ella niega con su cabeza y yo me incorporo levantándola a ella de paso para que quede sentada en mi regazo. Me acerco para besar sus labios-. Hoy será tu primera vez.
-Lo espero con ansias-nos ponemos de pie y entre besos y sonrisas subimos las escaleras hacia el baño y nuestra noche apenas empezaba. Una noche preciosa con Lauren Marchetti. La noche de nuestra primera vez.
TIEMPO PRESENTE
Mis ojos se cierran inconscientemente escuchando las maquinas del hospital sonar rítmicamente. Después de un mes parece que el sonido se ha vuelto parte de mí. En mis manos se encuentra una bandana roja que pongo en mi rostro para contener un sollozo de desesperación. Hay un anillo en mi mano, y al verlo todo el dolor se encierra en mi pecho y siento que no puedo respirar.
Yo debería de estar en esa cama de hospital luchando entre la vida y la muerte. Yo debería haber muerto esa noche y no ella. No puedo contener el llanto que se vuelve desgarrador y solo la bandana roja silencia mis gritos de dolor. No puedo soportarlo más.
No puedo perderlas a las dos.
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Hola a todos!
Como proposito de este año 2024 me prometí terminar de escribir mis dos historias pendientes. Aqui les dejo un poco de The Guardian! Espero que le gustara, y que continuen este viaje conmigo.