Everything has changed || Hea...

By heartstoppper_

7.7K 676 104

Nicholas Nelson es hijo de un mafioso muy importante y poderoso, y por ende, él también lo era. No conocía n... More

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
18
19
20
21
22
23
24
25 (FINAL)

17

180 18 2
By heartstoppper_

Narra Charlie:

Me encontraba en mi habitación, recostado en mi cama con el doctor Bauer mirándome fijamente. Habíamos tenido ya dos sesiones de terapia, esta era la tercera, y yo aún me sentía realmente intimidado con su presencia.
Todavía no habíamos avanzado una mierda a decir verdad, no porque yo no quisiera, sino porque no recordaba nada para comenzar a contar.

—Bien, hoy haremos algo distinto. Te voy a mostrar imágenes, y me vas a decir lo primero que se te venga a la cabeza, si? Cualquier cosa está bien, no lo pienses demasiado.

Yo asentí y me dediqué a mirar la primera foto. Era rara, a simple vista parecían dos cabezas pegadas de bebés.

—Familia.

Me mostró otra, esta era oscura, diría que hasta tétrica.

—Miedo.

La siguiente era más colorida, lo primero que vi fue una pareja, no supe si eran hombres o mujeres, pero estaban como con una especie de Luna de fondo.

—Amor.

Luego otra, que parecía una mariposa, aunque cuando la vi de nuevo parecían pájaros.

—Libertad.

La siguiente parecía una mancha grande de sangre, realmente fea.

—Accidente. Esto es horrible, ¿que se supone que tengo que decir?

—No digas nada más que lo que percibas. Quedan pocas, tranquilo.— asentí, ya un poco cansado. Me mostró una que tenía al menos cinco colores, muy extraña. A esa no le encontré forma en verdad, solo veía manchas sin sentido.

—Vida.— no supe porque dije eso, tal vez por la cantidad de colores que tenía.

Luego me mostró una que era lo opuesto, totalmente negra, parecía un pozo sin salida.

—Muerte.

Quedaban dos. La siguiente era como de un oso atacando al otro, uno parecía el padre y el otro el hijo.

—Padre.

La siguiente parecía un auto al final de una carretera, aunque mirándola mejor no sabía si era un auto o un animal, no veía una mierda.

De repente, sentí un dolor muy fuerte en el pecho, esa imagen me daba terror. Como si fuera un recuerdo horrible, no entendía porque el solo hecho de imaginarme una carretera me daba miedo.

—Autos, carretera, accidente...— comencé a respirar agitadamente. El doctor apartó las fotos rápidamente, acercándose a mí. Yo me escurrí hasta el final de la cama, en una esquina, asustado. No quería que se me acercara.

—¿Estás bien?

—¡No! ¡Quiero que se vaya!— no sabía porque pero mi cabeza comenzó a imaginar una carretera horrible y oscura, mucha sangre en el suelo...

—No me voy a ir. Tenemos pocos días a la semana para hablar, realmente lo neces—

—¡No me importa! ¡Quiero que se vaya! ¡Esto es una mierda!

—¿Has tenido un recuerdo? Por favor es importante que me lo digas.

—¡No lo sé! Es demasiado confuso... Es horrible, es... No entiendo. — sin darme cuenta, comencé a llorar desesperadamente. Él solo se limitó a mirarme, volviendo a su lugar. Me dejó mi espacio para que me calmara, pero yo no lo conseguía. Era horrible, tenía miles de imágenes en lo cabeza pero ninguna era lo suficientemente clara como para recordar algo.

—Por lo que veo, la imagen de esa carretera te ha vuelto loco. Tal vez sea por ahí donde haya que indagar. Yo no voy a presionarte, si? Está en vos si querés seguir por el día de hoy o no.

Yo no sabía que hacer. Por un lado quería seguir, quería entender algo al menos. Pero por otro lado la idea de recordar me asustaba, si la sola idea de recordar algo me ponía así, no quería imaginarme como me pondría cuando realmente recordara algo concreto.

—Quiero hacerlo. Pero, me frustra demasiado todo esto, es como si mente estuviera bloqueando los recuerdos realmente importantes.

—Vos lo dijiste. ¿Seguimos o paramos acá? Es tu decisión. — suspiré. Debía ser fuerte si quería entender mi maldito pasado.

—Seguimos.— él sonrió y asintió. Apoyó unas cuentas imágenes sobre la cama, una al lado de la otra.

—Ahora necesito que mires cada una de ellas, si alguna te llama la atención la tomas y al final la analizamos juntos, ¿te perece? — lo dudé un segundo. No quería ponerme así de nuevo, pero quería recordar. Asentí.

Me dediqué a mirar una por una, de la mayoría no rescataba nada que me llamara precisamente la atención. Hasta que vi una en particular, unas manos entrelazadas, o eso parecía. Me recordó a las manos que había soñado antes. La tomé y la aparté para seguir mirando las demás. Había otra que parecía ser una rosa de color negro, o tal vez era una paleta, no lo sabía, pero lo primero que pensé fue en una rosa. Aparté dos fotos más, una que parecía ser un libro enorme, por un momento pensé que era una especie de Biblia.

Y luego una roja, que parecía una cara que tenía pecas muy lindas, y con pelo naranja, ¿o era marrón? Eran demasiados colores, pero igual la aparté.

Luego vi una que parecía un anillo de compromiso, y tragué saliva. Lo miré y noté que él observaba cada una de mis reacciones.

Tomó la foto que parecía un anillo.

—¿Que ves acá?

—Parece un anillo de compromiso, ¿no? No lo sé... Y esta... — tomé la otra que tenía algo así como una rosa y también se lo comenté.

—Puede que te gusten las rosas, no lo sé. ¿Y esa? — me señaló la roja. Yo no sabía que responder porque tampoco entendía que me había llamado la atención de esto.

—Parece un pelirrojo... ¿Es normal ver figuras humanas o estoy del todo loco? — él sonrió.

—Sí, es normal. No importa lo que veas, importa que veas algo. Tu mente va a ver lo que quiera ver, tal vez yo vea otra cosa, y así sucesivamente. La interpretación de las imágenes depende de la persona. Por ejemplo yo en la de la rosa, veo un demonio, por eso te digo... Cada quien... — la solté rápidamente, asustado.

—¿Donde hay un demonio? Ya me dio miedo...

—Ay no, por favor... Es lo que uno percibe, no quiere decir que sea eso en realidad. No te preocupes. Si ves una rosa, entonces hay una rosa.— me sonrió intentado tranquilizarme, y yo me tranquilicé un poco.

—Okay... Pero ya me dio algo de miedo ver estas imágenes, me hace sentir un auténtico loco.

—No estás loco, no digas eso. ¿Por que estarías loco?

—No sé... Si veo esas cosas... Además de los accidentes y la sangre...

—Eso no quiere decir que estés loco ni nada parecido. ¿No pensaste que tal vez sean recuerdos? O a lo mejor no, todavía no lo sabemos. — tomó la foto que parecía de una persona. —¿Ves una persona en esta foto? — la tomé entre mis dedos, analizándola mejor. Y si, efectivamente veía los rasgos de una persona.

—Sí. Una que nunca vi antes en verdad... Creo. — no dejaba de mirar la foto. Ya hasta le había encontrado unos ojos que a simple vista parecían miel... No estaba seguro, o tal vez era yo quién me lo imaginaba así.

—Tal vez sea parecido a alguien que conozcas. Eso es bueno, tu mente poco a poco va a desbloquear recuerdos, no te preocupes.

Entre cosa y cosa, ya habíamos terminado la sesión hacía varios minutos. Sin embargo, el doctor todavía no se iba.

—¿No se tiene que ir ya?

—De hecho, sí. Pero quería ver si podía ayudarte en algo más.

—No se preocupe. — estaba completamente embelesado con la foto roja. Ya me sentía un loco de mierda.

—Si querés podés quedarte con las fotos. Las recogeré en la próxima sesión, si? — yo aparté la mirada de la imagen, rojo de la vergüenza.

—Oh... No, no se preocupe. Perdón, llévelas si las necesita.

—No las necesito, tengo muchas. Tal vez sea bueno que las tengas, a ver si te despiertan algo. Cualquier cosa que sientas o pienses quiero que la escribas. Eso te va a ayudar.

—¿Tiene que leer lo que escribo?

—¿Qué? — sonrió. —Por supuesto que no, eso es privado. Es una ayuda extra que te vendría bien. Sobre todo quiero que escribas todos los sueños que tengas, incluso los que recuerdes hasta ahora. Todo ayuda, si? Nos veremos el lunes. — me estrechó la mano y se retiró. Me dejó todas las imágenes sobre la cama. Yo volví a mirarlas una y otra vez, pero la única que realmente me llamaba la atención era la roja.

¿A quién me recordaban esos rasgos? ¿A un amigo? A un padre seguro que no. ¿A un novio?

Solté la imagen rápidamente. Me dediqué a dormir un rato, realmente lo necesitaba. Últimamente estaba durmiendo mal, sobre todo por la música que se escuchaba perfectamente desde mi habitación.

Había hablado con Isaac acerca de empezar a trabajar en el bar, y él había aceptado muy feliz al ver mi optimismo. Y yo no sabía si era eso, o si simplemente estaba cansado de no servir para nada.

Narra Nick:

—Buenas noches, joven. Hemos investigado lo que nos pidió, y hemos encontrado al chico. Actualmente se encuentra trabajando en un bar nocturno, con muchos jóvenes. Está ahí para bailar por lo que sabemos, ha llegado luego de huir de su padre. Hasta donde sabemos, él también está buscando a su novio. — sonreí. A veces servía de algo tener contactos turbios. Al menos sabía que el novio de Pol se encontraba bien.

—¿Estas seguros de que es él?

—Sí, es igual al de la foto que nos envió. Al parecer baila en el lugar, está lleno de chaperones... No sé si sea un lugar para usted. — puse los ojos en blanco. ¿Que mierda sabía este imbécil de mi?

—¿Y quién mierda te ha pedido opinión?

—L-Lo siento, señor.

—Como sea. Iré con Harry. Quiero que me prepares mi avión, viajaremos esta misma noche.

—Pero...

—¿Algún problema, imbécil?— me sentía una mierda al tratar así a la gente, pero ellos eran escoria al igual que yo.

—No, señor. Esta misma noche lo tendrá todo listo.

—Más te vale. — y corté. No tenía más ganas de hablar. Ahora sólo quedaba organizar la valija para volver al lugar del horror, donde había perdido a Charlie...

La idea de reencontrarme con mi padre me ponía enfermo, esperaba que no se corriera la voz de que estaba allí. No había tenido noticias de él gracias a Dios.

Días antes le había dicho a Harry que estaba intentando averiguar algo sobre Liam, y si bien a él no le gustaba la idea de volver a Londres y menos a Oxford, me acompañaría.

Lo llamé rápidamente para informarle que nos iríamos esa misma noche, y al principio me dijo que estaba loco, pero al final terminó aceptando.

Ahora me encontraba guardando lo básico en una maleta. Yo no pensaba volver a Londres, iba a hacer lo que tenía que hacer y volvería. La sola idea de estar en ese lugar me aterraba, y sentía que los pocos avances que había hecho en terapia se habían ido a la mierda luego de esto. Pero si había algo que pudiera hacer para ayudar a Pol, lo haría, y más aún sabiendo que Liam se encontraba con vida. No le había dicho nada aún, quería que todo fuera una sorpresa. Lo traería a Estados Unidos, y podrían estar juntos al fin lejos de todos... Así como tanto había querido estar con Charlie.

Sacudí la cabeza, no era momento de pensar en él, si lo hacía terminaría llorando como un idiota y no quería.

Narra Charlie:

No supe cuanto tiempo llevaba viendo las fotos sin éxito, pero debido a que ya escuchaba los pajaritos en la ventana indicando que ya era otro día, supuse que mucho. No había pegado un ojo en toda la noche. Había anotado en un cuaderno palabras sin sentido que me ayudaran a recordar, pero no lo había logrado (como siempre)

Estaba realmente harto, y para este momento comenzaba a pensar que nunca recordaría nada.

Me encontraba tan perdido en mis pensamientos, que no noté la presencia de Isaac en la habitación. Él se sentó al frente mío agitando las manos para llamar mi atención.

—Hey, hola, perdón, no te vi.

—Si, me di cuenta. ¿Que haces despierto?

—De hecho, no dormí en toda la noche. No sé que me pasa, ayer tuve una sesión y me ha enseñado fotos que supuestamente me harían recordar, pero no puedo. Lo único que conseguí fue más y más confusión. Estoy empezando a creer que nunca voy a recordar nada.

—No digas eso, Will. Seguro que lo vas a hacer, no te preocupes. No es sano que hagas esto, tenés que descansar. Por favor. — intentó sacarme la foto, pero la escondí rápidamente tras mi espalda. Eso pareció extrañarlo.

—Lo siento. Si, tenés razón. De hecho, me muero de sueño. Quiero dormir un rato al menos.

—Si, por favor. De hecho yo venía a proponerte que salgamos, pero tal vez más tarde. Tengo entradas para el teatro, si te gustaría acompañarme... — la verdad que me aburría esa idea, pero no quería decirle que no después de lo bueno que era conmigo.

—Sí, quiero. Pero primero tengo que dormir un poco, sino voy a estar muerto esta noche.

—Perfecto entonces. Dormí, yo vengo por vos a eso de las... ¿Ocho? La función empieza a las diez, tal vez podamos comer algo antes. — sonreí.

—Claro, a las ocho voy a estar listo.

—Muy bien, entonces te dejo descansar. Nos vemos esta noche.

—¿Qué debo usar? Nunca fui al teatro...

—Lo que quieras, Will. Tampoco es que vayamos a un desfile. Además, todo te queda lindo. — ese lado descarado suyo al principio me gustaba, pero ahora comenzaba a incomodarme un poco. De todas formas no se lo diría. Yo sabía que él estaba interesado en mí, y no quería romperle el corazón. No le respondí nada así que después de darme un sonoro beso en la mejilla, se retiró.

Decidí dormir un poco para recuperar energías, ya luego vería que me pondría para la noche.

Narra Nick:

Me encontraba con Harry rumbo a Oxford, y realmente estaba muy nervioso. No sabía que pensar, por un momento dudé en ir, pero luego me imaginé la cara de felicidad de Liam, y todo habría valido la pena.

Por un momento se me pasó por la cabeza pasar por el cementerio a dejarle una flor a Charlie, pero no estaba listo para hacerlo, para ver su lápida fría y solitaria donde habitaba el ser más cálido y hermoso del mundo. Mi cabeza era un completo caos en ese momento.

Nos esperaban largas horas aún como para seguir debatiendo en mi mente si era buena idea o no. Decidí dormir un poco, no había parado de moverme ese día.

•••

Después de unas buenas horas, llegamos a nuestro destino. Harry me despertó moviéndome con fuerza, había dormido todo el viaje. Sin embargo, seguía muy cansado. Llegamos de noche, así que fuimos a un hotel y al día siguiente iríamos al bar. Me encontraba realmente emocionado, la sola idea de reunir a Pol con Liam me hacía feliz.

—¿Estás bien? — me preguntó Harry al ver mi mirada perdida mirando la ciudad desde la ventana del taxi. A decir verdad me hacía mal estar ahí, pero intenté pensar en que serían pocos días y ya me volvería a Estados Unidos.

—Estoy bien. Vinimos con un propósito, ya luego nos iremos.— asintió sin más.

Llegamos al hotel, y nos fuimos a la habitación. Compartiríamos una ya que era solo por un par de noches, si todo salía bien mañana mismo nos iríamos.

Me di una rápida ducha y me acosté, con los nervios a flor de piel. Ya estar ahí me ponía nervioso, no dejaba de pensar en Charlie. Después de pensarlo un poco, decidí ir al cementerio, al menos una vez antes de irme. Tal vez eso era lo que necesitaba para dejarlo ir de una vez por todas.

Narra Charlie:

La salida al teatro había sido bastante agradable, yo no era precisamente fan de esto, pero estuvo entretenido a decir verdad.

Me ponía incómodo el hecho de que Isaac pagara todo por mí, pero como yo no trabajaba no tenía un centavo. Ya le había dejado claro que al día siguiente comenzaría a trabajar. Me emocionaba mucho tener mi propio dinero, y después de observar varias noches como era la situación, no era tan grave. Es más, muchos compañeros ganaban muchísimo dinero cuando se iban con clientes exclusivos. Yo no sabía si eso me pasaría, como era nuevo seguramente primero tendría que ganar experiencia antes de tener un cliente fijo.

A pesar de que Isaac estaba feliz con que estuviera más animado para trabajar, se notaba que no le gustaba mucho la idea de saber que bailaría para varios viejos.

Esta noche había un show distinto, se usarían máscaras. Eso me aliviaba un poco ya que no tenía ni una pizca de autoestima, y sabía que si veían mi cara de niño (aunque bastante arruinado) no le llamaría la atención a nadie. Igualmente, yo no iba con la idea de gustarle a alguien, más bien quería probar como era el asunto.

Hablé con un par de chicos que trabajan allí también, como Ed, Andy, Liam que también había comenzado hace poco, y otros que todavía no sabía sus nombres pero que ya estaban hace rato ahí. La mayoría eran muy seguros de si mismos, sabían que estaban buenos y aprovechaban eso.

—¿Vamos por un helado? — habló Isaac al verme callado, perdido en mis pensamientos. Di un respingo por el susto.

—Por mí está bien, ya comí demasiado. — lo último que quería era volverme gordo, ya estaba bastante subido de peso por todo lo que me obligaban a comer en el bar para mejorarme. Tenía que empezar el gimnasio, urgente.

—¿Seguro? Mira, si es por el dinero, no te preocupes. No me molesta para nada. — sonreí.

—Aparte de eso, ya estoy lleno. Comí demasiado en el restaurante... No debería comer tanto, voy a terminar hecho una bola. — él se rio, dándome una mirada de arriba a abajo que me puso algo incómodo.

—No estás gordo, para nada. Además, un helado no te va a hacer engordar como "una bola".— hizo comillas con sus dedos.

—No quiero, Isaac. Gracias de todas formas por todo, la pasé muy bien esta noche. — bueno, tal vez había algo de mentira en mis palabras, pero no estuvo tan mal. Era mejor eso a estar encerrado entre cuatro paredes, a decir verdad.

—Está bien. No tenés que agradecerme, lo hago porque me gusta verte feliz. — me miraba los labios, y yo inconscientemente volteé la cara. Tomó mis manos, obligándome a mirarlo. —¿Estás bien?

—Si, Isaac. Solo estoy un poco nervioso por el trabajo... ¿Y si lo hago mal? O si... ¿O si los clientes me tienen asco?— se alejó un poco de mí, riendo.

—¿Que decís? ¿Por que te tendrían asco? Estás loco...

—Si, osea... Es decir, no estoy tan bien físicamente como los demás, es más, me estoy volviendo gordo, y no tengo músculos como los otros...

—Primero, no deberías compararte con los demás. Segundo, ¿estás seguro de que querés hacerlo? Mira, si no estás seguro no pasa nada, podemos buscar otra cosa, si necesitas el dinero a lo mejor puedas encontrar algo mejor.

—¿Qué? No, yo quiero hacerlo. Son simplemente inseguridades que tengo... Pero, quiero esto. Supongo que se trata de acostumbrarme.

—Exacto, cuando te acostumbras hasta te empieza a gustar. Es más, sabes bien que si alguien pide por vos, y vos no estás cómodo, estás en todo tu derecho de decirle que no, okay? — eso ya me lo había dicho antes. Asentí. —No, no quiero que asientas sin más, quiero escucharte. No tengo que hacer nada que no quiera hacer, repetilo.

—No tengo que hacer nada que no quiera hacer. Ya lo sé. Muchas gracias por esta oportunidad, de verdad. Y no sólo eso, gracias por haberme ayudado tanto todo este tiempo, realmente me salvaste la vida, literalmente.— se acercó hasta mí, dándome un abrazo fuerte. Luego se separó, pero igualmente colocó su brazo sobre mis hombros. Comenzamos a caminar hasta el bar. Yo no tenía sueño todavía pero sabía que tenía que descansar bien, el día siguiente sería largo.

|||

Narra Nick:

Me desperté gracias a mi alarma (Harry) diciéndome que ya se hacía tarde. Y era verdad, eran las ocho de la noche. Ni yo sabía cómo habíamos dormido tanto sin ningún tipo de problema. Rápidamente me metí al baño para darme una larga ducha. Harry me acompañaría al bar esa noche. Teníamos un plan. No nombraríamos a nuestros padres a no ser que sea estrictamente necesario. Albert, el hombre que me había ayudado a averiguar el paradero de Liam, se metió al bar todas las noches hasta el momento. Tenía un trato con uno de los dueños, quien tenía la orden de dejarnos pasar sin problemas. En realidad cualquiera podía ir, pero yo no quería dar mi nombre en verdad. Los dos entraríamos con nombres falsos para no levantar sospechas. Seguramente apenas mencionara mi apellido sería un revuelo, y yo lo que necesitaba ahora era suma discreción.

Luego de la ducha, me puse un traje. Quería estar lo más presentable posible. Dar una imagen de millonario idiota que sólo está ahí para divertirse, no un mentiroso que tiene un plan para robarse uno de sus bailarines.

Todavía tenía que pensar como haría para averiguar sin levantar sospechas. Era raro que de la nada llegue un cliente que nunca antes había ido y empiece a preguntar cosas sobre un bailarín.

Harry también se había puesto un traje, pero estaba mas desarreglado que yo.

Me fume unos cuantos cigarrillos antes de entrar al lugar. Mentiría si dijera que no estaba nervioso hasta los talones. Podía salir todo bien y podría unir a la pareja, o podía salir todo mal y se darían cuenta de que todo era un plan. Prefería mantenerme positivo.

Sin embargo, Albert estaba cuidándome las espaldas. Él también entraría como cliente para cerciorarse de que todo estuviera bien.

Puse mi mejor cara de mafioso, y me acerqué hasta la entrada del bar. Después de soltar un largo suspiro, entré. Busqué con la mirada entre los jóvenes, alguno que se parezca a Liam, pero desgraciadamente todos tenían máscaras. Sería imposible encontrarlo sin ayuda. Me acerqué a la barra, donde estaba un joven de pelo rubio sirviendo los tragos. A su lado había un pelirrojo.

—Hola, buenas noches, ¿que quiere tomar?

—Buenas. Quisiera una cerveza, por favor. — el chico me miraba fijamente, y me incomodó un poco. Fue hasta la heladera y me dio una, se la pagué seguramente más cara de lo que realmente salía, pero no me importó.

—Disculpe, ¿lo conozco?— me preguntó el chico. Sentí pánico, pensé que me había reconocido, o bien a mi padre. Me bajó un sudor frío por la espalda.

—No lo creo. Es la primera vez que vengo a este lugar. Soy... Soy Sebastian.— le dije el nombre que habíamos acordado con Harry. Él se encontraba a mi lado, igual de pálido que yo.

—Oh, lo siento. Pensé que lo conocía. Bueno, yo soy Isaac. Espero que disfrute su primera noche en el bar. — me dio una sonrisa y siguió atendiendo a la gente. Me pareció realmente extraño. Por un momento creí que me había reconocido y que todo mi plan se había ido a la mierda en cuestión de minutos, pero luego supuse que me había hablado por curiosidad, o bien porque le había gustado, no lo sabía.

La música del lugar era bastante fea, pero los bailarines parecían pasársela bien. En ese momento recordé que debía averiguar si Liam realmente estaba en lugar, y me quise golpear la cara cuando me di cuenta de que no lo le había preguntado a ese chico Isaac. Tenía que encontrar a otro.

—Que idiota que sos, no le preguntaste por Liam. — me recordó Harry.

—Ya lo sé. Me quedé pensando en ese chico. ¿Viste como me miró? Parecía conocerme.

—No creo, Nick. Si lo hiciera seguramente no te hubiera tratado tan... Bien.

Tenía razón, si me reconociera seguramente habría montado un drama. Mi padre no era precisamente un hombre bien visto en estos asuntos. Aunque también algunos le tenían miedo, tal vez por eso había disimulado.

En fin, decidí dejar esos pensamientos de lado y tomé asiento junto a Harry, observando a los chicos. Estaba lleno de viejos al rededor nuestro, mirándolos casi con la saliva colgando cual perro. Me dio mucho asco, y también un poco de pena por esos chicos. Me sentí culpable, yo también había sido cliente antes, y había estado con chicos seguramente mucho más jóvenes que yo. Sentí asco por mí mismo.

Las máscaras no me dejaban ver una mierda, tenía que averiguar por mí cuenta.

—Muy lindos, ¿no cree? — me preguntó uno de los viejos que estaba a mí lado. Hasta tenía la voz ronca seguramente por la excitación de ver unos jóvenes bailando. Que asco.

—Si... Están, muy buenos. — llegó mí momento. —¿Usted suele venir mucho a este lugar? Digo, es mi primera vez. Quisiera saber si realmente vale la pena.

El hombre sonrió. Claramente venía seguido.

—Si, de hecho suelo venir casi todas las noches. Es más, ha llegado un joven nuevo hace poco. Y bueno, me gusta mucho. Es un regalo divino, si lo viera... Rubio, de ojos verdes... — me empecé a agitar.

—¿Ah si? ¿Como se llama? Digo, para no tocar lo ajeno. — sonreí intentando parecer divertido, pero la realidad era que estaba muerto de los nervios.

—Liam.— cerré los ojos y aparte la mirada. Quería llorar. Al menos ya sabía que él estaba ahí, pero por otro lado me daba demasiado asco saber que ese viejo se había aprovechado de él. No quería ni pensar en la reacción de Pol.

—Ah... Y, él... ¿Se han visto muchas veces?

—No, en realidad no. Llegó hace poco, pero apenas lo vi supe que sería mío. Ya estoy ansioso por verlo de nuevo.

—¿No se han visto afuera? — Deseé que por favor me dijera que no.

—Él no quiere salir. Y bueno, ellos no pueden hacer nada que no quieran. Incluso le ofrecí el doble de dinero para que pasara unos días en mi casa, pero no quiso. — Claramente no, viejo asqueroso.

—Ya veo... ¿Como es eso que no hacen nada que no quieran? ¿Esto no es un prostíbulo?

—¡No! Esas cosas están prohibidas... Es decir, hay, pero creo yo que son secretos, no lo sé. Acá hay reglas. Al principio pensé buscarme algo más fácil y rápido, pero amigo, me gusta mucho ese chico. Es sexy. Ya lo verás cuando venga.— sonreía con malicia y yo sentí ganas de vomitar.

Narra Charlie:

—¡Tranquilo, William!

—¡Es un maricón!

—No puede ser, va a vomitar...

Empecé a escuchar a mis compañeros como si estuvieran gritando con un megáfono. Me dolía horrores la cabeza. Quería ver a Isaac, solo él podría calmarme.

Estaba muerto de nervios, pensaba lo peor. Quizá me equivocaba en algún paso (a pesar de que lo habíamos ensayado mil veces esa tarde). Quizá me caía y pasaba la vergüenza de mí vida. Quizá los clientes me tenían asco por lo gordo que estaba a comparación de mis compañeros.

Tenía miles de pensamientos y ninguno era positivo.

De repente, todo se iluminó cuando vi entrar a Isaac. Él se acercó rápidamente a mí y me tomó de las manos.

—Will, por Dios. ¿Estás bien? Tranquilo. — me hacía caricias en la espalda para tranquilizarme, y poco a poco, lo fue logrando. Suspiré.

—Me muero de los nervios. Creo que me voy a desmayar... — era un maldito exagerado. Todos mis compañeros pusieron los ojos en blanco, hartos de mí.

—No te preocupes, por favor. Es más, primero salen todos juntos. No vas a estar solo. Después deberían hacer una pasada solos, pero si tenés miedo, no lo hagas, ¿si? Tranquilo.— me concentre en sus ojos, que me calmaban más que nada. Aún así me temblaban las manos.

—¿Y si sale mal?

—No va a salir mal. Mira. — me sonrió con todo el amor que lo caracterizaba. —No pienses en la gente, ni en tus compañeros. Pensa en vos. Concéntrate en la música, sentí su sonido, y relájate, si? Te juro que todo va a estar bien. No pienses en nada más que en disfrutar. Te aseguro que te va a gustar. Si al final no te gusta, no salís más y ya está, no hay problema. ¿Querés intentarlo o no?

Miré su sonrisa de oreja a oreja, sus ojos con gran ilusión, sus manos aferradas con fuerza a las mías, y no pude decirle que no. Tenía razón, al menos tenía que intentarlo. Si luego de la primera pasada no me sentía cómodo, no lo haría más y ya.

No estas obligado a nada.

Lo repetí en mí cabeza.

—Está bien. Solo por vos. — su sonrisa se ensanchó más , y me dio un suave beso en los labios. No tuve tiempo de reaccionar cuando ya estaba dando aplausos para apurar a mis compañeros. Todos dirigieron sus ojos a los míos, sorprendidos por lo que acababa de pasar. Nunca nos habíamos besado adelante de alguien. Ellos sonreían con los ojos como platos.

—¡Te lo tenías bien escondido, lagartija! — me dijo Andy mientras sonreía. No me quedó otra que sonreír también.

—Se podría decir que... Estamos intentando algo, pero muy de poco. Yo todavía no estoy preparado para algo serio. — seguían sonriendo y me dieron un abrazo de apoyo.

—¡Arriba, lagartija! Hay que salir ahí y romperla, ¿esta bien? Ya después tendrás tu recompensa... — señaló con la cabeza a Isaac, quien se encontraba cerciorándose de que las máscaras combinaran con sus atuendos. A mí me tocaba la negra. Básico, pero aún así me gustaba.

Sonreí cuando hice contacto visual con Isaac, para luego colocarme mí máscara.

Solté un gran suspiro, y tras darme un último abrazo con todo el grupo, salimos al escenario.

Lo primero que vi fueron varios hombres, unos más viejos que otros. Todos tenían una bebida en la mano, y otros tenían en la otra un cigarrillo. Sentí que mis pies comenzaban a temblar. Estaba muerto de nervios.

Apenas comenzó la música, cerré los ojos para concentrarme en la melodía. Sin darme cuenta, comencé a bailar de manera sensual y bastante atrevida para mi gusto, pero me gustaba. Me hacía sentir bien, libre.

Enseguida se empezaron a escuchar gritos de personas, todos diciéndonos lo bien que nos veíamos. Yo en ningún momento abrí los ojos. No quería ver a nadie porque eso me daba todavía más inseguridad.

Me acerqué a la primera fila y sentí varias manos tocándome. Abrí los ojos rápidamente, incómodo. Según me habían dicho, estaba prohibido tocar a los bailarines. Me alejé un poco de la gente, y me puse detrás de unos compañeros.

Volví a cerrar los ojos, esta vez bailando con más confianza. La música, que días antes escuchaba desde mí habitación y me parecía bastante molesta, comenzaba a gustarme.

Dejé de pensar en ese mismo momento, y sólo me concentre en la música y en mí propio cuerpo que se movía al compás de ella. Hasta el momento no había sido consciente de lo mucho que disfrutaba bailar, y aunque al principio me sentía inseguro, ahora bailaba como todo un profesional. Incluso pude captar las miradas de mis compañeros, sorprendidos por mis movimientos tan seguros.

Bajé del escenario sin dejar de bailar, y las miradas de todos se pusieron en mí. Varias manos se posaron en mí cuerpo, pero yo en ningún momento me intimidé por eso.

Pasé por el medio de las mesas y noté que habían personas más jóvenes en ese lugar, probablemente de mí edad o tal vez un poco menos, pero no demasiado como el resto de los viejos.

Sentí una mano en mí cintura, y comencé a bailar contra ella sin darme cuenta. Yo seguía en mí mundo, hasta que decidí avanzar, pero, no pude.

Me quedé mirando sus manos, y a pesar de que estaba bastante oscuro, las reconocí.

Eran las mismas con las que había soñado semanas antes.

Rápidamente subí mí mirada hasta el dueño de esas manos, y me encontré a un chico de traje negro que me miraba de arriba a abajo. Me miró a los ojos con el ceño fruncido, como si quisiera ver más a través de mí máscara.

El calor de sus manos se extendió por todo mí cuerpo, y tragué saliva en seco. Era pelirrojo. No pude evitar pensar en la foto que me había dado el doctor Bauer, había sentido exactamente lo mismo que ahora. Por un momento me olvidé por completo de la música, de la gente, de mis compañeros, de que tenía que bailar, de todo. En ese momento ambos nos mirábamos fijamente. Sus manos se depositaron en mí cintura, atrayéndome a su cuerpo.

Narra Nick:

Me encontraba realmente aburrido mirando a los bailarines. No lograba reconocer al novio de Pol. Tenía que verlo sin máscara. Estaba harto, más que nada del viejo estúpido que estaba a mí lado.

De repente, se empezó a escuchar una música, la típica que ponían en esos lugares la cual pretendía ser "sensual" para poner en ambiente a los presentes.

Me daba asco estar ahí, presenciando esto. Pero al final el resultado sería bueno si lograba dar con Liam. Ya me podía imaginar la cara de Pol al verlo, al saber que estaba con vida y que por fin podrían estar juntos.

—Ese es Liam.— me señaló el viejo. Rápidamente dirigí mí mirada al chico rubio que se encontraba adelante de todo. Era realmente hermoso, con un físico de puta madre. No podía ver demasiado por la máscara, pero estaba bastante bueno. Me daba asco tener al viejo casi empalmado a mi lado. Se puso a gritar el nombre de Liam, diciéndole bastantes cosas obscenas que pretendían ser "piropos".

Estaba asqueado. Miré a cada uno de los jóvenes, sin ningún tipo de interés. No podía entender como antes hacer esto mismo me daba tanta satisfacción, y ahora estaba muerto del asco.

Quería irme ya mismo, tal vez podría buscar a Liam al día siguiente. Miré a Harry, a punto de pedirle que nos fuéramos del lugar, pero en cuanto lo vi, estaba pálido cual hoja de papel.

—¿Qué te pasa, Harry? — él tragó saliva y me miró con auténtico terror.

—¿No lo ves? — yo no entendía una mierda. Dirigí mí mirada hacia donde señalaba, pero no noté nada demasiado especial.

—¿El qué? ¿A Liam? Si. — me acerqué a su oído. —Es el de la máscara roja. Tenemos que sacarlo de acá. Este viejo que lo quiere me da escalofríos. — él comenzó a agitarse más.

—¡Por Dios! ¿¡No lo ves!? Al de negro, míralo bien. — puse los ojos en blanco. No entendía que me quería decir.

Hasta que lo vi.

Venia caminando hacia nosotros. Un joven que bailaba realmente bien, incluso mejor que cualquier otro. Me quedé mirándolo como un imbécil, era encantador. Sentí algo horrible en la panza, como si... Como si lo hubiera visto antes.

Pero era imposible, era mi primera vez en el lugar.

Lo miré de arriba a abajo, era realmente hermoso. Me detuve en sus rizos, los cuales me provocaron una puntada de lleno en estómago. Se acercó tanto a nosotros que me terminó rozando. No pude evitar tocarlo... No sabía que mierda me pasaba.

Lo atraje con fuerza hacia mi, o tal vez él mismo se había sentido atraído a mi cuerpo. Mis manos encajaban a la perfección en su cintura... Como si su cuerpo hubiera sido creado para mis manos.

De repente, cuando estaba a punto de verle la cara más a detalle, se retiró cuando la música finalizó.

Comencé a respirar con dificultad. Me sentía completamente loco... Quería verlo de nuevo...

—Nick...— Harry me tomó del brazo con fuerza.

Yo seguía con la mente perdida, pensando en ese chico. Quería verlo... Pagaría por él, todo lo que hiciera falta.

—¡Nick! — me gritó mi amigo a la cara.

—¿¡Que te pasa!?— me zarandeo con fuerza.

—¡Es él! ¡Es él! Dios mío... No puede ser.

—Me estás mareando, imbécil. No entiendo nada. ¿De qué hablas?

—No... No puede ser. Nada, no, no me hagas caso.— se paró para irse. Al instante lo tomé del brazo.

—¡No! Ahora me lo decís. ¿Que pasa, Harry? Me estás asustando.

—Nick... Es... Es igual a... — tragó saliva. Ya me estaba cansando. No dijo nada más, y se separó con fuerza de mi agarre, para después salir corriendo del lugar.

Pensé en seguirlo por un momento, pero cuando vi que los chicos volvían a subir al escenario, me detuve.

Era mi momento, tenía que observar a detalle a ese chico para reconocerlo. Harry parecía haberlo reconocido, pero yo no lo lograba por la puta máscara.

Narra Charlie:

Me encontraba mareado, con el vómito a punto de salir. Isaac se acercó hasta mí con una gran sonrisa.

—¡Estuviste maravilloso! ¡Fue increíble! Definitivamente esto es lo tuyo, Will. — comencé a sentir que mis piernas comenzaban a fallar. Me apoyé sobre la mesa. Al instante Isaac me sostuvo por la cintura. —¡No puede ser! Estas hirviendo... ¿Estas bien? ¿Will? ¡WILL! — de repente todo se volvió negro. Me desplomé entre sus brazos cuando sentí que mis piernas dejaban de sostener el peso de mí cuerpo. Todavía seguía despierto ya que podía escuchar la voz de Isaac. Pero igualmente estaba demasiado débil. —¿Hola? ¡Will! Por favor, Will, háblame... ¿Que te pasa?

—No sé que me pasa... Es él... Él es... Lo encontré, Isaac... — él me miraba con los ojos como platos. Yo hablé demasiado bajo, casi inaudible.

—¿Qué? ¿Encontraste a quién, Will?

—Es el... El de la foto... Es el de la foto Isaac. Son sus manos... — tenía muchas ganas de llorar, pero no tenía fuerzas ni para eso.

—¿¡Qué foto!? No entiendo nada, William... Por favor, tranquilo... Te voy a traer algo dulce para que no te desmayes. ¿Vas a estar bien? ¡Liam!

—Si... Estoy bien, solamente un poco mareado... Quiero bailar.

—No, por supuesto que no. Ahora te voy a dar algo de comer, te vas a duchar y te vas a dormir. Y no se discute, ¿está bien? — parecía enojado así que no me animé a contradecirlo. —Voy a buscar a este idiota que no me escucha. Tranquilo, por favor. Yo tengo que volver a la barra, pero Liam te cuidará.

—¿No tiene que bailar?

—No, ya su... Su cliente ha pagado por él.

—¿Tiene un cliente fijo?

—Sip. A él no le gusta pero paga bien, y dijo que necesitaba el dinero. No lo sé, él decide, yo no puedo hacer nada.— me dio un beso en los labios, y se fue.

Yo no dejaba de pensar en ese chico. Claramente esas manos ya las había visto antes en mi sueño, eran esas, estaba seguro. Pero, ¿que hacía él ahí? ¿Era un familiar que me estaba buscando?

A juzgar por la forma en la que me había tocado y me había mirado, más que familiar parecía un... Un novio.

Era realmente hermoso. Me atrevía a decir que era el hombre más lindo que había visto hasta ahora. Su pelo... Su pelo era precioso, y, de nuevo, sentía que ya lo había visto antes.

Tenía que averiguar quién carajo era ese hombre, y porque me había sentido así con sólo sentir sus manos.

Obviamente me había pasado algo demasiado fuerte con él, y por eso me había puesto de esta manera. Pero... ¿Quien mierda era?

¿Sería el mismo de mí sueño?

¿Sería quien había recordado con la fotografía roja?

¿Sería el culpable de mí accidente?

¿Sería el culpable de que yo no recordara nada?

Tenía que averiguarlo... Tenía que saber de una vez quién mierda era, y tal vez cuando supiera eso, podría saber también quién carajo era yo.

Continue Reading

You'll Also Like

180K 10.2K 25
Chiara se muda a Madrid en busca de nuevas oportunidades para lanzar su carrera como artista. Violeta se dedica al periodismo musical, trabajando en...
655K 68.5K 70
sinopsis: Louis pierde a Harry y siente que no puede seguir adelante.Trata de mantenerse fuerte por Liam, Niall, Zayn... Y Harry.Pero una vez que es...
499K 51.2K 128
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
265K 18.8K 35
Con la reciente muerte de su padre el duque de Hastings y presentada en su primera temporada social, Annette empieza a acercarse al hermano mayor de...