génesis | ym

By midnight_tea

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Donde la vida y la muerte rememoran cíclicamente su relación desde que nacieron en la explosión. . ✩ YoonMin... More

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By midnight_tea

𝐒𝐚𝐭𝐮𝐫𝐧 - 𝐒𝐥𝐞𝐞𝐩𝐢𝐧𝐠 𝐀𝐭 𝐋𝐚𝐬𝐭

Sincronicidad.

ㅤ— ¿Dónde pasarás las fiestas?

ㅤ— No lo sé, probablemente con mis padres, creo que ellos quieren ir a alguna parte.

ㅤ— ¿No saldrás con tu novio?

ㅤ— No creo. —Murmuró mirando hacia el suelo, observando sus tenis oscuros, tenían un poco de polvo encima, acumulándose con una capa que volvía gris a la tela negra, era como un recordatorio de limpiarlos y, además, una muestra del tiempo.

ㅤSi lo analizaba realmente quería pasar alguna fecha especial con él, aunque recién habían formalizado hacía unos meses, y no deseaba apresurar ni presionar lo que ahora estaba yendo bastante bien.

ㅤEsa tarde, después de haberse besado, YoonGi lo abrazó en la noche cuando estuvieron a punto de dormir, colocando su barbilla en el hombro ajeno murmuró "entonces... ¿te agendo como «novio»?". Creía que algo cambiaría, conocía a personas que se volvieron pareja de sus mejores amigos y todo se arruinó... pero para ellos sólo fue dar unos pasos extras, por eso no quería meter presión dentro de algo que estaba evolucionando naturalmente.

ㅤSe sentía cómodo con el ritmo que llevaban, reconociéndose como pareja en medio de comidas sencillas, compartiendo caricias discretas en las noches que dormían juntos, compartiendo el calor emocional que les incitaba a gemir con dulzura, discretos y tímidos como si estuviesen guardando un secreto para luego arrullar al contrario con besos y mimos. Era sencillo y sin pretensiones.

ㅤYoonGi parecía ser una persona de ojos tranquilos y voz ronca que vociferaba las palabras exactas, así que no había sentido la necesidad de colocarse una máscara para agradarle. Parecía haberlo encontrado exacto para el desahogo de su psique, siempre tenía algo que murmurar mientras lo tomaba de la mano.

ㅤVarias veces le contaba algunas curiosidades de las hojas, a veces le narraba algún dato sobre las nubes o sobre el café que degustaban, siempre tenía algún tipo de interés en la vida que lo llevaba a pensar siempre un paso más allá. Otras más, cuando se animaban a "preparar" una pizza instantánea —que sólo consistía en meterla al horno—, decía mirando los champiñones partidos: "los hongos tienen una estructura llamada micelio, es una red que los une por debajo de la tierra, es... como si fueran sus raíces, se extienden no sólo debajo de ellos sino por el bosque en el que habitan, con ello también trasladan nutrientes e información de alguna forma... tienen un rol importantísimo en la descomposición de la materia, la estructura de estos.... umh, filamentos, recuerda mucho a la red neuronal de nosotros. Es como si tuviésemos una parte de la naturaleza en nosotros ¿sabes? ¿no es fantástico? Evolucionaron ésta infracestructura que permite regular el ecosistema, quizás nosotros teníamos el mismo propósito, por eso nos parecemos tanto, pero... en algo fallamos. Aunque no creo que sea tarde.", y entonces JiMin no podía hacer más que besarlo porque lo admiraba.

ㅤAlgunas otras veces iban juntos a los parques acuáticos, solían gustar de ver la naturaleza en la forma más cruda y honesta, así que buscaban por los sitios que dieran más espacio a las criaturas —o plantas—. Solían buscar algunas reservas para acompañarse en silencio entre la multitud, sin compartir mucho más que la gracia de estar presentes. Otras veces enlazaban sus manos mientras señalaban algunas formas curiosas de los peces, mirando con ojos alegres las burbujas que bailaban hacia el exterior. A menudo guardaban silencio para escuchar a los pájaros entonar cantos ligeros, concordando —en el bullicio del transporte público— que no sería lo mismo que oírlos en la libertad de sus pulmones, y al mismo tiempo entendiendo que la "libertad" podía conllevar muchos riesgos.

ㅤEstaba acostumbrándose a compartir el día a día.

ㅤAsí recibió un mensaje cuando salió del trabajo, estuvo colocándose la bufanda amplia sobre el cuello, se tapó la nariz mientras leía su teléfono. El frío de las estaciones solían incomodarlo más que el calor, le impedía mover sus piernas con libertad, así que había conseguido unos mallones térmicos que usaba debajo de los pantalones comunes.

[Lo siento, están tardando los cafés]

ㅤSonrió mandando un emoji de un pulgar hacia arriba. Acomodó la mochila y se despidió con un gesto amable. Se encaminó hacia la cafetería sabiendo que ahí estará él esperándolo. Mientras iba se estremeció de las mejillas por lo que subió más la bufanda, sonriendo cuando lo vió en la fila —relativamente larga—. Llevaba un suéter de punto blanco debajo de una chamarra negra, le daba un contraste elegante, tenía un cubrebocas adornándole el rostro que le protegía, además de las enfermedades, del frío que solía resecarle la piel; su cabello oscuro se vería cubierto por un gorro gris, de alguna forma lo encontró adorable. Llevaba las manos en los bolsillos de sus pantalones deportivos, moviendo rítmicamente el pie en desesperación.

ㅤ— Hola. —Se acercó sorprendiéndolo.

ㅤ— Hey... —lo vió sonriendo por debajo de la mascarilla, sus ojos afinándose— te juro que vine lo más rápido que pude...

ㅤ— ¿Pero?

ㅤ— Como verás... —levantó los hombros y avanzaron una posición— todos tienen frío.

ㅤHicieron lo típico; pidieron el café americano simple y el latte, junto con una sola dona para ambos. Hablaron sobre la cotidianidad de su día, las llamadas que atendió, los pedidos que regresaron, cómo ninguno de sus jefes quería aclimatar sus espacios laborales por lo que debían usar ropa más abrigadora. No había algo especial dentro de las anécdotas, no se contaron historias fantásticas en medio de la charla, pero para ellos se sentía bien, era exacto lo que buscaban desde hacía tiempo: cotidiano y sencillo.

ㅤNo quisieron ir al parque pero tampoco quisieron partir el día para regresar a sus casas, se animaron a dar otra ronda desconocida.

ㅤ— ¿Irás con tus padres para navidad? —Preguntó YoonGi masticando un poco de la dona, regresándola a JiMin que la tomó aunque no la mordiera aún.

ㅤ— Eso creo.

ㅤ— Mhh...

ㅤEl menor se encogió entre hombros por un escalofrío, culpando al clima por el acto, sabiendo que, en realidad, le gustaba mucho ese sonido de la garganta del mayor, era un ronroneo suave que adoraba oír cuando lo abrazaba.

ㅤ— ¿Tú? —Susurró JiMin tomando un poco de su latte.

ㅤ— Creo que sí... —lo miró, con las cejas levantadas, tomando un poco del café, jadeando por el calor que entró a comparación del frío que lo golpeaba— a menos que tengas planes conmigo.

ㅤ— ¿Quieres tener planes conmigo? —JiMin sonrió coqueto.

ㅤ— Yo no dije eso, dije que si tú tenías planes conmigo. Pero si no los tienes, ni qué hacer. —YoonGi se excusó levantando los hombros.

ㅤJiMin soltó una risa amplia, asintió y masticó un poco de la dona, murmuró mientras aún tenía un poco de comida dentro de su boca.

ㅤ— Eso es casi como querer hacer planes conmigo ¿no?

ㅤ— No, no... es distinto, yo no dije algo así. —Negó rápido mientras veía su bebida caliente, la voz había salido con un puchero, algo típico que hacía cuando fingía molestia.

ㅤ— ¿Lo pensaste?

ㅤYoonGi afiló la mirada, puso un rostro demasiado serio y murmuró:

ㅤ— No sé, JiMin, usualmente no pienso.

ㅤJiMin carcajeó y golpeó su hombro contra el mayor que suspiró mirando el cielo opaco en frío de invierno, con el pecho caliente en amor, café y repostería de chocolate. Lamió sus labios pensando en cuánto quería al hombre que se reía a su lado y le aliviaba el dolor de sentir y ser.

ㅤ— Es sólo... —continúo el mayor viendo a su pareja aún sonriendo, animado por ver que sus palabras lograban hacerlo estremecer en carcajadas cálidas— hay un pueblo, era donde mi abuelo vivía, mi familia se mudó a la ciudad cuando yo era pequeño... pero aún lo recuerdo. Quizás siga igual de lindo.

ㅤEl moreno sonrió encantado, tomando un trago de su latte mientras lo miraba con los ojos entornados en amor genuino.

ㅤ— ¿Me estás invitando?

ㅤ— Sólo mencioné el pueblo. —Levantó los hombros expiándose de las acusaciones.

ㅤJiMin lo miró con la ceja arqueada y una sonrisa ladina, no tuvo que decir mucho más. YoonGi se acercó para morder la dona de las manos ajenas, mientras lo hacía, estando aún cerca del menor, susurró:

ㅤ— ... pero... si acaso quisieras ir...

ㅤJiMin miró por la ventanilla los árboles que comenzaban a inundar más el paisaje conforme avanzaban hacia el pueblo; cuando llamó a sus padres pensó que éstos se pondrían tristes por no verlo en fechas tan importantes, sin embargo, lo instaron a mandarle fotos de él y su pareja, del sitio donde dormirían y las cosas lindas que vieran. Así que con eso, y unas llamadas más a los padres de YoonGi, habían empacado. Serían sólo cuatro días: un fin de semana —más dos días extras que habían solicitado—, pero estaban realmente emocionados, tanto que salieron de casa el viernes en la noche no queriendo perder más tiempo.

ㅤEl coche en el que iban era rentado, ambos tuvieron que poner parte de sus ahorros para ello, era pequeño pero lo suficientemente funcional para ir con la comodidad de sus dos maletas y una mochila extra.

ㅤEl moreno giró el rostro hacia donde el mayor conducía, lo encontró atractivo detrás del volante con los ojos concentrados, sonrió para sí mismo y miró de nuevo al frente; los faros que iluminaban la avenida ennegrecida en un amarillo opaco le causaron nostalgia desconocida, de nuevo... la noche le ponía melancólico. No ayudó la canción que iba armonizándolos: "Mountains" de Message To Bears.

ㅤ— ¿Hay restaurantes allá? —Murmuró queriendo eliminar la sensación antes de romper en llanto.

ㅤ— Muy pocos.

ㅤ— ¿Tendremos que cocinar? —Soltó una risa suave pensando que él no era tan bueno para ello, sólo ponía fideos en agua y los mezclaba con los paquetes de sabor que llevaba el mismo empaque.

ㅤEscuchó a su pareja riendo bajo, apenas un murmullo que pudo confundirse con el rugido de las ruedas sobre el asfalto frío.

ㅤ— Yo cocinaré.

ㅤ— Ah... qué buen novio.

ㅤYoonGi sonrió mientras miraba el retrovisor para ingresar por la desviación más apartada, donde casi ningún otro vehículo iba. Los faros de luz se volvieron un poco más escasos, los árboles parecían dominar más la zona como brazos blandiéndose sobre ambos, si JiMin no fuera un adulto probablemente tendría miedo...

ㅤ— ¿Y si aparece un fantasma?

ㅤEl pálido soltó una carcajada abierta ante la pregunta, levantó las cejas mirando por un segundo a JiMin.

ㅤ— Tu me defenderás.

ㅤ— A mí me dan miedo. —Recalcó el menor.

ㅤ— Entonces no hay nada que hacer.

ㅤJiMin sonrió nuevamente.

ㅤCuando al fin salieron de la larga avenida abandonada encontraron casas viejas que eran adornadas por farolas de luz externas. Se sorprendió de los estilos clásicos. No había ruido dada la hora, probablemente estarían perturbando el sueño con el ronroneo del motor. Pasaron por una avenida aplanada con la fuerza de otros coches, cuyos cimientos era tierra, piedras y hojas, escucharon a algunos perros ladrar al cielo, probablemente advirtiendo su presencia. JiMin bajó la ventanilla un poco, diversas sensaciones inundaron el interior del transporte: el aire frío que trasladaba el olor a la cebada seca, troncos húmedos, algunos copos que recién se estaban formando, el ruido de las llantas moliendo más las rocas y el viento silbando entre las ramas. Si cerraba los ojos podía, incluso, oler algunos pinos a lo lejos.

ㅤYoonGi habló sacándolo de su concentración para distinguir experiencias.

ㅤ— Iremos a quedarnos en el único hotel.

ㅤ— ¿Hotel?

ㅤ— Es más bien una casa que rentan. —Respondió disminuyendo la velocidad, aparcando a las afueras de una casa grande.

ㅤUn portón grande de madera y tejados clásicos coreanos hizo presencia. Ambos bajaron para sacar sus maletas mirando con curiosidad la estructura. En la noche el frío se acrecentaba demasiado, ello les provocó escalofríos.

ㅤAl acercarse JiMin se quitó los guantes de cuero falso y tocó las tablas que formaban la estructura, sintió lo rugoso debajo de sus palmas, se preguntó cuántas generaciones había visto nacer y morir. Cuando giró notó que YoonGi había hecho lo mismo con los ojos fijos en un punto donde la madera estaba agrietándose por su edad, ambos pensaron en silencio sobre la sincronía en la virtud de los materiales, JiMin asimilando la potencialidad del material después de morir y YoonGi en la fuerza que había cargado en vida. Los dos quitaron sus manos cuando se escuchó el crujir de la puerta siendo abierta.

ㅤLos recibió un hombre de edad avanzada y espalda encorvada, con los ojos enchinados en alegría y un suéter de lana demasiado grueso que, incluso, escondía su propio cuello. Pareció reconocer a YoonGi porque le dio unas palmadas preguntándole por nombres que no conocía. El patio era pequeño, tenía una fuente que parecía no servir para su propósito, estando inundada de ramitas secas y hojas cafés. Había dos habitaciones más aparte de la casa principal donde, seguramente, vivía aquel hombre mayor.

ㅤAl atravesar el jardín encontraron una casa pequeña, parecía una cabaña que conservaba el mismo estilo clásico, ahí dormirían los siguientes días.

ㅤLa habitación era sencilla; dos ventanales que ocupaban casi toda la pared, en cuyos marcos notaron pedazos de tela de algodón puestos estratégicamente para evitar el frío del exterior, además de una cortinas de bambú que brindaban un poco de privacidad. La cama era una matrimonial sencilla, con una base que no tenía cabecera, en frente había un ropero sin puertas con dos cajones vacíos, ambos colocaron sus mochilas dentro del mueble, no planeaban sacar ropa a menos que la usasen.

ㅤJiMin se sentó en la cama y suspiró por el frío que sentía en los pies, aunque él no estaba manejando, al ir en la parte del frente del coche percibía el ambiente gélido. El hombre mayor tocó su puerta para ofrecerles té caliente para tener un mejor reposo, ambos agradecieron el gesto y se sentaron en la cama tomando la bebida caliente.

ㅤ— Es lindo. —Murmuró tomando de su taza.

ㅤ— Aún no ves todo. —Levantó los hombros— es de noche.

ㅤ— ¿Dónde me llevarás mañana? —Preguntó con una sonrisa ladina.

ㅤ— Es sorpresa.

ㅤSe acomodaron en sus pijamas de invierno abrazándose en la cama matrimonial, JiMin escondiendo su rostro en el cuello del mayor y éste rodeándolo con su brazo. Las cobijas olían a jabón neutro, podía oír el crujido del aire invernal en el exterior pero todo el ambiente sólo lo arrulló más. Despertó con los primeros rayos del sol colándose entre las ramas de bambú que golpearon sus ojos.

ㅤDespués de haber tomado un baño el menor miró a la ventana, quedando encantado con el baile de una hojita que no deseaba desprenderse de la planta que la sostenía con su brazo muerto.

ㅤ— Entonces... —YoonGi murmuró llamando su atención— ¿vamos?

ㅤSalieron con una mochila más pequeña y una sonrisa. El crujir de la nieve bajo sus pies era el único eco que los acompañaba, aparte de algunos pájaros que se negaban a hacer una muda anual y se quedaban en sus nidos acogedores esperando a que el clima mejorase. Encontraron a un señor paseando con una vaca vieja que los miró cordialmente. Escuchó el sonido de unas gallinas despertándose y eso lo animó; se sentía un ambiente distinto ahí, como si todo fuese más lento.

ㅤLlegaron a uno de los extremos del pueblo, se sentaron en un banco arrepintiéndose entre carcajadas porque estaba congelado y ello mojó un poco su ropa.

ㅤ— Traje algo. —Habló YoonGi mirando a su pareja que estaba perdido el panorama de hielo firme y grueso que se generó en un lago.

ㅤ— ¿Qué? —JiMin lo miró y encogió sus manos en puños por la emoción.

ㅤEl pálido sacó unos patines de su mochila, dos pares, parecían ser viejos o usados por el plástico lateral rayado.

ㅤ— ¡No! —Soltó una risa avergonzada— no sé patinar.

ㅤ— Yo tampoco.

ㅤ— ¡Nos vamos a morir!

ㅤ— Quizás... —YoonGi comenzó a quitar sus tenis para colocarse un patín, invitando con la mirada a su pareja para que hiciera lo mismo— ¿quieres morir conmigo?

ㅤ— Aish... —JiMin negó y comenzó a imitarlo.

ㅤCaminaron con dificultad hacia el lago congelado y comenzaron a moverse, cayéndose varias veces y riendo en el proceso, maldiciendo por no poder estar de pie y en otros momentos sólo sosteniéndose entre sí.

ㅤDespués de haberse resbalado JiMin quedó tendido en el frío, con la espalda congelándosele y el rostro hacia el cielo, sus mejillas rosadas por el clima y su pecho estaba agitado por la adrenalina y la felicidad.

ㅤ— No me levantaré de aquí. —Afirmó sereno.

ㅤ— ¿Qué? ¡¿Y si me caigo?! —Gritó YoonGi que trataba de permanecer de pie.

ㅤ— Te quedas acostado también.

ㅤ— Ven... —el mayor se acercó con las piernas temblorosas, lo tomó de la mano para levantarlo.

ㅤ— ¡No, no! —Rió dramático— no, suéltame, ya estoy muerto.

ㅤ— No morirás. No sin mí.

ㅤAsí se volvió a levantar para sostenerse de su pareja que también se tambaleaba entre carcajadas. Luego, por inercia —y gusto—, lo abrazó con fuerza encontrando en el acto el equilibrio exacto para que ninguno cayera. Suspiró en el hombro del mayor y comenzaron a girar lento. El ruido del exterior sólo eran animales invernales, aire sofocante en frialdad y el denso brillo de la nieve que le podía picar los ojos. Todos esos contrastes chocaron contra el sentimiento que le provocaba el hombre que lo sostenía con firmeza. Algo en su pecho le provocó nostalgia, tanta que podría haber llorado, se acurrucó un poco más y suspiró cuando notó que, de hecho, eso estaba haciendo.

ㅤMirar a YoonGi era como mirar las estrellas, quizás por inalcanzable, quizás por profundo o enigmático, quizás porque verlo todos los días no sería suficiente.

ㅤ— ¿JiMin? —YoonGi se separó un poco haciendo que ambos se volvieran a balancear, lo miró sorprendido por escuchar un suspiro propio de un lagrimeo suave— ¿estás mal?, ¿te duele algo?, ¿fue por la caída?, podemos irnos. Sí, vámonos.

ㅤTrató de tirar de él pero el menor se lo impidió, aún tomando su mano para atraerlo de nuevo.

ㅤ— No... —limpió sus lágrimas y soltó una risa triste en una agonía que no sabía que estaba cargando, se sintió avergonzado cuando YoonGi lo ayudó a despejar la tristeza de sus mejillas de la misma forma, con las cejas fruncidas en compasión y empatía— estoy bien... necesito... sólo necesito respirar.

ㅤ— ¿Qué pasó?

ㅤ— No sé...

ㅤ— ¿Te dolió algo?

ㅤ— No.

ㅤ— ¿Entonces?

ㅤSintió las palmas cálidas envueltas en guantes y miró a su pareja, la nariz roja y los ojos abiertos en preocupación genuina, tenía los labios ligeramente partidos, las cejas fruncidas y unos mechones de su cabello que se escapaban de su gorro. JiMin analizó cada parte preguntándose qué tanto tiempo les había llevado hasta ese punto, no sólo hablaba de su experiencia individual como ser humano, sino de los miles de años que tuvo que evolucionar la humanidad para que ellos dos pudiesen estar así.

ㅤNo era como algo ególatra, no creía que el punto de la humanidad era que ambos se amasen, pero sí lo consideraba un efecto dominó, uno muy bonito. Evolucionaron la forma en la que convivían con el medio ambiente para poder tener esos patines aun sin saber usarlos, evolucionó el café que ambos compartían en medio del parque, las camas en las que dormían, incluso se evolucionó el lenguaje para que pudiera decirle "te amo".

ㅤEra casi como un accidente fantástico.

ㅤTenía un profesor en la preparatoria que solía recalcar sobre el "accidente" que generó el universo; una explosión enorme que se debió a una coincidencia grandísima y que, como consecuencia, engendró vida. Él mismo percibía así a YoonGi...

ㅤUn accidente que debía pasar.

ㅤ— No sé... sentí que te extrañé...

ㅤ— Pero... estoy aquí.

ㅤ— No ahora... antes.

ㅤYoonGi frunció ligeramente el ceño en confusión.

ㅤ— ¿Cómo?

ㅤ— Sentí... que te extrañaba... cuando aún no te conocía. —JiMin negó pensando que lo que decía era ridículo, que él mismo se sentía así: patético.

ㅤSólo recibió por respuesta un tirón suave en el que sus labios chocaron contra otros, suspiró en el toque y se dejó llevar. No sabía que en ese acto YoonGi le estaba comunicando que, de momentos, cuando lo veía lavando los trastes en silencio, durmiendo, leyendo, lo veía practicando alguna coreografía de un grupo de pop de moda, o cuando tomaban una siesta los fines de semana, abrazados en el pequeño sillón para despertar con la voz ronca y el corazón cálido, él sentía lo mismo: "lo extrañé".

ㅤ— Cuando... —lo abrazó para que hablar fuera más fácil— cuando supe que me gustabas busqué explicaciones.

ㅤ— ¿Explicaciones?

ㅤ— Trataba de ser racional. —Asintió— entonces... leí que el amor a veces se presenta cuando alguien entra en tu estándar personal y social, pero también actúa en la parte inconsciente. La gente a veces suele buscar a una persona saludable y próspera porque busca la procreación... o eso dicen.

ㅤJiMin soltó una risa inhalando por su nariz, aún estaba llorando.

ㅤ— Pero nosotros somos hombres, no creo que eso tenga lógica, no por la parte inconsciente, claro. —Inhaló— así que seguí buscando... leí que mi pupila se puede dilatar si te veo, ¿sabes? Es indicio de atracción. Así que... pensé en ti mirándome en el espejo para ver si se expandía...

ㅤ— ¿Lo hizo?

ㅤ— Sí. —Soltó una risa suave— entonces busqué por qué. En... en nuestros ojos tenemos fotoreceptores ¿sabes? Son éstas cositas que interpretan la luz en el exterior a las que les damos forma. Si lo digo así parece que le gustas a mis fotoreceptores ¿verdad? —escuchó al menor riendo— pero... no es el físico nada más. Resulta que cuando hay algo de interés la pupila se dilata para que éstas neuronas puedan aprehender más, verlo con más detalle, con menos sombras.

ㅤ— Oh...

ㅤ— Y... —lo apresó con más fuerza, colocando su barbilla en el hombro ajeno— y supe que era más, que eres más, porque si eso es verdad... cuando te veo, no sólo te veo a ti, veo lo que está a tu alrededor porque... no sólo soy yo consciente, es mi cerebro, mis neuronas, la... la parte que no controlo también aprende más del entorno gracias a ti, entiende más del mundo porque estás aquí..., yo entiendo más el mundo porque estás conmigo.

ㅤJiMin sintió que volvería a llorar.

ㅤ— Lo que quiero decir... es que yo también te extrañé.

𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐖𝐢𝐧𝐬 𝐀𝐥𝐥 - 𝐈𝐔

ㅤCuando JiMin cumplió treinta y dos llegó a casa después de su jornada como supervisor, comenzó a calentar las sobras de la cena anterior y luego, leyendo un mensaje de su pareja avisándole de llegar más tarde, se duchó, mientras se secaba y colocaba su pijama llegó el mayor. Cuando se asomó lo encontró con un pastel —a encargo— con fresas en forma de rosas.

ㅤLo recibió con un beso y una caricia, lo escuchó cantando "feliz cumpleaños" con la voz gruesa. Esa noche, además de muchos besos, recibió una cajita, encontró dentro un anillo pequeño con una perlita de río en medio, era delicada pero significativa, como todo en su relación.

ㅤ— Me recordó a ti.

ㅤ— Gracias...

ㅤ— Yo también tengo el mío... —mostró su mano con un anillo de la misma dimensión pero con una perla natural ligeramente más oscura.

ㅤ— ¿Estamos casados? —preguntó con una sonrisa tímida, colocándose la joyería.

ㅤYoonGi se hundió en la imagen de su pareja radiante y asintió.

ㅤ— Desde hace mucho.

ㅤCuando YoonGi cumplió treinta y cinco lo despidieron de su trabajo, totalmente destrozado por sentirse impotente al no conseguir ingresos, cayó en una depresión de la que JiMin estuvo al pendiente. Constantemente lo abrazaba diciéndole lo mucho que podrían empezar algo juntos. El mayor se sentía avergonzado de estarse mostrando débil pero no podía evitarlo cuando su pareja lo abrazaba con la delicadeza que su corazón requería.

ㅤCuando JiMin cumplió cuarenta y dos decidieron mudarse a una zona más relajada, el tumulto de la gente los agobiaba cuando sólo deseaban descansar hasta tarde. Entraron en una cadena de restaurantes que, por suerte, el gerente era amigo de YoonGi; a uno lo colocó en la cocina y al otro en recepción, YoonGi —que estaba con el chef ayudándole— siempre era el que tardaba más en salir, encontrando a JiMin esperándolo con un cigarrillo entre sus labios y una sonrisa agotada. Ese año, mientras estaba aún en la recepción del sitio, el menor perdió a su madre, tuvo que ir al baño para hablar con desesperación, nadie lo había visto venir, fue espontáneo y aterradoramente rápido. YoonGi lo consoló en la madrugada, en el viaje al funeral y en las siguientes noches mientras aún sentía el corazón partido.

ㅤCuando YoonGi cumplió cincuenta y uno se mudaron al pueblo de su abuelo, había menos gente y los sembradíos les servían para plantar un poco de variedad que pudieran comer esporádicamente, además de poder vender algo a sus vecinos o intercambiarlos por un poco de té, verdura o hasta fruta. JiMin abrió una pequeña cafetería con el resto de sus ahorros, gracias a la ayuda de sus sobrinos, que manejaban sus cuentas de redes sociales, ganó un poco de popularidad, gente iba a tomarse fotos, consumir un café y platicar con él, el gentío aprovechaba las fechas en las que los árboles florecían, así que procuraban administrar bien sus ganancias.

ㅤCuando JiMin cumplió cincuenta y tres tuvieron que cerrar la cafetería ya que había dejado de ser rentable, además, YoonGi había generado "dolor en los huesos" por lo que estar en constante movimiento le era más complicado. Vivían de pequeñas pensiones gubernamentales y de vender algunas verduras en mercados a las afueras del pueblo donde se habían mudado, el menor insistía en tratarlo apropiadamente pero el pálido siempre negaba diciendo: "ya pasará", lo decía para no ocupar mayor parte de los ingresos.

ㅤCuando YoonGi cumplió cincuenta y seis su madre falleció, ya lo habían esperado, la mujer había estado internada y sin ánimos de comer, parecía estar dispuesta a irse. Aún así pasó tardes donde JiMin lo consoló en medio del jardín donde solía sentarse para pensarla en silencio, abrazándolo con el corazón partido porque, aunque fuese un adulto, nadie estaba preparado para la partida del amado. Le recordaba, mientras besaba el centro de su frente, la buena vida que tuvo y lo mucho que se había sentido orgullosa de él.

ㅤDos meses después su padre la acompañó, esto ya no lo tomó desprevenido, había pedido llevarse a su padre consigo al pueblo donde residía pero el hombre, anciano y con el corazón partido, insistía en seguir en la casa donde había pasado la vida con su esposa.

ㅤCuando tuvieron sesenta, y sesenta y un años respectivamente, compraron boletos para un crucero pensando que sería divertido, estuvieron toda la primavera planeándolo para el verano, y aunque el sitio era lindo, y habían noches de karaoke, JiMin no pudo sentirse bien por la marea, pasó una noche con nauseas y vómitos continuos. La mañana siguiente sólo permaneció en cama con los ojos tristes pidiéndole perdón a su pareja por haber arruinado el viaje. YoonGi lo besaba y distraía maquillándolo o pintándole —muy mal— las uñas, por lo que ambos reían de momentos, los últimos dos días de vacaciones JiMin se sintió ligeramente más estable, no lo suficiente para caminar libre o bailar, pero sí para estar recostado en el sol, tomando la mano de quien amaba.

ㅤEse año, después de regresar del viaje, justo quince días más tarde, JiMin enfrentó la muerte de su padre, lo hizo con más estabilidad ésta vez, recargando su hombro contra el de YoonGi, viéndolo en la caja fúnebre y despidiéndose de su mano helada, dejándole flores. Aún así, aún cuando no había llorado más allá de lo convencional para una noticia trágica, su pareja lo abrazó con fuerza en la madrugada.

ㅤCuando YoonGi tuvo setenta y tres decidió poner un pequeño local de plantas junto con JiMin; un sitio que sólo servía para relajarse y quizás comprar macetas que el menor hacía con arcilla, recibían la visita de sus sobrinos que también lo ayudaban a cuidar el sitio. En esas mañanas JiMin procuraba su rostro con cremas y lo rasuraba con paciencia ya que no podía sostener bien el rastrillo, lo hacía siempre recordándole siempre lo atractivo que era.

ㅤCuando JiMin tuvo ochenta y uno se sentó en la cama a lado de YoonGi, colocó un poco de crema en el rostro del mayor escuchando cómo murmuraba algo sobre el clima y cómo había cambiado de cuando eran jóvenes, aprovechó para recortar un poco sus cejas, acarició la barbilla meditando que quizá a la mañana siguiente debería rasurarlo. "¿Hace más frío últimamente?" murmuró el mayor, JiMin asintió "eso parece", apagó las luces y se recostó en la cama, acercándose con un movimiento lento para reposar su oído en el pecho ajeno escuchando el retumbar del corazón: rítmico, calmo, presente.

ㅤLo oyó decir algo sobre la noche y cómo le causaba calma la luna, pero aclarando que le gustaba más el día porque le recordaba a él.

ㅤ— ¿Me parezco al día? —Preguntó con voz ronca por no haber hablado mucho desde que salió de bañarse, tomó su mano y delineó dedos sintiendo las uñas creciendo, pronto, quizás a la mañana siguiente también, debería cortarlas.

ㅤ— Sí.

ㅤ— ¿Por qué?

ㅤ— Con el día ves más cosas. —Afirmó.

ㅤ— ¿Qué? —Soltó una risa.

ㅤ— Me haces ver muchas más cosas. Me haces sentir más cosas. El día... — lo escuchó carraspear y suspirar— el día es esclarecedor.

ㅤJiMin no supo qué decir, cuando su pareja decía cosas tan hermosas apenas atinaba a sonrojarse y actuar torpe, siempre preguntándose qué hizo para tener a alguien así. Así que en medio de la oscuridad sólo apresó su mejilla contra el pecho y besó la mano que aún sostenía.

ㅤ— Ojalá pueda ver más días. —Volvió a hablar YoonGi.

ㅤJiMin sonrió de manera delicada, cerró los ojos y continuó la plática.

ㅤ— ¿Por qué?

ㅤ— Porque te vería a ti...

ㅤYoonGi estiró la mano libre y acarició el cabello canoso de su esposo, detalló las hebras y los hombros que descansaban sobre él.

ㅤ— Y tú me harías ver el mundo. —Completó con un susurro de voz gruesa.

ㅤSintiéndose complacido por la vida y por la forma en la que había podido enfrentarla y, sobre todo, por haber conocido a JiMin, decidió dormir. El hombre que estaba en su pecho lo acompañó en el acto.

ㅤCerca de las tres de la mañana JiMin dejó de escuchar el latido. Se despertó asustado por algo extraño, un ajeno presentimiento, tocó el hombro y no encontró respuesta, lo removió con más angustia y no obtuvo más que el dolor de la noche solitaria, de las estrellas aún brillando en el firmamento. Trató de reanimarlo, incluso lo abrazó rogándole que volviera, sostuvo la mano que aún estaba tibia y sintió que podía salvarlo.

ㅤ"Sólo un día, permítanme estar con él sólo un día más" le rogó a los paramédicos cuando llegaron, pero no pudieron hacer más que acompañarlo para los servicios funerarios.

ㅤEn medio de la sala fría, esperando por sus familiares que ya habían sido notificados, recordó cuando se preguntó si estaba enamorado:

ㅤ"Cuídate de amar demasiado porque puedes ser amado de vuelta."

ㅤAmó demasiado, tanto que ahora quemaba no tener al objeto de esos sentimientos. Desde entonces sólo pudo ser consolado por sus sobrinos que no lo dejaban solo, incluso lo ayudaron a empacar para llevarlo a vivir con ellos.

ㅤJiMin trató de vivir a través del recuerdo de YoonGi, trató de replicarlo, pero casi como si no pudiera soportar la carga de un alma rota, que es despedazada al quitarle su otra mitad, falleció un año después. 




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Viajar al Amazonas a pesar de su disgusto le abrió los ojos para darse cuenta que al final... Todavía no era verdaderamente libre. . . . No. 1 en #t...
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|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
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Jimin tiene de amor platónico a Yoongi y su baja autoestima no le permite hablarle. ~ Fluff (o al menos lo intento)