Capítulo ochenta y uno
Ser la esperanza del mundo
Reunidos alrededor de las puertas de la Sala del Alma y el Tiempo, residía un pequeño grupo de guerreros. Un saiyajin, un mestizo, un namekiano y una anodita. Cada uno observó atentamente las puertas con expectante anticipación para ver a las dos personas que ingresaron el día anterior. Concretamente, una de ellas esperaba ansiosa la salida de ambos chicos.
Finalmente las puertas se abrieron, y los sentidos del grupo fueron asaltados por el poder que emanaba de Vegeta y Trunks cuando salieron de la habitación. Aunque ninguno elevó su ki, el aumento de su energía era inconfundible.
Una gran sonrisa apareció en el rostro de Reya.
━¡Hola, chicos! ━los saludó Goku alegremente━. ¿Cómo ha ido vuestro entrenamiento? ¿Habéis alcanzado nuevos niveles?
Vegeta sonrió y cruzó de brazos, tratando de ocultar el enorme cansancio que arrastraba durante todo el año. Lo primero que sus ojos vieron fue la preciosa imagen de Reya, y el impulso abismal de abalanzarse sobre ella, de abrazarla, besarla y no soltarla jamás le fue casi imposible de retener.
Ahí estaba ella, esperándolo con su radiante sonrisa que tanto amaba.
Tal y como prometió.
━Digamos que será una pérdida de tiempo para ti y tu mocoso ━se jactó Vegeta, prepotente━. Puedo derrotar a Cell sin la ayuda de nadie.
Piccolo rodó los ojos ante la típica repuesta del príncipe, pero no pudo reprimir el asombro que sentía por su poder. No tenía palabras para expresar la magnitud del ki de Vegeta. Si poseía tanta fuerza en su estado base, no quería ni imaginar lo poderoso que sería como Súper Saiyajin.
Era irreal.
En vez de elogiarlo por su logró, simplemente gruñó y miró minuciosamente a Trunks en busca de una explicación detallada del éxito de su entrenamiento. Pero el chico del futuro se mostró reacio a mirarlo. Vegeta le había dicho explícitamente de no revelar nada de su entrenamiento.
Ante la mirada de fijación del grupo hacia su persona, se sonrojó.
━Oh, mi bumgorf ━Reya se aproximó a su hijo terrícola y lo abrazó amorosamente. Sonrió con dulzura y le dio un beso en la mejilla━. Me alegro mucho de ver que estáis bien. ¿Ha ido bien vuestro entrenamiento? ¿Cómo ha sido entrenar un año entero con Vegeta?
━Bueno... ━dijo Trunks mientras se separaba de Reya━. Ha sido agotador.
La sonrisa de Reya se ensanchó y asintió levemente. Conociendo a su pareja, no esperaba menos que marchacara a hasta la muerte al pobre Trunks. Por lo menos, no parecía que hubiera sufrido una paliza.
«Veo que se portó bien con él. Al menos a su manera», se alegró internamente.
De mientras, Vegeta resopló y avanzó hacia Reya. Estaba tan cansado que apenas podía mantener los ojos abiertos, pero no quería mostrar debilidad delante de todos. Su armadura, que se encontraba en perfectas condiciones cuando entró, ahora estaba hecha un desastre. Su traje de spandex estaba hecho jirones, al igual que sus guantes. Aunque tenías ganas de desplomarse por el cansancio, se obligó a permanecer orgullosamente erguido. Lo único que quería era llevarse a su mujer y regresar a la Corporación Cápsula.
Antes de sujetar la mano de Reya y marcharse, tenía una pregunta que hacer.
━¿Cell ha anunciado cuando serán sus estúpidos juegos?
Goku ladeó la cabeza con una expresión de frustración. Aún no había tenido posibilidad de luchar contra Cell y ya lo odiaba. Lo odiaba por todas las vidas que sacrificó para aumentar su dichoso poder. Pero sobre todo, lo odiaba por poseer una fuerza que hacía que nadie tuviera la posibilidad de vencerlo.
━No. Todavía no sabemos nada ━respondió.
Vegeta asintió, y sujetando la mano de Reya, alzaron el vuelo en dirección al complejo. Allí podría tener el descanso que tanto necesitaba, mucha comida y el consuelo de su compañera. Ilusionado por llegar a su destino, elevó su ki y la pareja aceleró.
Trunks observó la partida de sus tíos con cierta ansiedad. ¿Se marcharían a la Corporación Cápsula? ¿No sería mejor mantener la guardia en alto hasta que Cell hiciera acto de presencia?
━Deberías ir detrás de Vegeta ━le aconsejó Goku a Trunks━. Tú y Reya vigiladlo para que no se meta en líos.
━¿Por qué? ━preguntó Trunks, confuso. ¿Por qué le pedía aquella petición tan absurda? Vegeta podía cuidarse solo, además, ahora que había salido de la Sala del Alma y el Tiempo, no se separaría de su tía━. Irán a la Corporación Cápsula.
Goku suspiró.
━Lo que quiero decir es que lo mantengáis alejado de Cell. Por favor, tened los ojos abiertos para saber cuándo serán los juegos. Ahora nos toca entrenar a Gohan y a mí en la Sala del Alma y el Tiempo. Queremos ser la mayor ayuda posible cuando llegue el momento.
Los labios de Trunks se torcieron en una pequeña sonrisa, pero rápidamente desapareció.
━No sé qué tan fuerte crees que soy, Goku. Pero te puedo asegurar que no podré detener a mi tío si decide irse ahora a por Cell ━refutó, inseguro.
Entonces, con un suspiro derrotista, Trunks se despidió de los guerreros y se marchó. Goku miró a Gohan y le sonrió con una emoción que no pudo disimular.
━¿Estás listo, hijo?
Gohan no dudo en responder, también sonriéndole.
━¡Sí!
Y padre e hijo se adentraron en la Sala del Alma y el Tiempo.
Tan pronto como aterrizaron en el patio del complejo, Vegeta rodeó fuertemente a Reya con sus brazos y recostó la cabeza sobre su hombro. La anodita cerró los ojos y sonrió, proporcionándole suaves caricias en la nuca.
━Ha sido muy duro el entrenamiento, ¿verdad? ━preguntó ella con un susurro.
━No tienes ni idea ━murmuró Vegeta contra su cuello. Reya se estremeció cuando su aliento bailó sobre su piel.
Una gran pena encogió su corazón. Mientras ella solamente lo había estado esperando por un día, Vegeta estuvo un año entero sin verla. Normal que la abrazara con tanta desesperación, como si temiera que fuera a esfumarse en cualquier momento.
No quiso pensar en solo que debió de sentirse, aun teniendo a Trunks a su lado.
«Oh, Vegeta...»
Sin soltarla, Vegeta se quitó los guantes y pasó sus dedos por la sedosa melena de Reya, presionando sus labios contra los de ella. La anodita lo abrazó por el cuello y voluntariamente le devolvió el beso, separando sus labios con una tentativa invitación que el saiyajin aceptó con entusiasmo. Vegeta sintió como si su cuerpo estuviera en llamas cuando escuchó su suave gemido. Lentamente la hizo retroceder hasta que quedó aprisionada entre él y la pared. Instintivamente, Reya envolvió sus piernas alrededor de la cintura de su pareja, y gimió de nuevo al sentir como apretaba sus caderas.
Reya se apoyó más en él en el instante en que sus manos comenzaron a recorrer su cuerpo; bajando por sus brazos, palpando sus costados, cruzando su pecho, acariciando su vientre y descansando en su trasero. Podía sentir su excitación contra la cara interna de su muslo, y por poco se muere de amor.
No pudo evitar que se le escapara una risilla.
«Olvídate del honor», le susurró una voz en la mente de Vegeta. «¿No ves que ella te desea ahora?».
Reya pasó tiernamente las manos por la melena erguida de Vegeta mientras él echaba la cabeza hacia atrás, centrando su atención en el cuello de su mujer. Empezó a mordisquearlo suavemente.
Trunks aterrizó fuera del complejo y miró la gigantesca estructura. El edificio estaba en perfectas condiciones, sin haber visto nunca la destrucción del mundo. Una punzada de celos surgió en su pecho. Por supuesto que no había visto la destrucción del mundo. No todavía, de todos modos. Tenían que destruir a Cell para que aquello nunca sucediera, así su yo del pasado crecería sin miedo y sin tener que esconderse.
Echó los hombros hacia atrás, sintiéndose menos cómodo de lo que le gustaría. En cierto modo, era su casa.
Decidió ir hacia la entrada principal y preguntarle a su madre si sabía algo del torneo. Probablemente estuvo atenta a las noticias mientras estaban afuera. Teniendo en cuenta la hora, supuso que estaría en su laboratorio. Rodeó el patio para dirigirse a la puerta, pero la escena que vio lo dejó congelado.
Aunque la palabra exacta sería "traumatizado".
Allí estaban sus tíos, besándose con una pasión acalorada y bastante acaramelados. Muy acaramelados, a decir verdad, hasta el punto de...
━¿Qué estás haciendo aquí, chico?
Trunks brincó y su rostro adquirió diez tonos de rojo. Tragó saliva y desvió la vista al suelo. ¿Por qué tenía tan mala suerte? No, mejor dicho; ¿por qué sus tíos tenían que restregarse como un par de adolescentes hormonales y más en pleno jardín?
Sintió que su inocencia escribía su carta de renuncia.
Reya no se quedó atrás. Bajó las piernas al suelo y trató de ocultar el ardiente rubor de su rostro en el hombro de Vegeta. Qué vergüenza, ¡Trunks los acababa de ver! Escuchó los ruidos sordos del inicio de un gruñido feroz, y vislumbró un apéndice marrón balanceándose en señal de humillación enojada.
Trunks carraspeó.
━Yo... Iba a entrar adentro para ver a mi madre. Quería preguntarle si sabía algo de los Juegos de Cell ━balbuceó torpemente.
━E-está en su laboratorio ━dijo Reya con nerviosismo━. Quiere hablar contigo.
Los ojos celestes de Trunks se encontraron con los ambarinos de la anodita, ahora mirándola con incertidumbre.
━¿Por qué?
━Ya lo sabe.
Trunks se atragantó con su propia saliva y agrandó los ojos al máximo. ¿Cómo que "ya lo sabe"? Se refería a que...
━¿Qué quieres decir con...?
━Sabe quién eres ━contestó Reya, más calmada━. Lo descubrió ayer por la noche. Me pidió que te lo dijera cuando te viera. Está ansiosa por verte.
Estupefacto, Trunks asintió y comenzó a sentir un revoltijo nervioso en su estómago. Saber que su madre había descubierto su identidad lo llenó de emoción, como también de pavor. Ya no tendría que mentir sobre sus orígenes, pero le ponía frenético su esperada reunión. Sabiendo cómo eran cada uno, el encuentro terminaría siendo un mar de lágrimas.
«Mamá...»
A regañadientes, Vegeta se apartó de Reya y suspiró. Cruzó los brazos por delante de su pecho de forma defensiva, envolviendo la cola alrededor de su cintura. ¿Por qué los terrícolas siempre terminaban por arruinar su momento con Reya?
━Vaya manera de arruinar el ambiente, chico ━escupió amargamente y sin tapujos. Al darse cuenta de lo que había hecho (y con mucha pena), Trunks se marchó y desapareció por la puerta principal.
El príncipe dejó escapar un suspiro de irritación y negó con la cabeza. Otra razón más por la que nunca quiso tener hijos: eran de lo más metiches. Cómo agradecía que Reya fuera estéril.
━Mujer, necesitaré una nueva armadura ━añadió unos segundos después.
━Se lo diré a Bulma ━Reya sonrió. Eliminó la escasa distancia que los separaba y le regaló un casto beso━. Ahora ve a dormir, Geta. Se nota que lo necesitas.
Vegeta exhaló profundamente y asintió. Frotándole la mejilla derecha con la suya, recogió sus guantes y voló hasta su balcón para finalmente poder dormir. Por más frustración sexual que sintiera en ese preciso instante, agradeció que Trunks los interrumpiera. No estaba del todo seguro si habría podido contenerse. ¿Por qué Reya tenía que ser tan jodidamente irresistible?
No obstante, el poco tiempo que pasó con su compañera no había satisfecho su necesidad de estar con ella. Ahora nuevamente se separaba de su lado. El anhelo sólo hizo que se multiplicara por mil a cada paso que se alejaba de ella. Cuando se dejó caer encima de su nido, ya no podía soportarlo.
Gruñendo, se desvistió antes de taparse con las mantas. Por muy furioso que estuviera, no fue suficiente para mantenerlo despierto. A los pocos segundos, se durmió.
Trunks nunca se había sentido tan avergonzado en su vida. Su cara estaba rojísima cuando entró dentro del complejo. Pero en su defensa, ¿quién le iba a decir que acabaría por ver un momento íntimo entre sus tíos? ¡Ni que lo hubiera hecho intencionalmente!
Sacudió la cabeza para despejar la mente de aquellos pensamientos. Ahora tenía otra cosa más importante que hacer que mortificarse por su incidente.
Caminó por los pasillos hasta llegar al laboratorio. Abrió la puerta, y repentinamente, unos brazos saltaron sobre él y lo abrazaron maternalmente.
Su corazón dio un fuerte vuelco.
━Trunks, mi Trunks... ━murmuró Bulma, en un tono tan suave y amoroso que hizo que toda la fuerza abandonara su cuerpo. Su madre levantó la vista, y sus ojos, idénticos a los suyos, se inundaron de lágrimas━. Cariño.
Trunks sintió que un nudo se le formaba en la garganta. La emoción era tal que lo sofocaba con intensidad, y sus ojos también se llenaron de lágrimas.
━¿Cómo lo...?
━¿Qué cómo lo sé? ━refutó Bulma con ironía━. Primero de todo, porque me llamaste "mamá" cuando fuimos a ver la vieja máquina del tiempo. Y segundo, porque en esta casa hay un bebé que es idéntico a ti. Sólo tuve que sumar dos más dos.
Trunks no lo resistió más. La abrazó con fuerza y dejó que los amorosos brazos de su joven madre lo arropasen.
━Mamá...
━Tenemos muchas cosas de las que hablar, cariño ━alegó una Bulma radiante de felicidad━. Cuéntamelo todo.
Y así, madre e hijo se enfrascaron en una larguísima conversación que duró toda la tarde.
Reya sonrió cálidamente cuando vio la mata de pelo antigravedad asomándose por debajo de las sábanas. Se arrodilló junto a él y desplazó la manta hasta revelar su cincelado pecho desnudo.
━Vegeta ━musitó inaudiblemente━, ¿me oyes?
Él murmuró algo intangible y le dio la espalda, balanceando la cola. Viendo que no tenía intención de hacerle caso, Reya se recostó de lado. Estiró una mano y trazó con los dedos las cicatrices de su espalda.
━Vegetaaaaa ━canturreó━, la cena está lista. ¿No quieres comer?
El ruido sordo persistió y finalmente lo reconoció como un ronroneo. Reya se cubrió la boca con la mano e hizo el esfuerzo sobreanodita de no reírse. ¡Se veía tan mono cuando hacía eso...! ¡Era como un mahakmut gigante!
━Geta, Geta, Geta, Geta, Geta.
Nada, ni se inmutaba.
Ahora mismo, estaba muerto para el mundo.
Enarcó una ceja y sonrió elocuentemente. Se inclinó y le dio un besito detrás de la oreja, esperando una reacción al tocarlo en aquella zona tan sensible para él.
━Vamos, dormilón. Despierta.
En un movimiento ágil (y sin que Reya pudiera prevenirlo), Vegeta se dio la vuelta y la agarró de la cintura, arrastrándola hacia él. Enterró la cara en su pecho y siguió durmiendo como si nada.
Reya se carcajeó.
━¡Vegeta! ━lo abrazó por los hombros y le rascó la columna con las uñas. Su risa no hizo más que incrementar al sentir como la cola de su pareja se enroscaba posesivamente alrededor de su muslo━. Vamos, Geta, despierta. La cena se va a enfriar.
Los ojos de Vegeta se abrieron con lentitud, y lo primero que vio fue la bioluminiscente mirada de Reya. Suspiró, embelesado por tal visión, deseando profundamente que aquella imagen se repitiera todos los días de su vida.
Suspiró hondamente y bajó una mano, que terminó descansando sobre la espalda baja de ella.
━¿Qué quieres, mujer? ━preguntó con voz ronca. Su nariz rozó el inicio de sus pechos, e inhaló su aroma tropical que tan locamente lo seducía.
━La cena está lista, bobo ━dijo Reya con obviedad━. La Sra. Brief me ha pedido que fuera a buscarte.
Ahora sus ojos se abrieron por completo al oír que la cena ya estaba lista, y repentinamente su estómago rugió. Si bien no murió de hambre cuando entrenaba en la Sala del Alma y el Tiempo, la comida ciertamente no fue la mejor. Él no era un chef (de ninguna manera), y Trunks tampoco. Olfateó el aire y captó el olor de todas sus comidas favoritas.
De la mala gana, soltó a Reya y se sentó. Estiró los brazos por encima de su cabeza y bostezó, y más rápido de lo que el ojo podía ver, se puso de pie y agarró los primeros pantalones de entrenamiento que vio. Reya sonrió y negó con la cabeza. Típico de los saiyajins. Daba igual si no podían moverme, bastaba decir la palabra "comida" y parecían rejuvenecer de golpe.
Ella también se levantó, y los dos se marcharon de la habitación para reunirse con los Brief en la cocina. Una vez allí, tomaron asiento en sus respectivos lugares, contemplando el enorme festín que adornaba la mesa. Sin esperar a nadie, Vegeta comenzó a amontonar comida en su plato y a devorarla con fervor saiyajin. Trunks, que se encontraba sentado enfrente, se quedó en shock al observar los kilos de comida que ingería. Por Kami, ¿pero que tenía allí dentro? ¿Un agujero negro?
«Mamá no mentía; tiene un basurero de comida dentro del cuerpo», pensó, consternado.
Bulma le sonrió a Reya y le tendió al Trunks bebé, junto con el biberón que se estaba tomando.
━Reya, ¿te gustaría darle el biberón a Trunks mientras ceno? ━preguntó, a lo que su mejor amiga asintió repetidas veces.
¡Por supuesto que quería darle el biberón! Desde que ella y Vegeta se marcharan a por los androides, no había tenido tiempo para estar con él.
Le alegró poder pasar un ratito juntos antes de irse a dormir
━¡Claro que sí! ━sostuvo al bebé en su regazo y le dio el biberón. Trunks comenzó a beber la leche sin dejar de mirarla, haciendo que Reya se muriera de ternura.
Una sonrisa triste se formó en los labios de Trunks mientras observaba la escena frente a él. ¿Así era como su tía y él pasaban el tiempo juntos? No le sorprendía que su madre le dijera que Reya lo amaba como si fuera su propio hijo; el trato que le daba, más la forma de mirarlo, lo decían todo.
Nuevamente, fue asaltado por otra punzada de celos.
━Dime, Vegeta, ¿acaso no comiste mientras estuviste en la Sala del Alma y el Tiempo? ━cuestionó Reya, preocupada, observando la desmedida hambre que azotaba a su pareja, mucho más mayor de lo normal.
Como el susodicho no respondió, Trunks lo hizo por él.
━Sólo comía cada pocos días ━reveló.
De repente, Vegeta golpeó la mesa con sus manos y miró ferozmente al chico, ocasionando que el pequeño Trunks gimoteara del susto. Su labio se curvó con una mueca.
━¡Te dije que no hablaras de nuestro entrenamiento!
━¿Cuál es el problema? ━intervino Bulma, en defensa de la versión futura de su hijo━. Honestamente, no es nada nuevo que no hayas hecho ━alargó el brazo y agarró la manita de Trunks para calmarlo━. Y de todos modos, ¿por qué no comes? ¿Qué quieres? ¿Morirte y dejar viuda a Reya?
━Bulma, para ser viuda tendría que estar casada ━se jactó Reya con burla.
━¡Ya me has entendido!
━¡No! ¡No te he entendido porque no haces un uso correcto del lenguaje!
━¡Aaargh! ¡Ahora no te pongas repelente!
Mientras Trunks y sus abuelos se reían, Vegeta puso exasperadamente los ojos en blanco. Realmente no le importaba si Bulma pensaba si se cuidaba o no. Lo había estado haciendo toda su vida y no había muerto. Lo hizo un par de veces, pero no tuvo nada que ver con el entrenamiento. Así que... ¿Por qué preocuparse por eso? Sacudió la cabeza y desconectó de la cháchara interminable que poco le importaba.
Y hablando de no comer...
━Oye, tía Reya ━habló ahora Trunks━, ¿tú no vas a cenar?
La nombrada negó sutilmente.
━Yo no necesito comer tanto como vosotros. Los estómagos de los anoditas son capaces de no ingerir alimento en grandes intervalos de tiempo ━explicó━. Una vez estuve cinco meses sin comer nada, y en aquel entonces sólo sentí un poco de hambre.
El quinteto de ojos se disparó en dirección a Reya, patidifusos por lo que acababan de oír. ¿Dijo que una vez estuve cinco meses sin comer... y apenas sintió hambre? Trunks miró a su tía como si fuera un fenómeno extraño. Se preguntó si ella de verdad tendría un estómago. ¿De qué se alimentaba entonces? ¿Del aire?
Su mirada se alternó entre ella y el saiyajin, asimilándolo todo. Uno que comía como un desbocado, la otra ni siquiera comía. ¿En qué más cosas se diferenciarían sus tíos?
Mucho después de que todos terminaran de cenar, Vegeta suspiró con satisfacción y apartó los platos. Se levantó de su asiento y envolvió su cola alrededor de la cintura de Reya, arrastrándola con él por el pasillo. Subieron las escaleras y entraron en su habitación, donde el príncipe liberó a su mujer de su firme agarre. Abrió la puerta del balcón y se sentó en la barandilla, con la espalda pegada contra la pared y una pierna colgando.
Reya abrió uno de los cajones de la cómoda y cogió el pijama. Después de cambiarse, se cepilló rápidamente el pelo y se dirigió hacia el balcón, preocupada por la apagada actitud de Vegeta.
Al salir, fue recibida por el fresco aire y el matiz oscuro del cielo.
━Hey, ¿te encuentras bien? ━preguntó cuando llegó a su lado. Alzó una mano y le acaricio la sien izquierda.
Vegeta cerró los ojos y exhaló lentamente. ¿Qué si estaba bien? Llevaba días descansando y todavía se sentía para el arrastre. Su cuerpo no aguantaba más y tenía que ocultarlo por el bien de su orgullo. Su poder era mayor que nunca, pero seguía sin ser suficiente contra Cell.
Quería dormir y ser arropado por los suaves y fríos brazos de su compañera. Sin embargo, debía derrotar a Cell para vengarse de su humillación.
Miró a Reya y forzó una sonrisa.
━Por supuesto que estoy bien ━dijo, pero ella no le creyó.
Le rodeó el cuello con sus brazos, y Vegeta la sostuvo en volandas para sentarla sobre su regazo.
━¿Estás seguro? Si estuvieras bien estarías entrenando.
━Un guerrero sabe cuándo necesita descansar ━respondió Vegeta. Levantó una mano para acariciarle la mejilla. Anhelaba sentirla, cada centímetro de ella. A pesar de su cansancio, estar a su lado le daba fuerzas para resistir y seguir adelante.
Enroscó la cola sobre su muslo y la acercó a su pecho. Reya apoyó la cabeza en su hombro, a lo que Vegeta recostó el mentón encima de su coronilla. Ella le propinó una suave caricia en el pecho, deslizando la mano y trazando los duros músculos de su abdomen.
━No es que siempre lo hagas ━recordó Reya.
Vegeta resopló, pero no podía estar en desacuerdo. Descansar era lo que menos le gustaba hacer. Era conocido hasta posponerlo cuando no le quedaba más remedio. Ahora parecía que su cuerpo había alcanzado el máximo de su límite. Quizás debería de haberse tomado más descansos en su último año, pues ahora le tocaba soportar las consecuencias, y eso lo irritaba sin fin. No quería sentirse cansado. Quería entrenar, como dijo Reya.
Estuvieron algunos minutos en silencio, de los cuales Vegeta no se quejó. Apoyó la cabeza contra la pared y cerró los ojos, pensando que se relajaría. Pero relajarse se convirtió en dormir. Reya notó su respiración más ralentizada y como su agarre en su muslo se aflojaba. Pronto escuchó un débil ronquido, y supo que se había vuelto a dormir.
«Vegeta, ¿qué te pasa? Nunca duermes tanto, ni siquiera cuando te matas a entrenar», meditó con una pizca de angustia. «Estoy comenzando a pensar que algo te ocurre, incluso si no eres consciente de ello».
Reya frunció el ceño mientras estudiaba el rostro de Vegeta, buscando signos de enfermedad o cualquier malestar. Pero lo único que pude ver fue fatiga. Tal vez era lo único que le ocurría. Estuvo entrenando incansablemente durante un año entero, y ahora su cuerpo necesitaba recuperarse de la energía que perdió.
Le dio un beso en la frente y se bajó de su regazo con cuidado. Salió del balcón para no molestarlo.
Encontró a Trunks mirando la televisión de la sala de estar, atento a cualquier noticia relacionada con Cell o su torneo. Reya caminó hacia él y se sentó a su lado.
Miró el reloj; eran las 00:25.
━¿Qué haces despierto a estas horas? ━quiso saber ella.
━Estoy mirando la televisión para ver si hay noticias de Cell.
Trunks se retorció las manos. Se sentía muy nervioso por los juegos. Sabía que su fuerza había aumentado, y la de su tío aún más, pero seguían sin ser ineficaces contra Cell. Confiaba, no, esperaba que el poder de Goku y Gohan progresara durante su tiempo en la Sala del Alma y el Tiempo. ¿Qué pasaría si tampoco se volvían lo suficientemente fuertes?
Detestaba imaginarse aquel mundo destruido como el suyo. No importaba que fuera obra de un androide o dos. Todo era lo mismo: destrucción total y miles de millones de vidas inocentes perdidas sin motivo alguno.
Apretó los puños, y luchó contra la bilis que subió por su garganta.
━¿Qué te pasa, mi bumgorf? ━volvió a preguntarle Reya, percatándose de su rigidez.
━Nada ━farfulló, parco en palabras.
Reya tomó su mano entre las suyas, dándole un suave apretón.
━¿Sabes que puedes contarme lo que sea, verdad? ━insistió, y Trunks no resistió la presión que machacaba su interior.
Soltó un sonoro suspiro.
━Me preocupa que no tengamos la suficiente fuerza para derrotar a Cell.
Si Reya hubiera estado cara a cara con él, habría visto la lágrima que resbaló por su mejilla. Trunks acababa de confirmarle su temor más profundo de que, después de todo, las cosas no serían diferentes en su línea temporal. La idea de perder al hombre que amaba, al amor de su vida, le era demasiado desgarradora como para tan siquiera pensarla.
Le causó una dolorosa sensación que se extendió por todo su cuerpo.
No obstante, aquel miedo era el mismo que sintió cuando encaró a Freezer en Namek.
━Sé que tenemos pocas esperanzas, pero no podemos darnos por vencidos sin ni siquiera intentarlo. Hay que luchar, Trunks. Luchar hasta el final y no rendirse. Yo ya perdí mi planeta, y no pienso perder mi hogar adoptivo, así que lucharé con todas mis fuerzas. Incluso si eso me lleva a la muerte.
Trunks observó, perplejo, a su tía. Vio el fuego brillar intensamente en sus ojos bioluminiscentes, y supo que no había dudas en sus palabras de hierro. Estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario con tal de proteger el futuro, a costa de su propia vida.
Antes de que pudiera responderle, su tía volvió a hablar:
━Estarás pensando que no sé de lo que hablo, pero puedo asegurarte que sí. Desconozco cómo empezó el desastre en tu mundo, pero conozco perfectamente el miedo inminente ante el caos. Lo viví cuando mi gente se negó a afiliarse con Freezer y él nos declaró la guerra. Y por supuesto, lo vi por segunda vez en Namek.
»¿Sabes? Jamás sentí un miedo tan atroz como el que viví al ver que Freezer, después de que Vegeta se transformara en Ōzaru y lo masacrara, continuara ileso. En ese momento, verdaderamente pensé que íbamos a morir. Y bueno, Gohan y yo lo hicimos, pero gracias a nuestro sacrificio, Vegeta y Goku lograron ascender como Súpers Saiyajins y juntos pusieron fin a ese cabrón. En aquel momento, todos perdimos la esperanza, y sin embargo, conseguimos aniquilar al que era el ser más poderoso del universo.
»Sé que es difícil, Trunks. Lo sé. Y más porque tú vienes de un mundo donde la esperanza ya no existe. Pero por eso Bulma creó la máquina del tiempo, ¿no es así? Bulma se negó a dejar que la esperanza desapareciera por completo. Por el esfuerzo de ella y el sacrificio de todos, sé la esperanza de tu mundo y lucha. Lucha, Trunks. Lucha con todas tus fuerzas y no te rindas antes de tiempo.
Paralizado, aquella era la palabra para describir a Trunks en ese preciso momento. El discurso de su tía hizo que sus miedos, inseguridades y temores quedaran relegados al fondo. Todavía estaban allí, pero ya no tenían tanto protagonismo como antes.
Le dio el coraje que tan desesperadamente buscaba.
Reya tenía razón. La situación es crítica y llena de incertidumbre, pero no podía darlo todo por perdido, si no, ¿qué les quedaba entonces? Lucharía, ayudaría a los Guerreros Z a derrotar a Cell, y luego regresaría a su tiempo y destrozaría a N.° 17 y a N.° 18.
Él era la esperanza de su mundo.
Con una renovada confianza y determinación, Trunks sonrió de lado y asintió firmemente.
━Sí, tienes razón, tía Reya. No podemos darnos por vencidos. No me cabe la menor duda de que Goku y Gohan alcanzarán un nuevo nivel y tendremos más probabilidades de ganar.
━Yo también lo creo ━apoyó Reya━. Por ahora, limitemos a esperar y a estar preparados.
Nuevamente, Trunks volvió a asentir. Ahora entendía el porqué Vegeta se enamoró de Reya, ¿quién no amaría a una persona con una firmeza admirable? Sanaba el corazón de las personas y reconfortaba el alma. Y ahí estaba aquella dichosa (y horriblemente molesta) pregunta: ¿qué vio su tía en Vegeta?
━Tía Reya, ¿puedo hacerte una pregunta?
━Claro que sí ━ella le sonrió plácidamente.
━¿Qué viste en Vegeta para que te enamoraras de él?
La sonrisa de Reya pasó a una enigmática. Ladeó levemente la cabeza, y Trunks observó como sus brillantes ojos dorados destellaban con chispas de amor.
━Lo que nadie más vio.
«Vi al hombre que en realidad era, y no el monstruo que Freezer trató de crear»