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Capítulo ochenta y dos
Un momento para estar juntos

El desayuno ya estaba listo y Vegeta aún no se había levantado

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El desayuno ya estaba listo y Vegeta aún no se había levantado. Entonces, Reya comenzó a preocuparse severamente. Después de una breve conversación con Trunks mientras esperaban el desayuno, se enteró de que su pareja estuvo durmiendo los últimos tres días antes de salir de la Sala del Alma y el Tiempo.

Y actualmente tampoco dejaba de dormir.

¿Qué le ocurría? ¿Tan intenso fue su entrenamiento que ya no le quedaban fuerzas en el cuerpo?

Subió las escaleras y entró en su habitación. Echó una rápida ojeada en el cuarto y notó que Vegeta no se encontraba por ningún lado, por lo que imaginó que seguiría sentado en la barandilla del balcón. Y así fue. Caminó hasta él y le dio unas suaves palmaditas en la pierna estirada.

━Vegeta, levántate ━dijo en voz baja━. Es hora de desayunar.

Como ayer por la noche, continuaba muerto para el mundo. Nuevamente lo intentó.

━Vegeta, ¿no tienes hambre? ━pasó su mano para acariciarle el pelo. Le encantaba la sensación plumosa de su cabello. Era anormalmente suave, muy diferente a su personalidad. Le rascó detrás de la oreja, y seguidamente oyó un ronroneo vibrar a través de su pecho.

La cola de Vegeta le rodeó la cintura y lo acercó a él, todavía dormido. Reya se rio de las travesuras de su cola y siguió rascándole aquella zona, haciendo que el saiyajin apoyara inconscientemente la cabeza sobre su mano, en una silenciosa súplica por más.

━Si no te despiertas, le diré a Trunks que se coma tu desayuno.

Reya se sintió decepcionada al ver que no consiguió despertar al volátil príncipe. Realmente estaba fuera de combate. ¿Tan cansado estaba?

«¿Cómo voy a despertarte?», se preguntó, observando las duras fracciones de Vegeta, como si fueran a darle la respuesta.

Como si el Universo hubiera estado escuchándola, una bombilla apareció en su mente. Con una sonrisa traviesa, Reya se inclinó y rozó sus labios con los de él, pasando una pierna sobre la barandilla para sentarse en su regazo. Colocó las manos en su pecho y profundizó el beso, aunque fuera unilateral. Bueno, no por mucho tiempo.

Escuchó un leve gemido y soltó un gritito de alegría cuando unos poderosos brazos la abrazaron de la cintura, respondiendo finalmente a su toque. Reya le rodeó el cuello y Vegeta le mordió el labio inferior. Cuando la anodita se separó un poco y abrió los ojos, se encontró con la mirada obsidiana de su pareja, observándola muy atentamente.

STAR COLLISION ━ VegetaWhere stories live. Discover now