El bosque de los demonios | P...

Por cloudii_buckley

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Entras a un trabajo en una librería, pero, apenas en el primer día ves un libro algo extraño, pues no tiene a... Más

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Por cloudii_buckley

25: Un entrenamiento militar

La lluvia estaba presente en aquel pueblo, la agua caía con demasiada fuerza al suelo e incluso estaba pronóstico que se inundara, aunque al parecer no será así.

No sé observaba nada en las calles, pues toda la gente se había ido a sus hogares para no enfermarse o enfrentarle a aquella lluvia monstruosa.

Pero, en una base militar, se podía apreciar a varios soldados quienes vigilaban la base, y dentro de esta, estaba Dan en el baño bañándose en una tina.

Este abrazaba sus rodillas y miraba al agua, el cual cubría todo su cuerpo, el cual ya no estaba tan horrible, la agua le había quitado la sangre seca y lo ayudó a tranquilizarse de una manera hermosa.

Miró su muñeca, en la cual había una cruz muy rara con una raya al medio, pues el gerente se la había hecho, todos los que están destinados a ser soldados son dueños de esa marca.

Pero, una pregunta no lo dejaba en paz, ¿enserio esto era lo correcto? Aceptó convertirse en soldado para ayudar a Hikori, pero por alguna razón algo dentro de él decía que todo esto era una trampa.

Aunque fuera así ya no podía hacer nada, ya no había vuelta atrás si aceptabas, lamentablemente.
De repente, el sonido de alguien tocando la puerta lo sacó de sus pensamientos, el ojiazul no pudo evitar sobresaltarse ante ese ruido repentino.

¡Joven Dan! Dice el general que lo quiere afuera en 5 minutos! — Exigió, este suspiro tratando de calmar su respiración agitada.

¡Dile que ya voy! — Comentó, y pronto escuchó los pasos del mayor irse.

Se terminó de limpiar y finalmente salió de la tina, se secó con una toalla que le habían dejado para después ponerse la ropa que tenía que tener durante el entrenamiento.

Minutos después se podía observar a Dan,quien, venía acompañado de más estudiantes y todos caminaban hacia una gran puerta que llevaba al gran patio donde se llevaría a cabo el entrenamiento.

[••••]

Observabas como las gotas caían y chocaban contra el suelo, mirabas todo esto con una expresión levemente perdida mientras abrazabas tus rodillas y apoyabas tu rostro en estas.

Shino si te había logrado llevar lejos de ahí, pero debido a que comenzó a llover tuvo que detenerse y afortunadamente encontraron una pequeña cueva que sería perfecta para pasar la noche.

¿Quieres? — Entonces, la voz del demonio se escuchó, volteaste detrás tuyo viéndolo a él con un animal muerto en su mano, aunque ya estaba cocinado, listo para comer.

Tú le diste una mirada severamente molesta, este se encogió de hombros.

Lo cocine pensando que si vas a querer, pero parece que no. — Torció los ojos antes de dejar el animal en el suelo y acercarse a ti. — No has comido en días...

Mencionó viendo tu estómago, o si es que tenías, pues solo se veían tus costillas marcadas aunque sea poco.

¿Que quieres comer? — Te pregunto, tú aún con la mirada centrada en la lluvia, te encogiste de hombros.

No se que comida haya aquí, pero, si me lo preguntas.... Realmente quiero comer una hamburguesa... con la carne jugosa... — De tan solo pensar en eso se te hacía agua a la boca y tu estómago rugía más de hambre, Shino suspiro, sabía que en ese mundo no había comida así.

Hay frutas, ¿eso sirve? — Encuestó , tú la miraste y asentiste. — Genial, mañana en la mañana en cuanto se calme la lluvia iremos. Pero, por ahora trata de dormir, te lo pido.

No puedo dormir sabiendo qué hay demonios poderosos que me buscan solo para tener relaciones conmigo... — Susurraste, el demonio te alcanzo a escuchar a lo que te miro con lastima, segundos después lo volteaste a ver. — Además, no confió en ti... ¿como se que no abusaras de mi mientras duermo?

Ante sus palabras, este te miro ofendido, como si le hubiera ofendido lo que dijiste, segundos después te tomo repentinamente del cuello y te empotro contra el suelo, subiéndose encima de ti.

¿¡PERO QUE CARAJOS PASA POR TU CABEZA PARA QUE ME DIGAS ESO, EH?! — Apretó con fuerza tu cuello, sentiste que te faltaba el aire y al ver sus ojos, también notaste que tenía sus pupilas más dilatadas y venas se le marcaban. — ¡¡DÉJAME RECORDARTE QUE GRACIAS A MI ESTAS BIEN, Y NO SIENDO VIOLADA POR SEGUNDA VEZ! SERÁ MEJOR QUE ME GUARDES RESPETO SI NO QUIERES QUE ABUSE DE TI HASTA EL PUTO CANSANCIO!

Te grito, soltando gotas de saliva las cuales cayeron en tu rostro, tú te sentiste demasiado asustada ante sus palabras, todo tu cuerpo temblaba y ni siquiera podías moverte.

Este gruñía y gruñía sin dejar de mirarte, te tomo del cabello antes de lanzarte con algo de fuerza hacia una pared cercana, soltaste un leve grito de dolor y más cuando caíste al suelo.

Shino te miró desde la oscuridad, sus ojos morados brillaban en esta dándole un toque escalofriante, pero después se fue hacía lo oscuro de la cueva.

Si quieres irte hazlo, maldita perra... – Susurro, viéndote y después abrió la boca mostrando sus colmillos afilados. — No serás más que un maldito juguete sexual para todos nosotros, los demonios. ¡Metetelo bien en tu estupida cabeza de mierda!

Te volvió a gritar, tu solo mirabas esto con unos ojos que demostraban el miedo que tenías, te fuiste hacia una esquina y te hiciste bolita, para después comenzar a sollozar, ya casi se hacía de noche, estabas entrando en crisis por no saber con exactitud qué hacer.

[••••]

¡Todos ustedes están aquí por una sola cosa! ¿Entienden? — Se podía escuchar los gritos del general, quien enfrente suyo estaban los chicos que se convertirían en soldados, y entre ellos estaba Dan, quien solo mantenía la mirada al suelo.

¡Si, señor! — Todos gritaron al unísono.

¡Este entrenamiento es para que por fin se conviertan en hombres de verdad! Entrenarán hasta desmayarse, recuerden que todo esto es para ayudar y vencer a los demonios! — Exigió, mientras caminaba frente a ellos y los miraba, solo habían 14. — Estamos a punto de empezar la primera etapa, vengan.

Se dio la vuelta y comenzó a caminar fuera de ahí, todos lo siguieron incluyendo a Dan, quien se veía algo nervioso y sus manos comenzaban a temblar.

Cuando llegaron, notaron que había escaleras, paredes de madera grandes para escalar e incluso llantas para saltar, básicamente era como una carrera para competir.

Tu, y tu competirán primero. — El general apuntó con su dedo a dos estudiantes, quienes asintieron antes de ir al inicio de todo.

Dan alzó la mirada viendo que estos comenzaron a competir, escalar, arrastrarse sobre el lodo, etc. no pudo evitar tragar en seco con algo de miedo.

Cuando aquellos terminaron, el general lo apuntó a él.

Tu, y tu. — Volvió a decir, Dan observó para ver con quien le había tocado, dándose cuenta que competiría con alguien de casi su misma edad.

Suspiro y fue al inicio con el, se preparó mental y físicamente.

¡Empiecen! — El general grito.

[••••]

Habían pasado las horas, ya era de noche, h Shino estaba frente a la fogata mientras tu recostada en el suelo sin saber que hacer, tenías planeado escapar de ahí, y más bien eso ibas a hacer, pero no tenías ni idea de a donde ir, es decir, ¿qué tal si ibas por accidente a la guarida de un demonio? Que dios te ampare.

Con cuidado te levantaste y comenzaste a caminar a la salida de la cueva, te apoyaste en esta y miraste detrás tuyo, el demonio sabía claramente que te ibas pero al parecer no hacía nada por detenerte.

"Esa mujer se va a morir" – Pensó sin mirarte, ni siquiera lo tenías preocupado, tú decidiste escapar.

Finalmente, saliste de la cueva y miraste a tu alrededor, el olor a tierra mojada llegó a tus fosas nasales, con tus pies descalzos pisaste el lodo, pero no te importaba, solo querías huir de ahí.

Ni siquiera podías caminar con exactitud, alzaste la mirada mirando el cielo, la luz de la blanca y brillante luna era lo único que te alumbraba, sentías una aura mágica inexplicable.

Te alejaste más de aquella cueva, y te perdiste entre los arbustos y árboles...

[••••]

Mientras tanto con Dan, este estaba sentado en una de las mesas que había en la cafetería, respiraba muy agitado y no tenía camisa dejando su pecho al aire, sudaba como loco y ni siquiera el frío de la noche lo ayudaba a calmarse.

Pero, algo bueno era que había ganado contra varios, es decir, pasó toda aquella carrera y venció a al menos 8 o 9, se sentía el mejor a pesar de ser uno de los pequeños.

¿Gustas? — El general se acercó y le ofreció una botella de agua, se la aceptó, la abrió y comenzó a tomar de ella como loco. – Debo admitir que me sorprendiste, chico, venciste a más de la mitad siendo un menor. — Lo tomo del hombro y le sonrió.

Muchas gracias señor. — Hizo una leve reverencia. — La verdad Esque por un momento pensé que iba a perder... pero pensé...: ¡ey, si logro esto podré darle una mejor vida a Hikori! Y eso me motivo.

Te gusta esa muchacha, ¿no? — Interrogó el anciano, Dan rápidamente comenzó a negar con la cabeza algo avergonzado.

¿Q-Que? Claro que no... solo se me hace realmente injusto que tenga que pasar por eso... — Miró al suelo y su expresión cambió a una de tristeza y lastima.

Eres un gran muchacho. — El general le sonrió y lo tomo del hombro. — Te convertirás en un gran soldado, te lo aseguro.

Gracias por creer en mi. — Le devolvió la sonrisa, y pronto sintió unas palmaditas en su hombro.

Tienes que dormir bien, recuerda que mañana en la mañana empezaremos con la segunda fase de entrenamiento. — Seguido acto, se levantó de su asiento y se fue de ahí. Dan se le quedó viendo antes de darle el último sorbo a la botella de agua y después tirarla al suelo.

[••••]

Pasaron las horas, tú apenas y podías estar despierta y caminar, todo tu cuerpo pesaba al igual que tus párpados, este también temblaba y tenías que caminar aferrada a un árbol porque si no era probable que te cayeras.

No sabías que buscabas con exactitud, solo... un lugar en el cual te podrías sentir segura, con Shino por un momento si te sentiste cómoda hasta que te dijo esas palabras... y lo que más te duele, Esque no mentía, básicamente eras un objeto sexual para todos los demonios aunque no quieras...

En un movimiento en falso, te caíste al suelo por ya no poder aguantar el cansancio y sueño que tenías, tu mente y cuerpo realmente querían descansar pero tú no los dejabas al tener de forma obligatoria tus ojos abiertos.

Trataste de arrastrarte pero el sueño te ganaba, tu vista se comenzó a nublar de forma leve.

De repente, escuchaste unos pasos como algo moviéndose en los arbustos, abriste más los ojos antes de voltear detrás tuyo, no quitabas el hecho que seguías casi muriéndote de sueño.

No viste nada, absolutamente nada, y ahí fue donde escuchaste el mismo ruido detrás de ti, volteaste nuevamente y sentiste que el corazón se te salía de la boca al ver un oso que estaba en la oscuridad.

Soltaste un grito ahogado y comenzaste a retroceder e intentar levantarte, notaste que aquel oso se comenzó a transformar en un humano, era un demonio hibrido, eso te dio suficiente fuerza como para levantarte y que se te quitara el sueño.

Te diste la vuelta y rápidamente comenzaste a correr hasta que aquel demonio saltó y aterrizó frente a ti, todo tu cuerpo se tenso de forma horrible, pero eso no te dio desventaja, trataste de huir de nuevo rodeándolo pero aquel demonio te golpeó la cabeza haciendo que caigas al suelo de forma adolorida.

Lo miraste y comenzaste a retroceder hasta que finalmente chocaste con un árbol, notaste que era un hombre que medía fácilmente más de dos metros, su cuerpo era demasiado, demasiado grande, musculoso y ancho comparado con el tuyo.

También tenía cabello negro y tenía una vestimenta de forma que la mitad de su pecho estaba expuesta.

N-No me hagas nada..! — Eso fue lo único que tu boca pudo soltar.

Sin decirte nada, te tomo del cuello y te alzo haciendo que tus pies no toquen el suelo, tomaste su brazo en el cual se le notaban algunas venas y lo empezaste a golpear o rasguñar con la intención de que te suelte, pero fue imposible solo apretó más tu cuello, comenzabas a perder aire.

Lo único que viste antes de caer inconsciente eran sus ojos mirándote fijamente.

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