Desmayo repentino
En el espacio contrario, luego de agitarse con un baile casual, Taehyung tomó un descanso junto a Hoseok en un pequeño rincón. Incluso después de haber huido de él varias veces en la escuela, esa tarde en especial, Hoseok era particularmente autentico con él. Taehyung estaba más que feliz por esta razón. Había ido por unos refrescos y a su regreso encontró a Hoseok junto a Chanyeol y Backyung mientras sonreía contento, pero él notó que había algo extraño en su sonrisa. Supo percibir esta extrañeza en el rostro del azabache cuando sus ojos lo descubrieron mirando a Backyung atentamente.
Llegó hacia el pequeño grupo y le entregó su bebida a Hoseok, quien se sorprendió de su llegada, le dijo: —gracias.
—De nada—sonrió normalmente, pero por dentro se sentía apagado, después de ver a Hoseok mirando Backyung fijamente, esto había perturbado su buen momento.
—Taehyung. Me han dicho que Hoseok te agrada mucho. ¿Qué te gusta de él?— interrogó de repente Backyung, sonriendo, con Chanyeol estando cerca.
—Backie, no empieces con eso, por favor, tú no— Hoseok frenó el intento de Backyung de molestarlos nuevamente con ese tema.
¿Backie? Taehyung repasó este honorífico en su mente.
—¿Qué? —replicó el otro —. Solo es una pregunta simple ¿Verdad, Taehyung?
—Claro, no me molesta en absoluto—respondió Taehyung.
—¿Entonces, qué te gusta de Hoseok? —volvió a preguntarle el otro.
Taehyung pensó un momento. —Bueno, es muy amable y lindo.
—Vaya, eso es...—Backyung sorprendido y sin palabras, sonrió—algo corto, pero suena profundo.
—¿Sabes? Me caes muy bien Taehyung. Me alegra que no seas ese tipo de persona homofóbica que odia a las personas como nosotros, ya sabes grupos iguales... —dijo Chanyeol, abrazando a Backyung por la espalda y rozando cariñosamente su cara con los cachetes del más bajo.
Al notar esto, Taehyung se desconcertó.—Ustedes dos...
—Somos pareja—contestó Backyung, con una brillante sonrisa.
Taehyung no pudo evitar mirar a Hoseok, quien le había evitado la mirada.
Cuando Hoseok vio que los chicos se habían ido y solo se había quedado solo con Taehyung, soltó un profundo suspiro antes de hablar con el contrario—¿Por qué sigues diciendo esas cosas?
—¿Qué quieres decir? —le contestó Taehyung, mirando hacia el cielo.
—Que yo te gusto. ¿No es suficiente seguir bromeando con eso?
—No estoy bromeando contigo. Tú realmente me agradas.
—Eso es, solo te agrado, no te gusto.
—Si me gustas.
—Pero no de esa manera. Me refiero a tener sentimientos por mi.
—Ya veo, entonces tengo sentimientos por ti.
Hoseok exhaló un profundo suspiró, rindiéndose en entrar en razón con el contrario. Hoseok era un chico amable, siempre podría brindar una mano de apoyo y regalar una sonrisa como consuelo a cualquiera, pero esta vez solo mantuvo una mirada solemne sobre TaeHyung.
—¿Cuándo te vas a rendir?
TaeHyung respondió con una sonrisa débil: —Insistir es una de mis mejores cualidades, lo hago cuando algo realmente me importa.
—Entonces no deberías estar perdiendo el tiempo conmigo.
—Perder el tiempo contigo es algo de lo que nunca podría arrepentirme.
Hoseok se quedó aturdido a escuchar esto. —Creo que estás confundido. Admirar a una persona es lo más normal del mundo, puedes admirar a cualquier persona, pero querer es diferente. Lo sabrás cuando conozcas a la persona correcta
—¿Has escuchado sobre el amor a primera vista? — Taehyung miro al contrario de una forma genuinamente especial y luego volvió a mirar al cielo. —Cuando te vi esa vez, yo...no podía dejar de mirarte bailando en medio de aquella pista. Nunca me había sentido tan curioso y emocionado por alguien, esa sensación desbordando en mi corazón, tú...hiciste posible que sintiera eso cuando te vi. Dime, si alguien te hace sentir así ¿No crees que esa persona, es la correcta?
Por segunda vez Hoseok enmudeció. TaeHyung continúo diciendo. —¿Sabes? perdí a mis padres a los cinco años, ellos eran todo para mi, yo los amaba tanto, pero una noche ellos desaparecieron de la nada. Ellos murieron. Y yo me quede solo. Con ello, yo he aprendido que la vida es un instante, un instante donde uno se merece lo mejor. Por eso doy todo de mi para que ese instante valga la pena. Y si mi corazón ha sentido algo por ti, no voy a reprimirlo y mucho menos a negarlo. Lo diré en voz alta y haré todo lo posible para que se quede conmigo.
Hubo una breve pausa:— Pero si realmente te molesta tanto puedo detenerme, y si te gusta alguien más, está bien, puedo hacerme a un lado. Si tu quieres eso. ¿Tu... quieres eso?
El corazón de Hoseok se sintió inexplicablemente aturdido. Recordó cuando vio a TaeHyung por primera vez, lo vio tan hermoso entre aquella multitud que se sintió atraído hacia él desde el primer momento, y por ello, es que no abandonó la oportunidad de hacer algo que no pensó que más adelante desataría algo tan grande como la confesión de Taehyung en ese momento ¿Cómo se supone que debería de responder ahora?
Antes de que pudiera contestar, se escuchó un grito al otro lado, seguido del sonido de algo estallando en el suelo.
—¡Kyung!—Hyerin estaba con una mirada furiosa, el chico había vomitado encima de ella. Por tal descuido, su vaso había caído al piso y se había roto bruscamente—¡Por dios, estás borracho!
—No no, yo... ¡Estoy bien, estoy bien! —hipó esté riendo, tratando de enfocar sus mareados ojos.
—Kyung...—Hoseok fue hacia él y lo ayudó a sostenerse, poniendo su brazo alrededor de sus hombros. Había ido corriendo para auxiliarlo, aprovechando la oportunidad para huir de la intensa confesión de Taehyung, a quien no volteó a ver en ningún momento por temor a conocer sus propios sentimientos, porque aun no estaba listo —. Vamos amigo, vamos al baño.
—Yo te ayudo—dijo Backyung, acercándose a Hoseok y amablemente posicionándose del otro lado de Kyung.
—Gracias Backyung ...—le contestó Hoseok, cálidamente agradecido. Sin embargo, antes de que pudieran avanzar, ocurrió algo aún más grave: alguien gritó de repente.
—¡Taehyung!
Suga se habia puesto de pie tan rápido que cruzó de un salto al otro lado, llegando junto a tiempo a sujetar a Taehyung antes de que este se desplomara hacia el suelo alarmantemente. Esta escena dejó a todos conmocionados. Nadie se había percatado del malestar de Taehyung hasta que Suga prácticamente había volado hacia su lado. Su estado era tan critico que el miedo se reflejo en el rostro del pelinegro. El trastorno de estrés postraumático de Taehyung, que era a causa de los ruidos fuertes, podía provocar consecuencias muy graves. Y Taehyung, debido a la extrema ansiedad que sintió en ese momento, se habia desmayado.
Chanyeol clamó asustado llegando a lado de Suga. —¿Qué le sucedió? ¿Por que, por que se desmayó?
—Entró una crisis traumática. Ayúdame, por favor, trae un poco de alcohol—pidió Suga, tendieron el cuerpo de Taehyung cuidadosamente en suelo. Chanyeol se fue corriendo a traer lo solicitado.
Al otro lado, el terror había calado el corazón Hoseok.
—¡¿Estará bien, no deberíamos llamar a una ambulancia?! — Luhan lucía tan preocupado como los demás.
—Dime qué le pasa —Hoseok se acercó a ellos inmediatamente, con los ojos llenos de angustia, soltando a Kyung. Pero:
—No te acerques—le espetó Suga, fríamente, nunca lo habia visto así, tan oscuramente ensombrecido. —Aléjate de él. ¿Me escuchaste?—La reacción de Suga dejó a Hoseok conmocionado y no pudo acercarse a Taehyung debido a esto, y es que el rostro contrario parecía amenazarlo de verdad.
Después de un largo tiempo de desesperación, Taehyung recobró la conciencia con una mirada aturdida, sus ojos parpadeaban lentamente, tratando de enfocarse en el rostro preocupado de Suga, sus latidos iban en aumento y le costaba respirar.
—Hyung...—murmuró débilmente.
—Estoy aquí, Taehyung. Mírame—Suga sostuvo su rostro con suavidad, transmitiéndole seguridad. —Respira lento ¿Está bien?
Taehyung asintió con dificultad, sus labios temblando ligeramente. La escena dejó a todos en un tenso silencio, mientras la angustia y la preocupación llenaron el aire.
Los horribles recuerdos de un accidente automovilístico llenaron los ojos de Taehyung de terror. Sus brazos instintivamente buscaron consuelo en un abrazo desesperado alrededor de Suga, aferrándose a él como si fuera su único anclaje en medio de su tormenta emocional.
—Quiero irme...quiero irme a casa—murmuró Taehyung con la voz rota.
—Está bien. Nos iremos a casa.
Suga no dudó en levantar a Taehyung con la ayuda de Chanyeol. Hoseok, a pesar del desacuerdo de Suga, se apresuró a seguirlos hasta afuera. Suran no dudó en ir tras ellos también. Después de que todos se fueron, la estupefacción llenó la sala abruptamente.
—Yo creo que la fiesta ya se terminó, deberíamos irnos a casa—dijo Zelo, aún estremecido por todo lo que había sucedido.
—Sí, ya es tarde. Yo también debería regresar a casa —dijo Mina. Zelo se ofreció a acompañarla. Además, Binnie y Hyerin fueron con ellos hasta la salida. Mientras tanto, Kiyung, apoyado en Key, salió del departamento con la ayuda de Luhan y Yunmin.
Y Jimin... Jimin se quedó inmovilizado, mirando hacia la puerta, en medio de todo aquel silencioso vacío.
***
Suran salió del edificio y corrió para alcanzarlos.
Afuera, frente a un carro negro, Taehyung fue ingresado al interior de este auto. Cuando la chica llegó hacia ellos, escuchó que Suga le daba órdenes a un hombre con traje negro: —Jack, hazte cargo.
—Sí, señor.
—Déjame ir con él —suplicó Hoseok. Suga lo miró de frente.
—Hoseok, yo te considero mi amigo, pero no voy a dejar que tu inseguridad vuelva a perjudicar a Taehyung. Aunque él no lo muestre, también es un chico sensible, además es directo y testarudo, no se da por vencido fácilmente y cuando se trata de querer a alguien él lo hace intensamente. Si dice que le gusta alguien de verdad entonces le creeré. Incluso si es un chico a quien quiere, lo haré. Pero si el otro no le corresponde, no me quedaré con los brazos cruzados viendo como le rompen el corazón.
Hoseok se enfrentó a cada una de estas palabras.
—Te dejaré subir a ese auto solo si prometes que nunca más volverás a descuidarlo como hace un momento. Tú subirás a ese auto si realmente estás dispuesto a intentar algo con él. ¿Lo harás?
Después de un largo tiempo de indecisión, Hoseok finalmente ingresó al auto. Sin embargo, Suga lo detuvo sujetándolo del brazo.
—Si vuelves a descuidarte con él, te juro que no te lo perdonaré, aunque seas mi amigo.
Ambos se sumieron en un silencio tenso, intercambiando miradas intensas. Al final, Suga soltó el brazo de Hoseok, permitiéndole continuar. Observó con detenimiento cómo su amigo ingresaba al vehículo y cerraba las puertas tras de sí. Sabía que Hoseok no tenía por qué asumir esa responsabilidad, pero si así lo había decidido, significaba que estaba dispuesto a enfrentar las consecuencias, sin importar lo que pudiera suceder después.
Se giró cuando un cuerpo de repente se le vino encima. —Suga Oppa. ¿Ese auto, ese auto es tuyo? —le preguntó Suran, con un interés evidente. Chanyeol y Backyung se encontraban detrás de ella.
Él la miró directamente a los ojos. —¿Necesitas algo?
—Ah, bueno, me preguntaba si podrías llevarme a casa. Ya sabes, es bastante peligroso tomar un taxi e ir sola a esta hora de la noche —intentó colarse en el increíble vehículo, quedando estupefacta al notar el último modelo del auto.
Suran estaba maravillada, ahora estaba más ilusionada con Suga. Incluso tenía un chofer. Ni siquiera Chanyeol, proveniente de una familia pudiente, tenía ese privilegio. Entonces, ¿eso no quería decir que Suga tenía dinero? ¿No era acaso Suga el chico con el que siempre había estado soñando? Además de ser sumamente atractivo, atento y elegante, Suga definitivamente era un chico perfecto.
Suga, por otro lado, no sabía si rechazarla; la forma en que lo miraba era el gesto de una persona interesada y ambiciosa, un gesto que, en todos los sentidos, lo fastidiaba. ¿Llevarla a casa? Tal vez la señora Sul estaría muy aliviada y agradecida porque su hija llegaría a salvo.
—Está bien, sube al auto. —Le abrió la puerta delantera para que ella también subiera. Este atento detalle hizo que a Suran se le iluminaran los ojos. Ella subió al carro, y Suga cerró la puerta. Se inclinó a través de la ventana y le dijo a Jack: —Déjala en casa. Y no regreses por mí.
—Sí, señor.
Suran se desconcertó. —¡¿Tú no vendrás?!
—No.
—¡¿Pero porque no?!
Nadie le respondió, Jack cerró la ventana automáticamente.—Póngase el cinturón de seguridad, señorita, partiremos.
Suran frunció el ceño. ¿Por qué Suga no había subido al auto? ¿Por qué estaba regresando al edificio? ¿Acaso... Jimin? Su mente se desesperó, pero no podía ser por Jimin, porque siempre tenía que ser por Jimin. Gruñó interiormente por la frustración, y cuando intentó bajarse para seguir a Suga, el auto ya estaba en marcha. Solo pudo hacer una cosa: sacó su celular y llamó a una persona.
—¡Aló! —respondió alguien al otro lado.
—JungKook...