Sword Onyx [3]

By foxys02

83K 7.8K 8K

CONTINUACIÓN DE CROWN ONYX El mal está desatado, y lo que creían que los protegía se debilita cada vez más. ... More

Notita: EL LIBRO DE NARA
Nota de la Autora
EL ULTIMO INICIO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4, PARTE UNO
CAPÍTULO 4, PARTE DOS
CAPÍTULO 5
MAPAS DE LA ALIANZA
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11, PARTE 1
CAPÍTULO 11, PARTE 2
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17, PARTE 1
CAPITULO 17, PARTE 2
MEMORIAS ROBADAS
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22, PARTE 1
CAPÍTULO 22, PARTE 2
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
Notita
CAPITULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
La carta.
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39

CAPÍTULO 30

1.7K 167 126
By foxys02

─•─ )○( ─•─

LOS MEJORES AMIGOS

─•─ )○( ─•─

DIANA AYLEEN

Amina envuelve sus manos en mi cintura y me levanta con sus fuertes brazos. Me baja de la enorme piedra y me deja en el suelo delicadamente.

Antes de que enderece su postura y no pueda alcanzarla, le doy un besito en los labios de agradecimiento. Ella se detiene para mirarme, y sus labios rápidamente se transforman en una media sonrisa. Dejo otro beso, y este no es con mucha inocencia.

—Como te encanta tentarme—Susurra.

Enrojezco mis mejillas, y sigo de lado, dejándola sin respuesta. Eso me hace sonreír, divertida.

—¡Mierda!—Un grito ahogado me obliga a darme vuelta otra vez.

Atlas había rodado de la misma piedra hasta el suelo, en una caída gloriosa, llenándose de hojas y tierra. Amina intenta ayudarlo a levantarse, pero él se niega, agitando sus brazos para alejarla.

— Quítame tus manotas de encima, maldita perra hipócrita. Ahora si te haces la buena samaritana porque Diana está mirando ¿Verdad? Cuando cruzamos ese río de mierda, por poco y le construyes un puente para que cruzara segura y yo casi termino en Madagascar por la puta corriente.

Se sacude la chaqueta deportiva rosada con rabia. Aun esta cambio a mi forma y parece que está al borde del colapso o está en sus días. Se queja de que mis patas son muy cortas y no puede, del calor que hace y que mi cuerpo parece diseñado para estar caliente todo el tiempo, y sí, lo dijo en doble sentido.

—¡Quiero mi pene de vuelta, Diosa Luna!—Suelta un grito desgarrador.

—Cállate, Atlas, por el amor a la Diosa Luna—Le dice Amina.

Jessica y Cyprian bajan con una habilidad impresionante y Jessica ayuda a Carlos, quien por poco y lo obliga a tomar su mano. Nik baja de un salto cuál atleta. Quien estaba encargado del mapa es mi hijo, así que su rostro es cubierto por una enorme hoja. Lili y Andras están descansando en mi cabello luego de estar volando las cinco horas que llevamos aquí.

La isla era enorme, y sin calles, solo salvaje naturaleza muerta, lo que hace difícil salir del límite. El sol se está por ocultar en un par de minutos y quizás debemos acampar. Los soldados de Jessica cargan lo necesario para hacerlo.

—¿Vamos bien, hijo?—Me acerco a ellos.

Ambos me dan una mirada que me enciende, una chispa sospecha, alzo mi ceja, y me cruzo de brazos, esperando que respondan.

—Lo mejor será que acampemos—Dice Jessica. —El recorrido que nos falta para salir del límite es muy largo.

—Si seguimos a este paso, podemos toparnos con una densa oscuridad—Explica mi hijo. —Tal vez para los híbridos y vampiros no sea un problema, pero para nosotros sí.

Me pongo entremedio de ellos para observar el mapa, no entiendo, pero pretendo que sí. Asiento repetidas veces, con mi mano en el mentón.

—Yo opino igual—Digo.

Montar camping fue pan comido para Amina y los soldados de Jessica. Pero hacer fuego, esa fue la cuestión. El clima helado y sin vida de límite, se vuelve más intenso cuando el sol cae. Cyprian y Nikolas conjuran varias entorchas, y con el dolor en el alma de Jessica, usaron cinco de las diez botellas de whisky caro que trajo.

En primer lugar, ¿para qué las trajo? Esto es una misión. Pero ella niega tener un problema con el alcohol.

Ocho largas antorchas rodeaba el claro donde instalaron ocho carpas, al medio había una fogata, donde Lili y Andras jugaban y al lado hay una mesa donde estaba el mapa y Jessica y Amina repasaban los posibles ataques que Evamora podría hacer.

Yo las observo desde inicio de mi carpa, mientras me acomodo el abrigo. Cyprian habla y ellas lo escuchan con atención. Ambas asienten, de acuerdo con lo que él dijo.

—Quizás el problema es Diana Ayleen —Atlas sale de mi carpa, yo no respondo.

Él suspira tal y como una reina del drama. Lo volteo a ver, con el ceño fruncido, el muy descarado se había rodado uno de mis camisones, uno de los caros. Se gira, observándome con sus enormes ojos pardos.

—No me parece raro que se lleven bien, son exactamente iguales: mujeriegas, descaradas, infame, mentirosa, psicópatas, genocidas, infieles, asesinas…—Le doy un codazo. No necesito a nadie que me lo restregué en la cara cada cinco minutos. —No te enojes conmigo, sino con tu gusto en mujeres, porque ¡Uy, Uy, te vas a quemar, cariño!

—Y mi gusto en hombres también está por los suelos—Le recuerdo, él asiente con una sonrisa. —Quizás estoy pagando en un Karma familiar porque caer una vez es un error, pero ¿Dos?—Exclamó. —Sospecho que estoy pagando por todos los corazones que rompió mi tía abuela Rhea.

Nara pasaba la mitad de su crónica maldiciéndola hasta por respirar, y la otra, detallando lo bien que lo hacía. Tuve que prohibirle a Cyprian que leyera tres páginas entera donde ella narraba una vez de aquellas en el barco de Rhea, en plena tormenta.

—Y no dudo que fueran muchos, porque esa mujer, ¡Diosa Luna, esa mujer!— Dijo, casi derritiéndose.—Sería un honor ser decapitado por ella.

—Creo que las hormonas femeninas te están afectando.

—¿Sabes si busca una luna consorte?—Bromea, o eso espero. —Aprovechando que me quedaré así para siempre.

—Primero: eso sería incesto y demasiado perturbador— Enumero con mis dedos.—y segundo: no te quedarás así por siempre, solo está tardando un poco. Mastyr dijo que era normal.

—Y que sabe ese brujo de mierda, dijo que pasaría en unas horas y ya pasó un día, yo sigo con estas tetotas.

—Pues a tu hermana le fascinan... como no tienes idea.

Él arruga la nariz, y se sacude el cuerpo como si le hubiera escapado el alma. Yo esbocé una sonrisa burlona. En ese momento, Nik se nos acerca con una mueca triste.

—Es inútil, no quiere hablar—Confiesa. Mis ojos van directo a Carlos, que está sentado en un tronco, lejos de nosotros.

Atlas pone su cara seria, porque sabe el porqué del estado de Carlos. Él, al igual que todos, también intento hablar con él, pero no sé lo que Carlos le dijo que volvió con los ojos llorosos. Tampoco a Cyprian le responde, y eso realmente era preocupante.

—Lo intentaré otra vez—Digo.

—Diana, es inútil—Repite Nikolas—Cada uno tiene su tiempo.

—Pero tiene que saber que estamos con él y si lo ignoramos, pensará que no nos importa—Explique.

Agarro una manta y voy hacia él, cuando Amina se voltea a verme. Musito uno: "Estoy bien", ella asiente y vuelve la mirada al mapa. Cuando estoy a un paso de él, doy un suspiro, los nervios me erizan la piel, pero igualmente me doy la fuerza para sentarme a su lado. Cubro su helada espalda con la manta, y la acomodo con suavidad. Esbozo una pequeña sonrisa cuando él gira su cabeza para incrustar sus ojos en mi rostro.

—Hace frío ¿Verdad?—Dije.

Él se levanta bruscamente dejando caer la manta y camina bosque a dentro. Casi abofeteo por ser tan tonta. Apresuro mi paso para que no se aleje más, me interpongo en su camino, y lo tomo de los brazos.

—Perdóname—Susurro. —Pero no te alejes, podría ser peligroso.

—Suéltame, Diana Ayleen—Masculla entre dientes.

—Si volvemos al campamento.

Niega e intenta quitar mis brazos de él, sacudo la cabeza con desesperación y lo abrazo con fuerza. Su cuerpo se tensa completamente, haciéndome creer que mis brazos aprietan una piedra. Mis ojos se empañan con facilidad.

—Lamento tanto lo de Abel, amigo—Murmuro con un nudo en la garganta. — Todos lo lamentamos.

Su risa agria me hace fruncí el ceño, levanto mi mirada hacia él. Y en ese momento, debilito mi agarre.

—¿En serio lo lamentas, Diana?—Su pregunta me aprieta el pecho. Asiento de inmediato. —Déjame solo ¿Eres capaz o no?

Me aleja bruscamente, y da pasos en sentido contrario al campamento.

—Claro que no voy a dejarte sufrir solo porque eres mi mejor amigo… el único que me queda.

Se detiene, y me invade un alivio grato. Pero la paz no duró mucho en mi corazón, porque cuando se da vuelta, sus ojos no muestran más que frialdad y… ¿Odio?

—¿Por qué todo siempre tiene que tratarse de ti?—Escupe con rabia cada palabra.

Fruncí mi ceño. —¿Qué?

Se limpia las lágrimas con su mano y da un paso hacia mí.

—¿Acaso vas a morirte si el mundo no gira a tu alrededor?—Cuestiona con una sonrisa sin gracia alguna. Niego con la cabeza, sin entenderlo. —Necesitas la atención de todos, de Amina, Cyprian, Atlas y de Jessica, especialmente la de Jessica. —Cada vez está más cerca.—Estoy comenzando a creer que Adara tiene razón, ¡Tú estás obsesionada con Jessica!

El aire escapa de mis pulmones, como si su discurso de odio fueran puñetazos en el estómago.

—Sé qué estás sufriendo, amigo—Susurro, viendo mis pies. Hago mi mayor esfuerzo por retener mis lágrimas. —Pero tú sabes que eso no es verdad…—Mi tono se volvió inaudible.— Yo amo a Amina.

Solo es el dolor, necesita a alguien con quien desquitarse.

—¿Estás segura?—Pregunta. —Entonces, ¿por qué obligas a Amina y a Atlas a convivir con la asesina de su hermano? Incluso, pasas por encima de supuestamente “El amor de tu vida” para estar cerca de Jessica. En sus manos tiene la sangre de Abel, y a ti te vale mierda.

—Calma, Carlos. —Le pido. —La idea de que ella venga al viaje no fue mía, lo juro, fue…

—No te creo ni una mierda, Diana—Explota en mi cara. —Sabes, me equivoque, no creo que Adara tenga razón... Estoy seguro. — Dice. —Le perdonas todo a Jessica porque aún la amas.

Niego.

—Le perdonas cada acto cruel porque lo sabes... Siempre supiste lo despiadada y mala que Jessica era, sabías las atrocidades que hacía cuando bajaba a los calabozos y, sin embargo, cuando volvía, te le entregabas a ella, a penas, cruzaba la puerta, aunque sus manos aún estuvieran manchadas de sangre.

—¡Basta, Carlos! ¡Eso es mentira!

—Incluso la disculpabas cuando te dejaba sola por días enteros sin contestarte el teléfono, cuanto te trataba con frialdad y te ignoraba—Ruge y yo ya estaba llorando sin poder frenarlo. — Amina solo es un escape, porque te ama de la manera que siempre quisiste que Jessica te amara. Te pone como su prioridad, como deseabas que Jessica lo hiciera.—Dice. —¿Pero qué crees? Amina no es Jessica.

Sollozo, y con los puños me seco las lágrimas mientras niego con la cabeza. Nada de lo que dice es verdad, pero la rabia en sus ojos y el odio en su tono de voz me colapsan.

Es mi mejor amigo y me habla como si fuera el peor de mis enemigos.

—Y va a llegar el día que Jessica matara a Amina, tal y como lo hizo con Abel, y todo será tu culpa otra vez— Ataca con ferocidad.— Y la vas a perdonar como ahora, y correrás a sus brazos nuevamente, porque esa es la prueba de amor que necesitas ¡Jessica está dispuesta a todo por ti! —Se acerca a estar a un suspiro de mi rostro— Todo lo que pasó, pasa y pasará, es por tu culpa, Diana Ayleen. Eres la creadora de todas las desgracias que pasan en nuestras vidas.

Se da vuelta bruscamente, yendo otra vez al bosque. Y esta vez la sombra negra, la que vi al principio, vuelve a aparecer fugazmente en uno de los árboles frente a él, pero esta vez es más grande. No lo dudo, y corro hacia Carlos.

—Espera, Carlos…—Tomo su brazo, pero no termino mi frase, cuando él me empuja lejos con una fuerza desconocida.

Pierdo el equilibrio, y me caigo, pero colina abajo, dando vuelta un par de veces, mis extremidades se adormecen por los golpes en las piedras y las espinas de los arbustos. Me detengo a los pies de la colina, mis brazos y piernas tienen rasguños.

La cabeza me da vueltas y cuando intento levantarme, mis piernas fallan cuando intento levantarme.

—¿Carlos?—Al levantar mi cabeza con suavidad, noto que ya no había nadie en la colina.

No logro ver donde estoy, la luz de luna era escasa por unos segundos, pero cuando la nube que la cubría se desliza, un rayo de su luz apunta directo a este lugar.

Mi corazón se retuerce al ver donde estoy. Unos enormes colmillos estaban a punto de rebanar la punta de mi nariz, y unos negros me miraban sin pestañear. Me levanto a pesar de mi dolor, y observo la escena, los cuerpos de híbridos salvajes, en su estado animal y una humana, estaban apilados en una montaña de mi altura, con lanzas y estacas en el pecho y la garganta.

Parecían estar petrificados, como el cuerpo de una momia de 1000 años, pero el frío los conservó bien. Mis manos tiemblan, viendo como uno de ellos, uno en estado animal tiene veinte flechas en la boca.

—Rulos— Amina me envuelve con sus brazos

—Mamá.

—Bombón.

Todos se quedan callados al ver lo mismo que yo. Y creo que en cada una de sus mentes, pasa la misma pregunta que en la mía: ¿Qué carajos pasó aquí?

─•── )○( ───•─

Los soldados de Jessica rodeaban la montaña de híbridos salvajes con sus antorchas, y Atlas y Nikolas también andaba de observador. Amina está de rodillas frente a mí, curando las heridas de mis piernas con un paño de agua caliente. Lili y Andras, estaba en mi cabello, cuidándome.

—¿Quién te empujo, Diana?—Pregunta Amina. Mis ojos van hacia Carlos, quien está parado, observando la montaña, pero al sentir los ojos de Amina sobre él, baja la mirada y encoge los hombros.— ¿Fue él?

La miro, sus ojos verdes están tratando de controlando el amarillo furioso.

—Ya te dije que me resbale, Carlos ya se estaba devolviendo al campamento y no pudo alcanzarme— Le explique.

No me creo, pero tampoco pregunta más, solo se dedica a curarme. Aprieto más su mano, y por un momento recuerdo las palabras de Carlos, y la apego más a mí.

—¿Cómo es que no viste una montaña de tres metros de largo la última vez que viniste?—Le cuestiona Jessica.

—No estaba cuando yo vine—Explica Amina.

—¿Segura?— Amina relame sus labios, tratando de mantenerse lo más calmada posible y asiente. — No lo creo, es obvio que esto lleva décadas aquí.

Amina la mira con frialdad.

—No van a pelear ahora, por favor—Las regaño.

Amina baja la cabeza y termina de limpiar los arañazos de mi rodilla izquierda. Veo a Cyprian acerca, su rostro no pronostica nada bueno. Sostiene la crónica de Nara en sus brazos, pero cuando está frente a mí, la deja a mi lado.

—Mamá, tienes que ver esto.

—Está herida, Cyprian, ya está lo suficientemente nerviosa—Insinúa Amina.

Ella sabe lo que me va a decir, y Jessica también.

—Necesita saberlo—Espeta mi hijo, extendiéndome su mano.

Me levanto y me ayuda rodear la montaña, hasta llegar a un híbrido gris, en estado animal, solo se ve su cabeza porque su cuerpo está enterrado entre otros cuerpos. Me señala sus colmillos, acercando un poco la antorcha.

Ambos colmillos negros destellan por el fuego. El pulso se me acelera. No puede ser lo que creo que es. Alzo mi dedo índice hacia él, y sin necesidad de tocarlo, la punta de este arde como mil demonios.

La alejo de inmediato.

—Es ónix—Musito.

—La mayoría aquí los tiene así, alguien les extirpó los colmillos naturales y los reemplazó, por eso—Dice Cyprian.—Quizás para usarlos como un arma.

—¿Pero quién?— Digo, volteo a ver a las chicas—¿Eckvan?

—Lo dudo—Dice Amina.—Solo utiliza a los híbridos como hostal para demonios.

—Entonces Rhea—Digo. —¿Creí que en la crónica decía que los híbridos nocturnos y los salvajes no se llevaban bien?

—Pero eso fue antes de crear el límite—Dice Jessica. —Ahora tienen un enemigo en común, es suficiente razón para unirse.

—Me arriesgo a decir que ello no lleva más de un año aquí— Espeta Cy.

—Pero si son sus aliados, ¿por qué los mató?—Cuestiono.

La confusión se cruza en todos los rostros. La situación no tenía nada de sentido, y nos dejaba peor de lo que estábamos. Creo que moriremos sin entender esto.

Las Eckvan somos complicadas por naturaleza, al igual que bonitas.

—¿Qué carajos está haciendo?—Jessica interrumpe el silencio, observando al otro lado de la colina. Atlas vertía dos botellas Whisky sobre los cuerpos, mientras Nikolas sostenía una antorcha. —Oh, este hijo de puta ya marcó su sentencia de muerte.

Todos corrimos hacia él con urgencia, Cyprian se puso delante de Jessica para que no hiciera una locura, al ver sus botellas vacías.

—¿Qué haces, Atlas?—Pregunté.

—No planeo dormir con esto al lado—Dice, le quita la antorcha a Nik.

Nikolas suspira, cansado.

—Es tan perseverante—Exclama. —Y manipulador, creo que es cabello rojo le está afectando.

—¡Atlas, no!— Grita Cyprian.

Jessica y Amina intentan evitarlo, pero creo que no son capaces de herirlo y él se ha vuelto escurridizo gracias a mi altura. Y lanza la antorcha.

—¿Qué pasa? Ya están muertos— Espeta él, sacudiéndose las manos.—Eso es matar dos pájaros de un tiro.

El fuego rápidamente comienza consumir toda la montaña de cuerpos.

—Y esa es la inteligencia que les espera a la descendencia Belanger—Insinúa Jessica, mirándome de reojo.

—Se puede incendiar el bosque, ¿lo sabes, verdad?—Le pregunta Cyprian.

—Oh, no, Diosa, se perderán los árboles podridos y la vegetación se...—Se calla de inmediato.

Su rostro se pone serio, como el de una persona que está a punto de vomitar. Todos nos alejamos unos pasos.

—¿Estás bien, Atlas?—Le pregunta Amina.

Su cabello comienza a oscurecerse, y disminuir, el cuerpo comienza a alargarse, y su piel a oscurecerse.

Al fin, Diosa mía, muchas gracias.

Solo cabe una Diana Ayleen en este mundo.

Siento las manos de Amina apretar mis hombros con una fuerza extrañamente bruta. Fruncí el ceño y dirigí mi mirada a ella, que está a mis espaldas. Jessica y Cyprian también miraban a donde Amina lo hacía y no a Atlas.

Mis ojos siguen esa dirección, y ni el ardor del fuego pudo evitar que mi cuerpo se helara por completo.

Los cuerpos se están moviendo.

Los cuerpos petrificados mueven sus extremidades en llamas.

El de la cima, se levanta, un enorme hibrido salvaje de colmillos de ónix y garras largas. Aun así, en llamas, dirige sus pupilas ennegrecidas hacia nosotros.

—Al fin yo—Atlas exclama una sonrisa, mi camisón sexi apenas le tapa la entrepierna, pero no puede ser más feliz, ignorando su alrededor.—¿Qué pasa?

El híbrido, el aullido más extraño y aterrador que haya oído, y el rostro de Atlas palideció. La montaña entera comienza a convulsionar. Y el que está de pie, empieza a bajar a toda velocidad.

—¡Corran!

Amina me sube a su hombro y comienza a correr, Cyprian y Nik nos sigue y junto a Jessica y Atlas en camisón, y toma a Carlos en sus hombros, pero este exige lo bajé, dándole una patada en la entrepierna.

—Reza a todos los santos que mi hermano te amaba, gay malagradecido—Masculla con los dientes apretados.

Los soldados comienzan a dispararles, pero ellos son ágiles y más agresivos a los que estamos acostumbrados. Al llegar al campamento, Cyprian toma el mapa y su brújula. Y Jessica se echa al hombro su mochila con sus botellas de Whisky.

Lili sale de mi cabello seguido de Andras y el corazón se me pone a mil, solo me imagino los colmillos de los híbridos en mis preciosos demonios.

—No, no, ¡Lili!— Grito.

—¡Por aquí!—Grita Amina.

Ella nos está guiando, mientras Lili y Andras nos quitaba los híbridos más cerca de nosotros. Cyprian y Nik lanzan uno que otro de ellos lejos. Incluso, mi hijo le revienta la cabeza a uno de ellos. Pero era inútil, mientras un híbrido este dentro del límite, siempre va a revivir.

Amina soy la primera en entrar a una base de la Alianza en medio del caos, seguramente fue construida de en el tiempo que ella vino a matar a los híbridos, aquí, Amina sale a ayudar a los demás y luego entra Nik, Atlas y Carlos.

—Mis hijos—Digo. —¡Cyprian!

Atlas me detiene cuando un híbrido entra, en su estado animal, suelta un gruñido que hiere mis oídos. De su boca sale una espuma blanca, gruñe con una extraña gravedad y no le importa que esté en llamas, quiere matarnos como de lugar.

Cuando alza su garra, pero cuando está a punto de atacar, su cuerpo comienza a quemarse por completo, se consume en cosa de segundos y solo quedan sus cenizas negras volando en aire.

Estamos en terreno de Alianza, aquí no entrar híbridos que sean del límite.

Cyprian con Andras y Jessica entran, con siete soldados. Corro a abrazar a mi hijo, y verifico si está bien, pero mi corazón no para de doler.

—¿Amina y Lili?—Pregunto.

—Venían detrás de nosotros—Exclama Cyprian.

El alma me vuelve al cuerpo cuando la veo entrar, cerrando la puerta de hierro. Corrí hacia ella, con una sonrisa.

—¿Y Lili?—Pregunto.

Ella aprieta sus labios.

—¿Qué eran esas mierdas?—Pregunta en un grito Nikolas. —Porque eso no es normal.

—Tienen rabia—Musita Jessica— Por eso Rhea los dejo aquí. No estaban muertos, estaban paralizados y el fuego de este imbécil ¡Los despertó!

—¿Y como se supone que yo iba a saber eso?—Dice Atlas.

Amina me extiende sus manos, y abre las palmas. Lili no era más que una canica negra, herida como la encontré aquella vez, la tomo en mis manos y ella se retuerce.  En su cuerpo tiene astillas de ónix tan pequeñas como la punta de una aguja y le duele como tal, caigo de rodillas, observándola.

—Voy a salvarte—Le susurro, acariciando su colita con suavidad. — lo juro por mi vida.

****

Mi Lili 😭😭😭 mi demonia coquette.

🩸¿Qué les pareció este cap de regreso fugaz?

🩸¿Quien quiere que Lili se salve?

🩸¿Qué les parecio la reacción y las palabras de Carlos? Es verdad? Reacciono como una mierda??

🩸Recuerden que si quieren saber más sobre Rhea Eckvan y Nara hay un libro en mi perfil llamado "The Black Orbe" la anecdota del 😏 en un barco en medio de una tormenta suena interesante ¿O no? 👀👀 Ya tengo toda la escena en mi mente. Esa mujer es 🔥🔥

Por favor no olvidar que estoy con mucho trabajo y no puedo actualizar tan seguido como antes y tambien recordar que  JESSICA Y AMINA 🚫NO🚫 TIENE PITO🤺🤺 (Querid@ Falconi que no tenga tiempo ni para escribir no significa que no te estoy observando, porque si lo estoy haciendo, por favor abstengase de comentar si comentara mamadas, le quiero mucho🫶)

Gracias por leerme y por seguir aquí💖💖 las tkm.

Byeee

Continue Reading

You'll Also Like

5K 459 17
★ 𝐬𝐩𝐫𝐮𝐚𝐧┊juan intenta escapar del coliseo pero necesita ayuda del mejor gladiador de la zona y ese es spreen
6K 532 6
Cortos de la vida de esta pareja. Los capítulos no tienen conexión uno con el otro. Los personajes pertenecen a la serie "The Mentalist". Ni la porta...
29.7K 3.2K 45
Eddie es un chico de buena familia y un malcriado, y Grace busca trabajo por motivos personales. Llega a trabajar donde los Munson, y cuando cree que...
268K 24.9K 32
Desde pequeñas fuimos forzadas a vernos en reuniones familiares, intentaron por todos los medios que siguiéramos el legado de hermandad pero eso nunc...