Tú y yo paranormal

By Vidavirix

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Fue enviada a investigar un asesinato en un pueblo pequeño, el único testigo y posible sospechoso es Cainán D... More

Sinopsis
Sombras de Norville
1: Cainán Done
2: Día y noche
3: ¿En quién confiar?
4: ¿Conocías a Lucila?
5: Son A y B
6: Excepto contigo
7: No es un beso
8: Otro cadáver
9: Argumentos para todo
10: Alguien normal
11: Cosas básicas
12: El asesino y su presa
13: El mismísimo Norville
14: ¿Quién o qué es eso?
15: La bella durmiente
17: Pérdida de amistad
18: Solo se disfruta una vez
19: El clan Mareum
20: Carta de bienvenida
21: El más placentero pecado
22: Un sismo en Norville
23: La ley del infierno
24: Seamos sinceros
25: Ideas entre los espejos
26: Consejos de un amigo
27: Un almuerzo de aliados
28: Siguiendo a la sombra
29: Decepción y desconfianza
30: Un horrible dolor
31: Unas simples reglas
32: Liberar a la bruja
33: Lastimar a un demonio
34: Seguro de vida
35: Júraselo al karma
36: Sentimientos de lluvia
37: Enfrentar los miedos
38: La mordida de un condenado
39: Orgullo de demonio
40: Comida podrida
41: Una vida normal
42: Corazones y garras
43: Viajar al infierno
44: Unirse al paralelo
45: Admitir la humillación
46: Dos tipos de señales
47: Una pizca de demonio
48: Es hermosa
49: El altar de Norville
50: La pesadilla acabó
51: Final parte 1
52: Final parte 2
Epílogo
Nota de autora

16: Pistas equivocadas

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By Vidavirix

Adara

Mi celular suena de manera incesante, mientras yo me remuevo en la cama. No es mi despertador, es una llamada, sin embargo, estoy tan a gusto que me tardo en agarrar el móvil. Creo que es de la comisaría, no reconozco el número, debe ser un interno. Me rasco la cabeza, me inclino y recién pongo el teléfono en mi oreja.

—¿Sí?

—¡Hola, soy Triana, tu compañera! ¿Me recuerdas? —habla de manera tan efusiva que me desespera, pues acabo de despertar—. La hermana adoptiva de Elerick... ¿Hola?

Elerick.

Cierto, ayer fue una noche muy extraña y perturbadora. Puedo constatarlo porque desperté en este cuarto. Es seguro que no fue una pesadilla, ya no puedo negarlo más, Cainán es un demonio. Me pregunto si esta chica también lo es, aunque dijo adoptiva, repite mucho eso. Un poco curioso que lo resalte. Todavía puedo recordar los ojos de B, acechándome, y el beso de A...

—¿Hola? —insiste.

—Sí, lo siento. —Reacciono—. ¿Qué decías?

—Murieron unos campistas anoche, cerca de la mansión del señor Cainán Done, nuestro sospechoso.

Otros muertos, y esta vez es más de uno.

—Yo... —No quiero saber nada más de esto—. ¿Me puedes hacer un favor? —le pido.

—Claro, te escucho.

—Estoy depositando mi confianza en ti, no me falles —asevero.

—Claro, maestra.

Cainán B

Hay una cinta de precaución alrededor de una escena del crimen, que yo no cometí. Qué gracioso, esa pudo haber sido mi cena. La policía está rodeando la zona del bosque, y los presentes me ignoran cuando me ven. Lo bueno es que ya comí anoche, pero esta masacre es pasarse.

«¿En serio?», se pronuncia A.

Me río, ya que tiene razón, sí soy capaz, él es el precavido. Avanzo, pasando los pastizales y algunas hojas. Hay bastantes arbustos, pero puedo rodear el lugar. Frunzo el ceño al visualizar a Elerick, el cual mira la escena desde lo lejos.

«No hagas ningún desastre».

—Cállate. —Refunfuño.

«Es obvio que no fue él. Además, siento que conozco a estos campistas, no tiene sentido».

Las teorías de A me dan curiosidad, pues a mí me ocurrió lo mismo con la tal Lucila y el hombre de la cabaña. Como sea, solo me importa partirle la cara a Elerick de una vez por todas, así que desactivo a mi otro yo, antes de que se queje por mis acciones, con las cuales no está muy de acuerdo.

—¡Hola, hola! —Sonrío, levantando la mano, al aproximarme al moreno—. ¡A dice que no fuiste tú, pero ya sabes como soy...! —Me acerco a gran velocidad y lo agarro del cuello, empujándolo contra un árbol, donde los humanos no nos vean—. Será bien placentero, cortarte la cabeza.

Elerick sonríe, tranquilo, lo que me irrita más.

—¿No eras la personalidad carismática?

—No para el que me cae mal —farfullo.

—¿Y yo qué te hice?

—Ser raro y decir que te gusta mi sangre, ¿te parece poco?

—No confundas mis palabras, dije que me gusta ver sangre, no es lo mismo. Por eso es que tú y yo nos podríamos entender mejor. A es más pacífico, no como nosotros.

Convierto mi mano en garra y presiono más su cuello.

—Creo que el que está confundido eres tú, no conoces a A en realidad. —Observo en dirección a la escena del crimen, luego suelto a Elerick y retrocedo, acto seguido sonrío—. El asesino siempre regresa a donde cometió el asesinato. Fuiste tú, ¿cierto? ¡Vamos, admítelo! Así me río de A.

—Hubiera sido un gran festín, pero no. —Se acomoda su corbata.

—¿Fueron tus amiguitos de la mafia o fue tu clan?

—Los humanos no hacen ese desastre, pero tampoco fue uno de los míos, así que estoy averiguando, porque por supuesto que no has sido tú.

—Claro que no, A limpia mis desastres. —Me río—. Y los suyos también. —Giro a mirar la escena al fondo de la pendiente—. Pero alguien me quiere culpar, al parecer, así que si tienes idea de cómo conozco a estas personas sin recordarlas, sería de muy buena ayuda.

—Sabía que entendías que te estaba cuidando.

—Neh, ni A te cree esa, solo cuidas tu culo. —Me giro a mirarlo.

Se acerca y me agarra de la barbilla.

—Entre demonios hay que cuidarnos.

Lo observo de manera asesina y se aparta cuando intento cortarle el brazo.

—Te dije, eres raro —opino.

Se ríe.

—En absoluto. Creo que imaginas cosas, yo solo quiero que A y tú vengan al clan, estarán más seguros allí. Entiende, un suceso extravagante está pasando y tengo que cuidar de los míos.

—No nos interesa. —Sonrío—. No molestes más y, por último, no te vuelvas a meter con Adara.

Hace un silencio mientras me observa, luego de un rato recién contesta.

—Adara Kyleth no creo que sea alguien de fiar. Calma... —aclara cuando frunzo el ceño—. No quiero sembrar la semilla de la duda con tu supuesta comida favorita, pero tienes que admitir que es sospechoso que siga por aquí, y sé que tú desconfías de ella.

—A se está encargando —digo, tranquilo.

—Sé que confías en ese lado tuyo...

—A veces. —Me río.

—Pero... —continúa—. Nunca está de más una segunda opinión. ¿Quién es Adara y por qué llega justo cuando esto te está pasando? —Señala la escena del crimen—. ¿De verdad es coincidencia?

—¿Has notado que es una estúpida? —aclaro—. Tardé mucho para que se dé cuenta de que soy un demonio y que acepte que Norville no es un lugar normal, recién hace nada.

—Interesante —opina, sereno—. Entonces, quizás no es ella el problema, es probable que sea su superior. Seguramente, estuvimos observando las pistas de manera equivocada.

Me río.

—Tienes un buen punto, pero su superior no está aquí.

Dejo de sonreír, cuando me doy cuenta de que la mencionada, ya no se encuentra en mi mansión, se ha ido. Su corazón se escucha cada vez más lejos. Creí que A la mantendría más tiempo dormida, qué aburrido.

Adara

Llego a la parada de buses y veo correr a Triana hasta mí. Se detiene, respirando agitada, por todo el esfuerzo, le puso mucho empeño. Se inclina, entonces hace una gran sonrisa, luego me entrega un boleto.

—¡El último!

—Sabía que no me venderían uno si lo compraba yo, gracias. —Sonrío, aliviada—. No puedo creer que me ayudaras.

—Te dije que podías confiar, pero... —Se queda pensativa—. ¿En serio te vas?

—Entendí que Norville no es para mí —acoto, seria.

—Hum, bueno, eso significa que eres normal.

Me mantengo, observándola, fijamente.

—¿Tú no lo eres?

Se sonroja mientras se ríe.

—Yo...

—Sé lo de los demonios... —Me callo, luego reacciono—. Lo siento, suena loco lo que digo, olvídalo.

—Bueno, entonces puedo contártelo —confiesa de repente—. Le vendí mi alma a Elerick, por esta razón me encuentro en Norville.

—¿Disculpa? —Quedo en shock.

—Le pertenezco, por eso no puedo salir del pueblo, por eso estoy aquí.

—O sea que sí eres humana.

Se ríe otra vez, aunque en esta ocasión con más confianza.

—Claro que sí.

—¿Y hay algo que pueda hacer para ayudarte? —expreso, preocupada.

—Estoy bien, no es tan malo como parece.

—Ese tipo me quiso matar —aclaro.

—Y sí, es un demonio —dice, tranquila—. Lo raro sería que te quiera salvar. —Se ríe.

—Cainán no es así... —Hago una pausa—. Bueno, depende.

—Ya estás empezando a entenderlos.

—No comprendo algo tan cuestionable y no quiero hacerlo, por eso necesito irme. No importa lo mucho que me atraiga, es muy amoral, poco ético, perturbador y para nada normal. Prefiero volver a mi realidad, pensando que todo esto solo ha sido una de mis pesadillas, quizás visitar a un psiquiatra o algo así. —Suspiro, cansada—. Como sea, gracias por conseguirme el boleto, ya me marcho. Buena suerte con lo que implique haberte convertido en la subordinada de un demonio, aunque suene muy raro.

Mantiene la sonrisa.

—Gracias a ti, es bueno escuchar palabras de alguien que casi cae como yo.

—Si tú lo dices... —Levanto mi morral—. Adiós.

Me dirijo a la parada del micro, pero por el megáfono escucho de repente que se ha cancelado el viaje. ¿Es en serio? Maldita sea. Giro mi vista, ya se ha ido Triana, parecía sincera. Me dirijo a la boletería y pregunto por la situación, sin generar sospechas, pero luego de un rato, terminan cerrándome la persiana en la cara. Qué amables los de la ventanilla, encima ya cancelé mi hospedaje en el hotel, ¿y ahora?

Suspiro y miro mi móvil. No quiero llamarlo, pero es mi única opción y uno de mis superiores. Espero que no se enoje, no he hablado con él en un tiempo. De solo pensarlo mis mejillas arden. La última vez que hablamos, le confesé que lo extrañaba. Me muero de la vergüenza, pero debo hacerlo, es el único de ellos que me ayudaría y no me haría quedar mal como agente policial. Levanto el celular, entonces lo posiciono en mi oreja. Por favor, que atienda y no se me entrecorten las palabras.

—Hola, Akil.

—¿Adara? —Se sorprende.

Siento mi corazón moverse.

—¿Me puedes venir a buscar? 

¿Quién será Akil y qué tendrá que ver con todo esto?

¿Cainán se pondrá celoso? Nótese cómo reaccionó Adara al llamarlo, él se va a dar cuenta, es obvio.

¿Quién será peor poniéndose celoso? ¿A o B? ¿Ambos al mismo nivel?

Por último, momento shipps: Gente, debo confesar que shippeo a Elerick con lo que sea, se ha vuelto mi personaje favorito de este libro. Me van mucho los tranquilos JAJAJA. Lo admito, hubo un tiempo en que lo shippeé con B, pero el shipp con Triana, me puede y mucho 😍

Saludos, Vivi.

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