El Último Suspiro

Oleh NoamiEloiso

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En un rincón oscuro de su corazón, Jude Dreven llevaba consigo el peso del pasado. Cada recuerdo, cada herida... Lebih Banyak

LIBRO 1: El Último Suspiro
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Capitulo 54 - Final
LIBRO 2 : El Último Aliento
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10

Capitulo 5

20 1 0
Oleh NoamiEloiso

Mis ojos se abrieron y se volvieron a cerrar rápidamente al ver la luz que entraba por la ventana, espere unos segundo y los volví a abrir dejándome acostumbrar a luz nuevamente

Mi mirada se centro en el techo qué era lo más interesante para mi en estos momentos, entonces por fin gire mi cabeza hacia el costado y me quede viendo a aquella mujer que estaba aún costado de mi, desnuda bajo las sábanas blancas, los sucesos de anoche aparecieron en mi cabeza rápidamente haciéndome apretar los labios en una fina linia con algo de molestia, no era para menos, no podría decir que Delia era una maldita porque no era su culpa, yo era el maldito qué se dejó llevar por el dolor del pasado y que a mi pesar me encamine a su casa borracho buscando algo que me hiciera olvidar lo que había recordado en la noche de ayer en aquel bar, qué mientras tomaba demasiado recordaba a aquella chica de cabello negro y ojos del mismo color

Aun la odiaba

Aun la amas

Esta muerta

Como tu en vida

Me resfregue las manos por el rostro queriendo desaparecer en este instante, solo que la realidad no me la haría tan fácil, en el instante en que me senté en la cama desnudo buscando mi ropa que estaba tirada en el suelo, senti el cuerpo de Delia removerse detrás de mi, sabía que había despertado y su voz me hizo acertar en el hecho.

—¿Ya te vas?.

Gire mi cabeza solo un poco y la mire de reojo, Delia se había sentado en la cama, su espalda estaba apoyada en el respaldar y sus manos no dejaban caer la sábana que tapaba sus pechos
y su cuerpo entero. Deje de mirarla, agache la cabeza y estire mi brazo para tomar mi remera y mi pantalón, también aquel bóxer qué me lo puse rápidamente tapando mi culo de aquellos ojos fijos en mi. Sabía que Delia me estaba mirando, poco me importo que lo hiciera seguí vistiendome delante suyo dandole la espalda.

Como me odio en estos momentos.

El alchol fue el causante.

No, no lo fue, no puedo culpar al alchol de mis acciones, es por eso que me odio, ya había cortado relación con ella hace un mes, volví a sus brazos buscando olvidar a quien en verdad me taladra el corazón, use a Delia para mi propios problemas internos, y yo no era así ¿Qué me había pasado? ¿Qué había pasado con el Noah Stelee antiguo?.

Desaprecio cuando ella se fue.

Claro que lo hizo.

—Debo irme—mormuro sin mirarla

—¿No quieres desayunar?—soltó a lo bajo —Puedo prepararte tu café

El café que prepara Delia nunca sería como el de Jude.

—No—artículo —Desayunare en la empresa—agrego, sabiendo que no tenía que agarrarmela con ella —Bien, adiós.

Tome mi celular de la mesita de luz, rodie la cama sin mirarla hasta llegar a la puerta, pero para mi sorpresa, frene delante de aquella puerta y le hable sin mirarla.

—No...fue mi intención volver luego de un mes—expreso —No es mi intención tampoco usarte cuando a mi se me plasca

Por fin me giro y la miro, ella tenía su mirada hacia el frente sin mirarme se había quedado en silencio.

—Delia, estaba borracho, y se que no es excusa, para mi tampoco lo es, pero no entiendo porque siempre vengo aquí.

Ella giró su cabeza lentamente y me miró, una sonrisa triste se curvo en su boca.

—Es porque me amas—suspire como las tantas veces que ella me soltaba aquello —Y no puedes aceptarlo, es eso, siempre volverás a mi, aunque te niegues a aceptar la verdad de las cosas.

—Yo no te amo—mormuro mirandola fijamente —Y a ti te duele aceptarlo

—Aun estas confundido—espeta con el ceño fruncido —Con el tiempo entenderás que siempre fui yo, soy yo la mujer de tu...

—No—la corte con seriedad —Tu no eres eso—susurro

—En algún momento lo seré—dice con firmeza en sus palabras —Te prometo que seremos felices

—Delia—le advierto que no siga, ella aun así sigue hablando.

—Nos casaremos, seré tu esposa y tendremos hijos—hablo con rapides con sus ojos cristalizandoce —Pero no sucedara porque...

—Porque no te amo—complete por ella.

—Porque aun seguís pensando en la idiota de tu novia muerta—escupió con molestia —Esta muerta hace cuatro años

Aprete mis labios molesto y mis manos se cerraron en un puño con enojo, la mire con bronca

—No hables de ella—le suelto fríamente —No quiero ni que pienses en ella ¿Has entendido?

Ella sonrio con maldad y con algo de dolor.

—Se cumple casi un año de que cogemos

Desvie mi mirada de ella con una sonrisa amarga en mis labios, volví a verla, ella clavaba sus ojos en mi como estacas.

—Eso no significa que somos algo

—¿Sabes como me siento cuando hablas de ella?

—Yo nunca hable de ella contigo—contrataco.

—Lo hiciste—susurro —Cada que venias borracho me hablabas de ellas y ayer hiciste lo mismo.—sonrio con tristeza —¿Porque no puedes olvidarla?...yo puedo hacerte feliz

Trague saliva, negué con la cabeza

—No puedes hacerme feliz

—Puedo hacerlo, es que tu no me das la oportunidad.

—Alguien que sigue aún enamorado de otra persona no puede darce la chance de amar nuevamente.

—Noah

—No—la corte —No volvera a pasar, no quiero ser uno de esos de hombres

—¿Qué tipos de hombres?—pregunto en un susurro —Tu no eres como ellos

—No quiero ser el hombre que esta con una mujer para olvidarce de otra.

Ella se quedó en silencio, con su mirada puesta en mi sin desviarla, ella nunca quitaría sus ojos de mi rostro, cada discusión, conversación o platica ella no la quitaba.

—Yo te amo.—soltó en un hilo de voz

—No puedo hacerte feliz—volví a decir.

—Desde que empezaste a trabajar en la empresa me sentí atraída por ti

La mire con sorpresa ante su confesión, me removí en mi lugar quitando ese remolino de mi cabeza.

—En ese entonces estaba en pareja

—Ya no estas en pareja—reitera

—Delia, para, no quiero lastimarte, eres una buena mujer, pero no eres la mujer de mi vida.

Ella no dijo más, yo tampoco lo hice, solamente salí de esa habitación sin volver a mirarla, esperaba muy dentro qué entendíera qué no podía amarla, no sentia ningún sentimiento hacia ella, no la veía como amistad no la veía como nada en mi vida, era una desconocida. Una desconocida en donde decidí meterme en su cama cada que recordaba lo vivido de hace cuatro años atrás. Alguien que, lastimosamente lastimó, Delia es buena persona, admito que es bonita muy impulsiva, muy audaz, muy inteligente, es el tipo de mujer que quisiera cualquier hombre en su vida pero yo no la quiero, nunca lo haría.

Saco mi celular de mi bolsillo la pantalla se ilumina con mensajes de Dax, Chad y Amelia ningúno que sea de Máx, había pasado unos cuatro días de la vez que fuimos al parke con Ada, ninguno se hablaba con él otro nos ignoramos si había reunión en casa de Dax, ninguno iba a dar el paso de hablar, ambos teníamos orgullo si el no me pedía perdón yo tampoco lo haría. Maldeci hacia mis adentros cuando note la hora en mi celular

10:24am

Debía estar puntualmente en la empresa a las diez y media o si no Troy me mataría, volví a maldecir esta vez en el aire cuando la pantalla de mi celular brillo con una llamada del nombrado, aquel hombre podía ser un dolor en culo pero también podía ser un buen confidente y amigo

Troy Cruxe es mi manager y amigo en la empresa, uno de los pocos y únicos con los que hablaba en aquella empresa, cruze la calle cuando note mi auto estacionado en el frente, rápidamente me toco el cuerpo buscando las llaves, gracias a dios estaban en mi bolsillo trasero las saco y bufo cuando mi celular vibras y suena con llamadas y mensajes de Troy. Respire hondo al sentarme dentro del auto, decidi responder ante la insistencia de aquel amigo quien estaba seguro que me gritaría cuando respondiera, y tenia razón si me grito.

—¿¡Se puede saber donde mierda estas!?—chillo en un grito —¡Eres un impuntual!

Entorne mis ojos encendiendo el auto, con una sola mano manaje mientras que con la otra escucho el sermón de Troy tras la llamada.

—Siempre es lo mismo—mascullo
—Espero que tu tardanza no sea por no despertar temprano.

—Estaba en la casa de Delia—artículo
—Solo dame unos minutos y estare ahí.

—¿Te has vuelto a acostar con el personal?

Su pregunta me hace fruncir el ceño ligeramente mientras manejo

—Solo fueron unas veces, y solo con ella.

—Para nadie en la empresa es un secreto que te acuestas con Delia

—¿Quien fue el chismoso?

—Ella misma lo divulgó.

—Troy estaré en unos minutos—digo entre dientes.

—Espera...

Corte la llamada sin importarme luego que me gritara su frustración de no obedecerlo. ¿Enserio Delia divulgó qué se acostaba con uno de los compositores de la empresa? ¿No tenía ni un poco de vergüenza acaso?

Aprete el volante con enojo, me molestaba el hecho de que todo el mundo supiera que me acuesto con una de las trabajadoras de la empresa enserio lo hacía, odio que la gente hable de mi a mis espaldas, que mormuren y me miren con intriga de saber más de mi vida privada

Unos minutos largos tarde en llegar a la empresa y ya estaba estacionando el auto frente al gran edificio donde trabajo, intente no sonreir nervioso al ver a Troy fuera del edificio con sus brazos cruzados entre sí mirándome con cierta molestia en sus ojos

Mi amigo Troy es un hombre negro alto, es super divertido cuando no habla de trabajo lo es mucho más cuando juega a los video juegos en su celular, uno de sus juegos favoritos es donde debe matar zombis y sobrevivir, si el tiene un vicio exagerado con los video juegos y con los zombis, se a visto toda la serie de The walking Dead

—Ey—intente apasiguar las cosas, algo que sabia que no funcionaria con la personalidad de Troy —Me he tardado unos minutos más—agrego con una sonrisa pequeña —Pero he llegado a la meta

Troy apretó sus labios, sus ojos se entrecerraron hacia mi con cierta intriga y irritación. El me señaló acusadoramente yo levante mis manos en el aire en son de paz, siempre me causaba diversion lo molesto que se ponía Troy al ver que me burlaba en su propia cara.

—Debería despedirte

Lo miro con burla en mis ojos y en todo mi rostro.

—¿Y como piensas ganar dinero luego?

El bufo dejandome de señalar

—Es por eso que no te despido, tu haces dinero tu me das dinero

—¿Y tu que haces para ganarte el dinero?

—Fijarme qué un compositor imbécil haga su trabajo—dice entre dientes
—Algo que me esta hartando

Me lleve una mano al corazón y con una fingida mueca de tristeza le conteste.

—Me dolió lo de imbécil

—Ya—advirtió —Dejate de estupideces y entra a trabajar

—Ya termine la nueva canción ayer en la tarde sin decirte, así que estoy libre.—sonrio con orgullo cuando Troy se queda con los labios entre abiertos sin poder decir algo —Esta en el estudio, te sabes la contraseña

El se recupera y sonríe ampliamente para darme un suave cachetazo en la mejilla

—Eres un maldito genio

—Y tu eres petróleo—el me miró mal
—¿Qué? El petróleo es caro, considerate un tesoro para el mundo entero.

—Dejate de estupideces y vete—el rodo los ojos —No entiendo porque no me dijiste por llamada qué terminaste la canción antes de venir aquí—agrega en tono estupefacto

—Quería ver tu reacción—me limito a decir.

—Ya vuela mariposa—el mueve su mano en el aire para que me vaya de una vez por todas —Te has ganado este día libre

Aunque todas las semanas eran mis días libres porque solo trabajaba unas pocas horas en la empresa y todas las composiciónes las completabas en tres días no me pareció discutir aquello con Troy, así que solo  me despedí de el, y el hizo lo mismo dándome a atender qué me daría una piña si volvía a cortarle la llamada.

Volví a subirme al auto, esta vez con calma en mi cuerpo, me quedé unos segundos mirando al frente sin si quiera moverme, hasta que lleve mi frente al volante suspirando en el queriendo saber que me ocurría pero por más que quería no encontraba la respuesta a mi pregunta. Cerré mis ojos, sentir ese vacio y cansancio enserio te hacia doler el alma y la mente, algo que conllevaba mucho trabajo en las personas es estar bien consigo mismo, tener tu cabeza en orden y tu mente en paz, algo que intento recuperar con el correr de los días, algo que cuesta mucho tener.

Abri mis ojos al escuchar mi celular sonando, extendí mis manos hacia el y lo apague sin mirar el nombre de la persona que quería contactarce conmigo, en estos momentos necesito espacio, necesito desconectarme del mundo un segundo. Y no entiendo porque, pero luego de quedarme unos minutos en el auto sin hacer nada mas qué tener la mirada perdida en el frente, me vi manejando hacia el cementerio, el lugar donde deje de frecuentar el lugar donde aun seguía enterrada ella ¿Enserio tenía las hagallas de volver a pisar aquel lugar? ¿Enserio quería ir nuevamente alli?. La respuesta es si, mi corazón me dice que debo ir mientras que mi mente me dice "Huye, aléjate", por más que quiero ocultarlo no puedo deseo volver a ese lugar aun sabiendo que ella no me responderá.

Frene frente aquel distante y doloroso cementerio donde habítan las almas de más de millones de personas en el.

Respire hondo para luego sacar todo el aire por mi nariz, mi mano tomo la llave del auto de un arranque, baje del auto, la puerta se cerró rápidamente cuando baje, apoye mi espalda contra el auto mientras miraba las rejas del cementerio, qué son negras como los corazones rotos de las personas que entraban y salían del lugar. Me quedé quieto sin saber muy bien que hacer, hace mucho tiempo no venía aquí no me causaba dolor ni tristeza pero si un ardor en mi garganta qué eso si dolía más que nada, me mordí la lengua aun si saber si entra ¿Qué hacía aquí? ¿Tenía el valor suficiente de no llorar frente a su tumba? ¿Podía enserio entrar nuevamente?

Mi cabeza estaba colapsada de preguntas sin responder y cuando me decidi por no entrar, mi mirada encontró a una persona que no había visto hace mucho tiempo, bueno hace cuatro años para ser exactos, la última vez que lo vi fue en el funeral de Jude, Ben estaba frente a uno de los puestos de florería comprando un ramo de rosas ¿Por que volvió? ¿El solo vino a verla?, se que a Dax no lo vino a ver, se que ambos mantuvieron el contacto por un tiempo, pero luego ese tiempo desaparecio y con ello su amistad ambos dejaron de hablarce luego de lo ocurrido con Jude, ambos tomaron caminos diferentes.

Me aleje del auto y camine a paso apresurados hacia el, antes de que pudiera entrar al cementerio.

—¡Ben!—grito, quedándome unos pasos detrás del.

El había dejado de caminar, su espalda se tenso sin girar a verme, mientras tanto mi mirada lo recorrió lentamente, no era el mismo chico de hace cuatro años, sus brazos parecían estar axfisiados debajo de esa camisa azul, estaba más alto, y ya no tenía su cabello naranja, lo tenía rubio, quien lo viera a los lejos pensaría que es un un boxeador. Cuando se giró me quede en silencio, lo único que no había cambiado en el era su rostro y sus ojos. Eran los mismos ojos sinceros de hace cuatro años

Ben frunció el ceño al recorrerme con la mirada, ladeo la cabeza al llegar nuevamente a mi rostro, sonrio apenas de lado, sus manos apretaron la cintura del ramo y camino con pasos firmes hacia mi. Mi mirada no se quitaba de el, era de sorpresa absoluta, es que Ben había cambiado bastante.

—Hola—mormuro al llegar frente a mi —Te vez viejo Noah Stelee.

Solté una risa a lo bajo negando con la cabeza, cuatro años y me venía decír aquello el muy odioso.

—Te vez como la Roca—suelto —Solo que, con cabello rubio—bromeo, y fue su turno de reír a lo bajo —¿Qué te ocurrió?—agregue segundos después viéndolo con un brillo en mis ojos

—Mucho ejercicio y poco descanso

—Fue tu rutina—sonrio de lado
—Te a dado resultados.

—Podría decirse que si—artículo, para luego escogerse de hombros
—¿Tu como has estado?

—Sigo vivo

—Auh—el fingio una mueca de tristeza —Prefiero no establar una conversación triste a nuestro recuentro

—Creo lo mismo—espeto, metiendo mis manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón —¿Como va tu trabajo?.

El sonrio ampliamente.

—Ya no soy enfermero

—¿Doctor?—pregunto con curiosidad
—Has pasado de rango

—No, deje la medicina completamente.

Frunci el ceño con sorpresa

—¿Qué has hecho estos últimos cuatro años?

El se escogió de hombros con diversión en sus ojos.

—Bueno estoy de novio hace tres años...

—¿Tienes hijos?—lo interrumpo

—No—el hace una mueca —Aun no, mi novio aun no quiere

Novio.

Ladeo la cabeza aun más confundido

—¿Sales con un chico?

—Si—el se sonrojo —Desde hace tres años, te lo dije, presta atención

—Lo siento—sonrio de lado —No sabia esa información de ti

—Solo lo sabía Jude—Dice algo dudoso de hablar —¿Como están los demás?—pregunta en un susurro

Aunque me sentia un poco mal por dentro de ver al rubio decaído decidí responderle.

—Ada esta grande—el no estuvo en su nacimiento, pero en ese entonces si se hablaba con Dax —Melissa y Dax siguen de igual de jóvenes, pero aun más maduros—note como apretó sus labios con tristeza al escuchar el nombre de su viejo amigo —Máx esta con Clara—mormuro —Yo trabajo en una empresa

—Todo a cambiado ¿cierto?

—Si—mormuro —Ya no es como antes hay más integrantes en nuestra familia.

El agacho la cabeza un segundo y luego la volvió a subir y me miró con un brillo de nostalgia.

—Yo no formo parte de ella

Lo mire en silencio, estaba claro que todos habíamos perdido contacto con el, más Dax, nadie supo de el, hasta que yo me reencontré con el rubio

—¿Qué paso entre Dax y tu?—tenía que hacerle esa respuesta si o si
—Por que dejaron de hablarce

El garraspio incómodo, aun así respondió.

—Solo nos alejamos, dejamos de mandarnos mensajes—empieza —Un día solo desaparecimos de la vida del otro, seguimos nuestro camino, un camino diferente.

—Nunca pasó por tu mente, llamarlo nuevamente

—Muchas veces—confesó —Pero sentía que no iba hacer como antes

—¿Lo extrañas?

—Si—susurro —Pero ya no será como antes, se que no, la conexión que tuvimos algún día desaparecio y con eso nuestra amistad.

—Muchas veces creía que iba a perder la amistad Max por que me enamore de la misma chica que el en ese entonces—espeto —Pero seguimos siendo amigos—suelto una risa a lo bajo —En estos momentos no nos hablamos, pero seguimos siendo amigos, se que lo somos.

—¿Qué me quieres decir?

—Estoy seguro que Dax no te olvido eres su amigo desde la infancia, no creo que sea posible que halla olvidado todo lo vivido contigo

—¿Enserio lo crees?

—¿Por que no vas a verlo?, te paso su dirección.

El abrió sus ojos nervioso

—Me mandara a la mierda.

—Es Dax, lo unico qué hará después de mucho tiempo es abrazarte

—No lo se—se removió dudoso

—Ser padre lo ablando aun más, Ben, regresa a esos viejos tiempos

El me miró en silencio por unos largos segundo, me miraba neutro pero en sus ojos había una chispa de querer hablar con Dax esa esperanza habitaba en aquellos ojos que me miraron con nervios. Un suspiro salió de sus labios, pensé que iba a aceptar pero me sorprendí qué rechazará mi consejo, después de todo Dax fue su amigo desde la infancia, negó varias veces apretando el ramo quebrando el tallo de aquellas rosas rojas

—No—sentenció —Creo que es mejor así—mormuro —No le digas a nadie que vine aquí—me miró serio —No quiero meterme en sus vidas

Frunci el ceño ligeramente hacia el

—Ben...

—Noah, prometelo—Interrumpió en un gruñido —Yo nunca volví a esta ciudad...nunca nos volvimos ver.

—¿Por que?—pregunto en un susurro

Sus labios se entre abrieron, entonces sus ojos se cristalizaron poco a poco sin dejar de verme.

—Será incómodo—fue lo que salió de su boca —Antes, era fácil establar una conversación con Dax, ahora...ya no siento que sea posible... El y yo somos dos extraños.

Sabia muy bien que le dolía decir aquello, podía sentir la tristeza de su corazón y como sus ojos no querían derramar lágrimas. Supe que el no arreglaría las cosas con Dax, supe que se iría nuevamente sin haber visto a los demás solo para no estar con esa incomodida qué fue la distancia de estos cuatros años.

—Esta bien—me trague todos los consejos en mi garganta y acenti hacia el —Nadie sabrá nunca qué regresaste un septiembre a la mañana

El río amargamente.

—Quise venir aquí...—dejo brevemente las palabras en el aire y retomo la charla —... Me prometí hace cuatro años que si volvía a la ciudad, vendria a traerle flores... Rosa rojas

El levanto el ramo qué compro y me lo mostró con orgullo y algo de nostalgia. Sonrie apenas de lado

—Eres fiel a las promesas

—Podría decirse—sonrie de lado, para luego mirarme con intriga —¿Tu veniste también...

—No—lo corto, con una sonrisa amarga en mis labios —No se que hago aquí.—susurró —Solo se que mi corazón quiere entrar a verla

—Entonces entra—me insita —Si te hace sentir bien contigo mismo entonces entra.

Negué con la cabeza con una sonrisa en mis labios qué fue algo de alivio

—Volveré al piso—el ladeo la cabeza —Entra y saludala de mi parte

—Dime, ¿Estas bien?

Su pregunta me tomo desprevenido aun así le respondi sin quitar mi sonrisa en mis labios.

—Si, lo estoy—saque una de mis manos de mi bolsillo y la extendí hacia el, Ben rápidamente hizo un apretón con ella —Fue bueno verte

—Lo mismo digo

Nuestras manos se desunieron y bajaron al costado de nuestro cuerpo

—Adiós, Ben

El sonrio ampliamente.

—Adiós, Noah

Me sonrió una ultima vez, me clavo una mirada sincera y un brillo en sus ojos me hizo saber que nos volveriamos a reencontrar, se que lo haríamos. Su cuerpo giro hacia la entrada del cementerio y poco a poco mi vista dejo de ver aquel cuerpo grande desapareciendo por el camino de cemento, me quedé en medio de la entrada con mis ojos clavados en aquellas rejas negras con mis manos en mis bolsillos delanteros y mi mirada con un brillo de nostalgia y algo de paz también puesta.

—Qué linda te ves hoy. —suelto a lo bajo. —Se que no te he visto, pero se que lo estas.

Me es imposible no recordar lo linda que era aquella chica.

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