Ｐａｒｔｅ ｄｏｓ
El dolor de cabeza era intenso, entre un frenesí de adrenalina. Rachel podía escuchar nada, en lo absoluto, todos sus sentidos se habían debilitado por completo, se había quedado sin fuerzas pero al oír desde lejos el sonido de las patrullas rápidamente, a duras penas bajo del auto, con la frente sangrando, así como su abdomen y la pierna, cojeo hasta las puertas de la ambulancia.
Georg estaba intacto, ella se subió con dificultad, sin pensárselo mucho empezó a desconectar a Georg de los aparatos y este no tardó en abrir los ojos con el cuerpo adormilada
—¿Qu...e...Mier...rda...?—.—¿Ra..Rachel?¿Que te paso?—
Pestaño varias veces al verla lastimada, cuando esté intentó levantarse se quejó por la herida que tenía
—¡Joder duele!—
—Georg, debes ser fuerte, tenemos que correr—
—¿Qué es todo este alboroto?—Preguntó con un poco de dificultad
—La gente de Davidwache viene por ti, por nosotros ahora, Bill, Tom están tratando de perderlos, no hay tiempo de explicarlo. Necesito que te pongas firme y nos andemos de aquí ¡YA! o dentro de poco tendremos los pescuezos en manos de ellos—
Este asintió entre quejidos, Rachel rápidamente lo ayudó a levantarlo provocando que la herida empezará a chorrear de sangre, aún así. Goerg tuvo la fuerza para bajar la ambulancia
—Dame la pistola, y para ese auto—Ordenó Georg
Rachel asintió, rápidamente se puso en medio la calzada, haciendo señas para que el auto se detuviera, este al ver cómo una mujer estaba sangrando y la ambulancia estaba hecho un desastre freno
—¿Puedo ayudar en algo señorita?—
—Si que puedes—Dijo Georg apuntando el arma frente al rostro del chico, mientras que con la otra mano mantenía presión a su herida—¡Anda bajate si no quieres que te desplome!—
El conductor entre el miedo no tuvo de otra más que obedecer, bajo del auto tomando su móvil para reportar aquel asalto
—Subete Rachel, tu manejas—
—¡¿Yo?!—
—¿Me ves con cara de que puedo hacerlo yo?—
Ella negó, obedeció sin rodeos, el de ojos verdes seguía apuntando al chico quien parecía un poste. Cuando ambos se subieron Rachel dió la vuelta el auto torpemente
—Sube la velocidad Rachel, estos desgraciados ya vienen detrás de nosotros. Yo me encargaré de estos perros, cubrete bien ese rostro guapa—
Georg se aseguró de que el arma que Rachel tenía en las manos estuviera cargada, cuando lo comprobó rápidamente se acomodó con la mano sangrando, empezó a disparar tratando de volarle la cabeza a algunos de los conductores de Davidwache. Los de Davidwache también empezaron a tirar bala sin éxito, los auto de alrededor frenaban al instante y se hacían a un lado para abrirle el paso al auto que venía con la velocidad máxima
—Gira a la izquierda al llegar al supermercado—
—¡No puedo!Georg, no se girar!¡No sé manejar!—
—¡PUES ME VALE UNA MIERDA!—grito entre toda la velocidad—¡TU ME GIRAS EL PUTO AUTO COMO SEA. VOY A DESHACERME DE ESTOS ESTORBOS—
Rachel tomó con fuerza el volante, tratando de prepararse para el gran giro que tenía que dar. Mientras que Georg sentía que no aguantaba más podía sentir su cuerpo entumecerse, la piel se le había vuelto pálida y la frente hecho un mar de sudor. Tenía el rostro fruncido tratando de aguantar el dolor
—¡Gira!¡Gira!¡Vamos, vamos!—
Rachel giró el volante provocando un desastre entre los autos y las personas que andaban por la zona. Está vez pudo lograr la vuelta sin salirse de la vía y Georg aprovechó para utilizar la última bala, está salió de la pistola a toda velocidad directamente a uno de los neumáticos de la patrulla, provocando gravemente un accidente en la vía.
Georg quedó rendido quejándose por el dolor, soltó el arma con la garganta seca
—Rac...Rachel...—Tartamudeo—Sigue derecho....no...no te detengas, sal fuera de Hamburgo, pero no dejes que te atrapen—
—¿Estás bien?—
—Por su puesto que no mocosa...no se si aguante, pero sigue derecho, se que puedes dar vuelta cuando salgas de Hamburgo, a las afueras tenemos un almacén—
—Georg, no cierres los ojos ¿De acuerdo?—Este mostró una sonrisa de lado
—Puta moc...mocosa, me has salvado...la...la jodida vida—
—No cierres los ojos...—
Y está vez Georg se quedó en silencio, Rachel apenas pudo verlo de reojo, su camiseta estaba llena de sangre, y su frente llena de gotas de sudor
—¿Georg?¡¿Georg?!—Llamo pero no recibió respuesta
Trato de tranquilizarse y seguir las últimas órdenes. Cuando pasado el cartel de Hamburgo ella se sintió un poco aliviada, a pesar de que ya no estaba siendo perseguida nunca bajó la velocidad, con calma giro el volante para dar la vuelta y tal como Georg se lo había dicho. A lo lejos, se veía aún gran almacenamiento, rodeado por alambres y rejas peligrosas, ella se bajo quitándose la chamarra y todo lo que cubría su rostro
—¡Soy Rachel!—Gritó, mientras desde la azotea habían unos hombres apuntando su cabeza—¡Habrán la puerta, GEORG ESTÁ HERIDO!—
Algunos dudaron un poco sobre la presencia de la chica. Hasta que uno de los hombres caminó hasta ella y vio el rostro de su líder, de inmediato dio la señal y las puertas se abrieron, algunos hombres bajaron a Georg del auto mientras que un doctor ya estaba presente
—¿Que haces con Georg?¿Quien eres eres tu?—Un hombre la detuvo, prohibiendole el paso
—Soy Rachel—
—¿Que tienes que ver con mi líder?—
Rachel empezó a fastidiarse al ver cómo estos hombres no le permitan el paso
—Soy tu puta líder, así que baja el arma que te vuelo los sesos—Refunfuño
Este al escuchar una voz firme, pudo sentir un poco de confusión, aún con desconfianza le permito el paso, Rachel rápidamente corrió detrás de Georg para ver su estado. Pero el doctor ya lo estaba atendiendo y haciendo algunas puntadas sobre su herida
—Lo siento señora Rachel, ya confirme su persona con mis líderes, lo siento de verdad—El hombre empezó a disculparse apenado después de haber colgado el móvil y haberse comunicado con Bill—Mis líderes ya viene en camino—
Rachel asintió en silencio con la entreceja arrugada aún molesta por el compartiendo de aquel empleado
｡｡｡
—Sigue manejando Sottó—Ordeno Bill
El par de gemelos se encontraba en un atentado y a la vez en una carrera de autos con los de Davidwache. Gustav, con la ventaja en las manos, empezó a disparar a sus compañeros de Davidwache, sin miedo a que le descubrieran y a su vez tenía el volante en las manos
—Koen será mejor que manejes tu el auto—Dijo el rubio
Koen asintió sin quejarse, ambos cambiaron de posición, Gustav rápidamente se sujetó bien de los asientos. Desde la ventana con ambas manos empezó a disparar a todos los neumáticos que iban tras su bando
—Estos traficantes si que saben usar el arma—Dijo Koen sin saber que Gustav era quien provocaba que los autos de su equipo se quedarán a mitad de la calzada frenando y chocando entre sí mismos
—Los traficantes siempre dan un paso por delante de la autoridad, saben cosas que nosotros no sabemos—Respondió Gustav tratando de ser un novato—Sigue manejando y muévete como un loco para que no te jodan esa llanta—
Koen subió la velocidad mientras que el auto de la comandante Lexi ya estaba a su lado. Gustav se pasó la lengua por encima de los labios cantando victoria por su interior, apuntó el arma directo al neumático de la comandante Lexi. Jalo el gatillo, y el auto salió de la calzada con las llantas rechinando en todo el lugar hasta chocar contra la pared. Koen rápidamente freno cuando vio el auto de su líder chocar
—¿Que haces idiota?—
—Ver a la comandante Lexi ¿No lo ves?—
Koen salió del auto pidiendo ambulancias y parando la misión sin autorización alguna. Gustav fingió preocupación y entonces sus gemelos pudieron salir de Hamburgo con facilidad
—Ese Gustav es un hijo de puta—Dijo Tom con tono victorioso
—Solo espero que su identidad siga intacto o nos meterá en problemas—
—Pues parece que Gustav ya hizo el trabajo de Rachel—
Ambos hermanos se sonrieron entre sí, seguros de que Lexi no podía haber sobrevivido a ese choque. Después de un largo recorrido Bill y Tom llegaron a su almacenamiento que quedaba a las orillas de Hamburgo. Las rejas se abrieron y rápidamente pidieron información de su amigo
—¿Cómo está Georg?—
—llegó inconsciente. Pero todo está en orden, pude quitarle el resto de la bala sin problemas, necesita recuperarse para volver a andar como un pimpollon—Respondió el doctor
—¿Y Rachel?—
—Bueno...la señorita no ha dejado que la revisara—
—¿Está herida también?—Pregunto Bill
—Parece ser que si—
—¿Dónde está?—Pregunto Tom
Uno de sus hombres levantó el mentón a la dirección de Rachel, está se encontraba en las afueras jugando con la tierra con la suela de su calzado. Tom tomó una botella de agua y camino a ella
—¿No has dejado que el doctor te revisará?—
—Estoy bien—
—Tienes heridas—
—Estoy bien—Volvió a decir a secas
—Vale pequeña, conmigo no te hagas la dura. Que mira que no me querrás conocer enojado. Anda, toma agua—El de trenzas le ofreció una botella
Rachel le echó una mirada dudosa pero al instante la recibió, le tomó un sorbo sintiendo la resequedad irse de su garganta
—¿Por qué le dispararon a Georg?—
—Tenía que recoger un maletín de dinero, supongo que no se lo quisieron dar y se armó el problema, así es esto...—
Rachel asintió sin decir nada, no muy contenta por lo que le había pasado a uno de sus líderes, pues a pesar de que aún no se llevaban del todo bien con ellos, eso no significaba que les deseaba el mal, después de todo estos hombres le ofrecieron la ayuda cuando nadie más lo hizo
—Gracias por mantener a Georg a salvó—La voz de Bill apareció segundo después
—No hice nada, el doctor hizo todo—
—Sabes que no me refiero a eso—Contestó Bill—Has puesto tu identidad en riesgo. Has salvado la vida de Georg sin importar nada, sin importar que pudiste ser descubierta y eso te llevaría a renunciar la venganza por tu hermano. Te lo agradezco Rachel—
—Somos un equipo ¿No?—Respondió a secas
Ambos gemelos asintieron un poco huecos del corazón pequeño que tenían. Ella caminó directo a limpiarse las manos y el rostro de sangre
—¿Ahora vas sentirte mal?—Empezó a molestar Tom cuando vio el rostro de culpabilidad de su hermano—Dejalo, si Lexi está muerta, le diremos la verdad, le diremos quien fue el asesino de Gary, lo entenderá, y podrá vengarse como siempre lo quiso—
—¿Y que si Lexi aún no muere?—
—Cuando Rachel acabe con esa jodida comandante se lo diremos—
Bill asintió no muy seguro, pues no quería que Rachel se decepcionara de la persona que apenas estaba considerando como un amigo
—Equipen a Georg, no los llevaremos a la mansión, ahí estará mejor—Ordenó Tom—Por cierto, con esto que acaba de pasar será mejor que consideremos a Rachel como una de nosotros, ya nos quedó claro de qué lado está ¿No crees?—
｡｡｡
—¡Mira que andas muy cambiadito mi querido Alacrán!—Dijo Jadel en tono juguetón provocando que Jeff enfocara la vista a su dirección
Marlon y Jadel se encontraban en una mesa del famoso pub, cómodos acompañados con un par de botellas. Jeff camino hacia ellos con una sonrisa juguetona
—Andan muy escondidos—El alacrán ladeó la cabeza en busca de alguien más—¿Entonces es verdad que Gary está muerto?—
—No tan muerto como tu—Respondió Jadel
Jeff tomó asiento ordenando un vaso para servirse algunos tragos. Jadel sacó su arma poniéndolo sobre la mesa frente a Jeff, quien ni siquiera pudo sentir miedo
—No has cambiado Jadel—Respondió segundos después su mirada se enfocó en el rostro de Marlon, quien había permanecido en silencio—¿Y tú Marlon?¿No dices nada?—
—Lo único que voy a decirte esque voy a matarte, así que disfrútalo—Dijo en seco
Jeff sonrió tomando un poco de alcohol y luego soltó un suspiro de satisfacción
—¿Cómo murió?—
—Déjate de ridiculeces y dime ¿Por qué has vuelto?—
—Quería tomarme un trago con Gary, lastima que alguien ya se haya adelantado por mi—
Marlon estaba tratando de aguantar todas las ganas de sacar su arma y darle un tiro en la frente, pero por otro lado quería torturarlo para que sufriera todo lo que había provocado en Gary
—Escúchame bien Jeff—Refunfuño Jadel—Voy a vengar todo lo que le hiciste a Gary. Voy a destruirte así como destruiste a su familia—
El Alacrán empezó a jugar con la lengua, no tenía miedo, Jadel y Marlon lo sabían, pues está parecía ansioso
—Yo no destruí nada. Gary sabía muy bien cómo era este negocio, era un mocoso que confundió el provecho con la amabilidad—
—El te iba a pagar tu dinero—
—Teníamos un acuerdo. ¡Un acuerdo que Gary escogió!¡Y no cumplió!. Yo no fui el malo—Contestó Jeff—Este pleito era entre Gary y yo. Mira que les doy la oportunidad de empezar de nuevo—
—Mejor cuídate, andaré detrás de ti con lavandas en las manos—
Marlon y Jadel salieron del pub. Para cuando llegó la noche Jeff ya se encontraba en la privada fingiendo ser un chico pijo. Subió el elevador con la esperanza de encontrarse con Rachel, pero el edificio estaba completamente en silencio, al llegar al piso, Jeff se paró frente a la puerta 004. Tocó el timbre pero no hubo respuesta
—¡Hey Mis...Rachel estás en casa?—Silencio.—Si tratas de ignorarme solo sal y dímelo en la cara—Miró por el pasillo y cuando se aseguro de que nadie lo estaba observando, sacó una navaja de sus pantalones
Tomó la cerradura y empezó a forzar para abrirla. Después de unos segundos la puerta se abrió, Jeff sonrió con victoria, entró sin pensarlo y cerró tras él
—¿Rachel?—No obtuvo de respuesta como era de esperarse
Y por supuesto que Jeff no iba a darse la vuelta, tomó una silla del comedor y atajó la cerradura conhyk esta, por si tenía que escapar de inmediato. Una vez puesta, se puso a buscar entre cajones y cajones, tratando de encontrar algo dentro de Davidwache que le sirviera o para deshacerse de Rachel si es que podría ser un peligro para su lavado de pasta.