Percy Jackson a Rick Riordan, y Avatar: La leyenda de Aang a Nickelodeon.
—Pensamientos—
—Hablando—
—{Otro Idioma}—
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Punto de Vista de Percy
Solamente estoy seguro de dos cosas, la primera es que mi cabeza tiene muchos problemas, digo, primero una dama fantasma y ahora una especie de sueño con una historia más complicada que la vida personal del señor Ijichi, sin mencionar que soy pésimo para escribir un ensayo, así que me pregunto ¿Cómo es posible que mi cabeza tenga tanta imaginación para esto?.
Todo seguía en absoluto silencio, los 'dioses', 'mestizos' y la cosa en la burbuja se mantenían en absoluto silencio, hasta que fue interrumpido por un "bee bee" del chico cabra, inmediatamente todos los dioses lo miraron de manera furtiva y molesta, desde mi punto de vista eso pareció una amenaza de muerte, ya saben, el clásico 'cállate o te mato'
—Es imposible —El tal Poseidón adoptó forma humana o mejor dicho, estatura normal— Artemisa, eso es imposible, mi hijo murió hace años—
Truenos y relámpagos retumbaron en el techo del gran palacio, mientras más tiempo pasaba más relámpagos aparecían. Segundos después Zeus se levantó de su trono, adoptó forma humana al igual que su hermano y la diosa Artemisa
—Pero de qué rayos estás hablando hermano, ¿Escuché bien? ¿acaso tienes un hijo? —dijo Zeus mientras su rostro proyectaba una cara llena de odio
—Así es —dijo Poseidón
—Como te atreves a romper el juramento sobre el Estigio —Zeus levantó levemente su brazo e hizo un leve movimiento con los dedos, lo que vi no lo podía creer, un rayo bajó desde la cima del palacio y llegó a su mano, lo extraño fue que el 'dios' no terminó electrocutado, sujetó el rayo firmemente con su mano, se había convertido en una especie de arma —rompiste el juramento y me mentiste, es imperdonable—
Violentamente, Zeus lanzó el relámpago desde su mano con dirección a Poseidón, una gran explosión ocurrió, el rayo dio justo en el blanco o por lo menos eso me pareció, no podía ver, toda la sala estaba llena de humo, un aura eléctrica se sentía por todo el lugar, todos los presentes se encontraban con cierto grado de corriente eléctrica, incluso los dioses sentados en sus tronos, el chico cabra se encontraba inconsciente en el suelo, la chica de nombre Thalia parecía no haber sido afectada, creo que tiene que ver con que el tal Zeus dijo ser su padre así que me pregunto si ella también puede lanzar tales corrientes a través de sus manos o por lo menos de alguna parte de su cuerpo.
Increíblemente Annabeth se encontraba de la misma forma que Thalia o por lo menos casi de la misma forma, su cabello rizado color miel bueno, digamos que ya no era tan rizado, su aspecto había combinado completamente de un aspecto de princesa de un reino lejano al mismo peinado que tiene Jeong Jeong al despertar por las mañanas. Fuera de todo eso se encontraba en perfectas condiciones, cuando el humo se disipaba pude notar que la tal Atenea se encontraba de pie frente a Annabeth, de la misma forma que los otros dioses, había adoptado forma humana.
—¡Madre! —dijo Annabeth sorprendida de verla parada delante de ella, a escaso metro
—¿Te encuentras bien, hija? —dijo Atenea
—¡Si! —Annabeth se apresuró a levantarse, se sacudió la ropa rápidamente, pero su rostro tenía más color que la bandera de la nación del fuego
El humo casi desaparecía, los tronos no recibieron daño de la increíble descarga eléctrica, pero si había sacudido a esos enormes seres sentados en ellos. Uno de ellos tenía el rostro repleto de jugo de uva, otro de ellos tiró cientos de tornillo al suelo y la última se encontraba con el rostro lleno de un polvo blanco mientras que sus ojos mostraban un delineado mal hecho. Y aquí entre nosotros, la mujer era la persona más hermosa que había visto en toda mi vida.
En el centro de la sala un zumbido se comenzó a percibir, provenía de la mano de Zeus el cual sostenía otro relámpago y permanecía en posición de batalla concentrado en la posición en la que se encontraba Poseidón, como si estuviera listo para un contraataque.
—Hermano!... Zeus, sabes que soy un hombre muy paciente, pero lo que acabas de hacer no lo puedo pasar por alto —el humo desapareció en su totalidad, Poseidón sostiene un tridente, el cual, de alguna forma, había atrapado el relámpago con la punta y este permanecía ahí—
—Sabes perfectamente del riesgo en el que el Olimpo se encuentra en estos momentos, Kronos es nuestro enemigo y está convocando a sus Titanes y aún así, ¡no mencionas el hecho de que existe un héroe con tu linaje! —dijo Zeus
—El primero en romper el juramento fuiste tú, no me vengas con esa hipocresía hermano -dijo Poseidón mientras apuntaba su tridente a Zeus, aún con un sueño más extraño puedo entender que le regresará su relámpago, pero no de la forma que a Zeus le agrade
—¡ES SUFICIENTE! —dijeron Artemisa y Atenea al unísono
—Basta de estupideces, el Olimpo está en riesgo y ustedes pelean, pero qué actitud tan infantil están mostrando, no les da vergüenza comportarse así ante los héroes que salvaron el Olimpo. Mi señor Zeus, su hija está presente y creo que no tengo que mencionar que ella es producto de la ruptura de su juramento. Y señor Poseidón, enfrentar de esa manera y desafiar a nuestro señor Zeus de esa manera, ¿En qué estaba pensando?— dijo la pelirroja
Un silenció incómodo se hizo presente, todos pensaban lo mismo, en que Artemisa se estaba comportando como una madre.
—Él disparó primero —dijo Poseidón
—¿Artemisa qué rayos te pasa?, nunca se interrumpe una batalla —dijo el Dios que se parecía al señor Ozai
—¡Cállate Ares!, esto no es asunto tuyo—dijo Atenea
Inmediatamente Ares guardó silencio, tenía el aspecto de un tipo rudo y puedo decir que bastante hábil en la batalla así que me sorprendió que no se quisiera meter en un problema contra Atenea, la cual, no tenía un aspecto muy diferente al de su hija.
—Mi señor Zeus y Poseidón, les ruego que hagan a un lado sus diferencias, en estos momentos tenemos que permanecer unidos, ser un ejemplo para estos héroes cuyas esperanzas y admiraciones radican en nosotros y me temo que, si no lo hacen, estaremos haciendo exactamente lo que Cronos quiere, debilitarnos y así poder vencernos. —Artemisa hizo una reverencia a Zeus, implorando que apaciguara su ira en contra de su hermano
No tengo idea de la clase de violación que significa tener un hijo en esta familia, sin embargo, el tema se trataba con sumo cuidado ya que, al parecer el destino de todos los presentes estaba sujeto a eso.
Zeus se quedó quieto, parecía analizar la situación y las opciones eran atacar a su hermano con todas sus fuerzas o hacerle caso a la diosa con complejo de madre que de cierta forma lo que decía tenía mucho sentido, básicamente, la unión hace la fuerza. Zeus levantó el brazo nuevamente, solo que esta vez el relámpago ascendió hacia el cielo y desapareció.
—Hermano te lo advierto, si resulta ser que tu hijo es una amenaza, lo mataré de inmediato prefiero que el destino del Olimpo se encuentre en las manos de mi hija ¿Entendiste? —dijo Zeus mientras miraba a su hermano con desconfianza
—Que así sea por el momento —contestó Poseidón
—Apolo, haz que se recupere el sátiro, necesito que escuche lo siguiente —dijo Zeus al recuperar su altura normal y subir a su trono
El 'dios' menciona descendió de su asiento, se acercó al sátiro y recitó un poema:
"Mi querido Grover, mi querido sátiro
Es hora de levantarse y despertar
El gran Zeus hizo un daño severo
Así que levantaré o se va a enfadar"
El chico cabra o mejor dicho Grover se levantó de un salto, el terrible poema había surtido efecto y no era el único que pensaba eso, todos los presentes miraban a Apolo con un ligero asco.
—Latas, hamburguesas —dijo Grover al sentarse y ubicarse donde estaba —¿Pero qué fue lo que pasó?—
—¡Nada! amigo, solo te desmayaste creo que deberías cuidar mejor tu alimentación ya sabes, una alimentación saludable junto con un gran ejercicio te ayudará mucho y aquí entre nosotros, deja de comer latas de aluminio —dijo Apolo
Grover no parecía entender lo que el dios le decía, al mirar a sus amigas ellas solo afirmaron con la cabeza, dando a entender que le hiciera caso a Apolo, creo que es mejor decir eso a mencionar lo cerca que estuvo su alma de dejar su cuerpo de lo cerca que estuvo de morir por el rayo de Zeus
—Héroes, serán recompensados, acaban de hacerle un gran servicio al monte Olimpo, pero me temo que tendrá que esperar, esto aún no ha terminado así que les tengo otra misión, dadas las terribles circunstancias en las que nos encontramos, lo mejor es que nadie se entere, no sabemos quién puede estar del lado de Kronos en estos momentos —dijo Zeus
—Es cierto, Kronos tiene a varios mestizos peleando con él y a un ejército de monstruos, si se entera que existe otro hijo de uno de los tres grandes, me temo que la situación sólo va a empeorar— dijo Atenea
—Es por eso que usted tres van a buscar a mi hijo —dijo Poseidón mientras se notaba un poco preocupado
—Pero, exactamente cómo lo haremos, incluso Artemisa no pudo encontrarlo —exclamó Annabeth
—Existen pocos lugares en el que un mestizo que tiene toda mi atención puede desaparecer sin dejar rastro, les sugiero comenzar en el laberinto de Dédalo, jóvenes héroes y tendrán todo el apoyo de mis cazadoras, mientras tanto yo misma saldré a buscarlo al igual que mi hermano—
—¿Disculpa qué? —dijo Apolo y distraído, se encontraba componiendo un nuevo poema—entiendo que el hijo de Poseidón sea importante, pero ¿Es necesaria mi presencia?—
—Hermano, si Kronos lo encuentra primero y lo incluye a sus fuerzas de ataque, me temo que la era de los Titanes regresará y el reinado de los Dioses terminará —dijo Artemisa con una voz molesta
—Cierto, el destino del mundo y esas cosas, cuenta conmigo hermanita—
—No me digas hermanita —dijo Artemisa con más molestia
—Entonces está decidido, confiamos en ustedes héroes, no nos decepcionen —dijo Zeus —Hija mía, si al encontrarlo crees que puede ser peligroso para el Olimpo, acaba con él de inmediato—
De un instante a otro, la luz comenzó a disminuir y pocos segundos después me encontraba en una habitación completamente oscura, no distinguía nada alrededor, ni a los supuestos dioses o mestizos, ni siquiera al chico cabra.
—¡Hola!, ¿Hay alguien ahí?—
—¡Percy Jackson! —dijo una voz extraña, bastante profunda con un tono muy grave— Tu destino está a punto de cambiar, el futuro de ambos mundos depende de ti y no podrás salvarlos a todos, cada decisión que tomes tendrá un precio. Prepárate y elige tu propio infierno me pregunto ¿Qué destino tomarás?—
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Tuve la sensación de haber chocado con algo duro, abrí los ojos y estaba en lo correcto, mi cara se encontraba en el piso de la recámara que nos prestó el señor Chen para descansar esa noche, suavemente me levanté, me di cuenta que Haru no estaba en su cama y al mismo tiempo me di cuenta de que un leve y cálido rayo de sol entraba por la ventana.
—¡Dios! ¿Cuánto tiempo estuve dormido? —dijo Percy y al mismo tiempo puso su mano en su frente inspeccionando el lugar de impacto con el suelo
—Dormiste como un tronco toda la noche, no te preocupes, es mejor que estés descansado y preparado para enfrentar al monstruo— Dijo Haru en la puerta de la habitación —Ven, el señor Chen nos preparó el desayuno así que límpiate la cara—
—Ah sí, enseguida voy—
Yo me encontraba demasiado confundido debido a la clase de sueño que había tenido, todo se sintió tan real, la ira de los dioses, el pequeño enfrentamiento e incluso sus sentimientos, el odio, envidia, desconfianza. Haru dice que dormí toda la noche, pero no siento como si de verdad hubiera estado dormido, para ser honestos estoy aún más cansado de lo que estaba cuando llegamos aquí.
Salí del dormitorio y baje las escaleras, pude percibir un olor a comida casera, sopa de verduras y huevos revueltos si no me equivoco y por si fuera poco de mis favoritos, fue lo primero que me pude preparar yo solo. Nunca fui muy fan de la comida que sirven en el palacio, la comida que les dan a todos los miembros de la familia real e incluso a los avariciosos políticos tiene un sabor muy simple, debido a que los chefs se aseguran de que ningún ingrediente haya sido envenenado y saben quién se asegura de eso, obviamente yo, me hacen probar cada cosa que preparan antes de enviarla a sus destinos.
Tomé asiento en la mesa y me di cuenta que todos me estaban esperando
—¿Dormiste bien Percy? — preguntó el señor Chen
—Claro, su dormitorio es bastante cómodo —contesté
No iba a decir la verdad, que no dormí bien al estar soñando con dioses, mestizos y los espíritus sepan que son los titanes.
—Me alegra saber eso, estaba preocupado de que no fuera de su agrado —el señor Chen mostró una leve sonrisa— esas camas, las compró mi hijo al recibir su paga del casino, saben él es un muy buen muchacho, es bastante trabajador, cuida a su hermana cuando yo no puedo y gracias a él no hemos tenido dificultades, no sé cómo voy a hacer las cosas sin él —Chen miró al suelo y su sonrisa desapareció —así que por favor, por favor... Traigan a mi hijo de vuelta —Pude ver las lágrimas caer de su rostro
Entonces mire a Haru por unos instantes
—Señor Chen, haremos o que podamos, pero no le podemos dar falsas esperanzas —dijo Haru
—¡Soy consciente de ello! Pero aun así —El señor Chen levanto la mirada y dio breves pasos antes de inclinarse delante de Haru y de mi —Se los ruego, ¡traigan a mi hijo de vuelta a casa—
La pequeña Lian hizo lo mismo que su padre
—Entiendo... Juro hacer todo lo que esté a mi alcance para traer a su hijo de vuelta, lo juro en nombre del Señor de fuego Iroh—
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