Después de mucho tiempo, vuelvo a hacer un especial cada tanto, simplemente porque me llega la inspiración derrepente y también me pongo a leer los capítulos anteriores y me da TANTO CRINGE Y TANTA VERGÜENZA que me pongo a pensar que tengo que recompensarlos de alguna manera con capítulos mejor redactados, porque cringe van a seguir dando, lamentablemente.
Además, ya hay capítulos de la boda, como Reiko (hija de Chifuyu con la rayis) fue concebida, como la rayis se dió cuenta que estaba embarazada e incluso capitulos de la Reiko chica y la Reiko ya grande, pero ninguno del parto y pienso que es demasiado importante como para no escribirlo. Así que después de esta terrible introducción, los dejo con el capítulo.
Tú perspectiva
Chifuyu no superaba a su pandilla de la adolescencia y sinceramente yo tampoco, ellos seguían haciendo sus planes, teniendo sus juntas y después de un tiempo yo también me hice amigas de las parejas de los ahora Ex-Pandilleros. Emma siempre fué mi amiga pero luego Baji se consiguió una linda chica también, luego Mitsuya y las tres la pasabamos genial cuando todos nos juntabamos.
Ya había pasado demasiado tiempo desde la última vez que planearon una fiesta masiva o una locura, así que próximamente me esperaba que se juntaran a una carrera de carros de supermercado o algo así, pero por alguna razón no hacían nada y hace mucho no se veían, quizás si se veían pero Chifuyu prefería quedarse en casa cuidandome. Desde que supo que estaba embarazada no me quita los ojos de encima.
–Cariño...–Dijó Chifuyu cuando me vió echada en el sillón sin siquiera una camiseta, solo con mi sostén y unos shorts que eran de El. Mientras veía la tele con el ventilador al lado, muerta de calor, pues el embarazo ya te tiene más o menos acalorada, pero lamentablemente me toco estar preñada en el verano y de casi nueve meses, Chifuyu sabia que para mi era un infierno.
–Me preguntaba si querías ir a la piscina del edificio, está haciendo un calor terrible, corazón y se que estás muy incomoda—Dijó con simpatía, sentandose al lado mío.
–¿En serio? Si, sería genial, me estoy asando–Le respondí asintiendo con la cabeza varias veces.
–¡Bien! Ponte tu traje de baño, preciosa, te llevaré allá.
Me puse manos a la obra. Lamentablemente nunca planee estar embarazada en verano así que ninguno de mis bikinis me entraba siquiera en una pierna
–Carajo–Maldijé, agotada de solo probarme y probarme trajes de baño en el closet. Chifuyu me miraba con lástima desde el marco de la puerta. –¿Que miras, burro?–Le pregunté algo enojada.
–No te presiones, nena, si no te quedan los bikinis puedes ponerte algo mío–El dijo con ese tono dulce que me irritaba demasiado durante el embarazo ¿Como podía ser tan dulce sabiendo que me comportaba como una malcriada?
–No te preocupes, me queda–Le respondí y trate de hacer entrar la parte de arriba del bikini por mi torso, pero las tetas me habían crecido de una manera anormal. Chifuyu me miró con su puta cara de nuevo, sabía que estaba equivocada.
–Bueno si tu lo dices...–Lo interrumpí antes de que se fuera
–Bien, si, ya no me queda. ¿Me prestas algo tuyo?
–Claro que sí, linda.
Al final me prestó unos shorts y una camiseta, no era lo más lindo para meterme a bañar a la piscina pero ya no estaba en mi mejor forma y tampoco iba a modelar, solo quería saciar el calor asqueroso que hacía.
Apenas llegamos me zambulli con una bombita y Chifuyu se metió conmigo enseguida.
–Te ves aún más guapa con mi ropa–Me dijo con su tono seductor y no pude evitar darle un apasionado beso. El estaba a punto de llevarme a la orilla cuando su telefono empezó a sonar–Un segundo, amor.
Respondió y habló durante un rato, cuando colgó me dió una expresión emocionada
–¿Que pasó?–Pregunté elevando una ceja
–Los chicos quieren hacer un viaje a la playa–Me respondió muy emocionado
–Ah... Mierda.
Al día siguiente ya me encontraba a las nueve de la mañana, metiendo bolsos en una ban
–¿Por que llevas tres bolsos, Baji? No vamos de viaje a Mendoza–Le dijo Chifuyu al pelinegro, que llevaba lo suficiente como para quedarse un mes, pero en realidad ibamos solo por el día
–Tu no tienes idea si nos surgirá un inconveniente allá, además, un bolso es mío, uno de Eva y el otro es solo comida, nada innecesario–Respondió el rodando los ojos. Eva era su novia, ella era muy amable, me caía bien.
–¿Todo listo?–Preguntó Draken, nuestro fiel conductor
–Casi, habrá que llamar a Mary Kondo para acomodar los tres bolsos de Baji–Respondió Mitsuya
–Bueno, si no está todo listo en cinco yo me iré–Draken dijó y yo trate de agarrar uno de los bolsos para subirlo al maletero, pero Chifuyu me freno.
–¿Que haces, linda? Ya sabes que mientras tengas a la niña ahí dentro no puedes cargar nada pesado
–Pero eso no pesa más de cinco kilos, son puras frituras–Respondí indignada. Chifuyu miró a Baji con decepción y algo de enojo
–¿Que te dije, payaso? Tenías que traer cosas saludables, esa mierda no alimenta nada, es pura grasa–Chifuyu regañó a Baji y el le quitó el bolso de las manos
–Ay pero donde mierda voy a encontrar tus papas gluten free y sugar free y sabor free, no jodas, no le pasará nada si se come una jodida papa–El respondió y yo solo alcé los hombros, tenía razón.
El viaje no fué largo, me lo dormí todo y estaba llena de almohadas, todos preguntándome si estaba comoda, o si quería ir al baño, incluso si tenía nauseas, tenía sus ventajas estar preñada a veces.
Al llegar a la playa, nos estacionamos a un costado y los chicos bajaron un gran quitasol para plantarlo en la arena.
Chifuyu bajó una toalla, unos snacks, unas bebidas e incluso un abanico para mi. Me trataba como una diosa egipcia y me hacia sentir muy segura
–Gracias, lindo, ve a bañarte al mar con los chicos, yo me quedaré aquí conversando con mis amigas–Le dije y el con emoción se quito su camiseta quedando en su short y todos corrieron al mar a jugar como niños pequeños, yo solo reí y suspiré, me gustaba mucho el rato que pasabamos todos juntos.
Por mientras, las chicas y yo jugabamos cartas bajo el quitasol
–Black Jack–Reclamé, dejando un As y una J de corazones en la toalla
–Carajo, eres buena–Dijó Emma, ella era la casa así que me tuvo que dar el doble del dinero que yo había apostado. Yo reí burlescamente y agarre mis billetes
–Uh, un segundo, yo juego por dos–Le dije, señalando mi gran barriga–Te faltan 200, bebe–Agregué
–¡Eso no es justo! Ese frijol no tiene idea de como jugar Black Jack
–¿Estás diciendo que no quieres a tu sobrina?–Pregunté ofendida
–Ay, eres una zorra–Dijó dándome el dinero restante.
El calor era sofocante, quería ir a darme un chapuzón al mar
–¿Nos vamos a refrescar un poco?–Le pregunté a Emma y a Eva, las dos dijieron que si así que nos adentramos al agua, estaba muy fresquita y de verdad me ayudo a matar el horrible calor.
Luego de un rato, ya tenía los labios morados del frío, el calor se me había pasado y Chifuyu voló como un cohete a buscar mi toalla
–Envuelvete en la toalla, mi amor, no quiero que te resfries.
Agarré la toalla y la envolví en mi cuerpo mientras caminaba bajo el quitasol nuevamente
–El agua estaba muy refrescante, me ayudó mucho–Le dije sonriente
–Me alegro mucho, parece que todavía no te secas del todo–Me dijó mirando hacia abajo, un gran chorro de agua goteaba entre mis dos pies pero yo ya estaba prácticamente seca
–¿Que dices?–Le dije mirando hacia abajo con el ceño fruncido, ahí es cuando me di cuenta–Ay... No, no yo no creo que eso sea agua de mar–Dijé algo asustada
–¿Como no va a ser agua de mar? Debiste haberme dicho que querías ir a hacer pipí, amor
–¡Se rompió mi fuente, animal!
Me parece que vamos a necesitar una parte dossss. Si llegamos a 15 comentarios diciendo que quieren una siguiente parte, lo pensaré 😈
-Eli te quiere.