Prohibido Enamorarse

By VictoriaPimentel211

1.7K 290 246

Aura Miller tenía un plan y un objetivo: romperle el corazón al chico que se burló de su mejor amiga. "Fácil... More

0. Uno de ustedes
1. El pastel de la discordia
2. Estrategia de seducción
3. El que se enamore pierde
4. Rubia sol, morena luna
5. Vía pública
6. ¿Gusto?
7. La montaña
8. Sueños
9. Motivos
10. Arcoiris
11. El amor duele
12. Los celos matan
13. Leyes de la física y el amor
14. ¿Tenemos una cita?
15. Mala suerte
16. El piso de la discordia
17. Cerrado por mantenimiento
19. Quinta enmienda
20. Héroes
21. Cita Express
22. El deseo enloquece
23. Desayuno con el enemigo
24. Odio que no te odio
25. Amor de cine

18. Persigo un sueño

34 5 0
By VictoriaPimentel211

—¿Que tú papá hizo qué?— pregunta Mack procurando no levantar la voz, lo último que necesitamos es que el director nos mande a callar en pleno discurso de graduación.

—Me defendió— murmuro—, pero luego te cuento. Ya viene el turno de Dani.

En efecto, mi mejor amiga hace acto de presencia en el escenario en cuanto el director termina de nombrarla. Todos aplaudimos con efusividad e incluso me parece escuchar algunos gritos de los chicos.

—Hola a todos— dice con una risita nerviosa. Daniela no soporta ser el centro de atención—. Sinceramente cuando me dijeron que sería yo quién daría el discurso estuve a punto de sufrir un infarto, los que me conocen saben que nunca se me ha dado bien hablar en clase y eso no es nada comparado con dar el discurso de graduación— todos nos reímos de su mal chiste—. Quiero iniciar dándole las gracias a todos esos profesores que nos han apoyado desde el primer día aquí, al director por no habernos obligado a repetir luego de la broma de los aspersores— está vez la risa es real y contagiosa, incluso nuestros padres se ríen—. Gracias a mis padres y a mis amigos que, aunque siempre he sido diferente, me hicieron formar parte de su grupo sin prejuicios. Ustedes son la muestra de qué la amistad no juzga un libro por su portada.

»Gracias a mis compañeros, esos con los que nunca he hablado y con los que he hablado de más. Hicieron que muchas clases fueran menos estresantes para mí y espero haber sido de ayuda.

»Recuerdo que, cuando estábamos ensayando para la broma de fin de curso, nos caímos muchísimas veces y estuvimos a punto de renunciar en tantas ocasiones que llegó un momento en el que las dejé de contar. Tuvimos discusiones y nos costó un montón ponernos de acuerdo con la coreografía, la canción y pare de contar. Un desastre total que terminó con algo maravilloso.

»Y de eso se trata la vida ¿no es cierto? Podemos caernos cuántas veces sean necesarias, pero lo verdaderamente importante es levantarte con más fuerza y más ganas que antes. La vida nos pone obstáculos para que el camino sea mucho más difícil y consideremos dar media vuelta y, aunque muchas veces ya no nos queden fuerzas ni para tirar la toalla, seguimos ahí, persiguiendo nuestros sueños.

»Walt Disney decía "Si puedes soñarlo, puedes lograrlo" y aquí todos tenemos un sueño, algo que queremos lograr pero que nos da pavor atrevernos a hacer, y Richard Branson, un importante empresario que inició sin tener nada más que un sueño, dijo una vez que "Si tus sueños no te asustan, no son lo suficientemente grandes".

»Persigan sus sueños como persiguen a sus ex's y créanme que lograrán mucho más que persiguiendo a un imposible. 

A lo largo de mi adolescencia aprendí a enterrar mis sentimientos, reprimirlos hasta qué el muro de contención no pudiera más e incluso ahí, obligarme a tapar los fallos en mi sistema de protección.

No llorar en público, ni mostrar mis debilidades, se han vuelto mis reglas incluso más que la estúpidez de no enamorarme.

«Estas bien, no pasa nada. Puedes con esto» Ha sido mi mantra cada que sentía que no podía más.

Y ahora, sólo con unas cuantas palabras llenas de significado, me desmorono de la forma más ridícula posible. Justo en mi graduación, en lugar de llorar debería estar feliz por librarme de este calvario, pero supongo que ni yo puedo dominar a mi corazón.

Afortunadamente mis compañeros están demasiado ocupados aplaudiendo y vitoreando a mi mejor amiga como para darse cuenta de que estoy a nada de sufrir un colapso nervioso. Los seres humanos somos tan egoístas y orgullosos que alguien puede estarse ahogando junto a nosotros y ni siquiera nos damos cuenta hasta que su dolor opaca nuestro perfecto cielo azúl

Y es mejor así, tampoco es cómo si quisiera quedar cómo la rarita que actuó cómo una perra durante los dos últimos años para acabar echa un manojo de nervios en la graduación.

Me seco las lágrimas con la manga de la túnica azúl y me pongo de pie torpemente antes de que los gritos terminen. Aplaudo y sonrío porque quiero hacerlo, pero es muy difícil que se fijen en tu sonrisa cuando el brillo de las lágrimas lo opaca todo.

♥♥♥

—¿Reece no te ha llamado?— se interesa Alma en cuánto estamos a solas. Niego con la cabeza y ella frunce el ceño—. No te espantes, seguro no ha podido hablar con su padre.

—Sino llama está semana tendré que empezar a buscar trabajo en otro sitio— murmuro para que mamá y papá no nos escuchen.

—Estoy segura de que te llamará— me anima Astra.

—¿De que hablan, niñas?— inquiere nuestra madre. Me sorprende que se atreva a dirigirme la palabra teniendo en cuenta que no ha hecho más que reprocharme con la mirada desde anoche.

La clásica «Ley del hielo» de la aclamada abogada de Nueva York consiste en sentarse a mirarte hasta que cometas un error y no pierda el tiempo en sacarlo a la luz para reprocharlo por el resto de tus días.

Sigue sin entender cómo conseguí que mi padre se pusiera de mi lado sin abrir la boca. Sinceramente, yo también estoy sorprendida; que papá le lleve la contraria a mamá no es algo que pase todos los días.

—Del discurso de Daniela— respondemos las tres al unisono.

—Bueno, ya habrá tiempo para que hablen más tarde— interviene papá—. Vamos a sacarnos unas fotos para terminar rápido con esto.

Llama a uno de los fotógrafos que contrató el instituto para que nos haga unas cuantas fotos simulando ser la familia perfecta. No entiendo porque mi madre se comporta tan amablemente conmigo, desde que me desterró no me había dirigido la palabra hasta anoche. Y que ahora insista en saber de qué hablamos y en tomarse fotos conmigo es toda una novedad.

Daniela y su familia se acercan despues de un rato a saludar. Nuestros padres son muy amigos, de hecho, la conocí a los cinco años en una cena a los que sus padres nos invitaron. Mi padre es su abogado desde hace mucho así que la amistad es más por negocios que por cualquier otra cosa.

En cambio, mi madre nunca se ha llevado bien con los padres de Ethan. No les gusta su estilo de vida bohemio y hippie, dice que se quedaron en los años ochentas y quién sabe cuántas cosas más.

—¿Y que vas a estudiar?— inquiere mi madre mirando a Daniela.

Ella me mira a mí y luego a mi familia con una ceja enarcada.

—Escritura creativa— responde y mi madre frunce el ceño.

—¿Eso es una carrera?

—Quizas usted no la conozca ya que no ve más allá de leyes, medicina y administración, pero ninguna carrera es más o menos que la otra— hace una pausa—. Voy a estudiar eso porque es lo que me hace feliz, y creo que al final del día es lo que verdaderamente importa. No quiero llegar a los cincuenta años siendo una persona frustrada y amargada cómo otras personas que no vale la pena mencionar en este momento.

—Daniela, basta— amenaza su padre en un tono seco—. Discúlpate con Anabelle.

—¿Por qué debería disculparme si en ningún momento la ofendí?— inquiere en un tono dulce e inocente—. Sólo respondí a la pregunta que me hizo.

He aquí la razón por la qué Daniela es mi mejor amiga, tiene una habilidad para ofender a las personas sin decir una sola grosería sorprendente. Por eso nos llevamos bien, aunque si hay momentos de mi vida en los que olvido por completo mis modales y te insulto con todas mis fuerzas, uñas y dientes incluídas.

Me separo del grupo para atender la llamada de Aren que seguramente es para felicitarme y quién sabe cuántas cosas más. La tensión es tan grande que nadie se percata de mi ausencia hasta que estoy unos metros lejos.

—¿Preparada para la vida adulta?— es lo primero que dice.

—Preguntas estúpidas que vienen de una boca aún más estúpida.

—Esta boca estúpida sería capaz de volverte loca con unos cuántos movimientos si se lo propusiera.

—Yo no estaría tan segura de eso, campeón.

—Cuando quieras te demuestro lo es capaz de hacer está lengua que ha vuelto locas a muchísimas mujeres.

—Quizas la que te haga perder la cabeza sea yo— musito. No quiero que nadie escuche estás locuras que nos decimos y el auditorio del instituto está repleto de gente—. ¿Que tal tu graduación?

—De maravilla— responde—. Ahora vamos a comer en casa de mi padre ¿Y tú?

—Dani dió un discurso precioso, y todo estuvo muy bien organizado— sonrío con tristeza al recordar el discurso—. Y luego, probablemente robe una botella de champagne y me la monte en la habitación con mis hermanas mientras termino de empacar.

—¿Conseguiste apartamento?

—Voy a vivir con los padres de Ethan hasta que...

—¡Aren, cariño!— me quedo callada al escuchar una voz tan conocida llamarlo de esa forma tan dulce y seductora—. Me preguntaba si querías hacer algo más tarde, desde lo que pasó hace un par de semanas no he recibido llamadas tuyas y necesito mi dosis de ti.

No podía ser ella ¿Cierto? Es una completa locura que a la misma chica a la que estoy ayudando para que enamore al chico que le gusta, sea la que está hablando justo ahora con Aren. Tengo semanas sin recibir llamadas de Abby, ya hasta había olvidado su existencia por completo.

—Esta noche iré a la fiesta, cómo todo el mundo— responde él con indiferencia.

—¿No puedes pasarte por mi casa antes para que hagamos algo?— pregunta con un tonito seductor—. Mis padres no están...

—Abby, ya te lo dije, lo nuestro se acabó— responde. Por un segundo creo que se ha olvidado de que estaba hablando conmigo, pero luego me habla directamente a mi—. Preciosa, te llamo más tarde ¿Te parece? Estoy resolviendo algo importante.

—Tranquilo— suelto antes de colgar.

Sigo en shock, el mundo no puede ser tan pequeño cómo para que el chico del que Abby no ha parado de hablar sea justa y precisamente Aren. Esto es un desastre, le estoy dando consejos de amor a mi rival, que locura.

Por otro lado... Estaba lo que dijo de que entre ellos ocurrido algo hace un par de semanas, en ese entonces, Aren y yo ya nos habíamos conocido, lo que quiere decir que mientras intentaba ligar conmigo se ha estado liando con cuánta chica se le pasa por enfrente. No sé porque una parte estúpida de mí creía que desde el principio tuvimos una conexión, al final, Aren es igual que todos los hombres y siempre lo he sabido.

No porque empiece a caerme bien debo desviarme de mi objetivo. Y mucho menos ahora, que he terminado de confirmar que todos los hombres son iguales.

Aparto de mi mente la imagen que se ha empezado a formar sola de lo que deben estar haciéndo esos dos justo ahora y me obligo a pasar el nudo en mi garganta y seguir caminando. No sé que me pasa, estoy completamente loca si lo que estoy sintiendo es esa palabra de cinco letras que no me atrevo ni a pronunciar.

Es una locura sentirme rara al imaginarme a Aren con mi prima.

El móvil vuelve a anunciar una llamada cuando voy camino a encontrarme con mi grupo de amigos. Esta vez lo cojo sin detenerme a mirar de quién se trata ya que me hago una idea bastante obvia.

—Ni diez minutos, eres de lo que se corren rápido por lo que veo— me río entre dientes.

—No, de hecho soy de los que les gusta disfrutar y contenerse hasta el último momento para hacerlo más divertido— mi cara se pone del color de las paredes en cuanto escucho otra voz masculina que no se parece ni un poquito a la de Aren hablarme tan tranquilamente—. Oh, y siempre termino después que mi pareja, soy un caballero y la satisfacción de una mujer va primero que nada— tiene el descaro de seguir hablando cómo si estuviera hablando con su mejor amigo de toda la vida—. Cuándo quieras te enseño lo que es estar con un caballero y no con un niño; aunque por tu silencio deduzco que esa frase no iba dirigida a mí.

Paso saliva ruidosamente y me esfuerzo por hablar antes de parecer estúpida.

—Número equivocado— respondo lo primero que se me pasa por la cabeza con voz monótona.

—¿Por qué me ignoras?— suelta.

—¿Me estás preguntando porque ignoro al chico que consiguió mi número por medios cuestionables?— inquiero—. Me parece un poco estúpida tu pregunta, imbécil.

—Creí que a las chicas les gustaba que los hombres fueran decididos.

—En primer lugar, una cosa es ser decidido y otra completamente distinta es lo que tú hiciste— refunfuño—. Y en segundo lugar, no te atrevas a volver a decir esa estúpida frasesita tan machista.

—Te sigo poniendo nerviosa ¿No es así?

—Nunca me has puesto nerviosa— le miento. La verdad es sí, todavía me pone nerviosa pero no pienso decírselo jamás.

Además, joder, es mi primo. Es una completa locura teniendo en cuenta que no me va la onda norteña, y además, es un imbécil, uno muy guapo, pero un imbécil al fin y al cabo.

No puedo ni remotamente sentirme un poco atraída por él, y no tengo idea de cómo librarme de él sin decirle que somos primos.

Nada de esto estaría pasando si no hubiera ido a casa de Abby esa noche, fue demasiado arriesgado, y aquí están mis consecuencias. Es irónica la forma en que las vidas de las personas se entrelazan sin que se den cuenta, de no haberlo conocido ese día en su casa, nunca se habría fijado en mí en esa fiesta y mi vida tendría la misma tranquilidad de siempre.

Con Aren de por medio, claro.

—Demuestralo.

—No te tengo porque demostrar nada— escupo—. Y te agradecería que no volvieras a escribirme porque voy a verme en la obligación de denunciarte por acoso.

—Si escribirte cada que se me venga en gana es considerado acoso entonces has la denuncia porque no pienso dejar de hacerlo.

—Mira, si lo que quieres es acercarte a mí para vengarte de lo que sea que te haya hecho Aren, te advierto que no te va a funcionar— digo procurando sonar lo más calmada posible—. No tenemos nada serio, es más, dudo que seamos amigos. Así que busca por otro lado, Kristian.

—Perfecto.

Y lo siguiente que sé es que me ha colgado. El maldito desgraciado infeliz hijo de la gran puta que lo parió, me colgó. ¡A MÍ!

Oh, ahora si me va a escuchar.

Entro en el menú de las llamadas y busco con urgencia el último número en mi lista. Cuándo lo llevo a mi oído pasan dos tonos antes de que se digne a descolgar.

—¿Que deseas?— dice en un tono amable.

—Escucha muy bien esto porque no lo pienso decir dos veces— le digo en el tono mas civilizado posible—. ¡Yo siempre tengo la última palabra!

Y le cuelgo antes de que le de tiempo de replicar.

Eso, muy bien. Demuestra tu madurez.

Púdrete.

—¿Ocurre algo?— pego un respingo al escuchar a mi padre hablar a tan pocos centímetros de mi.

—Nada— mi voz sale más chillona de lo normal—. Voy con los chicos ¿Te molesta?

No estoy para nada cómoda con él aquí, no me malinterpreten, además de sus exigencias universitarias no ha demostrado ser un mal padre. Anoche, de hecho, me sorprendió ver qué le discusión entre ellos sucedió por mí. Algo ocurrió que hizo que mi padre se tocara el corazón y decidiera intervenir por su hija consentida.

Se enfrentó a su esposa por defenderme. Mamá está super molesta con él, pero estoy segura de que más lo está con ella misma, no soporta saber que no tiene la razón en algo.

—Alma me ayudará a conseguirte un departamento— me informa cuando el silencio se prolonga—. Cometí un error con ella, pero espero no repetirlo contigo. No puedo obligar a tu madre a cambiar de opinión, pero si que puedo ayudarte disimuladamente.

Me río secamente aún en shock. Ya, claro, por supuesto que disimuladamente. No hace más que ver por los ojos de mi madre, y cualquier cosa que ponga en riesgo su matrimonio queda completamente descartada.

La pantalla de mi móvil se ilumina anunciando un mensaje de Aren, pero lo último que necesito justo ahora es hablar con él, así que no sólo ignoro el mensaje, sino que también apago el móvil.

—¿Cómo piensas hacer eso?— inquiero y no puedo evitar sonar sarcástica.

—Ya lo veré— me muestra una sonrisa cálida y sube su mano para acariciar mi mejilla—. Tienes el mismo carácter de tu madre, son tan similares. Sólo espero que no cometas sus mismos errores.

—Yo no soy ni seré jamás cómo ella.

Me muestra una sonrisa de esas que les das a los niños pequeños cuando dicen algo sin sentido y que deja a la luz lo poco que saben del mundo.

—El orgullo no te lleva a nada bueno— es lo último que dice antes de desaparecer.

Pongo los ojos en blanco aunque en realidad me siento cómo si estuviera cargando con el peso del mundo sobre mis hombros. Una parte de mí se sentía aliviada de no contar con el apoyo de ninguno de mis padres porque de esa forma eran menos las personas a las que podría desilusionar si las cosas no salían cómo yo quería.

Ahora, no sé si sentirme aliviada o el doble de estresada que antes.





♥♥♥
♥♥♥

Hello, corazones de parchita!!!

👽¿Cómo están?

😼¿Creyeron que había olvidado la actualización?

😸Afortunadamente enero empezó con buen pie, ni bloqueo creativo, ni lector, ni nada. Ya hasta me asusta que este yendo tan bien.

⚠️¿Que les pareció el cap?

✴️¿Que team son?

👫🏻¿Los papás de Aura?

🙀 ¡YA CASI LLEGAMOS A LAS MIL VISTAS! #Terror #Panico #Ozuna

💕 Gracias por el apoyo y la paciencia, no soy la mejor escritora, pero los pocos que están saben que intento dar lo mejor de mi.


   

Continue Reading

You'll Also Like

Curame By Daniela

Teen Fiction

44K 2.6K 25
Las siete de la mañana, Emma se alista para su jornada diaria en el Hospital Universitari Vall D'Hebron. Se pone corrector de ojeras para ocultar la...
3.1M 146K 40
Porque todo fue un terrible pero maravilloso error. Segundo libro de Terriblemente Enamorado OBRA PROTEGIDA POR SAFE CREATIVE Código:1501132980...
601 290 24
¿Que es lo peor que puede pasar si te enamoras de alguien que resulta ser sobrenatural y que no tiene corazón? Ash, sueña con ser una chica ordinaria...
336K 16.5K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...