Capítulo cincuenta y cuatro
Recuperando el tiempo perdido
━¿Vegeta, qué diablos...?
La cabeza de Vegeta se levantó bruscamente y su cola se apretó con fuerza alrededor del muslo de Reya. Buscó la amenaza que había interrumpido su momento de paz con la mujer. ¿Quién en su sano juicio interrumpiría su momento con ella?
Y entonces sus ojos se posaron sobre la furibunda figura del debilucho. Claro, sólo él tenía el don de incordiarlos cuando estaban cómodamente juntos.
Vegeta le enseñó los dientes y gruñó, y las vibraciones enviaron una señal de alerta a Reya. Se tranquilizó cuando vio a Yamcha.
━¿Qué quieres, debilucho? ━escupió Vegeta con desprecio. En ningún momento cambió su posición encima de la anodita.
Yamcha lo fulminó con la mirada y caminó hacia ellos con los puños cerrados.
━¡Quiero saber qué demonios le estás haciendo a Reya!
━Yamcha, tranquilízate ━dijo Reya suavemente━. Sólo estamos hablando.
Yamcha no la creyó. ¿Hablando? ¿Estaba hablando con Vegeta cuando lo tenía encima y en una posición muy comprometida? ¡Oh, por favor! ¡No hablabas con nadie si te está sobando encima!
Una aguda punzada de celos invadió su pecho.
Lo que él daría por estar en el lugar de Vegeta.
Yamcha la acribilló duramente con la mirada.
━¡¿Sólo hablando?! ¡Por el amor de Kami, Reya! ¡Está encima de ti! ¡Eso hace que se disparen todas las alarmas! ━vociferó, colérico. Nunca imaginó que Reya fuera de ese... tipo de chicas.
La cola de Vegeta se desenrolló del muslo de Reya y se azotó furiosamente detrás de él. Su gruñido se intensificó a modo de advertencia mientras asesinaba con la mirada a Yamcha. Sus músculos se habían tensado y parecía un tigre listo para saltar.
━Retrocede, humano ━siseó Vegeta entre dientes, en un tono claramente peligroso━. Es como dice ella, sólo estamos hablando. ¡Así que lárgate!
¿Esa escoria humana no le entraba en la cabeza que la mujer lo había rechazado, y por lo tanto, no estaba interesada en él?
Reya sintió la necesidad de calmar la situación antes de que se convirtiera en una pelea sangrienta. Tenía el presentimiento de que Vegeta no le haría nada, no obstante, en su estado de Súper Saiyajin sería capaz de matar a Yamcha con un chasquido de dedos.
Hizo lo único que sabía que Vegeta no podría negarse: lo rodeó con sus brazos y le acarició nuevamente la espalda. El saiyajin sintió una oleada de tensión moverse a través de su cuerpo que dejó pasó a la relajación, y su gruñido amenazante pasó a ser un suave ronroneo.
━Vamos, Vegeta ━le engatusó ella en el oído━. Déjalo, ¿puedes resistir la tentación de matarlo, verdad?
Reya fue recompensada con una sonrisa por parte de Vegeta y su cola regresó a su muslo, completamente lisa. Sin embargo, Yamcha se crispó. Observó con disgusto como su amiga calmaba al impresentable de Vegeta. Su furia creció mientras que la del príncipe disminuía. La gota que colmó el vaso fue cuando vio a Reya abrazarlo y susurrarle algo al oído.
Aumentó su ki lo máximo que pudo y gritó.
━¡¿Pero qué estás haciendo, Reya?! ¿Acaso te has olvidado de cómo te trató cuando se fue? ¡Pareces una...!
Los cálidos y amables ojos de Reya se convirtieron en dos estalagmitas, y Yamcha retrocedió. Sabía que había cruzado una línea, y se temía que no pudiera rectificarse.
A causa de ser vendida a Freezer para ser una esclava sexual, Reya era muy susceptible a ciertos temas relacionados con lo anterior, y ahora que se había referido a ella como una "cualquiera", la mirada de hostilidad que le daba a Yamcha le heló la sangre por completo.
Aunque no sabía cuál le dio más miedo; la de ella o la de Vegeta, que se encontraba gruñendo como un poseo.
━¿Cómo una qué? ¿Como una puta? ━concretó Reya gélidamente━. Yamcha, sé que aún te duele que te rechazara, pero eso no te da el derecho de mandar sobre mí. Vegeta y yo sólo somos amigos, hermanos espirituales. Lo que yo haga con él no es de tu incumbencia, ¿vale? Así que te recomiendo que te tranquilices, porque si no, seré yo la que te haga entrar en razón a golpes. ¿Me has entendido?
La cola de Vegeta se apretó en el muslo de Reya mientras le sonreía triunfalmente a Yamcha. Al parecer, la mujer podía ponerlo en su lugar sin ni siquiera mover un sólo músculo. Fue dulce verla de su lado por primera vez, ¡y vaya si estaba disfrutando del momento! Para colmo de males, bajó su rostro hacia al de Reya y frotó su mejilla con la suya. Sabía que el humano no entendería su significado, pero la estaba marcando con su olor como compañera de manada.
El rostro de Yamcha pasó del enojo al dolor en cuestión de segundos. Todo había estado tan bien entre ellos... ¡Hasta se había propuesto conquistarla! Y a pesar de que por ahora todos sus esfuerzos fueron en vano, no iba a tirar la toalla. Gruñó de frustración y se golpeó los costados. ¿Por qué ese saiyajin tuvo que venir y arruinarlo todo? ¡Y ahora Reya se había puesto de su lado!
Su amiga tenía razón, por mucho que le doliera que no correspondiera sus sentimientos, no podía recriminarle nada. Era su vida y podía hacer lo que quisiera, ¿pero tenía que ser con Vegeta? Más convencido estaba de que le mintió; sí estaba enamorada de él. Su posición íntima y la forma que lo miraba lo decían todo. ¿Pero y lo de la cola? ¿Eso a qué santo venía?
Solamente lo ponía de los nervios.
━Vegeta ━dijo Reya━, por favor, no seas condescendiente con él.
Vegeta suspiró y asintió, sentándose sobre las piernas de la anodita. Miró a Yamcha y le mostró su afilado canino con odio. El guerrero de las cicatrices retrocedió, pero por los demás, se mantuvo firme. Estaba decidido a no dejarse intimidar por ese alienígena asesino, sin importar cuán ridículamente poderoso era.
━¿Ya has acabado con tus lloriqueos, debilucho? ━preguntó Vegeta en un tono aburrido, haciéndole saber que lo descartaba como amenaza. Aquello encabronó a Yamcha. Puede que no fuera tan fuerte como un Súper Saiyajin, ¡pero no era ningún incompetente!
Yamcha se irguió en toda su altura.
━De hecho no, mono ━sonrió cuando vio un destello de ira bailar por los ojos de Vegeta━. No sé qué aprendiste como mascota de Freezer. Pero aquí, no te encaramas con una chica si no sois novios. ¡Así que aléjate de ella!
Una llama candente se encendió en la mente de Reya hasta prender fuego a todo su interior. No quiso creer lo que oyó de la boca de Yamcha, simplemente, no podía.
━¡¿Cómo te atreves...?! ━rugió Reya, totalmente furiosa. Se levantó de un salto de la hamaca, casi tirando a Vegeta al suelo. Caminó dando grandes zancadas y se enfrentó a un Yamcha anonadado━. ¡¿Cómo te atreves a decir algo así?!
━¡Pero es verdad, Reya! ━se defendió Yamcha━. ¡Míralo bien! ¡Él y Freezer...!
━Y yo fui su trofeo ━soltó Reya de golpe, y todo el cuerpo de Yamcha se congeló━. ¿Sabes lo que me habría pasado si no hubiera escapado de la nave consular? ¿Sabes lo que Freezer me habría obligado a hacer? ━apretó los puños con rabia. Sus ojos se inundaron de lágrimas, algo que alertó a ambos guerreros━. ¿Te acuerdas de la cicatriz de mi costado? Me la hizo Freezer momentos después de destruir mi planeta delante de mis ojos. Me marcó como un animal porque yo era su trofeo, su propiedad. Obligó a mi gente a venderme y así subastarme para los afiliados a la Organización Interplanetaria de Comercio. Me iba a prostituir, Yamcha. Me... me iban a violar día sí y día también. ¡Así que no hables de lo que no sabes!
Yamcha sintió como la bilis subía por su garganta. Tenía el conocimiento de que Freezer sacó a su amiga para esclavizarla, pero jamás, jamás, se le ocurrió que ella iba a padecer semejante destino. ¿Bulma y los demás lo sabían? ¿O se lo había estado guardando?
Cuando vio a Reya temblar y encogerse mientras rompía a llorar, el impulso de acercarse y abrazarla se volvió intenso y frenético. Sin embargo, el condenado de Vegeta se interpuso en medio de ellos dos y la protegió con su cuerpo. Su cola se envolvió alrededor de la cintura de Reya y la pegó más a él. Sus gruñidos bajos aumentaron de volumen al verla sollozar.
Como hizo Yamcha anteriormente, se irguió en toda su altura. A pesar de su estatura, el comportamiento de Vegeta era muchísimo más imponente, y tocó la fibra sensible del guerrero de las cicatrices.
━En primer lugar, escoria terrícola, no soy la mascota de nadie ━espetó con veneno━. En segundo lugar, tú no eres un hombre, así que esa regla no se aplica a ti. Y tercero, vuelve a hacerla llorar, y te prometo que desearás no haber nacido ━un brillo letal y mortífero resplandeció en sus ojos turquesas. Su cola se movió fervorosamente antes de regresar al muslo de Reya━. Ahora, retrocede. ¡Fuera!
Reya se limpió las lágrimas y respiró profundamente para tranquilizarse. Vio a ambos guerreros adoptar lentamente una posición de lucha y puso los ojos en blanco.
Hombres.
Aquí en la Tierra, en Olympia, en Vegeta-sei... Todos eran iguales.
Decidió intervenir para evitar que la piscina se llenara de sangre.
━Yamcha, por el amor del Universo, ¡cálmate! ━estiró un brazo y señaló el complejo━. Vegeta es lo suficientemente fuerte como para dejarte en coma un año. Así que haz el favor de entrar dentro y tranquilizarte. No veremos allí en unos minutos.
A regañadientes, Yamcha abandonó su postura defensiva y asintió con un gesto seco de cabeza. Vegeta, en cambio, le dio el ceño fruncido más feo que alguna vez le dedicó a alguien. A continuación, Yamcha dio media vuelta y se alejó pisando fuerte hacia el complejo, refunfuñando sobre el saiyajin que le había arruinado la vida.
La anodita suspiró y se masajeó la frente. Su plan no había sido desmoronarse durante su explicación, pero el trauma vivido de la experiencia todavía se clavaba en ella con fuerza. Observó por el rabillo del ojo como la tensión de Vegeta desaparecía.
━¿Por qué siempre eres tan malo con él? ━preguntó Reya. Regresó a la hamaca y se tumbó.
Vegeta resopló.
━Es un engreído que vende humo. Supongo que me dejó un mal sabor de boca en nuestra primera pelea ━respondió y volvió a sentarse en las piernas de Reya, con su cola (otra vez) rodeándole el muslo.
━¿Engreído? ¡Tú eres el rey de los engreídos! ━se rio ella.
Vegeta inclinó la cabeza a un lado y sonrió.
━Hay una diferencia entre engreído y orgulloso. De hecho, tengo algo que respalda mi actitud ━volvió a tumbarse encima de ella y con su nariz le acarició el cuello, aspirando su aroma tropical.
━¿Puedo preguntarte por qué siempre te tumbas encima de mí? No me malinterpretes, me gusta que lo hagas. Es sólo que... no es algo que un tipo duro como tú haría ━deseó saber Reya, volviéndolo a abrazar.
Vegeta se rio entre dientes.
━Se espera que los compañeros de manada se "abracen", como tú lo dices, por una variedad de razones.
━¿Cómo cuáles?
━Te estoy marcando con mi olor como mi compañera de manada ━explicó Vegeta━. Puedo protegerte más fácilmente si estás cerca de mí. Las manadas se mantienen calientes cuando duermen juntas, entre otras cosas.
Reya escuchó atentamente sus palabras. El término "manada" la llenó de gran intriga y curiosidad. ¿Sería el equivalente saiyajin de la palabra "hermandad"? Casi se rio cuando Vegeta dijo que "se mantienen calientes cuando duermen". Con otros saiyajins seguramente, ¡pero con ella y su baja temperatura corporal lo dudaba!
━¿Qué significa "compañeros de manada"? ¿Es algo así como las hermandades anoditas? ━preguntó nuevamente, a lo que Vegeta asintió.
━Como no hay más saiyajins, debo formar una manada con personas de otras especies. Eso es algo más de lo que me he dado cuenta de ser saiyajin. Eran personas comunales, no funcionamos bien fuera de las manadas. Tú te haces llamar mi "amiga" y me has integrado en tu hermandad como uno más. Yo diría que es el equivalente a un compañero de manada.
Reya sonrió, comprensiva. Le alegró que la confianza que lo unía con Vegeta se hubiera fortalecido hasta tal punto de considerarla su compañera de manada. La hizo sentir llena de dicha.
━Gracias, Vegeta. Me siento muy honrada de formar parte de tu manada ━le dio un besito en la nariz, y luego en la frente.
El príncipe resopló y apoyó la cabeza en su pecho, oyendo los latidos de su corazón.
━Tú elegiste al solitario, mujer. Me integraste en tu hermandad cuando no tenía a nadie ━dijo, desganado, pero con una pizca de emoción en la voz━. Así que supongo que tu hermandad pasó a ser indirectamente mi manada, aunque puede que no los acepte a todos. Como al enclenque.
Reya alzó las cejas, sin dejar de acariciarle la espalda.
━Pero... si mi hermandad no te cae bien ━Vegeta volvió a resoplar.
━No, pero confío en ellos como aliados. Siempre y cuando me respeten.
Se hizo un silencio cómodo entre ellos, sólo roto por los ronroneos de Vegeta. Reya sonrió, enternecida. Amaba la sensación que las vibraciones enviaban a través de su cuerpo; parecía quitarle toda la tensión y estrés y ralentizaba sus pensamientos acelerados. Su ronroneo era un sonido que podría escuchar todo el día y nunca cansarse, pues la calmaba y le hacía saber que él se encontraba a gusto.
Reya suspiró y recordó que debía de hablar con Yamcha. Ya habían trascurrido algunos minutos y probablemente estaría enfadado por su falta de compromiso. Puso nuevamente las manos sobre el pecho de Vegeta para hacerle saber que quería levantarse. Él obedeció en silencio y la vio reincorporarse de la hamaca. Sin embargo, notó la fluctuación de su ki y cómo se tambaleaba torpemente.
━Voy a hablar con Yamcha ━avisó Reya. Tragó saliva con dificultad y se pasó la mano sobre su frente perlada de sudor. Comprobó con molestia como los eccemas se habían extendido por toda su piel━. Enseguida vuelvo.
Vegeta puso los ojos en blanco. Quería seguirla, y más por su débil estado por el calor, pero sabía que su presencia sólo alteraría más al debilucho. No le quedó más remedio que sentarse en la hamaca a la espera de que ella volviera.
En el interior, Reya exhaló con alivio al sentir la frescura del aire acondicionado. Aunque no era suficiente para calmar su sofoco, agradeció el frescor que flotaba en el aire. Encontró a Yamcha de mal humor en la sala de estar. La televisión estaba encendida, pero a Reya le dio la impresión de que realmente no la estaba viendo.
━Yamcha ━lo llamó suavemente. Su hermano terrícola no le devolvió la mirada, así que decidió continuar━. Vegeta actúa así conmigo porque está en su naturaleza de compañero de manada. No tiene nada que ver con cualquier cosa depravada.
Ahora Yamcha la miró, con el entrecejo fruncido. Su expresión era una mezcla de escepticismo y confusión.
━¿Y eso qué demonios significa?
━Es el equivalente saiyajin de una hermandad anodita. ¿Te acuerdas lo que quiere decir? ━preguntó Reya, y Yamcha asintió débilmente━. Pues eso; luchan juntos, viven juntos y se protegen entre ellos, tal y como lo haría una hermandad anodita ━se colocó un mechón detrás de la oreja y le mandó una mirada suplicante━. Además, no entiendo tu reticencia a que no pase tiempo con él. Vegeta ha cambiado, me lo ha dicho. No volverá a matar a gente sin razón.
Yamcha le frunció el ceño, pero su atención regresó a la televisión.
━Reya, eres demasiado ingenua. No entiendo por qué pierdes el tiempo con... ese ━escupió con rencor, sin darse cuenta de que en aquel momento eran sus celos los que hablaban por él━. ¿No te das cuenta de que es un asesino sin corazón? ¡No se lo merece! ¿Qué pasa si se vuelve contra ti y te hace daño?
━¿No me has escuchado? ━alegó Reya━. Vegeta ha cambiado.
Yamcha se burló con saña, pero no dijo nada más. Realmente no quería discutir con Reya y más cuando las cosas entre ellos iban de maravilla. Sin embargo, no confiaba en el saiyajin y temía por su seguridad en la Corporación Cápsula. No había nada que pudiera hacer si ese bastardo se atrevía a tocarla, y eso en verdad le aterraba y avergonzaba al mismo tiempo.
Era doloroso saber lo fuerte que era Vegeta y que no tenía esperanzas para alcanzar su nivel.
━¿Le darías una oportunidad por mí? ━imploró Reya.
No esperaba que Vegeta y su hermano terrícola fueran a llevarse bien (había más probabilidades de que eso sucediera con Bulma, y tampoco lo veía factible), pero honestamente, su paciencia por la hostilidad entre ellos dos se estaba agotando. ¿Era mucho pedir que al menos se trataran cordialmente?
Yamcha se negó a mirarla, porque de hacerlo, no se resistiría a sus ojitos de perrito abandonado. Obstinadamente cruzó de brazos y tensó los labios en una línea recta. ¿Por qué debería darle una oportunidad? Llamadle mezquino, pero le guardaba rencor por: primero y el más obvio, su muerte, y segundo, por acaparar toda la atención de la chica que le gustaba.
Era una ofensa muy difícil de perdonar, incluso por un santo, algo que Yamcha nunca aseguró ser. Y Vegeta había hecho poco o nada para redimirse a sus ojos.
Reya suspiró y le dio la espalda. Obviamente, Yamcha no la iba a escuchar, y ella no iba a permitir que su humor agrio le estropeara el día.
━Bien, si vas a actuar como un niño, entonces saldré con Vegeta. Al menos él actúa acorde con su edad ━y se marchó de la sala de estar.
Avanzó hasta la cocina y se encontró con Bulma y su madre.
«Debería de avisarlas de que Vegeta está aquí. La Sra. Brief se pondrá muy contenta. Seguramente le preparará una cena de bienvenida»
Bulma levantó la mirada de la revista que ojeaba. Sus ojos se agradaron al ver las manchas rojizas, cada vez más graves, en la piel de su mejor amiga.
━Santo Kami, ¡yo que tú no saldría en todo el verano! ━exclamó. Preocupada, se levantó de la mesa y se acercó a Reya. Aquellos eccemas tenían pinta de ser muy dolorosos━. ¿Pero te has visto? ¡Te va a dar un yuyu como la última vez!
El rostro de Reya se desfiguró con una mueca. No le apetecía hablar de su primer verano en la Tierra ni del golpe de calor que la tomó por sorpresa.
━No te preocupes ━dijo, y rápidamente compuso una sonrisa━. ¿Sabéis qué? ¡Vegeta acaba de regresar a la Tierra! ¡Ahora mismo está junto a la piscina!
Ahora Bulma abrió los ojos, sorprendida. ¿El cretino había vuelto?
━¿En serio?
Por otro lado, la reacción de la Sra. Brief fue tal y como Reya se imaginó.
━¡Oh, eso es maravilloso, cariño! ¡Es un chico tan guapo y dulce...! ¡Tendré que ir al supermercado a comprar todas sus comidas favoritas y prepararle una gran cena de bienvenida!
La Sra. Brief siguió parloteando sola, y tanto Bulma como Reya la escucharon a medias. La anodita se sentía feliz de que alguien más compartiera su alegría por su regreso. ¡No estaba sola en su entusiasmo!
Entonces, Bulma le dio un suave codazo en las costillas. Reya la miró, a lo que su hermana terrícola le sonrió pícaramente.
━¿Estarás contenta, eh? Tu príncipe ha vuelto ━se burló━. ¡Sal ahí y cómele los morros!
Reya se sonrojó hasta las orejas.
━¡Cállate!
Agarró el royo de papel de cocina y se lo tiró.
Encontró a Vegeta todavía sentado en la hamaca. Tenía los ojos cerrados, por lo que se preguntó si estaría dormido debido a su respiración lenta y constante. Extendió una mano para tocarle el hombro, pero su cola se disparó y la enrolló con fuerza alrededor de su muñeca. Reya sonrió con gracia.
«Típico de Vegeta: estar en guardia aun cuando parece muerto para el mundo»
Vegeta tiró de ella y se sentó a su lado.
━¿Ya has acabado de mimar al debilucho? ━preguntó mientras la acercaba a él.
Reya se acurrucó y apoyó la cabeza sobre su hombro.
━Sí, y hasta que no actúe como una persona adulta, que se abstenga de hablar conmigo.
Vegeta sonrió y envolvió su cola alrededor de la cintura de Reya. Se dio cuenta de que su buen humor no era más que una fachada para ocultar tristeza, y que por lo tanto, estaba enfadada por algo que acababa de suceder entre ellos. Si siempre había sentido una sensación intensa por protegerla, ahora se convirtió necesidad abrumadora, aunque sólo fuera para protegerla de su angustia emocional.
Sus instintos de manada funcionaban con fuerza. Estaba aprendiendo a dejar de luchar contra ellos, pues había decidido ser fiel a su herencia saiyajin.
Y eso significa reconocer los sentimientos que acompañaban sus instintos, por muy molestos que pudieran ser.
━No dejes que ese inepto te afecte. Eres la compañera de manada del Príncipe de todos los Saiyajins, estás por encima de él ━respondió Vegeta. La rodeó con su brazo y la estrechó contra él, acariciándole con suma delicadeza los eccemas de su piel.
Reya sonrió, e inhaló su fuerte y salvaje aroma que ni el jabón podía borrar.
━Entonces... ¿Eso te convierte en mi amigo? ━preguntó inocentemente.
Las cejas de Vegeta se alzaron con sorpresa ante su pregunta. Le resultaba difícil considerar algo que lo uniera a otro, pero sabía que tendría que acostumbrarse. No podía estar eternamente separado de los demás, y ya había admitido que la consideraba su compañera de manada.
Es más, la propia Reya también admitió considerarlo como su hermano espiritual. Recordó que le dijo que las palabras "amigos" y "hermandad" tenían el mismo significado. Por ende, su traducción aproximada hacía que el vínculo que los unía fuera recíproco.
Tragó saliva y asintió, sin encontrar las palabras adecuadas para expresarlo.
━¡Me alegro! ━se rio Reya━. Porque eres un gran amigo y un gran hermano saiyajin.
━Hmph.
Reya le dio un suave codazo a su respuesta evasiva, pero estalló a carcajadas cuando el príncipe se la devolvió con gracia. Vegeta se encontraba de muy bien humor y aquello le ayudó a levantarle el ánimo. Podría haber regresado a la Tierra enfurecido y dispuesto a matar a todo el mundo. En cambio, desde que lo vio salir de su cápsula espacial, se había mostrado tranquilo y juguetón.
━¿Y qué quieres hacer ahora que no vas a entrenar? ━preguntó ella.
━Dímelo tú.
Claro, era verdad. Vegeta aún no sabía cómo se entretenían los humanos. Bulma, Yamcha y todos los demás se encargaron de enseñárselo cuando llegó a la Tierra. Ahora era su turno de mostrárselo a Vegeta. Pero por otra parte... Era consciente de que su sofoco se estaba agravando, bastaba verla para darse cuenta de que no se sentía bien.
Pero aparte de su primer verano en la Tierra, lo había llevado bastante bien.
Así que podría aguantar un poco más, ¿verdad?
━No lo sé... Pero personalmente quiero quedarme al aire libre. Hace un día muy bonito ━dijo Reya, tratando de sonar convincente. Disimuladamente se pasó la mano por la frente.
━Estoy de acuerdo a que es preferible permanecer fuera. ¿Pero podrás aguantar...? ━no terminó de hablar. Vegeta cerró los ojos y dejó escapar un ronroneo cuando Reya, distraídamente, le regaló una dulce caricia en la espalda.
Su cola la soltó y se estiró detrás de él, quedando sólo la punta ligeramente curvada.
━No te preocupes. Antes de irnos tenía planeado darme ducha con todos los cubitos de hielo de la Corporación Cápsula ━informó Reya━. Podemos ir al parque.
No era la idea más original, pero sabía que a él le gustaba mucho. O eso le pareció cuando fueron la última vez.
Vegeta asintió.
━Me parece bien ━tomó su mano izquierda y la estiró frente a ellos━, pero antes ve a darte esa ducha con cubitos de hielo. Tu ki fluctúa erráticamente. Colapsarás si sigues así.
Con un cosquilleo tierno aflorando en su interior, Reya le sonrió radiantemente y le besó la mejilla. De verdad, amaba con locura a ese saiyajin. A pesar de su expresión interpérrima, Vegeta siempre demostraba, ya sea con palabras o gestos, lo mucho que se preocupaba por ella. Y por esa razón, había decidido seguir estando afuera, aun cuando su cuerpo le pedía a gritos que se refugiara en el interior: porque quería que se sintiera bien, a gusto y feliz. Una forma de devolverle sus gestos afectuosos.
Vegeta le correspondió la sonrisa. Juntó su frente con la de ella y le regaló una caricia con la punta de su nariz. La anodita soltó una risita cuando los brazos del príncipe la sostuvieron. Le rodeó el cuello y Vegeta voló hasta su balcón. La depositó en el suelo con delicadeza, y Reya le guiñó un ojo antes de entrar en su cuarto. Vegeta saltó a su propio balcón y entró en su habitación para ponerse las zapatillas.
No sintió la particular necesidad de ponerse una camiseta, pues afuera hacia un calor abrasador (lo cual le sorprendía que Reya lo resistiera admirablemente bien), y aparentemente los humanos encontraban socialmente aceptable que los hombres sólo llevaran unos pantalones. Entonces, con los zapatos puestos, regresó al balcón de Reya y se tumbó sobre la barandilla, moviendo la cola perezosamente mientras la esperaba.
La vio entrar en su habitación con más de una docena de bolsas de hielo. Rebuscó en el armario y en los cajones de su cómoda y se encerró en el baño. Media hora después, Reya salió con otro vestido veraniego del mismo estilo que el anterior. Su pelo húmedo caía sobre sus hombros mientras se lo cepillaba. En ningún momento dejó de cantar, haciendo que Vegeta se cautivara por su hermosa voz.
Finalmente salió al balcón, y el príncipe observó, complacido, que la tonalidad de sus manchas rojizas había disminuido notablemente.
━Ya era hora, mujer. Me has hecho esperar una eternidad ━dijo Vegeta mientras se bajaba de la barandilla.
Reya se rio lastimeramente, disculpándose con la mirada.
━Lo siento, pero cuando sufro de inherbolys suelo tardar más de lo normal.
Vegeta la miró con curiosidad. ¿Inherbolys? ¿Qué era eso?
━¿Inherbolys?
━Los eccemas ━concretó Reya. Regresó a su habitación y se puso su bolsito cruzado━, así se llama la afección que sufrimos los anoditas cuando el calor nos afecta ━lo miró y le hizo un gesto para que la siguiera━. De todos modos, ya estoy lista. Pero antes quiero coger algunas cosas.
Mientras Vegeta la seguía escaleras abajo en dirección a la cocina, su cola se agitó con impaciencia e intriga. Pero no pasó nada interesante al verla sacar de la nevera tres botellas de agua y una nevera portátil, para guardarlas posteriormente dentro de las cápsulas que traía en su bolso.
La siguió hasta la puerta principal del complejo, y con Reya entrelazando su brazo con el suyo, ambos salieron al exterior.
Yamcha todavía se encontraba ensimismado con sus pensamientos. Sintió el ki de Vegeta abandonar el complejo, y la idea de que el Príncipe de todos los Gilipollas se largara hizo que su estado de ánimo mejorara con creces.
Decidió que, ahora que Vegeta se había ido, aprovecharía y arreglaría las cosas con Reya, haciéndole saber que no tenían ningún resentimiento con ella. Pero para su confusión, no logró detectar su ki. En realidad, no sentía a nadie. Bulma y su madre se habían marchado de compras y el Dr. Brief se hallaba en la sede de su empresa.
Comenzó a preocuparse. Si Reya no estaba, eso quería decir que... Agrandó los ojos ante su deducción. ¡Se había marchado con Vegeta! ¡La muy imprudente se había ido con él!
¿Cómo podía ser tan inconsciente?
Con un gruñido, apagó la televisión y arrojó el control remoto contra el sofá. Salió corriendo del complejo, con la misión de salvar a su amada de la atroz compañía de Vegeta.
La entrada del parque apareció enfrente de la pareja. Los dos caminaron por el sendero que conducía al pequeño lago, con el sol prácticamente bloqueado por el dosel de ramas y hojas.
A Vegeta le recordó a la luna que dejó atrás. Cerró los ojos y una avalancha de recuerdos invadió su mente. Era tan vívidos que casi podía saborear la fruta, la carne de los animales alienígenas, el agua clara...
━¿Vegeta?
Parpadeó un par de veces para salir de su ensoñación. Giró la cabeza y se topó con la mirada preocupante de Reya.
━¿Estás bien? Te has quedado embobado.
━Estaba pensaba en la luna en la que estuve. Este bosque me recuerda a ella ━respondió Vegeta━. Toda la luna era una selva, excepto por una pequeña porción de agua del cual desembocaban los ríos y los arroyos. No había seres inteligentes..., sólo animales.
Reya lo miró, sorprendida.
━¿Estuviste allí solo durante meses? ━preguntó, sin salir de su asombro━. Sabía que eras una persona solitaria, pero eso suena muy extremista hasta para ti.
Vegeta sonrió brevemente.
━Era lo que necesitaba en ese momento.
Reya no expresó su desacuerdo, pero no podía negar que tenía razón. Estaba mentalmente destrozado cuando se marchó de la Tierra. Definitivamente, ahora era una persona diferente. Todavía conservaba su temperamento que fácilmente igualaba al suyo, con la diferencia de que ahora podía mantenerlo bajo control.
En general, se veía tranquilo y relajado, incluso amigable, más de lo que normalmente lo era con ella. Le hacía muy feliz verlo disfrutar de la vida, en lugar de tomarse las cosas tan en serio y esperar una amenaza en cada esquina.
El aislamiento lo consideraba algo radical, pero Vegeta tenía la razón. Era lo que necesitaba para lograr aquel cambio tan drástico.
Y ella se alegraba de que así fuera.
Siguieron caminando en un cómodo silencio, sin darse cuenta (o sin importarles) que un guerrero con cicatrices se dirigía directamente hacia ellos.