Rachel pagó el taxi y tomó las bolsas de mandado, después de llegar a casa con hambre se había dado cuenta que tenía el frigorífico vacío, por lo que se propuso hacer las compras a primera hora. Venía demasiado cargada que cuando intentaba tocar el botón del elevador le era difícil, se estiró lo suficiente y antes de que pudiese alcanzarlo un brazo con un tatuaje de Alacrán ocuparon su campo de visión
—Parece que la nueva inquilina necesita que le echen una mano—Hablo Jeff
—Gracias...—
Jeff tomó algunas bolsas, pero en unos segundo después la bolsa pareció no soportar más peso y se rompió por debajo
—No sabía que Mister misteriosa le gustaba jugar a los muñecos—Dijo cuando se agachó para levantar lo que se había regado—Y canicas...—
—Son de colección—Justificó
Jeff asintió y Rachel se mordió el labio inferior, las puertas del elevador se abrieron, ambos caminaron directamente a la puerta del apartamento 004, cuando quedaron enfrente, Rachel busco las llaves por los bolsillos de los pantalones y en cuanto abrió se giró hacia Jeff para recibir sus demás bolsas, pero Jeff la ignoro y abrió paso entrando al departamento
—Deberías agradecerme con un café—Dijo
Rachel entró en pánico en cuanto se acordó que había dejado el arma por la mesa de centro del salón, rápidamente abrió paso y se adelantó y dejó las bolsas encima ocultando cualquier evidencia
—Lindo departamento, tal y como me lo imaginé—
—¿He?—
—Ya sabes, la decoración—
Rachel asintió, tenía el corazón palpitando al cien, deseando que Jeff no se sentará en la sala y empezará a husmear
—Era broma, lo del café, me apetecía ver cómo era el departamento de Mister misteriosa que parece ser que Mister misteriosa se llama Rachel Twings y resulta que tiene una placa de la comisaría Davidwache—Dijo
Mientras mostraba la identificación falsa que Bill mandó hacer, el rostro de Rachel se volvió pálido y enseguida se lo quitó de las manos
—Y parece que Mister entrometido si existe—Gruño. Jeff sonrió juguetón
—La verdad esque quería asegurarme que la nueva inquilina no fuese una narcotraficante de órganos
—¿Perdón?—Trataba de disimular sus nervios
—Esque el otro día ví que un hombre te vino dejar, me dió curiosidad—
—Era gente de la comisaría, no se manejar así que se ofrecieron a traerme—
Y en efecto, Jeff solo quería asegurarse de que no tuviese algún enemigo de algún bando que lo estuviese vigilando, aunque de cierta forma la comisaría Davidwache era un enemigo, lo bueno es que la comisaría Davidwache no estaba enterado de este sujeto y eso quería decir que no estaba en la lista de los más buscados, y ahora que sabe que la nueva inquilina es de la comisaría tendrá más cuidado, pues seguramente podía ser una ventaja, alguna de las cualidades de Jeff es que a las cosas negativas siempre trataba de encontrarles lo contrario, a su beneficio claro. Sabía que podía ocupar a Rachel en algún momento, pero para eso tenía que ganarse su confianza
—¿Y que hace Mister misteriosa haciendo las compras? No sé supone que deberías estar ¿Laborando?—
—Me han suspendido tres días, así que bueno, ahora mismo estoy tratando de ocupar mi tiempo en algo valioso—Respondió—Y sinceramente seguir hablando con Mister entrometido no está en mis planes y me está retrocediendo el tiempo—Añadió
—Vale, vale, ya entendí la indirecta, aver si te haces un espacio, sería bueno que Mister misteriosa aprenda a manejar—Dijo acercándose suficiente para susurrar a su oído—Mister entrometido es bueno con las manos—
Jeff se dió la vuelta saliendo del apartamento, dejando a Rachel con las mejillas rojas y calientes, trago saliva al imaginarse cualquier cosa con aquellas manos, sacudió la cabeza derribando los pensamientos, enseguida se puso acomodar la despensa en las encimeras, y en cuanto término, supuso que era momento para practicar, por lo que entonces apartó el televisor en otro lado para ocupar el mueble y poner los muñecos que había comprado, después de acomodarlos tomó la distancia equivalente, enfocó la mirada directamente a cualquier muñeco trato de concentrarse mientras sujetaba la canica en sus dedos, tiro, volvió a tirar
—¡Aggg mierda!—Gruño—Maldita porquería ¿Por qué es tan difícil?—Se palmadeo las mejillas—Vamos Rachel, no puede ser difícil—Volvió a tirar—¡Me cago en la puta coño!—
Pasó exactamente toda la mañana tratando de atinarle a uno, pero nada, los muñecos seguían intactos, mientras ella, tenía el rostro fruncido y enrojecido, se echó al sofá a quejarse cuando se dió cuenta que tenía que vender aquella jodida cuadrícula. Tomó una bocanada de aire para poder chillar pero no lo hizo, en vez de eso tomó el móvil, y empezó a marcar los número, los tonos sonaban y hasta el tercer tono descolgaron
—¿Hola?—
—¿Marlon?—
—¿Roe?—
—Joder Marlon, necesito tu ayuda—
｡｡｡
Al siguiente día todos se encontraban reunidos en la sala, todos parecían haberse despertado de un mal humor llamado «El Alacrán a vuelto»
—¡Ese puto coreano!¡Le voy arrancar los huevos!—Se quejo Tom al mismo tiempo que arrojó el vaso de vidrio directamente a la pared
—Es Tailandés—
—¡Cómo sea!¡Coreano, chino, Tailandés es la misma mierda—
Ninguno respondió, a Tom se le había notado irritado desde que recibió la noticia, pues solía competir con Jeff, ambos eran diferentes pero los dos sabían manipular a la perfección, es por eso que no se tragaban, Jeff tenía otras estrategias y Tom también pero siempre llegaban al mismo punto a pesar de tomar diferente caminos
—¿Pero a qué ha venido ese jodido Tailandés? Si que tiene ganas de arrancarme los huevos—
—Sea lo que sea, parece ser que ahora quiere jugar con nosotros—Respondió Georg—Aunque para la última vez que le ví no parecía tener buen físico para enfrentarse a nosotros—
—¿No has oído que se a jodido a cuatro de nosotros sin necesidad de un arma?—
—Parece que el alacrán cambio de piel—Dijo Georg
Mientras que Bill se había mantenido en silencio, tratando de llegar a alguna explicación del porque el Alacrán había regresado después de un año completo, lo cierto es que ahora venía más revelado, y les estaba declarando la guerra lo cual ahora no era lo mejor, al menos no ahora que Rachel era parte de TH
—El Alacrán no debe saber que Rachel es hermana de Gary—Hablo Bill mientras jugueteaba con el vaso lleno de vodka
—¿Por qué?—Indago Gustav mientras se acomodaba el uniforme para dar marcha a la comisaría
—¿Acaso ya olvidaron el enfrentamiento que tuvo la comarca con el?. Tampoco debe saber que tú estás en Davidwache, tenemos que ser cuidadosos, y Rachel tampoco debe saber del Alacrán—
—No lo estoy entendiendo—Musito Tom
—Si el Alacrán se entera de que Gary tiene una hermana que estuvo escondiendo por años es capaz de ir por ella, y sinceramente Rachel aun es un capullo que no sabe defenderse del todo—Bill parecía empezá a frustrarse—¡Joder pero ese hijo de perra a qué a ¿Vuelto?!—Refunfuño—Tendre que mandar a alguien que cuide de ella, ahora no puedo pedirle que vuelva a la mansión porque esta en la etapa de la rebeldía—
—¿Y porque Rachel no debe saber sobre el Alacrán?—
Bill bufo, se llevó un trago y después se volvió a acomodar en el sillón. Antes, Gustav no le quedó de otra más que irse directo a la comisaría y dejar el plan a medias
—Gary quería matar al Alacrán, y la verdad me jode no saber el motivo. Cómo sea, cuál sea el motivo supongo que cuando Rachel se entere querrá cambiar de camino y saber el porqué Gary odiaba tanto al Alacrán y la verdad ahora solo quiero que se centre con Lexi—Tomó otro trago—Rachel debe deshacerse de Lexi y nosotros de este jodió coreano—
—¡Que es Tailandés!—Añadió Georg
—¡Cómo se te ocurra volver a corregirme te arranco lo huevos!—Gruño Bill
Se levantó poniendo fin a la conversación, se encerró en la sala de reuniones, antes de empezar a llenarse la cabeza con miles de ideas tomó el móvil, debatía en si llamar a Rachel y decirle que era mala idea que se fuese a vivir sola, pero al final no lo hizo, no quería que sintiera sofocada, pero tampoco quería tomar el riesgo por lo que entonces tenía que pensar en un plan rápido. La única forma para comunicarse con él era ir al pub, en dónde empezó el atentado, suponía que era una especie de mensaje o algo así o la otra cosa sería volver a reunirse con la Comarca y unirse a ellos para cuidar de Rachel, pero la verdad es que esa idea no le apetecía tanto, y tal vez la Comarca no aceptaría, después de todo un trato roto no se puede volver a construir el puente
｡｡｡
Marlon y Rachel se habían quedado en un punto medio, pues a Rachel aún no le apetecía que Marlon y Jadel supieran en dónde se estaba quedando, después de todo quería su propio espacio y les conocía, sabían que estarían las 24 horas del día ahí, cuidando de ella, y a decir verdad Bill tenía razón, lo que menos quería Rachel era tener a otros hermanos mayores que la sobre cuidarán y le mintieran, por suerte aún se acordaba de como tomar el bus.
Cuando llegó a la esquina de la cafetería entonces vio a Marlon allí de pie con gafas oscuras y un gorrito de lana color gris, ahora que pertencia dentro de Davidwache tenía que ser cuidadosa, no podían ver a un oficial ser amigable con algún delincuente y mucho menos si era alguien de la lista de lo más buscados, agradecía a Marlon por tomarse los riegos. Cuando Marlon se percató de su presencia, curvo sus labios, mostrando una diminuta sonrisa este avanzo y Rachel camino detrás de él discretamente, como si no se conocieran, segundos después Marlon entro a un edificio y Rachel después de esperar algunos minutos y de asegurarse de que nadie los estuviera vigilando también entró. Subió las escaleras desgastadas de caracol, era un edificio a lo cual para ella no le sería un problema vivir allí, después de subir dos pisos Marlon y Jadel ya la estaban esperando en el marco de la puerta
—No dijiste que estabas con Jadel—Dijo ella
—¿Hay algún problema?—Indago Jadel, Rachel negó
Los tres amigos entraron al departamento, Rachel se quitó la cazadora, dejando ver algunos moretones que parecían ya desvanverser y algunas costras a punto de caerse. Para ese entonces Marlon ya había calentando un poco de agua, un poco de café a nadie le haría mal, a excepción a Jadel, prefería las infusiones, pero hoy tenía una cerveza en las manos
—¿Y bien?¿Cuál es la urgencia?—Indago Jadel
—Supongo que ser parte de TH, también consiste en su ámbito laboral—Jadel se encogió de hombros. Rachel se quitó la bolsa coqueta para descartar alguna sospecha, y la puso encima de la mesa—Tengo que vender esto y conseguir las mismas cuadrícula pero con diferentes productos—
Jadel fue el primero en echarle un vistazo, sonrió al ver una tonelada de coca, Marlon arrugó el rostro como si la idea no le gustará
—Esos TH, nunca dejan de sorprenderme—Dijo Jadel entre risas—A quien se le ocurre dar la mitad por dos enteras ¿Es una jodida broma no?—
—Lo mismo dije, pero ellos parecían hablar en serio—
—Es una prueba—Hablo Marlon quien se encontraba sirviendo un poco de Café
Jadel y Rachel lo miraron, este se sentó y puso la taza de café frente a Rachel, quien parecía no tener intenciones de tomarlo
—Quieren comprobar que de verdad eres útil, Gary solía hacerlo, supongo que compartió esa idea con Bill—
Y entonces las dudas y preguntas empezaron a indagar su cabeza, se puso cómoda y entonces miró fijamente a Marlon, mientras recordaba las palabras crueles de Georg
—Bill y Gary ¿Eran amigos?¿Qué relación tenían con TH?—Indago
Silencio, ni una palabra soltaron, mientras Rachel seguía esperando, y la taza de café parecía enfriarse
—Dimelo Marlon—
—De acuerdo, La Comarca y TH, eran socios, Gary y Bill eran amigos—
—¿Y que paso?—
—Basta Roe—Interrumpió Jadel—Tienes que vender esta tonelada y para serte sincero nosotros tenemos mucho trabajo que hacer después de que por obra de magia la comisaría Davidwache apareció en nuestro territorio, que por cierto me debes una explicación—
Ella bufó, no podía negarse y huir después de todo se los debía, y más ahora que estaban dispuestos a ayudarle a vender la cuadrícula
—Me he infiltrado en Davidwache—
—¿Por qué?—
—Ya lo sabes, quiero matar a Lexi—
—¿Y si Lexi no mató a Gary?—Pregunto Jadel
Rachel tragó saliva, no podía ser posible para ella, no después de que Keon le haya dicho que Gary había matado a su novio, y que ella misma haya dicho que se había desecho del líder de la comarca
—Gary mató a su novio ¿Por qué no podría ser Lexi?—
—¿Confías en TH?—Silencio, ella se quedó en silencio—Roe—Musito—La lealtad es el sentimiento más caro, no lo esperes de cualquier persona—Ella seguía en silencio
—Tokio Hotel me acogió cuando más lo necesitaba, me ayudaron a salir de la mierda que me consumía—Respondió Ella—Confió en ellos—Aseguró
—Rachel—Hablo Marlon—En está vida no hay amigos, el que vive confiado muere traicionado—Rachel sonrió fastidiosa
—Dejen de joderme, si lo que pretenden es que me quedé en la Co...—
—No—Interrumpió Jadel—Pertenece en dónde quieras, solo es un consejo, los amigos fieles en este mundo son difíciles de encontrar, pero anda, vamos a terminar y volver con dos toneladas de coca—
Los tres se levantaron, la primera en salir fue Rachel, quien los esperaría en una esquina del basurero, segundos después fue así, Jadel y Marlon aparecieron con un auto y ella no dudó en subirse.
Y de pronto ya estaban a las afueras de Hamburgo, un poco cerca de Stuttgart, dónde suelen esconderse los cerdos más grandes, pero muy poco inteligentes
—¿De verdad tengo que ponerme esto?—Se quejo cuando Marlon había regresado con un vestido rojo
—Si quieres vender esa tonelada de coca, pues si, tienes que hacerlo—
—Creí que ustedes me ayudarían con eso—
—Si, lo haríamos, pero somos gente de la Comarca, no podemos llegar con una cuadrícula sellada por TH—Eso era cierto—Además, no siempre podremos ayudarte, tienes que aprender—Y eso también era cierto
Rachel rechino los dientes, y tomó el vestido, después de haberse puesto el vestido se echó un vistazo en el espejo, y no pudo evitar pensar en la palabra «Puta». Suspiro largo, dándose ánimos a sí misma, y recordándose que todo esto lo hacía por Gary y que cuando todo terminará se iría lejos de Hamburgo, en un lugar en dónde nadie la conociera y volvería al inicio. Una lágrimas cayó, pero de inmediato se la limpió «Llorar es debiles». Parece que sufrimos más con la imaginación que con la realidad.