Black & Sam © (BORRADOR)

By SamRivas

299 56 1

Black y Sam son mejores amigos desde siempre, se han cuidado, han estado pendientes el uno con el otro hasta... More

*Sinopsis provisional*
Nota de autor
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 38
Capítulo 39 (ESPECIAL)
Capítulo 40
Capítulo 41 (ESPECIAL)
Capítulo 42 (ESPECIAL)
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46 (ESPECIAL)
Capítulo 47 (Especial)
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50 (Ultimo especial)
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 37 (ESPECIAL)

3 1 0
By SamRivas

Capítulo 37 (ESPECIAL)

Black

El amanecer esta entre mis pupilas, siento el llanto sobrepasar mis mejillas y pasan por mis labios, donde pruebo las gotas saladas. En medio de mi débil movimiento, solo inhalo en lo más profundo, no necesariamente con un cigarrillo. Mi vista se va reflejando poco a poco en las nubes, las veo de diferentes colores y me suspiran que puedo seguir avanzando.

Me quedo tranquilo y gozando de mi propio dolor, ese que te quema no solo en el corazón, sino en mi cabeza. Mi mente está viajando al más allá sin darse cuenta en que tiempo estamos y lo que ha ocurrido en el transcurso de estos meses, llenos de lágrimas y emociones sin sentido. Voy navegando sin rumbo a un lugar donde no existe, solo mi subconsciente sabe que ya es mañana por la apuesta de sol que me presenta Dios ante mis narices.

Escucho la sierra, el olor a madera, el inalcanzable grito de una madre desesperada por regañar a su hijo, la habladera de chismes de los vecinos, el ruido de motores. Para mí todo eso no tiene sentido, no sonrió, sigo estando serio y con el ceño fruncido. Ya he perdido la noción de mi sentimentalismo, todo es tristeza y soledad. Maldita soledad, ella no sabe el dolor en mi pecho, no entiende porque estoy así y cuál es mi razón para vivir.

Empiezan a sonar los instrumentos musicales, la trompeta suena con delicadeza y se va metiendo lentamente en mi cerebro, dejando que descanse un poco. Mis ojos se cierran de inmediato e imagino que estoy en una especie de paraíso donde solo existo yo y mi madre. Ella me observa de pies a cabeza, va examinando mis ojos y luego me agarra la mano para acariciarla. La echo tanto de menos y desearía que estuviera conmigo siempre. Emboza una sonrisa y me pide que caminemos a la orilla de la playa.

No hay olas, el tiempo está soleado y todo parece indicar que mi sueño es sereno y sin tantas matanzas. Últimamente estoy soñando que tengo un arma y destruyo todo el planeta, solo me pasa a mí por estar viendo películas de acción. En fin, seguimos caminando y observo que ando vestido playero, no tengo zapatos y ando descalzo; la arena caliente no afecta mis pies y ellos siguen como si nada estuviera pasando.

Soñar con mi madre me hace reflexionar muchísimo sobre mi vida y los errores que he estado cometiendo en los últimos años. No soy perfecto, tampoco deseo serlo, pero si necesito tranquilidad y armonía.

Nos sentamos en unas rocas, donde los pies quedan colgando y el agua pasa inadvertido. La brisa azota nuestros cabellos y los enreda. Admito que es divertido estar en un ambiente como este, no hay ruidos, y las cosas se ven muchísimo mejor.

— ¿Por qué me abandonaste? —pregunto aprovechando la ocasión—. Te necesito, madre. Estoy sufriendo demasiado.

Mi madre está vestida como un ángel, se nota su felicidad y parece estar disfrutando su inmortalidad. La veo más feliz y eso me hace sentir mejor.

—Eres idéntico a tu padre, Black. No puedes negarlo. —Me toma de la mano.

—Respóndeme, madre —le digo sin alzar la voz.

—Cariño, no te he abandonado. Tengo una suplente en la tierra y lo esta haciendo muy bien —me dice con una sonrisa en los labios.

— ¿Te refieres a Camila? —trato de adivinar.

—Sí.

— ¿Qué puedo hacer si tu no estás?

—Dejar el orgullo y abrazar la vida, Black. Lo amas, hijo y debes esforzarte y ser feliz. ¿Qué tanto te mortifica?

—Él necesita una persona que le de amor y cariño, yo no doy nada de eso, madre. Me cuesta abrirme muchísimo, a pesar de que lo conozco de toda la vida.

—Es solo una excusa tonta, cariño. El amor que le das es más que suficiente, que no lo sepas expresar no quiere decir que no lo sientas y que deba reemplazarte por otra persona. Él te acepta, bebe, pero te niegas a reconocer esa parte buena que tienes, Black. Eres un chico afortunado, tienes una familia que te adora y hace todo por ti. No te de miedo amar, si eso te hace feliz es lo único que importa. No le debes tener miedo a nada.

—No sé cómo amar, madre —empiezo a llorar desesperadamente. Ella me acobija en sus brazos y siento su calor como si fuera real.

—Esto es amar, Black. Amar es reírte, llorar, disfrutar de los momentos y aprender a valorar lo que posees. —Apoyo la cabeza en sus piernas y me dejo acariciar, ella enreda sus dedos en mi cabello y me hace sentir mucho mejor.

—Es sentirse una mierda —confieso con las lágrimas aun en mis mejillas.

—Cariño, eres importante para todos. Solo necesitas abrirte al mundo y eso sí, sin dejar de ser lo que eres —opina mi madre.

— ¿Ya se acabo mi sueño? —me levanto y ella asiente.

—Los sueños son reales, Black. Porque siempre estarán en tu corazón. Yo siempre estaré contigo, no le temas a la soledad.

Mi sueño termina así. Me levanto sudado y tengo lágrimas en el rostro. Aun siento la presencia de mi madre. A veces es difícil separarme de ella y por más que intente dejarla descansar en paz, aparece en mi memoria y le suplico que me ayude con mis problemas personales.

No ser abierto al mundo es difícil, huyo de todo sentimiento y cursilería. Me cuesta expresar mis sentimientos, emociones, estados de ánimo y no sé si algún día llegase a ocurrirme un milagro para poder hacerlo con mayor facilidad.

Me quedo despierto por un buen rato pensando en cosas. Cuando uno se acostumbra estar con alguien, la separación es bastante dolorosa. Conozco a Samuel desde los ocho años de edad y jamás nos habíamos separado tanto tiempo; por ello me afecta terriblemente y no dejo de pensar en los bellos momentos que tuvimos juntos. El día en que lo conocí, los llantos, las risas, las bromas pesadas hacia los profesores, el momento en que decidí amarlo. Se siente bien amarlo, saber que te quiere como eres y sin importar los errores que uno tenga.

Sam es el almíbar de la fresa, las mañanas soleadas, los cantos señoriales que producen los arboles, el viento mismo, la potencia de mi alma y el encanto de mi sonrisa profunda. Extrañarlo es poco lo que siento por él en este momento, quisiera tener su calor, escuchar sus estúpidas anécdotas, continuar durmiendo y que me acaricie el cabello, burlarme de su peinado ridículo "sumo" y sentir que siempre estará conmigo a pesar de todo.

Me falta el aire si no estoy con él, las estrellas no brillan, las mañanas son aburridas y la rutina solo consiste en comer, dibujar y ver televisión mientras me hundo en el interior. Todo es Sam para mí, cada cosa que toco me recuerda a él, cada paso que doy se me viene a la mente esa bella sonrisa, ese cabello rubio largo que tanto amo. Escucho música y de inmediato pienso en él, no puedo caminar por las calles mirando hacia el suelo sino a todos lados a ver si esta cerca de mí. Todo me recuerda a Sam, absolutamente todo.

Cuando se pierde a alguien, entonces nos damos cuenta la enorme falta que nos hace, pues nos quejamos al estar con esa persona, pero al momento de la soledad, vemos el mundo desde otra perspectiva y asimilamos lo que hemos hecho durante todo este tiempo. Si llegase a recuperarlo, juro que no lo suelto jamás.

Hundiéndome con la música de fondo del cuarto de al lado, es decir, el de Vinz, quien amanece inspirado, no me apetece salir de mi cuarto y prefiero llorar y sufrir en silencio. Tiene un espíritu abrumador, hace que la felicidad se vea interesante. Ahora comprendo a Vinz, de una manera que no vi antes, se que tiene problemas para adaptarse a nosotros, no emocionalmente, ni tampoco introversión, sino el tema de herirlo como lo hizo su padrastro. Para él es difícil superar esa etapa.

**

— ¡Black! —grita mi madre desde afuera.

— ¿QUÉ? —le grito para que me pueda escuchar mejor, se que suena pedante pero no tengo la culpa de ser así.

—Black, tenemos que ir al mercado. Debes moverte, por favor.

No le quiero responder, salir de mi habitación es horrendo. Necesito estar solo, en mi mundo de sufrimiento.

Camila me quita la sabana de mi cuerpo. Busca una ropa más decente y me la tira en toda la cara. No se mueve hasta que yo haga movimientos.

—Vístete, Black.

—No.

—Vístete, Black. Ya estas bastante grandecito para esto. Es ridículo.

—Déjame solo.

—Cariño, así no vas a vivir. Tu mismo lo decidiste y ya no hay vuelta atrás.

—Madre, no quiero salir a ninguna parte.

—Debes acompañarme te guste o no.

—Dile a Vinz.

—Él ha ido toda la semana durante estos meses. Tienes que avanzar, Black así no puedes estar todo el tiempo.

Está tratando de hacerme sentir mejor desde que llegamos. No es que odie el país donde nació mis padres, pero no me siento parte de ellos, estoy incomodo y no logro acostumbrarme. Sí, yo mismo tome la decisión, quizás no estoy pensándolo bien, pero quiero alejarme de mi antiguo hogar y de la persona que perdí para siempre.

Mi madre no insiste mas y se va de mi habitación tirándola fuerte. La verdad no deseo pelear con ella por mi culpa, es verdad ando demasiado molesto por el tema con Sam y me echo la culpa por ser tan cobarde y orgulloso.

—No es justo que deba salir. No quiero salir, no quiero conocer el puto mundo. Me sabe a mierda si es de día, de noche o como sea. ¡ME SABE A MIERDA! —grito con furia y siento mis parpados empapados de lagrimas.

—Injusto son las estupideces que hacemos. Fui yo quien se enojo contigo, Black. —Sam está con las maletas en el suelo y tiene el cabello despeinado—. ¿Vas a dejarme hablar y terminar esta pendejada de una buena vez? ¿O prefieres huir?

— ¿Qué demonios haces aquí?

—Bueno decidí tomarme unas vacaciones y me traje a Nanami conmigo. Pensaras que ando loco, pues no me importa —dice y quiero besarlo, pero algo me lo impide—. ¿Hasta cuando vamos a pelear? ¿No estás cansado de huir y discutir? Nadie es perfecto, Black. Cometí el error de enojarme y ya no puedo más. Sé que me amas, que no me lo digas todo el tiempo no es necesario, pero al menos dime en que estoy fallando. Siempre te voy a amar seas como seas.

—También estoy cansado de huir.

—Siempre huyes, Black. No enfrentas tus miedos y tu ira. Deberías al menos de agradecerme que siempre te tenga que salvar el pellejo de idioteces.

— ¿Y eso qué? No me hará sentir mejor de lo que estoy.

— ¡ERES UN MALDITO COBARDE!

— ¡SI LO SOY! ¿Y QUÉ? TE DIJE QUE TE ALEJARAS DE MI HACE TIEMPO, PERO INSISTES EN ESTAR CONMIGO CUANDO SABES QUE SOY UNA MIERDA DE PERSONA, SAMUEL JOHNSON. SOY UNA MIERDA DE PERSONA Y ME SABE LO QUE PIENSEN LOS DEMÁS. ¿PARA QUÉ VINISTE ENTONCES?

— ¡PARA DECÍRTELO DE FRENTE!

—Pierdes tu tiempo.

Me empuja contra la pared y yo lo tumbo al suelo con un movimiento brusco. Estamos uno a uno de frente y nos empezamos a dar golpes en todas partes. Siento adrenalina en mi cuerpo y quiero destrozarle la cara y no verla jamás. Me da un puñetazo y yo le respondo dándoselo en el mismo sitio (la boca) y algo me jala lanzándome hacia la cama.

— ¡YA BASTA LOS DOS! —grita mi padre levantando a Sam del suelo y dándole un papel para que se limpie la sangre—. Black y Sam, siéntense y explíquenme que sucede. Empieza Sam.

—Vine porque quería reconciliarme con Black y lo empuje. Yo empecé la pelea —dice Sam agachando la cabeza.

—Yo soy cobarde —digo y mi padre me mira directamente a los ojos—. Es la verdad. No me gusta el compromiso, me considero una persona solitaria y no tengo por qué estar dando explicaciones tontas.

—Antes eras mas adorable, ahora no sabría como definirte —interviene Sam con el ceño fruncido.

—Define adorable, según tu vocabulario.

—Bueno eras mas simpático, sonreías siempre y nos llevábamos bien. Incluso todo el mundo te adoraba por la ayuda que ofrecías, después te echaste a perder —explica Sam y sigo con el ceño fruncido al igual que él.

—Soy adorable a mi estilo, no tengo porque abrazarte a cada rato ni tampoco besarte —comento y él se queda callado. Mi padre aun no ha intervenido y esta viéndonos con mucho interés—. Tu porque eres cursi y siempre andas diciendo estupideces románticas.

—No hablo de eso, Black. Esto ocurre porque te enamoraste de mí.

—Por eso mismo quería que tú no te enteraras y que todo fuese igual que antes, pero tenias que meter tus narices y hacerme decírtelo a la fuerza.

—Es mejor que ambos se tomen un descanso.

— ¡No, padre! Ambos no estamos destinados a estar juntos —digo con sinceridad—. Somos excelentes como amigos y hasta ahí. No hace falta decir más nada.

— ¿No me amas?

— ¿Vas a seguir con esa pendejada otra vez? Claro que te amo, Sam. Pero no podemos estar juntos, somos muy diferentes y tenemos choques entre los dos. Además tienes una niña que cuidar y no quiero entrometerme en esto.

Sé que tengo la facilidad de hacer llorar a cualquier persona, es algo que no puedo controlar. Sam esta llorando y me pone triste.

—Sam —le toco el hombro y levanta el rostro—, eres bueno manipulando a la gente.

—Tu y tus ocurrencias.

—Pues sí.

—Quiero que te involucres en el fondo de mi vida, Black. Despertar y que estés allí conmigo. Sin ti no podría hacer nada. Sin ti el mar no es brillante. Contigo todo es maravilloso y no quiero terminar contigo, Black. —sigue llorando e intento abrazarlo—. Eres mi mejor amigo, Black.

—Bueno dejemos el sentimentalismo para después —le digo—. Tráeme a la niña, quiero estar con ella un rato. No la conozco y quiero que sepa que soy su tío.

Nanami juega conmigo, aprovecho de cambiarle los pañales, dormir con ella y seguir jugando. Tiene un año y es increíble como ha crecido, se parece muchísimo a Sam cuando era pequeño, aunque solo lo vi en fotos, el parecido es impresionante. Ella se ríe y no llora cuando esta conmigo. Es la niña más hermosa que he visto en mi vida, muy delicada y sonriente, se ríe de mis muecas y me escupe encima, es divertido.

—Luces cansado —le digo a Sam.

—No es fácil. A ti te sale bien.

—Los tíos siempre lo hacemos mejor mientras no tengamos hijos. Pero tranquilo, brother, no es el fin del mundo. Los niños son fáciles de controlar si tienes la práctica.

— ¡Black! —grita Row y la hago pasar. Nota que Sam esta durmiendo en mi cama, por supuesto me dejo hablando solo. Mi hermana se sienta a mi lado y contempla a la criatura que poseo en mis brazos—. No sabía que Sam y Nanami estaban aquí. ¿Qué demonios sucede en el mundo?

—Pues, al parecer vino y ahora lo ves descansado. ¿Qué sucede contigo?

—Estoy entrando en depresión y no sé que hacer para lidiar todo esto. Todos están felices y yo no tengo a nadie con quien ser feliz.

—Estamos igual. Yo tampoco tengo a nadie.

—Tienes a Samuel.

—Estamos jodidos —dice Vinz incorporándose a la conversación.

Coloco a Nanami en el corral y la dejo dormir a solas con su padre. Salimos de mi habitación para no hacer ruido. Vamos a la sala y están mis padres realizando las invitaciones de la boda.

— ¿Estás bien, hijo? —pregunta mi padre y asiento.

— ¿Y?

—Nuevamente amigos.

—Buena decisión, Black.

—No quiero ser su imbécil amigo, pero creo que es la mejor decisión para él. Ya veremos que pasa después. Ahora cambiemos de tema o tomare un arma y me disparare la boca —comento sin reírme, pero al final término haciéndolo porque es tan ridículo que nadie se lo cree.

Mi familia me mira extraño, bueno es la primera vez que me sale una risa normal, generalmente ando muy serio y no suelo expresar felicidad ante los demás. Eso lo detesto completamente.

A la media hora, Sam esta despierto y me ve sonriendo como si fuera lo más normal del mundo, esta vez él frunce el ceño y se me queda viendo de una forma peculiar.

— ¿Qué demonios? —pregunta en voz alta.

—Black se esta riendo como una persona normal, es decir, viene el apocalipsis y moriremos todos —comenta mi hermano. 

Continue Reading

You'll Also Like

1M 47.2K 53
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
827K 42.4K 35
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
28.9M 915K 49
[BOOK ONE] [Completed] [Voted #1 Best Action Story in the 2019 Fiction Awards] Liam Luciano is one of the most feared men in all the world. At the yo...