————✷Como la miras✷————
Malik
—mi departamento ya no se siente solitario —no e tocado mi postre y puedo sentir como Hebe lo mira con deseo.
«ya quisiera que me viera así a mi»
—¿porque lo dices? —es algo que ni siquiera mi mamá sabe.
—Hebe se mudo conmigo hace unos meses y también lo hizo su prima —para mi es una alegría tenerlas.
—pero el departamento solo tiene dos habitaciones.
—Hebe duerme conmigo y su prima en la otra habitación.
Arrastró mi postre por la mesa, para que ella se lo coma. Recuerdo lo que me dijo: “¡yo amo el chocolate! Podría casarme con el”
—comelo si lo quieres —le susurro.
—¿pagas alquiler? —no se como mi abuelo no se atragantado con su postre.
—no, no pago alquiler —se avergüenza por ello y no debería.
—y supongo que tu prima tampoco lo hace
—no lo acepte cuando lo ofrecieron —no levantó la vista.
—esa no es una excusa Malik
—es mi departamento —hablo entre dientes —no te incumbe.
—Eres tan ingenuo que no lo notas —Hebe pega su pierna para calmar el movimiento de la mia.
El no deja de entrometerse en mi vida. Sabe que ella es importante para mí y ni siquiera hace un esfuerzo por comportarse.
Cierro los ojos tratando de controlarme. Habitualmente explotó y terminamos gritando pero no quiero que ella se lleve es impresión de mi familia. De mi.
—no noto ¿que?
—que a ella le importa nuestro dinero, no tu...
—¡papá! —mi papá se levanta y estrella las manos en la mesa.
—papá nada, mereces más que eso —señala y mira a Hebe con desprecio.
No puedo permitir esta ofensa hacia ella y mucho menos por el.
Me levanto con la intención de ¿gritarle en la cara? No lo sé. Apenas me alejo unos centímetros de mi silla, unos dedos pequeños y temblorosos toman mi mano deteniendome.
Cuando la miro, mi pecho se comprime. Sus ojos están brillosos y su labio inferior tiembla.
—no, Malik, esta bien —me suelta y hace un esfuerzo por sonreír.
—no, no lo está
—el tiene la razón —mira sus manos —mereces más que a una simple chica que fue abandonada por su padre y que no tiene una apellido importante.
Se acerca a mi abuelo y se para frente a él, con el mentón en alto a pesar de las ganas de llorar.
—pero esa chica se enamoro de él, no de su dinero... Yo en verdad lo amo pero creo que para usted no es suficiente.
¿Dijo lo que creo que creí haber escuchado...?
«si, si lo dijo»
Camina hacia la puerta de la casa.
—hebe, esperame —Ash se para de su lugar.
—no, Ash, estoy bien.
El lugar se llena con un silencio muy incómodo y tenso pero está vez ni mi abuela y mucho menos mi mamá tratan de arreglarlo.
—gracias oliver lo lograste —bramo furioso —probablemente acabas de conseguir que lo único que realmente me importa, llegue a su fin.
Salgo corriendo de la casa. Hebe salió aún con la intensa lluvia y no tengo ni puta idea de a dónde fue. Maldigo mil veces a oliver y el momento en el que acepte que cenara con nosotros.
Buscando en el jardín y al fin la veo. Esta en el pequeño vivero de mi mamá.
Al entrar la abrazo y no puedo evitar sentirme culpable. Esta llorando por mi culpa.
—lo siento, yo no sabia que sería así —un sollozo queda ahogado —en verdad lo siento tanto...
—deja de disculparte —estaba a punto de hacerlo de nuevo —no es tu culpa tener a semejante persona como abuelo.
—pero yo fui quien aceptó que viniera.
No decimos nada en un rato, mismo que usa para tranquilizarse.
—el tiene razón —se aleja, paseándose por el lugar —yo ¿que puedo ofrecerte?
—no vamos a casarnos... aún.
—problemas con adam, con tu abuelo —me ignora —¿que más? ¡A si!—más problemas y molestias. Mereces más que eso.
Recordar su “Yo en verdad lo amo” me hace sonreír y abrazarla por la espalda.
—no le hagas caso, el no tiene la razón —a recargo mi barbilla en su hombro —tu eres perfecta para mi, incluso más de lo que merezco.
—malik, sabes que no es verdad.
—¿sabes que? Vamos a bailar.
—¿porque haríamos algo asi? Estoy triste —saco mi celular y busco la canción.
—porque tú amas bailar y eso va a hacerte feliz —sigo buscando —emoción contraria a tristeza
—pero yo ahora no quiero bailar...
—¡la encontré! —la abrazo por la cintura, al no tener otra alternativa cede y pone sus brazos alrededor de mi cuello.
Dejo mi celular en la mesita junto a un rosal y comenzamos a bailar lento cuando la canción comienza a reproducirse.
Hebe
Comienza a sonar “Rewrite the Stars” y no puedo evitar sonreír. Pero siento que la puso por esta parte precisamente:
But you're hearing my heart
So who can stop me if I decide it's on my destiny?
Pero tu estas aquí, en mi corazón
Entonces ¿quien puede detenerme si decido que eres mi destino?
What if we rewrite the stars?
Say you were made to be mine
Nothing could keep us apart
¿Y si reescribimos las Estrellas?
Di que fuiste hecha para ser mía
nada nos mantendrá separados
You'll be the one I was meant to find
It's up to you, and it's up to me
No one could say what we get to be
Serás la única que estaba destinado a encontrar
Depende de ti, y depende de mí
Nadie puede decir lo que tenemos que ser
So why don't we rewrite the stars?
And maybe the world could be ours, tonight
Entonces ¿por qué nos reescribimos las estrellas?
Y quizás el mundo pueda ser nuestro esta noche.
Esa parte nos identifica tan bien a ambos. Parece una escena sacada de una película; abrazados, bailando una canción perfecta, en un vivero, en medio de una noche lluviosa.
Malik acerca su rostro a mi hombro y deja un beso en el, después en mi cuello...
—Te amo —susurra en mi oído y eso es suficiente para que mi pulso se acelere.
Lo beso dulce. Nos separamos con una sonrisa. Juntamos nuestras frentes, respirando el mismo aire. Viéndonos a los ojos.
Gris y verde.
Sus ojos tienen un brillo lindo y su sonrisa que amo lo hacen ver más guapo de lo que es.
—¿podemos volver a la casa?
—claro
—muero de frío
—fue buena idea usar un suéter ¿no lo crees? —se que lo dice con burla.
—excelente idea.
—“usar un suéter va a arruinar mi vestido”—imitando mi voz —si no fuera por mi insistencia estarías congelandote.
—eres el mejor novio del mundo —sonrie aun con el sarcasmo al decirlo.
—ya lo sabia.
—me sorprendes con tanta humildad y modestia.
—puedo compartirte un poco de ambas —le golpeó el hombro divertida.
Por suerte al pasar por el comedor, ya no había nadie. Durante mi vida me han humillado bastante pero que Oliver lo hiciera por algo que yo no pedí, fue como una cachetada. O tal vez sentí tan feo porque venía de alguien cercano al chico que amo.
—toma una ducha o vas a resfriarte —no llevamos ni dos segundo dentro de la habitación y ya activo su modo papá.
—¿y si no me apetece? —levantó el mentón, retandolo.
—tendrás que hacerlo aún que no te apetezca.
—tendrás que... Obligarme —una sonrisa ladina se instala en su rostro. Segundos después estoy sobre su hombros, me cargo como si fuera una pluma.
—tu lo pediste —pone una mano cerca de mi trasero, sosteniendo el vestido.
—bajame —pataleo como niña pequeña.
Se adentra al cuarto de baño y me deposita en el suelo.
—¿puedes ducharte sola o también me retaras para que yo lo haga? —enarca una ceja.
—no te atreverias —retrocedo cuando se va acercando a mi —puedes salir, yo lo hago sola.
—eso creí —se da la vuelta pero me observa por el espejo —si quieres puedo ayudarte a deshacerte del vestido...
—sal de aquí, pervertido —suelta una carcajadas pero hace lo que le pedí.
Me meto a la ducha y dejó que el agua caliente caiga en mi cuerpo. Me tardó más de lo estrictamente necesario.
Me pongo un pantalón guango y una sudadera. Al salir Malik esta sentado en la cama, con la espalda pegada a la cabecera, recién duchado.
Deja el celular y sonríe muy entusiasmado.
—¿que? —me siento frente a él, con las piernas cruzadas.
—sales justo a tiempo.
—¿vas a anunciar que gane la lotería? —niega sin dejar de sonreír.
—aún mejor, mira —me muestra la pantalla de su celular. Sonrió al ver su fondo de pantalla; una foto mía, en la que estoy manejando su lamborghini.
—lindo fondo de pantalla —gira su celular hacia el y luego hacia mí.
—eso no, mira la hora.
Al hacerlo mi sonrisa se borra. Son las 12:02, de un 6 de abril.
—¡Feliz cumpleaños! —no es su culpa pero el recuerdo de todos los malos cumpleaños que eh pasado, me hacen derramar una lágrima.
Antes de que lo note me lanzó a abrazarlo. Es un lindo detalle.
—gracias Malik —oigo su risa mientras me devuelve el abrazo.
—¿lo habías olvidado?
—si, por completo. Fuiste el primero en felicitarme —tengo la certeza de que este cumpleaños compensará todos los anteriores.
—me alegra saberlo.
Me separó de él y su semblante cambia.
—¿por qué lloras? —la preocupación se hace presente.
—es por... Por la emoción —miento. Limpia mis lágrimas —fue un detalle muy lindo de tu parte.
—eso hace un novio...
—eso haces tu... —lo corrijo.
—eso hago como tu novio —sonrió por lo tierno que se ve y se oye.
—¿cuando tomaste esa foto? —no parece apenado por ser descubierto.
—la primera vez que manejaste mi auto —sonríe complacido —el mismo día que me stalkeaste y le diste me gusta a dos mis fotos.
Ignoro lo último que dijo. Esa noche por el mismo motivo terminé acorralada entre el y su auto.
—¿porque esa foto?
—la pregunta es ¿por qué no? —detalla mi rostro —son las dos cosas que me encantan: Tu...y los autos.
—tu si sabes como enamorar a una chica.
—y ala única que me importa seguir enamorado es a ti.
Lo tomo de la nuca y lo acerco para besarlo. Sus besos me hacen sentir que el tiempo se detiene. Como si viajara otra galaxia cuando me besa de esa manera.
—cada día lo logras.
—me alegra cumplir mi objetivo.
Dijo caer la cabeza en su hombro y mis ojos se cierran. Le abrazo la cintura con las piernas y el cuello con los brazos.
Suelta una pequeña risita pero se acuesta, dejándome sobre él.
—descansa Malik.
—Descansa pequeña.
Despierto cuando me tapa con la cobija.
—gracias Cariño —comenzaba a sentir frío.
—repitelo —me pide.
—¿el que?
—lo que le dijiste a oliver, frente a todos —me aclara —dímelo a mi.
Malik con todos los músculos, es un colchón humano muy cómodo.
—repitelo —aprieta un poco mi pierna cuando no respondo.
—te amo, Malik —puedo sentir como su corazón se acelera.
???
La luz de la ventana me da en la cara pero no quiero abrir los ojos, aun. Extiendo mi mano en la cama y siento vacío el lugar a mi lado...
Recibo un golpe en la cara que me hace abrir los ojos.
—¿Que...?
—¡Feliz cumpleaños! —gritan la unísono.
Malik, Herodes, Ash, ingrid, Alexander, Nil Walter y Owen están... En mi habitación.
—no, no lo hagan...
—happy birthday, happy birthday....
Me cubro con la cobija hasta la cabeza, mientras ellos cantan. Cuando acaban me descubro y me levanto.
—felices diecinueve...
Me lanzó a abrazarlos, y a Owen lo cargo en brazos.
—gracias por estar aquí —Mis mejores amigos al igual que alexander saben lo difíciles que han sido mis cumpleaños.
—Malik casi nos amenazaba —Alex se hace el ofendido.
—así que no vinimos por voluntad propia —Nil le sigue corriente.
—¿yo hice eso? —se hace el sorprendido —a mi me obligó Ash.
—¿yo? Mejor di que eres un enamorado empedernido —Ash se burla —y que organizaste esto solo para ella.
Malik abre y cierra la boca, sin saber que decir.
—¿Que te costaba apoyarme una sola vez? —mira a su hermana con los ojos entornados.
—gracias Malik —Con una sonrisa me acerco y le doy un beso.
Me abraza de la cintura acercándome más a él.
—iuuu, no coman carne enfrente de los pobres —se queja Nil.
Malik y yo sonreímos aún sin separarnos.
—no seas envidioso —Ash le dice la verdad
—que tu seas pobre no es culpa de ellos —se burla ingrid.
—¿Que no tu también eres pobre?
—cuando decimos pobre ¿a que nos referimos? —nos reímos de la pregunta de Owen.
—aún eres muy pequeño para entender —el pequeño mira mal a su hermano.
—se refiere a que no tienes novio o novia —le explico antes de que mis hermanos discutan —por ejemplo Walter es pobre.
—yo no soy....
—no lo digas —se ríe —aun no estoy preparada para compartirte.
—yo te comparto con el —señala a malik y le enseña la lengua —y con ellos —señala a Nil y a Alexander.
—así que no sólo somos nosotros —Malik y Owen hacen la misma cara —¿tienes a mas?
—eso mismo—lo apoya el peque.
Quiero reírme, pero no lo hago.
—por dios, son igual de celosos, hasta parecen hermanos.
—somos socios —corrige Owen.
—y compañeros de batalla.
—¿ellos o nosotros? —Malik le pega su pocesividad a mi hermanito.
—son dos contra mi —me defiendo.
—ella tiene razón —Herodes me apoya —mejor vamos a...
Todos los chicos se miran cómplices.
—¿a...? —insisto para que continúe.
—no importa hebe, solo cierra los ojos.
No me dan tiempo a protestar, cuando ponen unas manos cubriendo mis ojos y soy obligada a caminar.
—saben que odio las sorpresas.
—esta no.
—Nil...
—¡me consideras el mas debil! —chilla ofendido —eso me dolió, Linda.
—espera, casi llegamos linda —le doy un codazo a Malik, quien está tapando mis ojos.
Le sigue molestando que me digan apodos. Es un celoso de lo peor.
—llegamos —hay un silencio terrible —uno....dos...¡Tres!
Malik quita la mano, abrí los ojos y la emoción es...Enorme.
Esta toda mi familia. Carlos, los papás de Malik, Alía y isaias. Voy hacia mi mamá y mi tía y las abrazo muy fuerte.
—cariño, te extrañe tanto —dice mamá al borde del llanto.
—yo extraño a mis dos adolescentes en casa —mi tía dice feliz.
—yo también las extrañe muchísimo, me hacen mucha falta, ambas.
Mamá me abraza casi asfixiandome.
—Iris, deja que vaya con sus invitados —No dice nada pero me suelta.
Voy hacia Carlos con los brazos abierto. Isaias quién está frente a él los abre para darme un abrazo pero lo paso de largo. Esta estúpido si pensó que lo iba a abrazar a él.
Carlos me abraza, levantándome en el aire, haciéndome reír.
—te extrañe tanto princesa —nunca me voy a cansar de decir que el es un papá para mi.
—gracias por no dejarme sola —me da un beso en la frente —en realidad gracias por todos los años en que no lo hiciste.
—quien debería agradecer, soy yo...
—hola, hija —interrumpe el papá del año: Isaias.
—¿disculpa? Estoy platicando con Carlos —le informo lo obvio.
—lo note —mira con odio a Carlos —
—¿Entonces que quieres? —lo miro con odió —¿Que haces aquí?
—Tu novio invito a Alia y a tus hermanos...
—que yo sepa no eres ninguno de ellos —doy un paso hacia el pero Carlos me detiene por el brazo.
—Hebe, soy tu papá —me río sin humor.
—tienes razón, Isaias —niego con la cabeza —eres mi papá porque me engendraste, no porque me criaras.
—por mi estás aqui —esta tontito.
—porque la espermatozoide de la que vengó es tuya —hablo lo más calmada que puedo —sigo en este mundo por Iris y por Carlos.
Herodes y Malik se acercan al verme hablando con el.
—este imbecil solo es el tío de Malik—afirma seguro.
—exacto, para ti solo es eso —siento un nudo en la garganta —para mi, el es el padre, que tú no lograste ser —su rostro no muestra emoción —el estuvo cuando tú no.
—Y es el momento en el que me reclamas algo de hace más de siete años —dice en tono aburrido.
—no, no estoy reclamando nada —aún dile como la muerda —solo quiero aclarar. No te permito ni una sola ofensa, al hombre que sin llevar mi sangre, fue, es y será mejor padre que tu.
Me doy la vuelta pero me toma del brazo, llegando a lastimarme.
—que no se te olvide que llevas mi sangre, al igual que mi apellido —le sostengo la mirada, con el mentón en alto —no el de él.
—no lo olvido, tampoco tu abandono —sonrió, negandome a que vea que me afecta —gracias a ello, estoy aquí... Gracias a tu abandono conocí a Carlos, conocí a sus sobrinos.
—eres una mal agradecida...
—y si me disculpas, tengo cosas mas importantes que hacer.
Camino por el jardín, recibiendo las felicitaciones de mis amigos y familia.
Malik
Estoy en una tumbona, junto a la piscina, con un vaso whisky. Observando a Hebe y lo alegre que se ve, jugando con sus amigos y sus hermanos dentro del agua.
También estoy observando al idiota de Axel, para que no se le acerque a mi novia. Resulta que les callo bien a todos y lo invitaron a la piscina.
Su mamá y su tía Arlette, se fueron al aeropuerto después del desayuno. Isaias se fue después de la charla que tuvo con Hebe y Alía lo acompañó. Mis papás y mi tío se ofrecieron a dejarnos un rato solos en la hacienda y mis abuelos se fueron por la madrugada...
—te vez como un acosador enamorado —herodes se sienta en la tumbona a mi lado.
—lo tomaré como un cumplido —le doy un sorbo a mi whisky.
—en parte lo es —le ofrezco whisky, del cual acepta.
—gracias —lo miró unos segundos.
—no hay de que.
Me rio cuando Hebe junto a Owen se lanzan al agua, mojando a Ash, quien no quería entrar a la piscina.
—gracias —vuelve a repetir Herodes.
—ya habías agradecido —lo miro.
—por hacer esto por Hebe —se oye sincero.
—solo traje a sus amigos.
—no, hiciste más que eso —mira con tristeza a Hebe —el primer cumpleaños después de que el la abandonará fue horrible para ella.
—¿a que te refieres?
—ella se alejo de la mayoría de nuestros amigos y los pocos que seguían con ella, al enterarse de lo que en verdad sucedió con su papá, no tardaron mucho en alejarse.
—excepto, Alexander, ingrid y tu.
—Harry tampoco la dejó —continua —en su cumpleaños doce hicimos una fiesta sorpresa pero... Nadie llegó, en cambio llegaron muchísimas cartas de todos nuestros “amigos” —hace las comillas con los dedos —donde se burlaban de ella por algo que ella no pidió ¿sabes? Iris tampoco estuvo el día de su cumpleaños, estaba trabajando
««ella se la paso la tarde llorando en su habitación, muy en el fondo esperaba una cara de Isaias pero no llego nada, ni siquiera pudo enviarun puto mensaje —imaginarme a una Hebe pequeña llorando me rompe el corazón —en cambio llegó Carlos, el la llevó por un helado y vio películas con ella hasta que se quedó dormida, cuando la había conocido semanas antes —sonrió, Carlos es un buen hombre —durante seis años, fue la misma rutina: recibía cartas burlándose, y aunque lo niegue, esperaba que entre todas ellas estuviera una de el. Lloraba por horas, y el único que lograba hacerla sonreír y sacarla de su habitación era Carlos... Hasta que llegaste tu.
—por eso anoche cuando la felicite lloro —digo mas para mi que para el.
—como es de esperarse, es una situación que hasta ahora le afecta demasiado —me lo imagino —odiaba su cumpleaños.
—es algo inhumano y iaias tuvo el descaro de venir...
—por eso, gracias, viniste a romper esa rutina —me mira con una sonrisa —me equivoque contigo, lo admito.
—tardaste demaciado —no puedo despegar la mirada de ella.
—en verdad estas enamorado de ella —Heb me mira y sonríe emocionada —jamás vi que alguien la mirara como tu lo haces o la manera en la que ella te sonríe.
—la amo, y no te imaginas cuanto —le soy sincero.
—solo no la lastimes, si tu lo haces ella... Se derrumbaría por completo.
—Hebe me hace querer ser mejor persona, ser mejor por ella —se me suelta la boca —no podría lastimarla y si algún día lo hago puedo asegurarte que no será conscientemente.
—¡soy la más feliz de que ya sean amigos!—grita Hebe desde la piscina —¡pero vengan aquí!
—no le digas que te lo conté —dice antes de levantarse.
Entro al agua y Hebe nada hasta mi. Me abraza.
—gracias Cariño —ese apodo es sufisiente para acelerar mi corazón y estoy seguro que ella lo puede sentir —no se como pagarte este detalle tan lindo.
—es un detalle no hay porque pagar por el —sonríe y me da un beso en la mandíbula.
—Te amo —susurra solo para ambos.
Esas palabras las eh escuchado de Célibe y de muchas chicas más, pero ninguno se compara con los de ella.
—¿más que al chocolate?
—mucho más que al chocolate —me agachó y le doy un beso, que ella corresponde gustosa.
—¡Un aplauso para esta pareja que está enamorada! —grita Nil, ahora recuerdo porque me caía bien.
Todos le hacen caso y comienza a aplaudir.
—entones estoy haciendo bien mi trabajo.
Se separa de mi con una sonrisa.
Entonces lo entendi; Esa es la sonrisa que quiero ver siempre al despertar durante el resto de mi vida.
—ya que terminaron ¿podemos pedir de comer? —Alexander esta junto a Axel.
El idiota se come con los ojos a mi novia. A lo mío.
—Malik, deja de mirar a Axel asi —me toma de la mandíbula para que la vea a ella —no te hace nada.
—te esta comiendo con la mirada —voltea disimuladamente —que sepa lo que él no puede tener.
—eres un celoso, pocesivo —dobla el cuello para ver.
—así te gustó —aseguró.
—no me gustas —aprieto su cintura —me encantas.
—lo sabía —miró su bikini —por cierto mi regalo, el de la caja roja no la abras enfrente de ellos.
—¿porque no?
—si quieres sonrojarte, hazlo.
—eres un odiosos cuando te pones misterioso.
—gracias —me acerco a sí oído —ese bikini te queda muy bien, pero te verías mejor sin el.
—¡Malik! —me da un manotazo en el pecho, haciéndome reír —eres un pervertido.
—tu me haces ser un pervertido —le doy beso y me voy nadando con Walter.
—Axel te mira con unos ojos...
—es por Hebe —me sirvo mas whisky —y desde pequeños no nos llevamos.
—¿porque será?
—la última vez que vine aquí, tenía quince y le baje a la novia —levantó los hombros restándole importancia.
—qué bueno que aún lo recuerdes —el insípido de Axel habla a mi espalda —creo que es buen momento para que te la devuelva.
—explicate criado —se a lo que se refiere.
—que ahora yo te voy a bajar a la novia, a Hebe para ser claro —me rio y Walter igual.
—Voy a dejar que te ilusiones pensando que puedes quitarme a mi novia, anda, inténtalo.
—te vas a arrepentir de tus palabras.
—has que me arrepienta de mis palabras —me le burló en la cara —vamos, intenta que semejante mujer se fije en ti.
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Holaaa, espero que les guste el capítulo de hoy.
¿Qué creen que pase?
¿Cuál creen que sea el regalo de la caja roja?
Los amo cuatro millones