A la mañana siguiente, Jungkook se levantó como de costumbre muy temprano. Durante su semana en aquella casa no tenía que preocuparse por convivir o toparse con su "esposo" durante las mañanas, ya que había notado que Taehyung era un chico muy dormilón que solía despertar muy tarde, lo que le daba el tiempo suficiente de arreglarse y prepararse su desayuno cómodamente sin preocuparse por tener que pasar momentos incómodos con él.
No iba a mentir, ayer que fue la primera vez que ambos cenaron juntos como se supone lo haría cualquier matrimonio y no le desagrado para nada la experiencia.
A pesar de que no hablaron más allá de su pequeño trato de que Taehyung a partir de ahora cocinaría la cena para él, esa pequeña charla fue muy amena.
Durante su primera semana juntos se había dado cuenta que el castaño era una chico de personalidad muy juguetona y tierno, lo que a él al ser un hombre que siempre fue muy centrado en lo que quiso y muy dedicado a sus deberes, le resultaba algo inmaduro que alguien de 19 años se comportara como un niño.
Pero ayer... ayer le pareció muy tierno. Y no iba a negarlo, hasta eso considera que tuvo suerte al ser casado con un doncel muy bonito, pues Taehyung le parecía un chico lindo. Pero definitivamente no estaba de acuerdo en la diferencia de edades, simplemente nunca lograría congeniar con alguien que es un niño.
Suspirando profundamente por su lamentable situación, fue a ducharse mientras arrastraba sus pies camino al baño.
Jungkook se encontraba trabajando revisando unos papeles mientras se preparaba para una junta con unos inversionistas cuando su secretaria Sana ingreso a su oficina.
—Señor Jeon —llamó la señorita para llamar su atención, pero al no ver ninguna respuesta por parte de su jefe, continuó—. Tiene una llamada del director de la universidad de su esposo que espera ser atendida —dijo, regalandole una sonrisa a su apuesto jefe aunque este ni siquiera la estuviera viendo.
Jungkook frunció el ceño al escuchar aquello. ¿Universidad de su esposo? ¿Qué tenía que ver él en eso? Rodando los ojos solo hizo una seña con su mano corriendo a Sana de su oficina, quien bajo su cabeza al no atraer nada la atención del joven Jeon.
Él pelinegro tomó su teléfono y la llamada fue transferida a él.
—Habla Jeon Jungkook —dijo, y de inmediato la persona al otro lado de la línea aclaro su voz.
—Buenos días, señor Jeon —saludó y al no recibir respuesta de la otra parte, nuevamente aclaró su voz con pena—. Lo llamo por que su esposo se vio involucrado en una pelea con una estudiante y... —no pudo terminar ya que fue interrumpido.
—Estoy trabajando, por favor no me molesten por asuntos insignificantes del joven Kim —dijo con molestia mientras sobaba sus cienes con estrés y cuando estaba apunto de colgar, dos palabras lo detuvieron.
—Esta herido —y Jungkook no supo porque, pero escuchar esas dos palabras fue suficiente para que colgara el teléfono, tomará su saco y saliera apresurado en dirección a la universidad de su esposo.
Jungkook caminaba enojado fuera de la universidad de Taehyung mientras este intentaba seguirle su paso mientras tenía su cabeza baja y sus ojitos cristalizados por el dolor que le daban los rasguños en sus brazos y el dolor del golpe que le dio la chica en su rostro.
—Señor Jungkook le juro que yo no tuve la culpa, déjeme explicarle —le dijo bajito y con su voz quebrada cuando ambos llegaron al auto del mayor.
Él pelinegro con evidente molestia no dijo nada y solo abrió la puerta del copiloto.
—Entra ya, no quiero escucharte —le contestó con voz brusca, Taehyung sollozo y obedeció la orden entrando al auto y dando un brinquito cuando el pelinegro cerro la puerta demasiado fuerte.
Jungkook subió al asiento del piloto y sin más puso marcha a su hogar. Iba muy enojado con el castaño, pero mucho mas con la chica que lo golpeo y este no pudo defenderse. Le parecía demasiado tonto que este no se haya defendido y por culpa de eso haya resultado herido, lo que provoco que lo interrumpieran en su trabajo y justo cuando tendría una junta importante.
Taehyung solo comenzó a llorar despacito mientras miraba hacia la ventana e intentaba hacer el menos ruido posible con su llanto. Todo el camino fue silencioso e incómodo, pues el aura molesta de Jungkook sofocaba el lugar.
Al llegar a su casa Taehyung no espero a que le abrieran la puerta y rápidamente apenas Jungkook se estaciono, abrió la puerta y salió del auto corriendo rumbo a su habitación. Él también estaba enojado y triste, por que Jeon ni siquiera le permitió explicarle las cosas, le dolían sus heridas y golpes y como cereza del pastel, lo habían suspendido dos semanas de la universidad.
Jungkook al ver como el rubio huyó rápidamente, suspiró cansado y dejo caer su cabeza en el volante. Una parte de él sintió la necesidad de ir tras él y disculparse por su comportamiento, pero rápidamente esfumo esa tonta idea de su cabeza, tomó el voltante con sus manos y sin más condujo de vuelta a su trabajo. Él ya era un adulto y no iba a desperdiciar su valioso tiempo en peleas de chiquillos universitarios de 19 años ni en los berrinches de uno de estos que aunque suene irónico, es su esposo.
Al caer la noche, Jungkook llegó a su hogar alrededor de las 12 de la noche. Iba demasiado cansado y hambriento pues gracias al inconveniente de la mañana, había suspendido dos reuniones que fueron aplazadas para la tarde y no tuvo ni un minuto de descanso si quiera para tomar agua. Era un trabajo muy pesado y cansado ser el jefe, pero le enorgullecia por fin ser la cabeza y mente maestra del imperio Jeon.
Al entrar a la casa arrastró sus pies hacia la cocina en busca de la misma manzana y vaso de agua que siempre cenaba, pero algo lo distrajo y era la nota que estaba encima de la barra de la cocina, tomó esta y la leyó.
"Su cena esta lista y esta guardada en el refrigerador, por favor calientela antes. Buen provecho señor Jungkook.
-Tae. "
Jungkook camino al refigerador y efectivamente encontro una exquita cena guardada en un topper, soltó un suspiró de culpa al ver la comida. Taehyung a pesar de todo, aún así se había tomado la molestia de prepar la cena para él.
Pasaron los minutos mientras calentaba su cena y la comía. De verdad juraba que nunca había probado una comida tan exquisita como la que prepabara Kim (aún se negaba aceptar que aquel chico ya llevaba su apellido al ser su esposo) le sorprendía lo bien que se le podia dar las artes culinarias a un chico de 19 años, ya que ni siquiera la comida que preparaban los chefs profesionales en casa de sus padres estaba tan rica como la que preparaba Taehyung.
Tenía en un muy mal concepto a los adolescentes pues en su etapa de universidad conoció a los peores. Solo eran muchachitos queriendo parecer adultos, jugando con la vida y no tomándose nada enserio, solo yendo a fiestas, alcolizandose y demás cosas. Pero se había dado cuenta que Taehyung era diferente, era un chico inocente, tierno y sencillo. No era un altanero como todos los hijos donceles de las familias importantes, no era arrogante ni irrespetuoso. Taehyung era todo lo contrario a él y a todas las personas del mundo, no lo conocía y sabía que no había nadie como él y pensar eso lo estaba asustando demasiado.
A la mañana siguiente Jungkook bien pudo darse el lujo de despertar tarde ya que era su valioso día de descanso. La semana pasada no había tenido descanso ya que al ser su primera semana de casado y queriendo evitar a toda costa interactuar con su mini esposo, prefirió irse a trabajar para adelantar pendientes.
Pero no aprovecho su libertad ya que al ya tener una rutina, despertó a la misma hora de siempre.
Durante la mañana, se levantó y lo primero que hizo fue bajar a hacerse su licuado de proteína y sin más cambiarse con ropa deportiva e irse al gimnasio. Regreso a las pocas horas y siguió notando la casa en completo silencio y ya eran las 11 de la mañana. Sin darle importancia fue y se tomó una duña, se puso un pantalón negro acompañado de una playera blanca y una chaqueta. Despues de arreglarse, decidió que iría a hacer las compras de la semana.
Bajó a la cocina para notar que faltaba, tomó sus llaves y cuando estaba apunto de salir el ruido de alguien bajando las escaleras lo distrajo, volteó para ver y vio a un Taehyung en pijama muy adormilado bajando las escaleras. Las pantunflas esponjosas de patito junto a la pijama con el mismo estampado que usaba el doncel no sabe si le quisieron hacer vomitar o dar un suspiro de ternura.
El menor al terminar de bajar las escaleras levantó la mirada encontrándose con la de Jungkook, poniéndose nervioso al instante y queriendo que la tierra se lo tragara al ser visto recién levantado y por como estaba vestido.
—S-señor Jungkook, pensé que estaría en su trabajo —dijo con nervios, llevándose sus manos hacia atrás y mordiendo su labio inferior.
Jungkook negó mientras se acercaba, lo cual puso más nervioso al castañito e hizo que instintivamente retrocediera dos pasos.
—Es mi día de descanso —le respondió con voz tranquila cuando estuvo lo suficientemente cerca, percatandose del sonrojo del otro que causo en él un tormento de emociones—. Yo pensé que te fuiste a la universidad muy temprano —Taehyung en ese momento al recordar la universidad frunció su ceño al recordar todo lo que había pasado el día de ayer y él como había sido tratado sin culpa alguna.
—¿No recuerda? El director le dijo como tres veces que estoy suspendido por dos semanas —contestó con algo de resentimiento, Jungkook abrió los ojos sorprendido—. No se preocupe no lo molestare, solo vengo por mi desayuno y regreso a mi habitación —dijo, esquivandolo y caminando hacia la cocina.
Su corazón comenzó a querer salir de su pecho cuando una mano lo detuvo y lo giro para que lo encarara.
—Primero, esa no es forma de hablarle a tus mayores, Taehyung. Ten un poco de educación —reprendió, él menor frunció aún más su ceño y antes de regatear, Jungkook continuó—. Segundo, no hay nada para desayunar. Me gaste las últimas verduras y fruta que había esta mañana, no sé por que ninguno de los dos se tomó el tiempo esta semana de revisar la nevera para darse cuenta que se nos estaba acabando la despensa —siguió regañando, y Taehyung a pesar de considerarse una persona muy amable, le estaba molestando un poquito que Jungkook lo regañara como si tuviese 10 años.
Cuando Taehyung estaba apunto de soltarse del agarre en su muñeca algo molesto, Jungkook se acerco un poco más a él quedando lo suficientemente cerca como para que Taehyung olvidará su molestia y volviera a ponerse rojo de timidez. No iba a mentir, Jungkook era muy apuesto y que se le acercara así no ayudaba en nada a controlar los sonrojos en sus mejillas.
—Y tercero, discúlpame por mi comportamiento del día de ayer, no te di la oportunidad de explicarme las cosas pero estaba molesto por que fui interrumpido en mis horas de trabajo y tú ya haz visto que el trabajo es mi prioridad así que me molesto muchísimo tener que dejarlo por una pelea de adolescentes —explicó, y Taehyung sintió que algo dentro de él se rompió.
Él siempre había soñado con tener una pareja de ensueño y vivir una relación de cuentos de hadas, casarse con un hombre que lo amara y lo tratara como si fuera una de las maravillas del mundo, tener hijos con él y tener la familia amorosa que sus padres a él no pudieron darle, ya que a estos solo les importaba el dinero. Pero ahora estaba aquí, frente a un esposo que no hacía más que ignorarlo, regañarlo, y ahora recalcarle en su cara que su trabajo es más importante que las cosas que le pasan a él; su esposo.
Taehyung se soltó del agarre de Jungkook, y este no entendió él por que los ojos del contrario se cristalizaron.
—No se preocupe señor Jungkook, olvidemos el incidente. Disculpe mi comportamiento y también prometo para la próxima poner más atención con los asuntos del hogar —dijo, y luego de inclinarse levemente como respeto a su mayor, sin más nuevamente se dirigió a las escaleras para regresar a su habitación.
—Espera —la voz de Jungkook lo detuvo, y sin girarse espero a que este hablara—. ¿No quieres acompañarme al supermercado? Así aprovechas para que tú también compres las cosas que te hagan falta —propuso, Taehyung a pesar de todo no podía negar que aquella idea le fascino y le emocionó muchísimo, dejando en segundo plano sus sentimientos por su triste vida de casado.
—¡Claro! Solo permitame ir a arreglarme un poco y enseguida bajo —le dijo, y esta vez con más ánimo y emoción por hacer algo tan cotidiano en una vida de casados como "ir al super", se dirigió a su recámara para ponerse bonito.
Jungkook negó con una leve sonrisa, tratando de no pensar demasiado en el impulso que le hizo invitar a Taehyung con tal de pasar más tiempo con él.
-Nana.☁️
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se me paso la semana pero
no tarde tanto JSKAJAJ,
espero les este gustando el fic ♡