He decidido dejar de preocuparme. Siempre habrá quien intentará señalarme por lo que soy, pero solamente yo conozco mi situación. Mi única preocupación es tenerme a mí mismo y no me importa si le llaman egoísmo. Dejaré de repartir explicaciones y mantendré mis problemas en reserva; es a mí a quien en verdad le interesan.
Cuando me siento agobiado, asustado y fracasado, a todos se les hace tarde. Entonces tengo que buscarme, y si ya sé cómo tenerme, sabré cómo encontrarme.