Taming the lynx [Omegacember...

By Tsundere_Kitty

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Ash Lynx está decidido a destruir a Dino Golzine y llegar al fondo de lo que es banana fish, el plan es simpl... More

2. Voz.
3. Aroma.
4. Instinto.
5. Colmillos.
6. Supresor.
7. Celos.
8. Ofrenda.
9. Ronroneo alfa.
10. Gargantilla.
11. Gruñido.
12. Bozal.
13. Ojos de cachorro.
14. Prendas con aroma.
15. Collar de protección.
16. Ronroneo de omega.
17. Mordida.
18. Parche.
19 Celo alfa.
20. Cuello.
21. Púas en la lengua.
22. Nido.
23. Celo omega.
24. Impregnación de aroma.

1. Autocontrol.

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By Tsundere_Kitty

Notas del autor: Hola mis bonitos lectores~ Acá estamos otro año, no ha sido el tiempo para las dinamicas en este perfil, creo que ha sido el peor año de la vida en ese sentido y de hecho, empecé una trama distinta para esta dinamica y me quemó al capítulo 7, por eso nació este fic, quería algo suave, lindo y lleno de conejitos básicamente, nunca había escrito acerca de cambiaformas en todo caso y es algo que me daba curiosidad en el omegaverse, así que acá lo exploramos. Esta actividad es participante en el omegacember de @EsDeFanfics.

Género:  Omegaverse/ Slow burn/  Romance/ Canon divergence.

Ship: AshEiji/ WongLung/ MaxGriff.

✩ Dedicatoria: MrGako, este fic es para ti porque no solo has aguantado literalmente cualquier trama que saco, sino que fomentaste mi amor por los furritos, te pensé caleta, al final, este fic es una manera de agradecerte por todo el apoyo, el cariño y la amistad que me has brindado, este año he tenido demasiado desarrollo de personaje innecesario, pero tú, tu amistad es algo que rescato muchísimo, i woolf you a lot y espero que te guste.

_Meyagatha, la mujer más maravillosa de todo el mundo que además está sacando su propia dinamica este mes con personajes originales, realmente me siento muy orgullosa y contenta de que esa historia exista, nunca dejas que tu pasión muera ni se convierta en una obligación, siempre es un honor acompañarte en estos viajes mujer, así que nada, po Meel, es un honor acompañar a alguien tan brillante como tú en la vida. Te adoro mucho.

Advertencias:  Este fic sigue la línea del canon dentro de todo así que, todas las advertencias asociadas a Banana Fish aplican para este fic, es decir, hay PTSD, mención de TCA, abuso sexual implicado, pensamientos intrusivos, violencia, etc. Así que lean bajo su propia responsabilidad.

Espero que les guste~

—¡Ash! ¡Agáchate!

Obedece, antes de que consiga apartar su mirada una bala le atraviesa los sesos a uno de los guardias del Club Cod, el espectáculo es absolutamente visceral, trozos del cráneo salpican por doquier, queda una expresión traumatizada grabada por siempre en el cadáver del sujeto, no puede distraerse, están en un operativo policial que le permite realmente atentar contra Dino, Ash sabe que Charlie no adoró la idea de aliarse con unos mocosos callejeros, más, el banana fish se salió de control.

¿Qué diablos pretende ese cerdo experimentando con la droga?

—¡Ash! —La voz de Shorter lo trae de regreso, está con una pistola de cañón largo, lo que a diferencia de su confiable Smith & Wesson 357 Magnum le permite mayor alcance (con menor precisión, claro).

—¿Cuál es la situación?

—Todos están muertos en los pisos de arriba, no dejaron a nadie vivo.

—Mierda.

Clava sus caninos, Arthur se pasó de la raya secuestrando tanto a sus chicos como a los de Chinatown para convertirlos en ratas de laboratorio de Dino, el sonido de las balas retumba de fondo, las cenizas de pólvora caen en el aire convirtiéndolo en una espesa capa grisácea que tapa incluso las feromonas de sus compañeros de equipo, el piso tiembla, están armando un espectáculo llamativo, Dino volverá pronto, lo presiente, deben acabar rápido o los masacrarán.

—¡Jefe! —Alex le grita desde una puerta del fondo, están separados por una barrera de guardias casi militares, pero Bones y Kong le cubren la espalda—. ¡Encontré una especie de laboratorio escondido!

—Bingo, ¡es ahí!

—¡¿Qué hago?!

—¡Toma todas las muestras que puedas! —Ordena—. Shorter, ve a ayudarlo.

—¿Estarás bien tú solo? —Le da risa que se lo pregunte en un mar de sangre, Ash sabe cómo se mira con la camiseta blanca empapada de carmesí, los dedos endurecidos por la pólvora y los pedazos de cadáveres coloreando su rostro como si fueran pecas.

—¿Crees que no me puedo cuidar solo? —Bromea dándole un golpe con su revólver.

—Sé que te puedes cuidar solo, ese no es el problema.

—¿Entonces?

—Banana fish. —El nombre le pone los pelos de punta—. Esa droga ¿qué te hace? Tengo la sensación de que esto es personal para ti. —Porque lo es.

—No estoy seguro de qué te hacía al inicio. —Recuerda a Griffin, se fuerza a arrancar el pensamiento.

—¿A qué te refieres?

—La probaron en Irak por primera vez, en los betas tuvo un efecto enloquecedor, pero sé que Golzine ha estado tratando de perfeccionarla para dar un paso en la escala evolutiva, está obsesionado sobre los cambiaformas, no solo son su producto más valioso sino que le dan ventajas sobrehumanas tanto a alfas como a omegas, por eso está experimentando como loco, debe habérsele terminado el tiempo de entrega.

—¿Tiempo de entrega?

—Sus clientes en el club aman lo que es exótico. —Lo sabe por experiencia—. No fue casualidad que los secuestraran y escondieran en sus instalaciones, estos chicos eran mercancía lista.

—Qué enfermo. —Shorter impresiona a punto de vomitar—. Tomaré muestras suficientes para darle a la policía.

—Shorter.

—Y para ti a escondidas. —Le guiñe un ojo, lo conoce lo suficiente para saber que lo hace incluso en contra de los lentes de sol—. No te preocupes, entre alfas nos ayudamos.

—Ve.

Shorter corre para apoyar a Alex.

Ash sigue disparando y adentrándose a las entrañas del Club Cod, a estas alturas no tiene consciencia de cuántas vidas humanas ha usurpado, ¿acaso se consideran humanos? Por lo que sabe Dawson se las dio de Dios en plena guerra usando a sus compañeros de ratas de laboratorio, Griffin nunca volvió y según los reportes murió, pero Ash no ha encontrado el cadáver, no cree que esté muerto, lo deben tener apresado y conociendo lo maquiavélico que es Golzine para manipularlo es hasta risible la idea.

De cualquier manera, Ash mata, mata y mata.

Los cartuchos retumban contra la alfombra en una armonía musical, plic, plic, plac, se hunden contra el inmenso mar de sangre que yace a sus pies y a la montaña de cadáveres, aún así, no está utilizando ni la mitad de su potencial ¿verdad?

Podría desatar el infierno si ansiara, él es una víctima de banana fish, conoce bien sus consecuencias.

—¡Ash! —Charlie lo encuentra en medio del derrumbe—. Nadie está vivo, mis hombres revisaron el lugar de pies a cabeza, tenemos que evacuar.

—¿Estás seguro de que no hay nada?

—Los cuerpos de tus amigos. —Baja la mirada—. Los pudimos rescatar para darles un entierro digno.

—¿Existe algo cómo un entierro digno? —Se pregunta más para sí mismo—. Da igual, haz que detone la bomba.

—¿Estás seguro de que es buena idea? Eso puede provocar aún más a Golzine y la mafia es peligrosa.

—¿La policía le teme a la mafia? —Chista—. ¿Entonces qué le queda al resto de los mortales? Puedes considerarte afortunado en confiarme esto, no le diré a Nadia sobre tu cobardía pero tal vez deberías empezar a buscar un nuevo trabajo si te da miedo corsa.

—Lo decía por ti. —Charlie suspira, sus dedos están tiritando alrededor de la funda de cuero, supone que debe ser frustrante no poder hacer más y chocar contra la realidad—. Por más que lo anhelemos no te podemos proteger de Golzine, puedes ir a una casa de seguridad pero ambos sabemos que no será útil. —Ya que hay podredumbre hasta en el sistema—. Dino te encontrará de una u otra manera.

—Lo sé. —Suspira—. Siempre lo hace.

—Ash. —Perdón.

—Cambia la cara. —Por eso Ash nunca le ha pedido al sistema que lo proteja—. Sé defenderme solo.

—Gracias por cooperar con nosotros.

—No fui yo, Skip me convenció, les debía un favor luego de rechazar esa entrevista con los japoneses.

—Ah. —Charlie actúa extraño—. Acerca de eso...

—¿Qué sucede?

—¡Ya vámonos, jefe! —Bones les grita a la distancia—. ¡Vienen en camino! ¡Arthur nos viene a cazar!

No hay tiempo para pensarlo, Ash le quita el detonador a Charlie y hace estallar al Club Cod, pusieron una bomba ante los soportes del local y ahora ve los resultados, deben huir o agonizarán enterrados.

—¡A los autos! ¡Larguémonos de acá!

—¡Sí, jefe!

La casa se ve envuelta en llamas, los escombros caen, la atmósfera se vuelve inhabitable por el azufre mezclado con las cenizas, escucha a sus chicos correr, le hace una señal a la policía para que se ponga a salvo, Ash odia trabajar con policías, pero confía en Charlie y en Jenkins, prometieron ayudarlo con Gr-riff...

¿Vas a dejarme?

Aunque esté lejos, nunca te olvidaré.

Cómo sea.

Ash retrocede vislumbrando la masacre que yace a sus pies, se lame los labios, satisfecho, el local de comercio más importante de Dino se cae a pedazos, sus hombres están descuartizados, el fuego está quemando toda la investigación que recolectó y las pruebas importantes se las robó, todo sin desatar al lince que lleva (literalmente dentro) porque esa es la cosa con el banana fish refinado, para hacerse aún más exitoso como proxeneta Dino empezó a experimentar con el objetivo de tener los productos más exóticos del mercado, la mayoría muere, por supuesto, pero él es una prueba viviente de lo que pasa cuando el cuerpo y la mente toleran la droga, cuando el instinto lo domina se transforma en un depredador sanguinario y en parte, por eso Golzine lo entrenó como asesino.

Es un lince.

Son raros los casos de éxito, la versión que su hermano probó seguramente era mucho más inestable.

—Hora de salir de acá. —Se lava las manos en su camiseta pero se la ensucia más, las huellas digitales le arden por lo rígido de la porquería, su pelo se ha aglomerado en cerdas curtidas, pajosas y mojadas por la sangre de los desconocidos, su cuerpo está moreteado, luce como la mierda, como si fuera un homicida—. Qué risa.

Puede que no haya necesitado transformarse en un lince, aún así, sigue siendo una máquina asesina.

Se da la vuelta, da pasos ciegos en el humo, no le importa, conoce de memoria al Club Cod, por ende llegará a la salida sin mayor inconveniente.

Griffin. Griffin. Griffin.

—¿Qué?

La cosa es que Ash no llega a la salida, sino a una puerta que no había visto antes ¿por qué acabó en ese sitio? No le importa, ya tienen todo lo que necesitan, además el club se está quemando, si Arthur llega antes de que escape no será divertido, Ash está dispuesto a darse vueltas e irse, puede escuchar a los cadáveres en el pasillo arrojando sonidos grotescos antes de yacer en rigor mortis, la pestilencia de la carne quemada le saca arcadas, hay cadáveres por doquier, no respira, no respira, sus pulmones están taponados de sangre ¿cuánta sangre hay entre sus manos?

No es momento para sufrir una crisis de consciencia, mierda, Ash se muerde la boca con tal violencia que se arranca un trozo, se tira el cabello, se golpea la cabeza, más sus pensamientos intrusivos alzan con fuerza la voz y como si estuviera buscando huir físicamente de ellos, gira el pomo, entra al cuarto.

Es el infierno.

Ash nunca ha visto semejantes atrocidades en su vida, de hecho, tiene que pararse a vomitar no solo por el olor a podredumbre emanando de cuerpos cercenados sino que las imágenes lo atormentarán hasta el infierno, Dino no escatimó en mutilar personas, algunos tienen partes de animales, se deben haber quedado a mitad de transformación, parecen ser experimentos fallidos a los que torturó como si el fracaso fuera culpa de ellos, debe salir de acá o enloquecerá, sin embargo...

Un lloriqueo.

Ash escucha un lloriqueo entre todo esto.

—¿Hola?

Nadie le responde, Ash odia recurrir a su naturaleza de alfa, más, alza la nariz y se concentra en todos sus sentidos con la intención de ampliarlos, el ejercicio requiere de mucho autocontrol, si lo descuida el lince que contiene dentro lo va a poseer, no se lo perdonará, Ash recorre el cuarto que parece más un pasillo, hay algunas jaulas, frascos y mesas, todo se siente muerto.

—¿Hola?

Hasta que escucha un latido de corazón, es tenue, apenas está vivo, viene de un rincón, Ash se hinca.

Se le aprieta el alma.

Es un conejito.

Un conejito del porte de sus dos manos, tiene el pelaje negro, orejas largas y apenas respira, no debe tocarlo más para saber que se encuentra muy malherido.

—Realmente resististe bien. —Le dice creyendo que está dormido—. Buen trabajo, debes ser tozudo para haber llegado hasta acá.

Más, el conejo abre los ojos.

Carajo.

Ash no es tonto, sabe cómo luce y conoce el tipo de aura que emana, un conejo es una presa, es casi instintivo que le tema, además sus feromonas imponentes no ayudan, seguramente el animal alguna vez haya sido un omega y ahora es un cambiaformas, le teme, va a correr, va a huir y él tendrá todavía más sangre inocente en sus manos porque fue incapaz de salvarlo.

Ash es un asesino. Un depredador. Una bestia.

—Yo no... —Pero el conejo se acurruca contra su pecho, se restriega una y otra vez, queda manchado de sangre y Ash no entiende por qué algo tan indefenso ¿en qué está pensando?—. No te haré daño.

Los ojos del conejo son negros, los más negros que ha visto y eso lo hace sonreír, son brillantes y aun en agonía están repletos de una determinación inquebrantable, está moviendo su nariz para guardar su esencia, Ash lo acuna contra su pecho, justo encima de su corazón para transmitirle seguridad, se vuelve un escudo y se jura en ese instante cuidarlo con su propia vida.

—Te sacaré de acá. —Le promete—. Te sacaré de aquí y nunca más tendrás que ver algo tan horrible.

Lo hace.

🐾

Eiji Okumura.

El chico al que salvó se llama Eiji Okumura, no es nada más ni nada menos que el asistente fotográfico que iba a ayudar en la entrevista que se negó, tarde o temprano lo conocería ¿eh? Vaya ironía, estaba desaparecido desde hace varias semanas, al parecer, ambos japoneses planeaban devolverse pronto pero para no desaprovechar el viaje quisieron hacer turismo, fue un día que Eiji salió a pasear él solo en donde cree que la pandilla de Arthur lo secuestró, asume que debieron verlo como una presa casi patética, es decir, era extranjero, estaba perdido, luce joven y evoca un aura tan ingenua que asegura que de niño se habría ido con cualquiera que le ofreciera dulces, para rematar y lo que posiblemente lo condenó fue que era un omega.

Dino sabe que los omegas son la mercancía más valiosa y por eso es donde más invierte, a diferencia de los alfas donde prefiere calidad sobre cantidad, acá es al revés.

—¡Gracias! —Y acá está, un tal Shunichi Ibe lo está abrazando sin poder contener el llanto, es extraño que lo traten como un héroe y que desconocidos se muestren tan bendecidos—. Lo salvaste, gracias.

—No fue nada. —El contacto lo pone incómodo.

Están en el hospital.

—¿Quién diría que igual acabarías conociendo al fotógrafo? —Shorter dice puesto que quiere aliviar el ambiente, es sofocante estar rodeado de adultos llorones, son mayores ¿cierto? Pues deberían de comportarse, más, cree que empatiza con la angustia, si él encontrará a Gri-i... tras creerlo muerto a lo largo de tantos años ¿no estaría igual de emocionado?—. Aunque es un alivio que el chico volviera sano, no creo que Dino lo deje ir tan fácilmente, lo lamento.

—¿A qué te refieres? —El tal Ibe se debe sentar.

—Bueno, Ash dijo que era el único vivo en el cuarto, debe ser el único sujeto que toleró la droga ¿no es un cambiaformas en este momento? Eso lo hace mercancía.

—¡Eso no...!

—Shorter tiene razón. —Charlie sentencia—. Volver a Japón no resolverá nada, de hecho será mucho peor porque no tendrán nuestra protección.

—¿Entonces una casa de policía? ¿Ahí debe estar?

—Eso no servirá de nada. —A Ash le toca hacer el malo—. Dino lo encontrará de todas maneras y se lo llevará, me ha tocado ver esto en más de una ocasión.

—Ash.

—¿Mi consejo? —El alfa se para—. Disfrútalo lo que más puedas, Arthur es un imbécil pero tiene un olfato destacable, lo va a encontrar.

Ash intenta ignorar los gritos que retumban de Charlie y Shorter en el pasillo, hizo lloriquear al adulto y debería sentirse orgulloso de eso, ¿acaso no es lo que buscaba? Hacer daño porque puede, detiene sus pasos en medio del hospital, aprieta los puños y sabe que es mentira, solo está intentando ayudar a que atraviesen por un duelo anticipado, Dino es un mafioso, posee recursos inagotables, corrompió a la policía por dentro, tiene contacto con los cazadores y asesinos más peligrosos, Eiji es el indefenso y vulnerable conejo que cargó contra su pecho, perdió, quedó condenado, es una muerte anunciada.

—Hola.

¿Entonces por qué diablos fue a verlo?

Ya sabe que va a morir.

—¿Eiji Okumura?

Ash alza la mirada y quiere llorar, porque ahí está en la camilla totalmente vendado un chico menudo, tiene un cabello espeso y negro que se esponja en mechones que se enganchan a sus pestañas, tiene una boca pequeña y rosada que tiembla por la sorpresa, su nariz es de botón, sus mejillas aún poseen grasa de bebé y sus ojos, Ash reconocería esos ojos donde sea. Brillantes. Inocentes. Los más bonitos que ha vislumbrado en su mugrienta vida.

Este chico debe ser la única persona que no lo hace sentir asqueroso con su mirada incluso si lo miró ensangrentado, lo vio por lo que es: un asesino. Ahora debería temerle y sacarlo de su pieza a gritos.

—¡Ah! —Pero en su lugar, los ojos del chico centellan aun más—. ¡Eres tú! —Luce tan contento, Ash no cree que tenga sentido.

—Hola. —Repite nervioso—. ¿Me recuerdas?

—Te recuerdo. —Sonríe y Ash puede imaginarse a su colita esponjada meneándose, es transparente.

—Ash Lynx. —Se presenta manteniendo la distancia—. Solo quería saber cómo estabas, sobreviviste a cosas jodidas después de todo. —Su sonrisa muere.

—Sí. —Eiji se encoge sobre sí mismo en la bata de papel—. Esto de ser un ¿cómo le dicen? Lo escuché de Charlie, ¿un cambiaformas? —Asiente—. Es muy difícil, ¿soy un conejo o una persona?, ¿ambos?

—Te costará acostumbrarte.

—¿Cómo lo sabes? ¿Es común acá? —Es tan ingenuo que quiere llorar.

—No. —No lo mira—. Pero me inyectaron lo mismo, me pasó igual. —Pero a mí me hizo un homicida.

—Eso es grandioso. —Eiji recupera el ánimo y lo invita a acercarse a la camilla, Ash no puede dar ese paso y lo sabe—. Significa que no estoy solo en esto ¿verdad?

—Perdón. —Retrocede—. Pero un lince y un conejo no pueden ser amigos.

Y se va.

¿Para qué intentarlo? Eiji ya está muerto.

Entonces ¿dónde nos ubicamos en el canon dentro de un omegaverse? En que Ash nunca aceptó la entrevista con Eiji e Ibe, por ende, nuestro Eiji acabó en malas manos turisteando, en paralelo Ash nunca encontró a Griff ni fue a prisión, por ende, no conoce a Max, basicamente vamos por esa línea y sí, banaba fish, la versión actual basicamente te hace furro, perdón, es que no puedo tomar en serio mi propia trama, si me quieren así. Pero por esa línea vamos, estaremos jugando entre el canon y este au bastante, pero es muy suavecito y dulce dentro de todo.

Espero que se entienda la propuesta y que les resulte interesante, si es así tendremos ahora sí 31 días consecutivos de capítulos, promesa de garrita, esta dinamica si la sacamos sí o sí, tengo fe, vamos con todo porque pucha, este último tiempo ha sido una porquería complemente en mi vida, pero esta dinamica no es una porquería, así que manifiesto para que ayude. Mil gracias por el apoyo independiente, se les quiere caleta.

Ojála nos veamos mañanita~

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