Capitulo Uno. Encuentro
Una bella niña de cabellos azulados se encontraba sentada en la acera de su jardín, veía como los arboles los acechaba el viento, las aves cantaban melodías apenas audibles, observaba con detenimiento los pocos animales que salían de sus madrigueras, hubo un punto determinado en que cerro aquellos orbes perla que la caracterizaban, pero su momento de satisfacción no duro lo que a ella le hubiera gustado puesto que a los adentros de la casa requerían su presencia. Con todo el pesar del mundo la bella niña de orbes perla se levantó de la acera y se dirigió hacia los adentros de la casa, no sin antes dirigir una última mirada a aquel paisaje que tanto la relajaba. Camino directo hacia la cocina donde encontró a una mujer con características similares a la pequeña niña de cabellos azulados.
—¿Me necesitaba oka-san?—preguntó la niña con un tono pausado.
—Claro que si Hinata, tu padre tiene una reunión hoy en la noche con otros clanes, por lo tanto debe ir tanto èl como su heredero.— dijo la mujer con una pequeña sonrisa.
—Esta bien oka-san, iré a alistarme pero ¿donde se realizará la reunión?
—Ummm buena pregunta Hinata-chan, todo se llevará a cabo en el clan uchiha.— dijo la mujer con un poco de distracción.
—Muy bien oka-san, me iré a alistar, otou-san no tardara en llegar.— mencionó Hinata con cierta emoción en su voz.
Hinata subió con mucha efusión las escaleras, no podía creer que por fin sería presentada en una reunión por fuera del clan.
Al llegar a su respectiva habitación, se dirigió a su armario, dentro de este habían muchos kimonos, pero solo uno, según ella, era el perfecto para aquella ocasión, era un kimono blanco con grandes flores violetas que lo adornaban a su gusto, Hinata a pesar de ser una niña muy pequeña, específicamente de cuatro años de edad, era muy ordenada en todo el sentido de la palabra.
Al terminar de hacer su elección, decidió adornar su cabello con dos pequeños broches a cada lado de su cabeza ya que quería lucir lo mejor presentable para la cena de aquella noche.
Al estar completamente lista pensó que ya era hora de bajar a recibir a su padre, por la razón de que minutos antes había percibido el abrir y cerrar de la puerta principal. Cuando terminó de bajar las escaleras su padre se encontraba en el costado derecho de la sala de invitados usando sus ropas usuales, pero esta vez con algo diferente; su cara tenia un leve rastro de que había sonreído.
Hinata dio un respingo cuando sintió que su padre había centrado su atención en ella, lentamente se encamino hacia al susodicho con la cabeza gacha, justo cuando llego a su destino levantó la cabeza y dijo:
—Buenas noches otou-san— Pronunció en un tono de voz apenas audible.
—Buenas noches Hinata, ¿estas preparada?—Habló Hiashi en su habitual tono serio y frío.
—Si otou-san, desde que oka-san me lo informó he estado preparándome en mi habitación.—Murmuró sonrojándose levemente por la imponente mirada de su progenitor.
—Entiendo, recuerda que hoy vamos a interactuar con otros clanes y lo que menos quisiera este día es llevarme una vergüenza por tu incompetencia— Usó tal tono de voz severo que hizo que Hinata se replanteara su decisión.
—No se preocupe por eso otou-san, le prometo que me comportare a la altura.
Cuando este iba a responder llegó Hikari donde se encontraban su hija y su esposo, decidiendo así el fin de aquella conversación, en ese momento partieron al complejo Uchiha.
***
Al llegar, Hinata se encontró un poco curiosa por el lugar pero se abstuvo de realizar alguna pregunta, porque como era habitual, no tenia el valor de enfrentar a su padre.
Ya estando adentro de la casa Uchiha, Hinata vio con disimulo a cada una de las personas que se encontraban en aquella sala, su padre tenía razón, en este complejo nadie podía salir con algún error, porque de ser así, seria un golpe duro para aquel clan que cometiera aquella osadía, tal vez hubiera sido mejor que se hubiera quedado en casa.
Cuando salio de sus pensamientos, se dio cuenta que su padre y madre se alejaban, se apresuró a llegar junto a ellos; se dio cuenta de que se dirigieron a una familia conformada de tres; había una mujer de cabello negro medianamente largo y portaba una enorme sonrisa que adornaba su cara, al contrario de la mujer, el hombre tenia rasgos mas duros y su ceño lo tenia fruncido, emanaba un aura aterradora que Hinata no paso por alto. Por último estaba un niño que tenia alrededor de la edad de Hinata, al contrario de los mayores, el niño tenia un rostro neutro lo que lo hacia desprender un aura interesante. Terminando de examinar a la pequeña familia, Hinata presto atención a la conversación que habían entablado.
—Hyuga-san que gusto que haya asistido a la velada de esta noche— Fugaku Uchiha atravesaba con la mirada a su padre.
—Gracias a usted Uchiha-san por tan grata invitación.
—Oh Hikari-san, me alegra que haya podido venir a nuestra velada.— la matriarca Uchiha se dirigió hacia Hikari con una sonrisa alumbrando su rostro.
—Gracias a ti Mikoto-san por tan agradable estadía.
—Veo que trajiste compañía ¿quien eres tu pequeña?— Cuestionó mikoto con el mismo semblante.
—Mi nombre es Hyuga Hinata— respondió tartamudeando un poco y escondiéndose tras las piernas de su madre.
—Oh, Mucho gusto Hinata-chan, como podrás ver mi nombre es Mikoto.—dijo con una mueca de diversión en su delicado rostro— y el es mi único hijo, Uchiha Itachi.— Señaló con tal muestra de orgullo que Hinata por un instante anheló algo así.
Fue entonces que la mirada de Itachi cayó en ella. Sus orbes negros como la noche la observaron con tanta intensidad que ella pensó que el tono de sus ojos no podía ser tan irreal.
Itachi se inclinó un poco, y haciendo una perfecta reverencia, saludó.
—Mucho gusto Hyuga-san, es un honor tenerlos aquí presentes.
—El gusto es mio Uchiha-san.
A partir de ahí los adultos decidieron empezar una conversación, el niño de orbes ónix no volvió a ser captado por la mirada de Hinata, aunque no desistió. En medio de su búsqueda encontró un bello jardín, con mucho entusiasmo le pidió a su madre si podría ir a tan bello lugar, esta no dudo en conceder el permiso a su adorada hija. Hinata con pasos firmes se acerco al jardín, al llegar no pudo pasar por alto que este era igual o incluso mas grande que el de la mansión Hyuga, pero no fue eso lo que llamó su atención; era una fuente.
Hinata no pudo evitar sentirse maravillada observándola, se acercó a paso ligero hasta aquel monumento y se sentó a sus orillas, era tan mágico cómo las aguas que descendían desde la cima arrullaban el ambiente, sus movimientos envolventes lo hacían aun mas maravilloso y sus peculiares colores que brillaban en aquella oscuridad, solo le daban ese ingrediente para que fuera aun mas mágico. Hinata se quedo postrada ahí por quien sabe cuanto tiempo, solo supo que parecía estar en un sueño del cual no quería despertar.
Se escuchó un ruido, Hinata volteó y en defecto observó a Itachi Uchiha. Este se acerca hasta ella y le dice:
—No era mi intención asustarla, perdone mi intromisión.— Apenado, se sentó a cierta distancia de ella.
—No ponga cuidado, solo me pillo desprevenida.
—De todos modos mis mas sinceras disculpas, en serio no era mi real intención. ¿Se encuentra usted bien?.— preguntó el Uchiha dirigiendo su vista hacia donde estaba la de cabellos azulados.
—Oh, no es el caso Uchiha-san, solo me sentía cohibida ahí adentro, pero si usted desea me puedo retirar.— había dicho la de orbes perla.
—No es necesario Hyuga-san, no tengo problema en que se quede.
De ahí en adelante ninguno dijo otra palabra mas, se formo un silencio duradero mas no era incómodo, ambos miraban sentados en el césped el cielo, que ese día en especial estaba mas estrellado que nunca.
De un momento a otro un miembro del clan Uchiha se les acerco y le dijo a Itachi que requerían su presencia en la casa principal. El pelilargo se levantó y cuando Hinata pensó que se iba sin despedir, este se dirigió a un arbusto donde habían centenares de flores, entre tantas, el eligió un lirio, se acerco caudalosamente a Hinata y le dijo:
—Muchas gracias por tan agradable compañía, es usted una de las pocas personas en las que encontré un poco de paz el día de hoy, espero volver a verla algún dia... Hinata-san.— dijo Itachi entregándole el lirio y regalándole una sonrisa por primera vez en la noche.
Hinata aun anonada por la situación, vio partir a aquel niño de cabellos azabaches. Sin duda alguna esperaría con ansias el próximo encuentro con Uchiha Itachi.
Nota de Autora
Hola...bueno este es mi primer FanFic esperó que les guste y me dejen muchos comentarios sobre como les parece
Hasta la próxima