Voluntad De Fuego / Itachi Uchiha x Hinata Hyuga/ ItaHina

Capitulo Cinco. Observando

Capitulo Cinco. Observando

Cada día que pasaba en la Academia ninja de Konoha, el Chunnin encargado de preparar a los alumnos para afrontar la vida de un ninja; una vida llena de peligro, asesinatos y sufrimiento, se convencía aun mas que aquellos tres niños tenían un talento nato, no eran niños comunes, cada uno tenía sus cualidades pero mientras mas se fijaba, le era mas difícil encontrarles algún defecto. Los tres eran personas pacíficas, no revolucionarias como se pensarían que fueran, aquello llamo visiblemente la atención del Chunnin, así que decidió observarlos a cada uno por separado pues lo extraño era que entre ellos no se juntaban, si bien dos de ellos siempre andaban solos, el otro se juntaba con un peculiar trió de niños que eran temperamental Activos, por lo que la primera semana decidió observar al mas misterioso, cuando fue la hora de salir, se apresuro a dejar resueltos todos sus asuntos en el salón de clases y se encamino a donde habitualmente los niños de la academia se dirigían a pasar el rato, su sorpresa no fue grande cuando busco y no encontró a quien buscaba, decidió pensar cual seria un lugar en el que un niño de seis años Detestaría visitar, pensó y pensó hasta que por fin encontró aquel lugar, la biblioteca.
Cuando llego a dicho lugar, lo examino con detenimiento, y se felicito a si mismo por sus grandes instintos primitivos, en ese lugar se encontraba su primera víctima, como ya sabia, se encontraba leyendo un libro del arte ninja, leía tan concentrado que ignoraba lo que sucedía a su exterior, el Chunnin observo al lado del niño y encontró una considerable cantidad de libros en la mesa, pero lo que el Chunnin no sabía es que subestimó demasiado las capacidades del niño

"Sensei, es algo de mal gusto quedarse viendo a las personas con tanto detenimiento ¿No lo sabia?" pregunto el niño sin siquiera levantar la vista del libro que sostenía en sus manos

"Lamento si te incomode Itachi, solo trataba de despejar la mente" Sonrió nerviosamente rascándose la parte posterior de la cabeza

"No sucede nada sensei, de todas maneras ya me retiraba del lugar" dijo Itachi levantándose juntando los libros de la mesa

"¿No terminaras de leer los libros que escogiste de las estanterías?" Pregunto aquel hombre con cierta curiosidad

Itachi negó levemente con la cabeza, levanto el rostro y lo miro de forma amigable

"Inoichi-sensei, si se refiere a estos libros ya los he terminado de leer, agradezco mucho su preocupación" dijo Itachi empezando a salir de la biblioteca

Inoichi Yamanaka en sus tantos años como ninja nunca se había sorprendido tanto de la capacidad de un ser humano y mas si este era considerado un "niño".

Así transcurrió la semana en la que Inoichi, se dedico única y exclusivamente a observar con detenimiento a Uchiha Itachi, guardando una distancia prudente, para que no volviera a suceder la situación que se presento en la biblioteca del plantel. Cada día el Chunnin se sorprendía más por las actitudes que manejaba este extraño individuo, muy rara vez, se le veía a un niño meditar, muy escasamente se le veía a un niño ser silencioso, recatado y respetuoso y sobre todo muy Peculiarmente se le veía a un niño no tomarse la academia de ninjas como un juego.

La siguiente semana fue el turno de su segunda víctima, esta vez le tocaba a la pupila del trió que acompañaban a su victima en sus tiempos libres. Cuando todos los estudiantes desertaron el salón de clases Inoichi se encamino hacia el patio donde, ya confirmado por días de anticipación, pasaba los recesos en compañía de sus peculiares amigos. El sensei todavía no asimilaba el porque una persona como lo era ella, se juntaba con semejantes revoltosos como lo eran esos niños, mientras sus amigos jugaban en el patio, corriendo de un lado a otro, la pequeña niña se sentaba a leer un libro, que por la distancia, no podía distinguir su titulo, era fascinante la concentración que empeñaba al hacerlo, sus facciones se fruncían levemente cuando algo llamaba su atención, o eso era lo que suponía el de rubios cabellos, jamás podría saber como funcionaba la mente de cada uno de esos niños, su mente era un laberinto sin salida, solo ellos podrían entenderse dependiendo de la magnitud que se necesita.