—¿Qué es esto? ¿Y esto? ¿¡y eso!? Uuuu, ¡Mira eso! ¿Qué es?
Tome las tres cosas que había visto y se las mostré a Haize, quien sonrió al verlas en mis manos. Las tomo cada una y las coloco nuevamente en su lugar. Hice una mueca indignada al verlo.
—¡Dijiste que podía agarrar lo que quería!
—Pero eso no incluye condones ni otra de esas cosas.— Señalo toda la estantería.
Hice un puchero y seguí viendo, tomando algunas cosas que me parecían interesantes y colocándolas en el carrito.
—¿Y esto para que es?— Señale una cajita roja que tenia muñecos sonriendo en la portada.
Haize soltó otro suspiro, tomo una de las caja que ya había tomado antes y la metió al carrito. Yo tome un frasco y trate de leerlo, aunque las palabras del mundo humano eran casi iguales, aun no me acostumbraba a esta caligrafía. Se me hace raro no ver la cursiva letra de algún monje de un templo.
—¿Qué dice aquí Haize? No llego a leerlo.
—Dice que te calles.— Murmuro.
Grosero.
Me mordí la lengua, sin querer contestarle. Trate de releerlo y esta vez lo conseguí. "manjar"
—¿Qué es el Manjar, Haize?
—Solamente mételo al carrito y después me preguntas que es.
Me encogí de hombros e hice lo que me dijo, coloque el manjar en el carrito y lo seguí empujando. Ya habíamos recorrido varios pasillos y este era el ultimo. Pude ver unos anuncios que decían "Helado" en unas neveras, rápidamente salí corriendo y empecé a sacar varios helados y dejarlos corriendo al carrito.
Haize rápidamente supo que era lo único que me parecía familiar de este mundo, el helado.
Cuando terminamos, fuimos a unas mesas donde dejamos lo que estábamos llevando, una señora con cara aburrida, empezó a tomar cada cosa y pasarla sobre un escáner rojo que hacia un BIP cada vez que tomaba un producto y lo dejaba al otro lado de la mesa.
Cuando paso todos los productos, Haize le tendió un papelito y la señora lo acepto, lo paso por una cosita que no sabia que era y se la devolvió junto con un papel que salió de la misma cosita de antes. Haize empezó a recoger las cosas y dejarlas sobre algo que me dijo que se llamaban bolsas de plástico.
Las agarro todas y se encamino a la salida del lugar, me apresure a seguirle y robarle unas cuantas bolsas para que no lleve tanto peso, pero a los minutos me canse y se las devolví. Cuando salimos, Haize llamo a un señor que estaba recostado contra un vehículo y este se acerco con una sonrisa.
—¿Cuánto me cobra hasta Ride street?— Pregunto, Haize.
—2.50 dólares, señor.— Contesto el hombre con una sonrisa.
Haize asintió y le dio las bolsas al joven, el cual se encargo de llevarlas al vehículo. Haize le siguió a un paso lento y lo mire sorprendida.
—¿Lo conoces?
—No.
—¿Y por que le hablaste?
—Por que su trabajo es de llevar personas. Tienes que hablar con el para que te lleve, claro.
me quede mirándolo, atónita. ¡Vaya, que increíble! en Celestia hablarle a un desconocido es... ¡irónicamente malo!
Haize me ayudo a subirme a ese vehículo, abriendo una parte trasera de el. Se sentó a mi lado y esperamos a que el señor entrara al vehículo para llevarnos. Apenas pasaron unos segundos, el vehículo tomo fuerza y empezó a andar. Solté un chillido emocionada al ver que estábamos andando y sin caminar.
Mire por el vidrio del vehículo, el vehículo iba mas rápido que una persona y aun así podía apreciar perfectamente el exterior. Me gire hacia Haize, que me observaba con una pequeña sonrisita en sus labios.
—¿Lista para cocinar?
Asentí, emocionada.
Apenas llegamos a nuestro destino, un gran edificio se poso ante nosotros. Lo mire, entre alucinando por su gran tamaño desde tan cerca. Haize se encargo de llevar las bolsas y me guio hacia el interior del edificio.
—¿Este es el mismo de donde salimos antes?
—Si, ¿No lo reconoces?
La verdad es que no.
Fuimos a las mismas placas de metal que estaban frente a la entrada, estas tomando el nombre de ascensor. Apenas entramos, Haize le dio a un botón y las placas se cerraron. Esperamos un rato para después dirigirnos al mismo pasillo de donde habíamos salido.
—¿Tan rápido llegamos?
—Bueno, el ascensor hace todo el trabajo.— Se encogió de hombros.
No tardo en encontrar la puerta indicada, aunque todas eran iguales no entendía como diferenciaba cada una de ellas. Ingresamos y dejo las bolsas sobre la barra de la cocina. Yo cerré la puerta a mis espaldas y lo acompañe a la cocina.
Tome alguna de las bolsas y empecé a curiosear, Haize iba sacando las cosas y colocándolas sobre los estantes y pequeños espacios en la cocina.
—¿Qué es lo que comen los ángeles?— Pregunto, de repente.
La verdad es que la pregunta me sorprendió.
—Bueno, recordando las historias que me contaba mi madre, antes los ángeles comían solamente las mismas nubes echas de aire. Pero ahora gracias a la tecnología que hemos desarrollado tenemos permitido comer algo mas... solido.
—¿Y que es?
—Pajaro.
Haize que se encontraba acomodando las cosas, empezó a tener un ataque. Me acerque rápidamente para comprobar que estuviera bien, y al verlo, me lleve la sorpresa que se estaba riendo y no teniendo un ataque.
—¿En serio? ¿No que era malo comerse a otro ser vivo?
—¿Los pájaros tienen vida?
Haize me dedico una mirada que no supe como descifrar, pero al final continuo con lo que estaba haciendo, ignorando mi pregunta. Ahora tenia esa duda en mi cabeza.
—¿Y que mas comen?
—Helado.
—¿Cómo lo hacen?
—Hay una montaña cerca de la ciudad de Yune, todo el helado viene de allá.
—No me jodas..— Susurro.
—¿Qué sucede?
—Nada.. solamente me parece "sorprendente"— Haize sonreía mientras hablaba.— ¿Existen de sabores?
—¿Sabores? ¿A que te refieres a helado de sabores?
No respondió, solamente me dedico una sonrisa mientras sacaba alguna taza de Helado. Me la tendió y señalo hacia la escritura del tazón.
—¿Qué dice aquí?
—Mmm, ¿Choco- que es eso?
—A eso me refiero.— Se burlo.— Tu conoces el hielo molido, esto es helado real, con sabor.
Abrí la boca indignada. ¿Ósea que todo este tiempo me han estado estafando con el helado?
¡Dios santo!
—¡Una cuchara!
Haize entre risas fue a buscar una y me la tendió, no sin antes abrirme el tazón y dejarme ver el color marrón del helado. Hice una mueca, tratando de esperar un buen sabor. Aunque por su color, no tenia muy buena pinta.
Haize me dedicaba una sonrisa burlona, esperando a que de el primer bocado.
—¿Y? ¿No lo vas a probar?
—¿Sabe bien?
—Te va a gustar, te lo prometo.
Asentí y cerré los ojos, llevando la cuchara a mi boca. Apenas sentí el frio en mi boca, un sabor rico a ¿Caramelo? no.
Es totalmente diferente al caramelo, es inexplicable, pero delicioso. Con una sonrisa me lleve otro bocado. Era extremadamente delicioso. Tome el tazón con la cuchara y fui al sofá, sentándome mientras miraba fijamente hacia el exterior.
Era tan diferente... El mundo humano para nosotros era inalcanzable y malo, poblado de demonios. Pero me eh equivocado, es maravilloso, mucho mas que Celestia. Solamente sueño que Celestia sea así en el futuro.
Sin darme cuenta, la TV se encendió y unos muñequitos empezaron a jugar en el vidrio. Me quede entretenida mirando a Bob esponja junto con Patricio, y en su trabajo, haciendo cangreburgers.
Haize estaba cocinando, y ya me había acabado todo un tazón de helado. Cuando regreso tenia dos platos en sus manos, me tendió uno y lo acepte. Se sentó a mi lado y empezó a cambiar la TV, buscando algo bueno que ver.
—Quiero probar las Cangreburgers algún día.
—¿Las hamburguesas? Bueno, ahora tienes una en tu plato.
Baje la mirada y observe la comida en mi plato. ¿Esto es una Cangreburgers?
—Lo de amarillo son papas fritas, pruébalas.
Haize le dio una mordida a su Cangreburgers, mire mi plato e imite su accion. Me relami los labios al notar lo sabroso que era. Dios, ¿No solamente el helado era rico sino tambien la Cangreburgers?
Pasamos el resto del día comiendo y viendo peliculas del TV, para al final quedarme dormida en sus brazos.
Me había divertido en el planeta tierra.