————✷Adam Michaels✷————
Hebe
Siento que alguien me observa así que volteo, encontrándome con Malik viéndome, su mirada baja y escanea mi cuerpo, deteniéndose en el tatuaje que tengo debajo del pecho, para después subir a mi cara que puedo asegurar esta rojisima.
—Dopo la tempesta sorge il sole —lee mi tatuaje —después de la tormenta sale el sol —sabe italiano, interesante. Me acerco a el y pongo mi mano en sus ojos.
—¿Que haces aqui? —trata de quitar mi mano pero le doy un manazo con mi mano libre.
—te recuerdo que cerraste la puerta de mi departamento —se está burlando de mi.
—cierra los ojos Malik —este asiente y quito mi mano, me doy la vuelta y tomo mi toalla, me la pongo cubriendo mi cuerpo, casi desnudo.
—pero esa no es la pregunta —abre los ojos de nuevo —¿Cómo entraste?.
—tuve que entrar por la ventana de tu baño —se sienta en mi cama.
—te das cuenta que pude estar desnuda en el baño —pongo las manos en mi cintura en forma de jarra.
—lo sé ese era el punto —levanto una ceja confundida —poder verte desnuda, solo por dos prendas, si no lo hubiera logrado.
—que te pasa idiota —tomó una almohada y se la lanzó —pues ya entraste, ya te puedes ir —señaló la puerta.
—mmmm...no —se para, quedando muy cerca de mi cuerpo, pero no flaqueo.
—no te lo pregunté Malik —volteo así arriba para poder verlo a la cara.
—estas en mi departamento y estas ebria —Claro que si lo estoy, pero vida solo hay una.
—no es la primera y no será la última vez —miro sus labios, el hace lo mismo con los míos.
Joder su aroma es tan delicioso, que quiero comermelo a besos pero tengo que ser razonable, yo tengo novio. Me alejo de él y voy hacia mi armario para tomar la ropa que voy a usar.
—¿a donde vas? —siempre tan metiche
—a cualquier lugar lejos de ti y de walter —comienzo a cambiarme dándole la espalda.
Me pongo un pans sin quitarme la toalla y después me pongo la sudadera a juego, para después quitarme la toalla, me pongo unos tenis y voy al baño por mi cadena y mis anillos.
—estas ebria, es de madrugada y mañana hay clases —viene detrás mío cuando salgo de la habitación.
—¡por dios malik! —volteo abruptamente a el —que te valga, así me muera o me valla —tocan el timbre cuando va a hablar.
Va a abrir y yo me quedo como estoy, respirando profundo tratando de controlar mi ebriedad.
—creí que ya estarías dormido —habla un hombre.
—no, estaba charlando con ella —comenta Malik.
—oh, no estas solo —volteo a ver quien es.
Un hombre alto, apuesto que impone, tiene demasiado parecido con Malik por lo que supongo es su papá. A su lado está Carlos Mikkelsen.
—hola cariño —me sonríe cálidamente.
—pasen —Malik los deja entrar a ellos dos pero entra Marco el idiota que le robo el celular a mi mamá y...
—hola hebe, cuanto tiempo sin verte —lo veo con odio y este sonríe burlon.
Adam Michaels.
El papá de Herodes, que no debería de estar aquí en los Angeles y mucho menos cerca de mí amigo o de su mamá, ya que Adam casi mata a golpes a la mamá de Herodes hace casi cinco años y le pusieron una orden de alejamiento puesto que no lograron meterlo a la cárcel. El decido mudarse a Canadá por lo que no sabíamos nada de él desde entonces.
—casi cinco años —Carlos sabe lo que pasó por lo que nos ve expectante —que desearía fueran más años.
El ambiente se torna tenso donde sólo nos vemos a los ojos desafiantes. Carlos decide interferir.
—veníamos a charlar contigo —se dirige a Malik —sobre negocios —yo camino a mi habitación pero me detiene.
—contigo también heb —adam me habla y mis tripas se retuercen.
—si, es importante —habla el hermano de Carlos.
A regaña dientes voy a la sala donde están los cinco sentados. Me siento entre Adam y Marco al ser el único lugar disponible.
Si, que suerte tengo.
—como recordarás hace un tiempo decidiste solo correr —habla Carlos dirigiéndose a malik —pero ya es tiempo...
—no sabes cuanto deseaba volver a verte —me susurra el asqueroso de Adam —para terminar lo que dejamos pendiente —pone su mugrosa mano en mi pierna.
Porque si, apesar de ser un abusador, trato de violarme, por suerte llegó Maya (la mamá de Herodes) y fue cuando casi la mata a golpes.
—no me toques imbecil —susurro, de un manotazo quito su mano y el sonríe satisfecho. Levantó la mirada cuando siento esa mirada tan profunda que me hace la piel de gallina. Malik nos ve atento provocando que Adam disimule acomodándose mejor en el sofá.
—... Puedes correr con tu tío o conmigo —vuelvo a poner atención y ahora quien habla es el papá del ser que casi me atraviesa con la mirada.
—Sabes que con ambos ganarás lo mismo ¿con quien te quedas? —al ver que guarda silencio vuelve a hablar —piénsalo y nos dice cuando decidas —Carlos voltea a mi haciendo que me quiera hacer pequeña en mi lugar —heb, cariño, mi hermano Bruce y yo queremos proponerte algo.
—Corres muy bien —habla Bruce —te gusta sentir la adrenalina y arriesgas mucho para ganar —me sonrojo levemente y por el rabillo del ojo veo que Malik sonríe —te apasiona correr y eso no se encuentra en cualquier persona —Carlos sonríe orgulloso —¿te gustaría correr con nosotros? Ya no son carreras del todo ilegales, sabemos que en Londres tuviste problemas con la policía.
—Metiche —le susurro a Marco.
—¿Que dices? —pregunta Carlos.
Bruce tiene razón, me encanta sentir la adrenalina cuando corro y me encanta correr por lo que no voy a desaprovechar una oportunidad así.
—Claro...me encantaría —los tres Mikkelsen sonríen y joder, apesar de que dos de ellos son mayores, son guapísimo y se ve que aún siguen en forma.
—ahora bien —vuelve a hablar Bruce —se que ya conoces a Carlos y si te sientes más cómoda puedes seguir corriendo para el —volteo a bruce y recuerdo que siempre me decía que probará más cosas.
—me gustaría correr para usted, —se sorprende y Carlos sonríe —Carlos siempre me dice que intente cosas nuevas.
—hasta que tomas mi consejo —Carlos fue lo más cercano que tuve a un papá y ahora le agradezco a isaias que se haya largado porque de no ser así yo no lo conocería a él. También se que yo soy como una hija para Carlos, siempre me lo dice.
—¿y tu hijo? —recuerdos que hay más personas aquí.
—corro para ti papá —dice seguro.
—estupendo —Carlos se levanta —los dejamos descansar.
—si quieren pueden quedarse a comer algo —hablo al mismo tiempo que Malik y decimos lo mismo.
—yo acepto —Adam es el primero en aceptar —me encantaría pasar mas tiempo con heb —el simple hecho de que diga mi nombre me da repulsión.
Los dos hermanos aceptan al igual que Marco, quien me sigue cuando voy a la cocina.
—pequeña zorrita —habla apenas entramos —sabía que no pérdidas el tiempo —volteo a verlo.
—puedo ser una zorra, pero jamás en la vida TU zorra —aprieta la mandíbula.
—estas muy segura de eso Heb —da un paso hacia mi, buscando que retroceda, algo que no pasa.
—y eso es lo que te arde —le doy una sonrisa llena de superioridad —busca una vida propia y no jodas la mía.
—te vas a tragar tus palabras—trata de tocarme pero lo alejo con mi dedo índice —despues de todo, te acuestas con quien sea que te invite a su cama.
—soñar no cuesta nada, Marco —entra Adam a la cocina —¿convoque una junta para pendejos, ardidos y sin vida propia en donde opinar? —digo con pena fingida. Adam llega a mi en tres zancadas y me toma muy fuerte del mentón.
—fijate muy bien con quien estas hablando hebe —sus ojos no expresan más que molestia, sonrió abiertamente —Marcó déjanos sólo, ve a comer con ellos o a hacer algo.
Marcó como el titere que es se va. No hago nada para tratar de alejar a él abusador y este no tiene intenciones de hacerlo.
—quién lo diría, la pequeña heb se convirtió en toda una zorra —volteo los ojos
—si quieren que me ofenda busquen otro apodo —aprieta más su agarre —ese ya está muy usado
Me encantaría molestarlo antes de alejarlo.
—modera tu tono —se relambe los labios provocandome nada más que asco, su mano libre la usa para manosear mi cuerpo —te has convertido en toda una mujer, ya no queda nada de la Hebe que conocí
Sonrio —tienes toda la razón —sonríe pensando que me voy a doblegar ante el —ya no soy la niña pendeja que no sabia defenderse sola —impacto mi rodilla en su entrepierna, provocando que me suelte y que borre esa estúpida sonrisa, ensanchando la mía.
—estúpida —suelta en un jadeo de dolor, me agachó y levantó su cara para que me vea.
—recuerda que la orden de alejamiento dice que no puedes estar a menos de quince metros de distancia de mi, de Maya o Herodes —me ve con odio —y ten por seguro que de ser necesario voy a ir hasta Londres para que te refundas en la cárcel como la rata asquerosa que eres —me levanto y camino hacia la puerta pero me detiene cuando habla.
—esta te juro que me las vas a pagar Hebe —su voz suena apretada —te vas a arrepentir, maldita hija de perra.
volteo a verlo —¡por fin, pensaste en otro insulto!.
—¿Que te paso Adam? —la voz de Carlos me hace voltear. Esta en el umbral de la puerta, tratando de ocultar su sonrisa y junto a él están los otros dos Mikkelsen en el mismo estado que el.
—me caí —miente tratando de levantarse —y al ser un hombre tan grande heb no pudo ayudarme.
—Ajam —Sonrio y camino a la puerta.
—le diste su merecido, cariño —me susurra Carlos cuando pasó a su lado.
—moría por hacerlo —quiero dormiiir —que descansen señores, ponte hielo, no valla a ser que ya no puedas procrear hijos —digo antes de caminar a mi habitación.
Cuando entro le coloco seguro, Adam se puede pasa de listo y que valla a querer entrar. Me meto a bañar, me relajo dejando que el agua caliente caiga por todo mi cuerpo, cuando salgo ya son las tres de la madrugada, me pongo un short y una camisa que le robe a Harry para tumbarme en la cama y ya no se mas nada del mundo.
Mi alarma suena a las seis cuarenta.
_¡Aaaaaa! —estiro mi mano y lo apagó sin siquiera moverme —que se muera quien te invento.
Trato de volver a dormir pero mi parte responsable no me deja, me doy por vencida y me meto a bañar.
Cuando salgo me decido por unos vaqueros anchos de mezclilla, un crop top beige y unos tenis, me maquillo un poco para tapar las ojeras y uso los mismos accesorios.
—¿Quien invento los lunes por la mañana? —le pregunto a Ash cuando la veo que la sala.
—alguien que quiso torturarnos cada semana —dice sonriendo.
—deja de ser tan quejumbrosa, enana —camino rápido a la cocina y allí está Herodes —quita esa cara, soy yo, el apuesto y simpático Herodes.
—¿Malik te dejo entrar? —apenas puedo creer que este aquí, adentro.
—si, pero me dijo que haria lo posible por no golpearme aquí —habla sonriendo.
No se porque me entraron las ganas de llorar, asi que lo abrazo y empiezo a llorar.
—¿Que pasa heb? —trata de parecer calmado.
—ayer estuvo aquí —digo en un sollozo —Adam estuvo aquí y me tocó.
Aunque no quiera aceptarlo, verlo me afectó demasiado porque yo lo veía como un ejemplo y trato de violarme. Me afectó demasiado porque no fue solo el echo de que me besara o cosas así, el estuvo apunto de penetrarme, si no hubiera sido porque maya llegó y me salvó de el.
—¿Y que hacía aqui? —trata de ocultar su molestia —¿Que paso?.
—el vino con los hermanos Mikkelsen y con Marco, entraron, platicamos y los invitamos a qué se quedarán a comer, yo fui a la cocina y empecé a pelear con Marco después entro el, dije algo que le molestó, me tomo del mentón y empezó a decir que ya no era la misma hebe, que ya era una mujer y comenzó a tocarme con la otra mano, yo le pegue un rodillazo en la entre pierna y se alejo de mi, me dijo que se la iba a pagar y yo le recordé lo de la orden y después llegaron todos aqui —hablo demasiado rápido Y Herodes me abraza más fuerte.
—Hebe —besa mi frente —no permitas que se te vuelva a acercar ¿Si?.
—Si —asiento aún abrazándolo —valla papás de mierda que nos tocaron —ambos sonreimos.
—por eso somos mejores amigos.
—lamento interrumpir su emotivo momento —Malik entra a la cocina viendo muy mal a mi amigo, me separó de el y ahora me ve a mi.
—no te preocupes, estás en tu departamento —salgo de la cocina limpiando las lágrimas de mi rostro.
Por suerte no use tanto maquillaje porque si no parecería un mapache.
—¿Que te hizo Herodes? —pregunta Ash preocupada y yo sonrió por esa simple acción.
—nada, estoy loca y lloro por todo —le aseguro sentándome junto a ella.
—te conozco un poco y se que no es verdad —ash porque dejo que las personas me conozcan tanto.
—bien, te cuento al rato —asiente y llegan los dos chicos que parecen perros y gatos —gracias por preocuparte por mi.
???
—ya casi es navidad, deja de ser tan amargado —le pego en el hombro a Nil, quién está molesto porque ayer decidió ir a una fiesta con Herodes y tienen resaca, pero Nil más que mi nene. Estamos sentados en el pasto viendo a Herodes entrenar.
—como tu no sientes que te va a reventar la cabeza —lo abrazo y lo tiro en el pasto, haciendo que ria.
—yo también me emborrache ayer, y no me ves quejándome por la resaca de mierda que tengo ahora mismo —señalo los lentes oscuros que tengo puestos.
—¿Con quién tomaste? —voltea a mi.
—siempre tan metiche —son,rio y me pongo de lado quedando frente a el —pero no puedes contarle nada a Herodes —le enseño mi dedo meñique —al menos hasta que yo le diga.
En tan poco tiempo nos hemos llevado muy bien, es como mi segundo mejor amigo.
—bien —entrelaza nuestros meñiques —ahora dime.
—sali a correr en una carrera ilegal y como gane celebre con Ash —se sorprende —y el papá de Malik me invitó a correr con el o más bien para el.
—¿aceptaste?.
—si.
—Herodes va a matarte cuando se lo digas —sonrie negando con la cabeza.
—lo se —me vuelvo a acostar —pero en verdad amo correr, puedo tener un día de mierda y cuando corro olvidó todo.
—el va a entender, puede que se moleste un poco pero lo va a aceptar —me tranquiliza.
—¡Vamos Herodes! ¡Una niñita corre más que tu! —volteamos al campo y soltamos una carcajada cuando vemos a Herodes tirado en el pasto de la cancha donde entrenaba, los de su equipo están exactamente igual que el, pero el es el capitan.
—¡Vamos Herodes, tu puedes! ¡No eres una niñita! —grito animandolo y haciendo reír más a Nil —apoyalo, es tu mejor amigo.
—¡Vamos amigo! —Nil habla como puede porque sigue riéndose.
Una llamada me hace dejar de reír, pero no es la llamada, si no de quién es.
—¿Quien es? —nil voltea a verme.
—de Harry —lo apagó y vuelvo a guardarlo —le dije que nos diéramos un tiempo.
—¿Con esas palabras?.
—bueno no, le dije que no podía perdonarlo, que tenía que pensarlo y el acepto.
—¿Entonces por qué te llama? —levanta una ceja —se me hace que no comprendió el hecho de “un tiempo”.
—no lo se —me levanto —pero ahora no quiero hablar con el —extiendo mi mano hacia el —¿Me acompañas a la cafetería? Muero de hambre.
—solo si me invitas algo —asiento, toma mi mano sonriente —entonces vamos.
Pone su brazo sobre mis hombros y comenzamos a caminar. Toma mi mano y la pone en su cintura
—vamos, toca —sonrie coqueto —no seas tímida.
Me sonrojo haciéndolo reír.
—¡cállate! —le pego en el abdomen —que no es gracioso.
—si que lo es —sigue riéndose de mi.
¡Maldita sea! Cuando nos sentamos, al llegar a la cafetería, otra vez siento esa mirada tan penetrante, que siento la necesidad de levantar la mirada, pero no lo hago.
—¿sabes que? —hace un sonido para que siga, ya que está tomando jugo —me gustas —se ahoga y escupe el jugo.
Yo trato de aguantarme la risa y quedarme completamente seria.
—heb...tu...yo —no sabe ni que decir —heb, tu eres muy linda y eres una persona genial, pero tu, bueno yo...
Suelto una carcajada muy sonora interrumpiendo su discurso para no hacerme sentir mal.
—¿Que...?
—yo...lo siento —apenas y puedo hablar —esque fue muy gracioso y por si te quedó duda no me gustas.
—uffff —pone su mano en el pecho — ya me había asustado.
Recargo mi cabeza en el asiento para retirar mi respiración, así paso unos minutos hasta que Nil nueve a hablar.
—hebe —levanto la cabezas
—mmmm.
—Malik y Walter no dejan de vernos o más bien, no dejan de verte desde que entramos a la cafetería —hasta ahora soy consciente de nuevo de la mirada que siento sobre mi.
—seguramente no es nada personal —volteo a verlos y mi mirada se posa en los hermosos posos grises que me observan —sabes que, si es personal.
Q
Me hago pequeña en mi sitio y me tapo con el brazo de mi acompañante.
—¿Que te traes con Malik? —pregunta cerca de mi cara para que solo lo escuché yo —porque cada vez que me acerco a ti aprieta la mandíbula
—no lo se —digo finalmente —despues de la cena yo estuve apunto de besarlo y ayer discutí con el h estuve a nada de besarlo...
—¡Hermana del alma! —llega Herodes y se acerca a mi con esa sonrisa que conozco muy bien.
—¿Que tramas? —entorno los ojos.
Se acerca de mi y me abraza, guácala está todo sudado.
—quitate, estás todo sudado —se ríe y me pega su pelo al mío, empapandome de su sudor —que asco Herodes.
Ambos se ríen de mi, así que me limpio en la sudadera de Nil.
—por reírte —lo interrumpo cuando va a hablar.
Nil me empuja y yo empujó a Herodes, quien solo nos da una mirada un poco molesta y nosotros reímos.
Vamos caminando por los pasillos de la universidad, porque al fin nos vamos y Herodes venía jugando con nosotros, pero se puso a platicar con Asher, por eso lo estamos molestando.
Extiendo mi mano hacia Nil y entiende lo que quiero hacer, la toma y comenzamos a avanzar brincando, un poco adelante de Herodes.
—¿quieren comportarse? —su tono es cansado, ambos nos paramos y volteamos a verlo
—no —contestamos al unísono.
—no se en que momento decidí que era buena idea que mis mejores amigos se conocieran.
Volteamos para seguir avanzando mientras brincamos pero nos paramos en seco. Walter y su mejor amigo están frente a nosotros, por lo que damos un paso atras.
—¿Podemos hablar contigo? —walter habla demasiado golpeado.
Malik ve mi mano que sostiene Nil y aprieta la mandíbula un poco.
—a...solas —voltea a ver a mis acompañantes.
—ahora estoy ocupada —levanto la mano de Nil —tal vez cuando no me oculten cosas podamos charlar—-walter suspira y Malik casi mata con la mirada al pobre chico a mi lado pero este no se ve afectado, está más que serio y no tiene intenciones de soltar mi mano.
—hebe, ya somos mayores...
—dije que ahora no puedo —lo corto —y si nos dan permiso...
No tienen más opción que dejarnos pasar.
Al llegar al departamento, me pongo pongo ropa cómoda, me hago un moño mal echo en el pelo y me pongo a hacer limpieza, comienzo por mi cuarto, que aunque no estaba echo un desastre si necesitaba limpiarse. Sigo por la cocina, la sala y el pasillo, al igual que en el baño.
Cómo no tengo tarea me pongo a leer un rato, no puedo creer que desde que llegué a Los Ángeles no he leído ni una sola hoja del libros pero en mi defensa no tenía tiempo por todo los cambios y los problemas.
—heb —me mueven un poco —hebe
Huele a una mezcla entre menta y chicle, abro los ojos y me encuentro con los ojos grises que todo el tiempo me observan.
—mmmm —me volteo en el sillón
—alguien quiere hablar contigo —se sienta en el sillón de enfrente
—¿Mi nene? —aun sigo dormida. Malik niega con la cabeza —¿Nil? —hace lo mismo —¿Harry?
—No.
—hola hermana —abro los ojos de golpe —necesito hablar contigo
—a mí no me da la gana hablar contigo—me siento en el sillón y mi libro cae al suelo —asi que pierdes tu tiempo Walter
—heb, yo creo que merece una oportunidad —interviene el otro idiota —despues de todo, se la diste a al mierdas de tu novio —lo miro mal —que no se la des a tu hermano .
—en primera —hablo molesta —se llama Harry y es mi novio —levanta las cejas irónicamente —y tu no te metas que tu no eres el afectado.
—si me meto....—Walter suspira
—hermano, —lo interrumpe —tranquilo —se sienta junto a mi —¿Podemos hablar? Porfavor.
Se ve en sus ojos algo raro, como si estuviera triste o algo así.
—bien, pero si el idiota se mete se acabó —malik bufa y Walter acepta.
—para empezar, necesito que me dejes hablar sin interrumpirme —se acomoda mejor —¿Si?
—bien
—yo sabía que tenía una hermana desde hace siete años pero no te conocía, siempre que le preguntaba por ti a Isaías, te negaba —toma mis manos —despues lo confirme cuando un niño venía a casa a veces dos o tres veces por año y Isaías nunca me dejaba hablar con el. Todo eran sospechas hasta hace tres semanas que llegaste a casa, te reconocí al instante por tus ojos y por la manera en que me miraste o por el odio con el que veías a mi papá —se calla para que pueda preguntar.
—¿Por qué no me lo dijiste? —quiero llorar
—porque yo no me imaginaba que tú sabías que yo era tu hermano después de todo soy dos años mayor que tu y no quería que te decepcionaras más de Isaías.
—Harry... ¿Lo sabías?
—harry claro que lo sabía, una vez logré hablar con el y se negó a decirme quién era y porque venía a hablar con mi papá tanto tiempo en su despacho, hace como tres años comenzó a quedarse aquí a dormir, comía con nosotros y convivía con nosotros como si fuéramos una familia y me confirmó que era tu novio y que si tenía una hermana, me enseñó fotos tuyas, pero no pude reclamarle nada a Isaías porque me dijo que no dijera nada.
—¿Nunca trataste de buscarme?
—claro que si, una vez fui a Londres y corrí contra ti, al igual que lo hizo Malik —volteo a ver al mencionado —pero el Hiba con la esperanza de correr con la Reina Negra pero le dijeron que nunca se presentó.
Ahora lo recuerdo, ese día yo corrí con alguien quien se negó a quitarse el casco cuando gane y después Alexander me dijo que un chico estaba preguntando por mi, pero le dije que le comentará que no me presenté, aunque yo lo vi de lejos y platique con el, incluso me pidió mi número, por eso sus ojos se me hacían conocidos.
—¿Lo recuerdas? —pregunta Malik
—claro que si —sonrio ante el recuerdo —walter no quiso mostrar su cara cuando le gane y tu...me pediste mi número y casi te peleabas con Harry.
—exacto —asiente Walter y Malik me ve en espera de que diga algo más.
—¿Por eso Harry y tú no se soportan? —recuerdo cuando Harry vino por mi y la manera en que Malik lo miro y le hablo.
—Si.
Pasamos un rato más platicando y yo no tenía razón para estar molesta con el, no era como si me estuviera traicionado. También hablamos de Harry, me dijo que porque lo dejaba tratarme así pero yo lo justifique. Se acaba de ir y Malik aún sigue sentado frente a mí, viéndome fijamente.
Mi celular suena con una notificación de instagram, alguien me mandó dos fotos, pero no se quién sea.
Mis ojos se humedecen cuando veo las fotos, es Harry con su mejor amiga, pero están...
Durmiendo juntos, completamente desnudos.
Unas lágrimas salen de mis ojos y las limpio con rabia.
—¿Que? —pregunto cuando siento que aún me mira.
—nada Hebe, el mundo no gira a tu alrededor —me paro del sillón y tomo mi libro.
—vete a la mierda—digo antes de darme la vuelta e ir a mi habitación.
Me cambio y salgo con las llaves de mi moto y mi casco en mano, todos los días puedes correr en la mortal, así que voy a ir.
Paso a la cocina por un vaso de agua, Malik casi choca conmigo cuando voy a salir, no le hago caso y salgo.
—heb —volteo cuando me llama —¿Porque sigues con el? ¿Porque dejas que te trate así y aún lo defiendes?.
Más lágrimas salen de mis ojos y Malik viene hacia mi, preocupado.
—¿Que paso, pequeña? —llevava mucho tiempo desde que no me decía así.
—el...se acosto con su mejor amiga —lo abrazo sin pensarlo y entierro mi rostro en su cuello.
—es un pendejo de primera—me acaricia la espalda —no sabe lo afortunado que era de tenerte como novia.
Levanto la cabeza para verlo —¿Tu en verdad lo crees?
—claro que si —se humedece los labios —yo quisiera a alguien como tú.
—que mal, porque soy única —bromeo.
—claro que lo eres —sonrie —lo se desde ese día que trate de besarte.
—¿El día que salí con Harry? —siento mis mejillas un poco calientes
Niega—el día que te pedí tu número —se acerca más a mi rostro e intercala la mirada entre mis ojos y mi boca —ese día que me negaste poder probar tus labios tan carnosos.
Inconscientemente los entre abro.
Me limpia las lágrimas con sus nudillos y pone un mechón de pelo detrás de mi oreja y acerca aun más su rostro al mío.
Sus ojos son una tormenta, una tormenta que detona peligro pero que te atrae aún más sin razón alguna.
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Aaaaaaaa me mueroooo
¿Que pasara? Averiguenlo en el próximo capítulo, porque va a estar más que buenooo 🙀.
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Porfavor 0 spoilers
Los amo cuatro millones 💝
Los leo en el siguiente capítulo ✨