Camila pov
La cena en el restaurante fue interesante. Hubo muchas risas por ambas partes y a decir verdad hacía mucho tiempo que no me reía así.
Dean y yo nos pasamos de copas, a ambos se nos nota el alcohol. Dean me había rogado que lo acompañara a su casa, y aquí estamos...
-No veo correcto que yo esté aquí, nuestra relación debe ser únicamente dentro de ese centro. Oh bueno, ya no- Dije, arrastrando mis palabras.
-Shh!- Dean se tambaleó y sacó las llaves. -Olvídate de eso por un momento, nadie se va a enterar y no estamos haciendo nada malo. Ahora somos amigos-
Dean abrió la puerta, me ofreció su mano y entramos a la casa. La casa es enorme, y un gran silencio detonaba en el lugar. Dean me llevó por varios pasillos hasta llegar a lo que parecía ser la biblioteca.
Un lugar amplio, con varios estantes de gran altura repletos de libros.
-Éste se ha vuelto mi lugar favorito, aquí paso mucho tiempo, me ayuda a escapar de mi triste realidad-
Nunca me pasó por la mente que él utilizaría éste lugar para sanar, por qué? Pues porque en la mayoría de casos recurren a las drogas, a las fiestas e incluso a tener mucho sexo.
Me alegra profundamente saber que no ha recurrido a nada de eso.
-Es muy bonito- Murmuré, aún mirando la belleza que hay alrededor.
Sin verlo venir Dean me abrazó a su cuerpo y enterró su cara en mi cuello. Por la sorpresa no respondí, estaba estática sin poder hacer ningún tipo de movimiento. Su abrazo era un poco posesivo, pues me tenía muy pegada a su cuerpo como si temiera que yo me fuera de su lado.
-Dean...-
Él lentamente soltó el agarre y se incorporó para mirarme por largos momentos. Entonces me besó, y fui tan débil que me dejé llevar y le correspondí aquel beso. Sus manos se aferraron a mi cintura, mis manos se aferraron a su cuello y él tomó esto como ventaja para hacer el beso más profundo.
Momentos después como que reaccioné. Rompí el beso y lo empujé lejos de mi.
-Qué te pasa Dean?-
-No está mal besar a la persona que te gusta-
Abrí mis ojos como platos al escuchar aquello.
-Qué?! Te gusto?-
Él asintió y se encogió de hombros.
-Tú eres esa chica de la que hablé. Eres tú Camila, y no me preguntes cómo diablos fue que pasó porque no lo sé, surgió y ya. Mírate, eres una mujer hermosa y yo soy un chico joven y hormonal, me gustas demasiado-
-Escucha Dean, nuestra relación debe ser estrictamente profesional y ni siquiera así porque ya terminó. Eres alguien que aprecio mucho y podría hacer el intento de vernos pero no de ese modo, esto no está bien! Soy casada y...-
-No me importa que seas casada, al diablo con eso Camila! Podemos salir, podemos estar juntos y besarnos. Será un secreto entre tú y yo-
-Deténte Dean, estás yendo demasiado lejos. Tú no me gustas, solo te veo como un chico al cual aprecio y siento mucha empatía, al cuál ayudé un poco en su momento más difícil, de ahí a involucrarme de manera íntima contigo lo veo imposible-
-Por qué me besaste?-
-Me dejé llevar y culpo al alcohol-
-No- Él rió. -Yo no creo en nada de eso, algo sientes por mi- Él volvió a acercarse a mi y yo retrocedí.
-Me equivoqué al aceptar venir-
Sin esperar una respuesta por su parte salí de su casa. Regresé a la mía y vi la hora en el celular, ya era bastante tarde.
Al día siguiente le conté todo lo que pasó a Dinah, ahora la tenía frente a mi caminando de un lado a otro y regañándome como si fuera mi madre.
-Es que no logro entenderlo, cómo es que atraes a tantos NIÑOS!- Gritó lo ultimo. -No puedes atraer a un multimillonario? A un príncipe? Un traficante o lo que sea? No, tiene que ser a malditos niños que lo único que hacen es causar problemas-
Me froté la frente cansada de escuchar lo mismo.
-Yo no sé ni para qué te lo dije, pensé que ibas a hacer otra cosa que pelearme-
-Camila neta eres idiota o te haces?- Se paró frente a mi con los brazos cruzados. -Debiste saber desde el momento cero que una mierda como ésta iba a pasar-
-Seré yo adivina para saberlo...-
-Yo no sé que hacer contigo. Espero de verdad que tú te alejes de esos muchachos, estás viendo todo el lío que está provocando?-
-Hablas como si yo llegué a tener algo con Dean, te recuerdo que solo fue una cena y el chico se pasó, es todo. Y pues con Lauren... definitivamente eso ha terminado-
-Y divórciate, no quiero que seas la Camila de antes-
-Eso está por verse...-
-Por verse?!- Elevó la voz como una loca. -Es una maldita orden, o pretendes pasar el resto de tu vida siendo una cornuda?-
-Eso jamás-
-Más vale que organices tu vida amorosa, ya no quiero más problemas-
Me puse de pie.
-Ya cállate, te prometo que lo arreglaré-
-Y se puede saber dónde está el demente de tu esposo?-
-No sé bien, pero dijo que se iría para donde su familia por unos días con la excusa de que allá lo tratarán mejor que yo-
Dinah se rió.
-Más cuernos para tu cabeza-
Fulminé a Dinah con la mirada.
-Subiré a mi habitación, necesito algo para relajarme y botar la frustración-
-Dale, hazte una buena paja y a dormir. Te recomendaría follar pero con quién lo harías?- Dinah volvió a reír. -Mientras haces tu ritual de relajación yo prepararé el almuerzo-
Asentí y subí a mi habitación.
Cuando abrí la puerta de ésta me llevé un susto, tanto que mi corazón dejó de latir por unos microsegundos.
LAUREN ESTABA SENTADA EN MI CAMA MIRANDO FIJAMENTE SU CELULAR!
-Pero qué?!...- Dije cerrando la puerta rápidamente.
Lauren me miró y sonrió de manera descarada.
-Sorpresa mi amor- Abrió sus brazos riéndose.
-Necesito una explicación. Qué haces en mi casa, y sobre todo sentada en mi cama?-
-Sencillo, vine a que hablemos. Tenemos mucho de que hablar-
Su rostro se volvió serio.
-Cómo entraste?-
-Eso no es importante, quiero que hablemos-
-Tienes tanta suerte de que Arthur no esté aquí, solo estamos Dinah y yo. Y te dije, que no tengo nada de que hablar contigo-
-Vine para que me des una explicación de quién es ese sujeto con el que andabas el otro día, por cierto- Sonrió con malicia. -Yo no le temo a Arthur y lo que vaya a hacer-
Suspiré.
-Es un amigo- Decidí ignorar lo otro que dijo.
-Tan joven? Coño!- Lauren se paró de la cama de un solo salto.
-Recuerda que tú y yo no tenemos nada, no estoy obligada a contarte nada. Salgo con quien yo quiera y si me lo quiero follar estoy en libertad de hacerlo-
Lauren rió sarcásticamente.
-Yo que soy para ti?-
-Lauren, debes entender que ya no podemos vernos. Esto que estás haciendo ahora es demasiado peligroso, solo me traes problemas-
-Estuvo bien fuerte la bofetada- Cambió el tema.
Lauren se acercó a mi con pasos sigilosos.
-No voy a permitir que me dejes por ese chico- Murmuró cerca de mi oído. -No te puedes alejar de mi, ambas sentimos muchas cosas cuando nos tenemos cerca- Lauren respiraba en mi cuello, y ella sabía que tanto podía provocarme eso.
Traté de alejarla, pero Lauren me sujetó de la cintura.
-Vamos Camila, sé que estás sintiendo algo con mi cercanía. Tú cuerpo me lo está diciendo-
Gemí cuando Lauren pasó suavemente su lengua por mi cuello.
Diablos! Necesito más fuerza de voluntad para alejarla.
-Lauren por favor- Mi voz salió entrecortada, traté de alejarla. Pero apretó mi cuerpo al suyo.
Comenzó a besar mi cuello, lamiendo mi pulso mientras sus manos agarraban y apretaban mi trasero.
Mi zona se estaba humedeciendo, todo mi autocontrol se estaba yendo al mismísimo demonio. Pero respiré hondo y con fuerza la alejé.
-Te dije que no!-
Lauren apretó la mandíbula y su rostro se volvió rojo por la furia.
-Mírate Lauren, ya no te reconozco. Tú no me amas, tampoco estás enamorada, claramente lo tuyo es una obsesión-
Sonrió.
-No sé si es obsesión, no sé si estoy enamorada. Lo único que yo sé Camila, es que tú no me vas a dejar porque no lo voy a permitir-
Ella lo dijo como si fuera algo normal, pero para mi no lo era. Alguien que hable de ese modo no está en su sano juicio.
-Lauren, dime que estás jugando-
Ella negó.
-No estoy jugando y eres la culpable de eso. Hiciste que me enamorara de ti, hiciste que te quisiera para después dejarme como si yo fuera un juguete. Y mis sentimientos qué?-
-Lauren lo siento, yo en su momento también quise estar contigo, y te juro que no me arrepiento de nada. Pero ahora estoy viendo las consecuencias de mis actos-
-Ahora lo sientes?- Sonrió, pero no era una sonrisa sincera ni feliz. -No puedes andar por la vida utilizando a personas, eso está mal-
-Lo sé y de verdad lo siento-
-Tus palabras no valen. Me estoy dando cuenta de que me utilizaste, pero fui ciega y no me di cuenta-
-Te puedo ayudar a superarlo, dime, qué quieres?-
-Quiero que seas solo mía, que dejes a tu familia y te vayas conmigo a cualquier lugar. Ayúdame a no volverme una demente y hacer algo realmente malo-
-Tú no eres normal, tienes serios problemas y necesitas ayuda. Yo no haré eso, no puedo aunque quiera-
-Deja a tu esposo Camila, déjalo todo por mi- Ella volvió a acercarse.
-No dejaré a mi familia-
-Entonces concédeme una última vez. Quiero hacerte el amor en esa cama- Ella señaló la cama matrimonial en la que dormía con Arthur. -Déjame hacerte mía una última vez, tal vez cambies de opinión. Sabes lo bien que la pasas conmigo-
Yo no quería, porque sabía perfectamente que eso era aumentar su obsesión y sería más difícil para mi alejarla.
Lauren no espero respuesta y se acercó a mi atacando mis labios con los suyos en un beso brusco y necesitado. Rodeando con sus brazos mi cintura.
Mi cuerpo era tan traicionero que con solo esas acciones no tan románticas ni normales, reaccionó y le gustó. Y no voy a mentir, me gustó como ella me habló, toda la locura que salía de su boca me hacía sentir tan desea. Me gustaba el hecho de que Lauren me necesitara tanto a tal grado de llegar a la obsesión.
Nunca tuve a alguien que se haya obsesionado conmigo de esa manera, y aunque fuera algo enfermo se sentía bien.
Correspondí el beso de Lauren dándome por vencida, me derretí en sus brazos. Y aunque fuera mucho mayor que ella en sus brazos me sentí una bebé, una sumisa y moría porque ella se hiciera cargo de mi ahora y me dominara.
Ella me arrastró hasta la cama y allí me empujó. Subiéndose lentamente encima de mi, atacando mis muslos con su lengua y dientes, subiendo poco a poco por mi cuerpo hasta detenerse en mi boca.
-Quiero que lo digas- Susurró Lauren mientras apretaba en cada una de sus manos mis senos.
-Qué cosa?- Me moví inquieta debajo de su cuerpo.
-Que te haga mía, dame ese placer auditivo-
Gemí cuando mordió el lóbulo de mi oreja.
-Hazme tuya Lauren, hazme lo que quieras-
No fue tan difícil decirlo, muy en el fondo quería decirlo y lo dije en serio.
Lauren gimió en mi cuello, me quitó la ropa rápidamente y con su boca recorrió mi cuerpo, el placer que sentía gracias a su boca era increíble, y servía de estímulo a mi sensible clítoris.
Lauren fue hacia abajo sin despegar su boca de mi piel. Aterrizó directo en mi pelvis, allí lamió un poco y luego terminó de llegar a donde más quería, sus labios besando y rozando mi sensible núcleo, haciéndome estremecer y gemir sin pudor alguno.
Llevó uno de sus dedos y acarició todo el entorno de mi vulva mientras su lengua seguía jugando con mi clítoris, luego sin previo aviso adentró dos de sus dedos comenzando con lentas penetraciones y haciendo unas maniobras dentro de mi que tuve que taparme la boca para no gritar.
Ella sonrió mirándome cuando mis piernas temblaron, me retorcía en la cama mientras gozaba de todo lo que ella me estaba haciendo.
Mi orgasmo se aproximaba a medida que ella penetraba profundo y su boca devorándome.
De pronto aparta su boca de mi zona, se acerca a mi boca y me besa. Pude saborearme en el beso.
Mis piernas comenzaron a temblar frenéticamente, y mi clítoris palpitaba a la par de un corazón, anunciando que ya me iba a venir. Lauren se detuvo, sacó sus dedos de mi interior y se dedicó a mirarme con una sonrisa.
-Conmigo disfrutas mucho del sexo y así piensas dejarme-
Ella dijo aquello con arrogancia.
-Si si, todo lo que quieras Lauren, yo solo quiero venirme... por favor- Dije ya sintiéndome frustrada.
Ella soltó una pequeña risita y volvió a bajar. Ella hizo que alcanzara el punto máximo solo utilizando su boca, y fue increíble. Y fue música para mis oídos escucharla ronronear mientras se bebía todo mis fluidos.
Pensé que todo acabaría ahí, pero no, ella se quitó rápidamente la ropa y me puso en posición de tijeras, por supuesto ella arriba y yo abajo, y así comenzó a moverse. Primero lento y profundo, luego haciéndolo rápido mientras ambos centros se resbalaban y rozaban entre sí, haciendo que yo gimiera.
Ella enredó sus manos en mi cuello, apretándolo suavemente mientras se movía.
-Tú me perteneces- Dijo sin dejar de moverse, sus ojos que antes eran verdes ahora son de un gris intenso.
Algunos movimientos más y ambas nos estábamos viniendo, Lauren no dejaba de moverse, todo lo contrario, lo hacía más intenso.
Lauren cayó encima de mi cuerpo desnuda, su respiración siendo errática y su espalda mojada de sudor.
-Me encantó, tú me encantas Camila y cada vez que te pruebo me vuelvo más adicta-
-Lauren...- La moví para apartarla, pero ella es realmente pesada.
-Camila dime algo, te gustó?-
Me quedé en silencio, yo no quería responderle. No quería hacer esto más difícil para ella.
-Por qué no me respondes?- Ella se incorporó entre mis piernas para encararme.
-Yo...-
Me vi interrumpida cuando la puerta de mi habitación se abrió de golpe y mi sangre se congeló del susto. Pero volvió a circular cuando vi que era Dinah.
Las reacciones de Lauren y Dinah fue toda una película. Dinah estaba boquiabierta mirando fijamente a Lauren la cual estaba desnuda y entre mis piernas, por otra parte, Lauren estaba mirándola diabólicamente y una pequeña sonrisa.
-No puedo creer lo que mis ojos están viendo!- Dinah logró decir después de rato mirándonos a Lauren y a mi.
Suspiré derrotada sabiendo lo que venía a continuación.
-Te quieres unir? Hay espacio para ti aquí- Dijo Lauren.
Molesta por sus comentarios tan descarados la empujé lejos de mi cuerpo y me puse de pie buscando una bata para cubrir mi desnudez.
-Dinah, por favor, ahora mismo no- Me giré hacia la Lauren. -Y tú, busca tu ropa para que te vayas de aquí-
-Pero yo no me quiero ir!- Dijo haciendo un puchero como una niña.
-Tienes que irte Lauren, de verdad-
-Camila- Dinah me miró de una manera fulminante y decepcionada. -No puedo creer que hayas llegado a esto después de lo que hablamos-
-Hablaré contigo cuando ella se vaya-
-Subí porque alguien vino a verte, otro problema más para ti. Camila si no controlas tu mierda se volverá un caos y todos nos veremos afectados-
-Quién es?-
-No le pregunté su nombre, solo baja. Yo me quedaré con esta chiquilla para que no haga una tontería-
Cuando iba pasando por el lado de Dinah, ésta me agarra del brazo y me susurra:
-Debes ser inteligente a continuación, si no habrá muchos problemas. Démosle gracias a Dios que Arthur no está-
Escuchar aquello fue realmente preocupante, pero con esperanzas de que no sea nada malo bajé de prisa al primer piso. Y parado en la entrada estaba Dean.
Dios mío!
Traté de verme serena y no verme inquieta y nerviosa. Porque de verdad lo estaba!
-Dean, qué haces aquí? Cómo supiste dónde vivo?-
Él sonrió.
-Olvidaste que la otra noche pasé a recogerte? Jamás olvidaré el camino-
-No tienes nada que hacer aquí, por qué viniste?-
-Vengo a pedirte una disculpa, por lo que pasó la otra noche-
-No podías llamarme?-
Él negó.
-Tenía que hacerlo personalmente, fui a tu consultorio y no estaba. No me quedó otra opción que venir-
-Sabes la desgracia que puede provocar tu visita?-
-Cálmate- Él sonrió subiendo sus manos. -Solo somos amigos y no vengo con ninguna otra intención-
-Lo comprendo o al menos trato. Pero no puedes presentarte a mi casa de esa manera-
-Está bien, pido otra disculpa por presentarme así-
Suspiré.
-Acepto tus disculpas, pero ya tienes que irte-
Lauren pov
-Me agradas mucho Lauren, pero de verdad tienes que alejarte de Camila. Por tu bien y por el tuyo-
Me encogí de hombros.
-No lo haré. El mundo se puede ir a la mierda pero Camila permanecerá conmigo-
-Eres una jovencita muy caprichosa-
Sonreí. -Me lo dicen mucho-
-Te has puesto a pensar en los problemas que vendría si alguien sabe que estás con Camila? Camila tiene una familia, tiene hijos Lauren, ella no es una adolescente como tú, no tienes la mentalidad que tiene Camila, no creo que puedas ofrecerle una estabilidad de la que Camila merece-
-Pero puedo amarla y valorarla mejor que su esposo-
-Tal vez sea cierto. Pero no lo creo, tú apenas estás empezando a vivir, te falta mucho camino por recorrer y muchas etapas que vivir. Crees que en un momento dado que se te presente una chica atractiva y mas joven que Camila, tú la respetarías?-
No supe que decir, sus palabras me han dejado pensando.
-Piénsalo Lauren. Ustedes no pueden estar juntas, la sociedad no lo ve bien y sé que Camila no es capaz de lidiar con el qué dirán y eso te haría daño porque eres una persona muy segura y decidida. Mereces estar con alguien que te ame y te quiera, y que sobre todo, acepte todo lo que conlleva eso. Camila no te quiere, o por lo menos no lo suficiente como para priorizarte-
Se me estaba formando un nudo en la garganta y lágrimas amenazaban con escapar de mis ojos.
-Yo la quiero, y debo luchar por ella-
-Lo de ustedes es tóxico!-
-No harás que cambie de opinión-
Salí de la habitación y fui tras Camila. Escuché que Dinah me llamaba pero la ignoré, cuando bajé las escaleras me encontré con una escena que aparte de ponerme furiosa, me dolió profundamente. Camila se estaba besando con el mismo chico al que fue al restaurante.
Mi corazón empezó a latir rápido por la adrenalina, apreté los puños con fuerza por la ira.
Camila pov
-Entonces estás con él-
Separé a Dean bruscamente para mirar a Lauren. Ella no se veía bien y sé que algo malo está a punto de pasar. Dinah bajó a toda velocidad detrás de ella, me miró horrorizada. Mis nervios estaban a flor de piel y por lo tanto no sabía qué hacer o decir.
La situación será frustrante y no sé si tenga el control suficiente como para calmar las cosas.