Si alguna vez me ves cabizbajo, no me hagas caso.
Tal vez necesito algo de espacio y no tenga ganas de conversar; tal vez solo quiera descansar.
Si alguna vez me ves desorientado, no hagas conjeturas de lo que me pasa: a veces me pasa de todo y en realidad no me pasa nada.
En serio, tengo días en los que ni yo mismo me entiendo.
A veces necesito un tiempo a solas, necesito pensar.
No te lo tomes personal.