Lauren pov
Sentía mucho enojo y frustración. Más aún después de lo ocurrido en la cena, pensé que iba a ser una noche especial y bonita, pero fue todo lo contrario. Camila y yo discutimos y desde ahí no la volví a ver y ya han pasado dos semanas.
Me la he pasado pensando en ella, en la situación. No logro tener la suficiente concentración en la trabajo y en nada en general. Lo que me frustra es que cada vez que pasa algo entre ella y yo simplemente se aleja, también el hecho de tener a Dave y a Ari recordándome el problema cada cinco minutos y diciéndome: "debes olvidarte de ella, ya ves que no te conviene".
Mi padre aún no se ha ido, aunque sea molesta su presencia ya me he acostumbrado. También me he acostumbrado a mi pequeña hermana y lo cierto es que deseo que ella no se vaya nunca, ella ha sido tan dulce y genuina conmigo y todavía le he pedido perdón por haber sido tan ignorante y ciega a su presencia.
Sentada en el jardín con un libro entre mis manos veo a mi padre acercarse con una pequeña sonrisa y sin pedir permiso se sentó a mi lado. No soy muy de leer pero es necesario algo para distraer mi mente.
-Lauren hija, yo quisiera hablar contigo. Llevo días tratando de hacerlo pero tú no me lo permites-
Lo miré con desprecio.
-Es difícil para ti entender que no quiero nada que tenga que ver contigo?-
Él cabizbajo dijo:
-Sé que merezco tu desprecio Lauren, pero yo solo quiero una oportunidad, tratar de arreglar el daño que hice...-
-Estás pidiendo una oportunidad muchos años después, y ya el odio lo tengo impregnado en mi corazón. Fue mucho el daño que me hiciste y olvidar algo así llevará mucho tiempo, o quizás nunca lo pueda olvidar-
-Solo quiero que me perdones, yo puedo vivir con eso-
-Eso tampoco será fácil-
-Permíteme arreglar solo un poco mi error, mírame Lauren- Él me agarró de la mano, haciendo que lo mirara. -No me quiero ir de éste mundo sin haber arreglado las cosas con mi hija. Yo no lo demostré lo suficiente o tal vez nunca lo hice, pero te amo Lauren-
Escuchar esas palabras de sus labios era chocante y nuevo, nunca antes las había escuchado. Técnicamente si, pero era sólo cuando se la decía a su esposa o a Taylor.
Por su descaro quería reírme en su cara, pero había un nudo que evitaba que lo hiciera. Con cada minuto que pasa siento más odio hacia él.
-Por qué me haces esto Mike? Regresé aquí para tratar de olvidar todo lo que me has hecho, para sanar! Y tú pareces perseguirme y no dejarme tranquila-
Él me miró. Su mirada reflejaba un dolor sincero, tristeza... pero nada de eso puede ablandar mi corazón, y yo quisiera creerle! Yo quisiera decirle si, darle la oportunidad. Pero no puedo, mi corazón dice que si, pero mi mente dice todo lo contrario.
Creo que debería ir a un psicólogo, es mucho lo que siento dentro de mi. Es como una gran mancha negra que no permite que mi vida coja color. Pero no perderé mi tiempo en eso. Así soy y así seré.
-No quiero morirme sintiéndome culpable-
Sonreí.
-Te acabas de delatar papá. Lo estás haciendo por remordimiento, no porque realmente quieras-
-No es así, aunque admito que eso influye un poco...-
-Por lo menos eres sincero-
-Pero también lo hago porque te quiero y quiero hacerlo de verdad. Solo déjame intentarlo Lauren-
Suspiré frotando el puente de mi nariz.
-Necesito que respetes mi decisión, por ahora no pidas nada porque será un rotundo no. Si quieres una oportunidad tendrás que ganártelo, pero no te quiero todo el tiempo encima de mi porque me agobias, no quiero que estés invadiendo mi espacio personal con cursilerías y creo que empezarías bien si te largas de mi casa-
-Hablas en serio?- Me miró con un rayo de esperanza.
-Si mamá hubiese sido testigo de toda la mierda que hablaste me hubiera obligado a decirte que si. Así que aproveché y me adelanté, probablemente tengas una oportunidad Mike, pero tienes que hacer lo que te dije-
-Si eso me asegura la oportunidad yo lo haría, yo solo quiero acercarme a ti-
-Si si si Mike, lo has dicho muchas veces- Me puse de pie ya aburrida de su palabreo. -Si me disculpas, debo hacer algunas cosas-
Camila pov
Estaba agotada de tanto escuchar hablar a cientos de médicos sobre la salud mental y todo lo que conlleva eso. Hoy no era un día de dar consulta, todas se habían pospuesto para otro día ya que hoy iba a ver una clase de inducción con unos médicos extranjeros. Cuando pasaron dos horas de haber llegado me cansé de tanto escuchar lo mismo pero de diferentes formas y solo quería irme de aquí. A mi lado estaba Dinah, no hacía otra cosa que coquetear indirectamente con el psicólogo que era iraquí o árabe, ni siquiera lo sé con exactitud. El caballero que debo admitir era un hombre increíblemente sexy y de piel morena, estaba sentado justo frente a Dinah. Y por supuesto, él le correspondía a Dinah.
Pedí disculpas y me retiré de la sala para ir directo a mi consultorio, allí me senté y respiré tratando de alejar el estrés y aburrimiento. Me encogí en el sofá bebiendo un poco de café cuando el teléfono suena, interrumpiendo mi momento de relajación.
-Si?- Contesté.
-Oh! Señorita Camila, pensé que estaba en la reunión, estaba llamando solo para asegurarme-
-Tranquila Early. Sucede algo?-
-Eh bueno. Aquí está el joven Dean, le he dicho ya tres veces que usted está ocupada pero él insiste en verla, entonces para persuadirlo la llamé creyendo que nadie contestaría-
Me reí porque sabía que Early a este punto ya estaba irritada por la situación.
-Está bien, él está de suerte, hazlo pasar por favor-
No pasó bien ni un minuto y ya Dean estaba tocando la puerta, por supuesto lo invité a pasar. En cuanto estuve en su campo de visión él sonrió ampliamente.
-Camila!- Él caminó hasta invadir mi espacio personal, y sin previo aviso me abrazó.
Con sorpresa correspondí su abrazo.
-Qué te trae por aquí Dean? Pensé que no te volvería a ver por mucho tiempo- Dije luego de habernos separado del abrazo.
-Hoy no estoy como paciente- Sonrió. -Te quiero invitar a cenar, como acto de agradecimiento-
-No es necesario eso Dean, yo cumplí con hacer mi trabajo y fue todo un placer-
-Dejémonos de profesionalismos doctora Camila- Él río. -Sería todo un placer para mi que acepte cenar conmigo, como amigos-
Yo no sabía que responder. No me esperaba algo así, pero supongo que nada malo podría pasar.
-Bueno yo... cuando sería eso?-
-Ésta noche- Volvió a sonreír de oreja a oreja. -No me iré de aquí sin que me digas que si, veo que estás muy indecisa y probablemente me digas que no-
-Qué comes que adivinas?- Reí. -Está bien, hagámoslo-
-Paso por ti a tu casa, me permites la dirección?-
Negué.
-No es necesario que pases por mi, mejor dime la dirección del restaurante y yo llego sin problemas-
-Estás segura? No es muy caballeroso de mi parte-
-Si, descuida... entonces en la noche?-
-Si! No te imaginas lo emocionado que me siento-
Luego de un par de minutos más hablando sobre lo de ésta noche, él se retiró y yo volví a la reunión. Aún no terminaba y parecía no tener fin.
****
-Lo mismo de siempre no?-
Detuve mi paso, ya iba camino a abrir la puerta. Estaba lista y Dean me esperaba. Quien me detuvo fue Arthur.
-En serio tienes que parar, no puede ser que siempre que tenga que salir tú quieras venir a armar un show-
-Qué pasó con mi esposa, porque claramente no eres tú-
-Lo siento, ya no soy la misma pendeja de antes. O se te olvidó lo que me hacías? Aún crees que no sé que me pones el cuerno? Y sabrá Dios con cuantas!-
-Yo nunca te he sido infiel, ese es un invento tuyo. Siempre me la he matado trabajando para sacar este hogar adelante! Eres malagradecida y caprichosa-
Sonreí de manera sarcástica.
-Soy malagradecida porque me cansé de aguantar tus humillaciones?-
Él bufó con irritación. -Nunca he hecho eso, siempre te he tratado como mi...-
-Arthur ya cállate, si? No quiero escuchar tus mentiras, mis oídos duelen cada vez que hablas. Ahora, me tengo que ir-
Salí y cerré la puerta de un portazo.
El cabron sabe como sacarme de quicio, ya no lo tolero.
Llegué al restaurante poco después de media hora, ya la ira se había esfumado dándole paso a una sensual y animada Camila. Miré el restaurante el cual me parecía bastante familiar, pero no recuerdo con exactitud de dónde. En la entrada un joven vestido de traje me preguntó algunas cosas, tales como: mi nombre, si tenía reservación o si solo era una invitada. Suponiendo que Dean había reservado le di el nombre de él, y efectivamente había una reservación a su nombre.
Cuando entré al restaurante lo ubiqué con la mirada y sin prisa, a lo lejos en una mesa un poco alejada y ubicada frente a un gran ventanal que tiene una vista a la oscura ciudad, allí estaba él sentado mirando su reloj con impaciencia. Lo cierto es que había llegado tarde.
Me acerqué lentamente, ni siquiera terminé de acercarme del todo cuando él subió la mirada rápidamente. Sonriendo desde que sus ojos se encontraron con los míos.
Se puso de pie, me abrazó y también besó mi mejilla.
No me lo esperaba.
-Camila! Creí que te habías arrepentido-
-Lo siento por hacerte esperar-
-No te preocupes, ahora que te veo sé que valió la pena la espera, estás hermosa-
Me sonrojé por sus palabras. A mi me gusta cuando las personas me piropean, me hace sentir bonita.
Él sacó mi asiento por mi y me invitó a tomar asiento.
-No sé lo que te gusta tomar o si no tomas, pero pedí la mejor botella de vino para ambos-
-Me gusta mucho el vino, pero hoy no me apetece eso-
-Pide lo que quieras y yo te lo daré-
Sonreí con arrogancia.
-Quiero un whiskey-
-Entonces te pediré el mejor whiskey, la botella o solo una copa?-
-Está a elección tuya-
Él llamó al camarero el cual vino en segundos, anotó la orden tanto de la bebida como de la comida. Cuando el camarero se retiró Dean se dedicó a mirarme.
-Qué tal todo?- Pregunté para distraerlo ya que su mirada está siendo intensa.
-Creo que todo bien, a decir verdad, va mucho mejor de lo que esperaba-
-Eso me alegra mucho. Puedo hacerte una recomendación?-
-Como amiga o como psicóloga?-
-Como amiga- Asentí sonriendo. -Sería bueno para ti salir con alguien, sabes a lo que me refiero no?-
Él asintió.
-En eso estoy, pero las mujeres son complicadas y tienen altos estándares-
Me reí de aquel comentario, él al escucharme reír sonrió.
-Pero eres guapo y con buena educación, no sería tan difícil para ti-
-Si tú lo dices- Se encogió de hombros. -Estoy interesado en una mujer, pero eso surgió hace poco-
-Pues cuéntame de la chica- Sonreí de pronto sintiéndome interesada.
-Ella ha sido una pieza fundamental en mi cambio, me ha motivado mucho y... fue inevitable no sentir cosas por ella, es hermosa, es un ángel, Dios!...- Susurró lo último.
-Te has acercado a la chica?-
-No, aún no. No sé como abordarla-
El camarero llegó con la orden interrumpiendo nuestra conversación. En la mesa depositó la botella de whiskey, dos vasos, y nuestra comida.
Cuando se retiró retomamos nuestra conversación ésta vez bebiendo y comiendo un poco.
Las horas iban pasando rápido, las conversaciones fluían de maravilla y sin incomodidad alguna. El camarero retiró los platos vacíos hacía ya mucho tiempo, ahora solo estábamos tomándonos unas copas. Las risas no faltaban, Dean es tan divertido y cuando decía algo gracioso me explotaba de la risa sin importar que a mi alrededor habían mas personas.
Creo que en eso influyó un poco el alcohol, ya que me estaba sintiendo mareada, y eufórica.
Lauren pov
Yo vi entrar a Camila y dirigirse a una mesa donde estaba un joven más o menos de mi edad. Me sorprendió muchísimo, ella se veía hermosa, después de dos semanas sin verla por fin la estaba viendo pero a la distancia.
Lo primero que quería hacer era acercarme a su mesa, pero uno de mis compañeros se me adelantó. A medida que las horas avanzaban me fui sintiendo extraña, un extraño sentimiento de celos, enojo, frustración y tristeza me oprimía el pecho. Todo el tiempo la veía reír genuinamente, como si estuviera disfrutando de su compañía. Cosa que no pasó conmigo, conmigo estaba tensa, incómoda, la poca interacción que tuvimos fue forzada de su parte.
Se sentía bien cabron ver a Camila con ese sujeto, pero lo más cabron era no poder acercarme y reclamarle.
-Lauren, llevas todo el rato mirando a esa mesa- Escuché a una de mis compañeras decir. -Los conoces?-
-A ella si, a él no-
-Y quien es?-
-Es mi novia- Mi atención se volvió a fijar en Camila quien en ese momento se estaba riendo.
-Tú tienes que estar bromeando- Ella se rió de lo que había dicho, la miré.
-Estoy hablando en serio-
-Pero...- Se detuvo bruscamente, frunció el ceño y miró a Camila. -Ella se ve muy adulta para ti, y mira como comparte con ese chico, de verdad es novia tuya Lauren?-
-Olvida lo que te dije-
Me moví a atender la mesa de nuevos comensales. Aveces miraba a Camila y todavía me parecía sorprendente que ella no se percatara de mi presencia si le he pasado por el lado muchas veces. La vi ponerse de pie y caminar hacia los baños, aproveché la oportunidad y fui tras ella.
Cuando entré la vi retocándose el maquillaje. En ese momento tuve un choque de sensaciones y sentimientos, ella se veía hermosa y sexy incluso retocándose el maquillaje.
Le puse seguro a la puerta y me recosté de ésta.
-Ha sido muy interesante la velada, no?- Dije con amargura.
Camila detuvo lo que estaba haciendo y me miró sorprendida a través del espejo.
Esperaba a que dijera algo, pero parecía no querer hablar.
-Quién es él Camila?-
Ella me ignoró y volvió a retomar su tarea de maquillaje como si yo no estuviera presente.
-Eres tan descarada que viniste aquí, a dónde trabajo...-
-No recordaba que trabajabas aquí- Me interrumpió. Su tono de voz era cortante y seco.
En mi garganta comenzó a formarse un nudo.
-He estado viéndote desde que llegaste aquí, ha sido una tortura para mi-
-Entonces no te tortures así y deja de verme-
-Camila, qué te pasa? Qué fue lo que hice mal para que me trates así?-
-No es el momento de hablar Lauren-
Su actitud comenzaba a molestarme.
-Me molesta verte con él, pero me molesta más el hecho de que yo no te hice sentir así. Parecías obligada y... como si te sintieras incómoda-
Ella me miró. -Tú y yo nunca podremos estar así en público y tú sabes el porqué. Me sentí incómoda Lauren, a mi me humillaron, me avergonzaron. Sentí que estar contigo era algo muy malo y que nadie lo podía ver como algo normal. Con él las cosas están fluyendo, nadie nos está viendo raro como si fuéramos dos bichos. Entiendes?-
Escuchar esas palabras que salían de su boca tan fría, me había destruido el corazón.
-Eres una cobarde-
-No soy cobarde, solo no estoy lista para andar contigo, creo que nunca lo estaré. No debí aceptar salir contigo pero tampoco te culpo, no sabíamos que algo así pasaría-
-No puedo creer lo que estoy escuchando, creí que tendrías un pensamiento diferente-
-Hablaremos otro día, de acuerdo? Él me está esperando-
-Tú no pierdes el tiempo por lo visto. Y te gustan los jovencitos- Me reí amargamente. -Como no funcionó conmigo por ser mujer ahora acudes a él, como toda una perra-
Camila me dió una mirada severa, con pasos rápidos se acercó a mi y me dió una bofetada tan fuerte que mis tímpanos retumbaron.
Mierda, eso dolió.
-Que sea la última vez que en tu puta vida me vuelvas a hablar de esa manera, no te permitiré algo así nunca-
Me empujó a un lado, le quitó el seguro a la puerta y salió. Yo me acerqué al espejo y miré mi mejilla la cual ardía y estaba totalmente colorada.
-Pega fuerte- Me reí.
Admito que me había pasado, pero fue por la rabia, cuando eso sucede yo no pienso en nada y mucho menos en la consecuencia de mis actos.
Recogí la poca dignidad que me quedó y salí del baño. Mis compañeros me miraron con el ceño fruncido, pues se veía de lejos que mi mejilla estaba roja y los dedos de Camila marcados.
-Lauren...-
-No digas nada- La fulminé con la mirada. Miré hacia la mesa de Camila pero ya ambos estaban recogiendo sus cosas para irse.
Maldije por lo bajo y me puse a hacer mi trabajo mientras la veía salir acompañada de él, agradecía que por lo menos no iban agarrados de manos.