Hyunjin estaba helado, sentía como si el mundo se hubiera detenido justamente en el momento en que abrió la puerta.
Jisung miraba su teléfono distraidamente, tal vez esperando respuesta de Hyunjin. No miraba aun a Hyunjin, pero sabía que era cuestión de segundos para que lo hiciera.
Y fue así. Al no responderle, Jisung lo miró. Al notar su rostro lleno de pánico, el alfa frunció el ceño.
Fue a abrir la boca para preguntarle que sucedía, pero no lo hizo.
Fue en segundos, que su mirada bajó hasta su vientre y su rostro de repente cambió.
—Oh Dios —exclamó haciendo que Hyunjin saliera de su ensoñación, su cuerpo temblando totalmente ante la presencia de Jisung. Jamás había temblado de esa forma con él— Oh Dios —volvió a exclamar. Hyunjin sabía que debía responder antes de que Jisung hiciera un alboroto en su puerta.
—Puedo explicarlo.
—Oh Dios —exclamó el alfa aún en shock, su mirada atenta al vientre de Hyunjin como si fuera lo único que podía ver.
—Jisung, entra y te explico, por favor —Hyunjin estaba suplicando en este punto, su voz estaba temblando y tenía ganas de llorar. Quería decirle a Jisung, no que lo supiera de esta forma. Estaba aterrado que Jisung no quisiera escucharlo y se fuera para no volver a hablarle.
Sin embargo, el alfa pareció recomponerse y mirarlo, luego mirar su vientre y volver a la cara de Hyunjin.
—Necesito una buena explicación —y entró al apartamento. Hyunjin cerró la puerta y suspiró. Respiró por la boca tratando de calmarse, podía sentir el pánico inundando sus venas. Caminó hasta el sofá donde Jisung estaba sentado frunciendo el ceño. La comida totalmente abandonada en la mesita
Estaba molesto.
Y Hyunjin lo comprendía.
Se sentó en el otro extremo del sofá mirando a Jisung.
—Estás molesto —comenzó Hyunjin.
—No estoy molesto —interrumpió Jisung con brusquedad. Luego suspiró—. Bueno, sí estoy un poco molesto.
Hyunjin suspiró. Sabía que tenía que explicarle pero nada salía de su boca.
—Planeaba decirte —dijo.
—¿Cuándo? ¿Cuando ya no pudieras ocultarlo más? —exclamó. Hyunjin cerró los ojos y trató de no encogerse. Se repetía en su mente que Jisung no era como los demás alfas. Se repetía en su mente que estaba a salvo. Pero estaba aterrado. Entendía la furia de Jisung pero eso no significaba que le gustara que fuera dirigida a él.
—Cuando me sintiera listo... Y tú no tuvieras nada. Yo... Temía hacerlo porque no sabía cómo ibas a reaccionar.
—¿Cómo crees que uno reacciona al enterarse que su novio está embarazado? —Hyunjin hizo una mueca— ¿Por eso ese imbécil te busca? —Hyunjin miró a Jisung ¿Creía que el cachorro era de Jiho?
—¿Qué? ¡No! —exclamó—. Jiho no es... no lo veía desde hace cuatro años, no me acosté con él hace poco, yo... Fue una aventura de una noche a mitad de octubre. Cuando nos conocimos yo tenía ya dos meses de embarazo.
—Por eso trabajas con Chan Hyung —Hyunjin asintió—. No sé qué decir, Hyunjin. Esto es demasiado para procesar —Hyunjin pudo notar que Jisung estaba secando sus lágrimas.
—¿Estás llorando?
—¿Cómo esperas que reaccione entonces? —exclamó— ¿Quieres que me ponga furioso como un alfa obsesivo porque el omega que amo está embarazado?
Hyunjin sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. No quería llorar, iban a parecer dos bebitos llorones ante una noticia de esta magnitud.
Sin embargo ¿Había escuchado bien? ¿Jisung lo amaba?
—Yo... no te había dicho porque no pensaba tenerlo al comienzo. Creeme que todos esos ataques de pánico que tuve fue porque no esperaba... Estaba teniendo tantas ideas antes... —reveló—. Los chicos me insistían que te dijera, no te molestes con ellos por cubrirme...
—No estoy molesto con ellos, Hyun. Quien me tenía que decir eras tú, no ellos. Son tus amigos, por supuesto que te van a cubrir.
—Enamorarme de ti no estaba en mi plan, Jisung —reveló—. No te dije porque tampoco esperé que tú te enamoraras de mi.
—Hyunjin... Sentí que caí en tus redes desde el primer dia que te vi —Hyunjin mordió su labio.
—Entiendo que no quieras volver a verme.
—¿Por qué dices eso? -—preguntó Jisung seriamente confundido.
—Yo... —susurró Hyunjin. Jisung tomó su rostro entre sus manos y le secó las lágrimas que comenzaban a surgir en el rostro del omega.
—No te voy a dejar. Estoy molesto y muy confundido. No sé cómo lidiar con esto, pero te amo, Hyunjin. Te amo —y le dio un suave beso en los labios. Luego Jisung recorrió con sus labios la barbilla de Hyunjin hasta llegar a su cuello— ¿Puedes... quitarte el bloqueador?
—¿Qué?
—Sé que tienes bloqueador, de otra forma debí sentir tu aroma a embarazado desde hace mucho —Hyunjin tembló alejándose un poco y cubriendo con su mano sus glándulas—. Me mentiste también sobre tu olor ¿no? ¿Cuántas mentiras más hay en esta relación, Hyunjin?
Dile que es su cachorro.
Dile que tú eras el chico de la fiesta.
Los labios de Hyunjin temblaron.
—Ninguna más. Si hay una verdad es que también te amo, Jisung. Te amo aunque no te sientas listo para lidiar con un Omega embarazado.
Jisung acarició su mejilla, quitando suavemente la lágrima.
—Mi bebé... No te vas a librar de mí tan fácil —dijo Jisung con una sonrisa. Hyunjin sonrió también, apoyando su rostro en la mano de Jisung—. Aprenderé a lidiar con mi bebé todo hormonado. Mi bebé va a tener un bebé —Hyunjin soltó una risita, su corazón latiendo rápidamente ahora por el tan puro amor que sentía por Jisung—. Por favor, Jinnie. Déjame olerte apropiadamente.
¿Y quién era Hyunjin para negarse?
.
Se miró al espejo y encontró a un Omega con ojos rojos de tanto llorar.
Suspiró, encontrando un paño húmedo para pasarlo por sus glándulas y quitar el bloqueador. Sería la primera vez, además de la fiesta, en que Jisung sentía su olor.
Estaba asustado y esperaba que el aroma a leche por el embarazo enmascarara mejor el aroma a flores. Esperaba que Jisung no recordara su olor.
Pudo sentir como poco a poco, como si fuera maquillaje escondiendo su ser, su aroma comenzaba a fluir. Todavía estaba temblando un poco pero le debía esto a Jisung.
Ya le había mentido demasiado.
Salió de la habitación, no había aroma a alfa frustrado y molesto que indicara peligro, así que Hyunjin se calmó. Se acercó al sofá y se sentó al lado de Jisung.
Pudo ver al alfa respirar y relajarse.
—¿Puedo olerte, bebé? —preguntó con cuidado y Hyunjin sintió ternura. No importaba cuánto le había mentido a Jisung, la magnitud de esta noticia, aún él era tan paciente con él.
Asintió.
Hyunjin sintió que su piel se erizaba cuando la nariz de Jisung se pegó contra sus glándulas. Al comienzo estaba nervioso, pero luego el aroma reconfortante de Jisung lo envolvió y se relajó, enredó sus dedos en el cabello de Jisung mientras el alfa lo olía.
—Dios, bebé. Hueles tan bien —susurró Jisung dándole un suave beso a sus glándulas. Luego se alejó y besó las mejillas de Hyunjin absorbiendo sus lágrimas que el Omega no se había dado cuenta que habían surgido—. No llores, mi amor.
—Estaba tan asustado, Sungie —murmuró Hyunjin—. Estoy tan asustado.
—No debes tener miedo, bebé. Yo siempre estaré para ti —se separaron, tomados de la mano—. No te mentiré. Me siento muy confundido, pero hay algo, Hwang Hyunjin —Jisung se señaló el pecho—. Hay algo aquí que no te suelta y no quiere soltarte. Y no quiero hacerlo. No me importa que estés embarazado. No me importa nada —Hyunjin le sonrió y besó los labios de Jisung.
—Te amo.
—Yo igual.
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Estaban acostados en silencio, sus olores mezclándose tan a la perfección. La mano de Jisung asegurada en su cintura, pasando suavemente arriba y abajo reconfortando al Omega. Hyunjin se sentía egoísta, aun después de todo esto aún era Jisung quien lo reconfortaba a él.
—Es una niña —murmuró Hyunjin.
—¿Mmm...? —preguntó Jisung. Ya se estaba quedando dormido y a Hyunjin le parecía la cosa más adorable verlo medio dormido. Hyunjin quitó los mechones de su cabello de sus ojos.
—Voy a tener una niña —dijo Hyunjin con una sonrisa. Vamos a tener una niña. Jisung le sonrió y su mano se posó sobre su vientre, su cachorro se movió, como si reconociera a su padre.
—Va a ser la niña más linda del mundo solo porque tú eres su papá —Hyunjin le sonrió, sus mejillas enrojecieron. El Omega acarició la mejilla de su alfa.
—Perdón por no decirte —Jisung suspiró y pegó su cabeza a la almohada de Hyunjin. Su mano sobre la mejilla de Hyunjin, su pulgar recorriendo sus labios.
—Entiendo que tuvieras miedo de decirme, cariño. No debe ser fácil enamorarte en estado, sabiendo como es la sociedad y cómo ve a los padres solteros.
—Solo podía pensar en tu carrera, Jisung. Estás triunfando tanto como para tener un escándalo de andar con un Omega preñado —Jisung soltó una risita.
—Un cachorro no es un escándalo, bebé —Hyunjin hizo un puchero.
—Te quería decir, en verdad.
—Ya, ya. Cariño. Ya lo sé. Ya no tienes que ocultarlo más —lo abrazó. Hyunjin sonrió y pegó su nariz contra el cuello de Jisung, su aroma tan calmante.
Hyunjin se durmió esa noche entre el aroma de su alfa.
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Despertar en los brazos de Jisung era para Hyunjin un deleite. Los musculosos brazos del alfa aseguraban en su pecho y la nariz de Jisung se apoyaba en su glándula.
Hyunjin se alegraba de no tener que usar bloqueador ya, así podía sentir el ambiente de la habitación y deleitarse con sus aromas entremezclados.
la nariz de Jisung le hizo cosquillas haciéndole soltar una risita. Detrás de él, el alfa soltó una risita también y pasó su lengua por la glándula de Hyunjin haciéndolo erizarse y gemir.
—Buenos días, príncipe —murmuró Jisung. su voz ronca en la mañana le parecía tan sexy a Hyunjin. El omega sonrió.
—Buenos días —respondió, su mano yendo hacia atrás y acariciando el cabello de Jisung. Le encantaba sus mañanas de esta forma, ojalá pudiera despertar más veces así.
El teléfono de Jisung sonó, seguramente su manager, y con un gruñido se desenvolvieron para que el alfa pudiera tomar su teléfono.
—Haré el desayuno —dijo Hyunjin levantándose y saliendo de su habitación. Sonrió al ver las cosas que había comprado para su cachorro en su escritorio, le había estado mostrando las cosas a Jisung y ahora podía tenerlas afuera sin miedo.
Salió a la cocina, pensando en que desayuno preparar. Sirvió primero la comida de Kkami para después buscar la leche para al menos preparar algo de tomar cuando Jisung salió de su habitación.
Hyunjin lo contempló, estaba sin camisa y adoró cada músculo del pecho de su alfa y su delgada cintura.
—¿Escuchaste lo que te dije o te me quedaste viendo sin camisa? —preguntó Jisung divertido. Hyunjin se sonrojó.
—No escuché —respondió—. Tus tetas me distrajeron —Jisung soltó una risita.
—Eres un peligro.
—¿Contigo así? por supuesto —Jisung volvió a reír.
—Te decía que tengo que irme, mi manager me llamó —Hyunjin hizo un puchero.
—Pero... el desayuno —Jisung se acercó y levantó la mano para pellizcar el labio inferior de Hyunjin que sobresalía.
—Tomaré algo en el camino. Te amo, bebé —dijo, empinándose un poco y besando a Hyunjin en los labios. La mano del alfa tocó su vientre y Hyunjin se erizó de placer.
—Te amo —respondió Hyunjin con una sonrisa. Jisung se separó y fue a cambiarse para irse.
Cuando el alfa cerró la puerta, Hyunjin suspiró y miró a Kkami que movía la cola.
—¿No es hoy un brillante día?
El perro ladró.
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El humo ascendía al cielo en la oscura noche. Jisung podía ver las luces de la ciudad mientras se apoyaba en el balcón.
Escuchó la puerta de su apartamento abrirse y saludó a Chan cuando éste se acercó a él.
—¿Pasa algo? —preguntó enseguida el otro alfa. Porque Chan lo sabía bien, Jisung solo fumaba cuando algo pasaba.
—Ya me enteré del embarazo de Hyunjin —respondió Jisung. Chan suspiró.
—Perdón por ocultarlo.
—No tenías que revelarlo tú.
—De igual forma siento que debí decirte. Vi de primera mano cómo estabas cayendo por Hyunjin... —Jisung soltó una risita.
—Caer es poco... —le dio una calada al cigarro—. Estoy muy confundido, hyung.
—¿Por qué?
—Me siento molesto, pero más que todo por mentirme. No porque está embarazado. Porque bueno, lo amo, hyung. Sé que es extraño en tres meses ya decirnos que nos amamos pero hay una conexión que tengo con él que es impresionante. Lo amo, y no me da miedo decirlo.
—¿Y esto cambia algo?
—¿Un poco? No sé qué hacer. ¿Es muy pronto para decir que es una lástima que el cachorro no sea mío? —Chan soltó una risita que sonó nerviosa, pero Jisung lo ignoró—. ¿Crees que es muy pronto para pensar que me encantaría formar una familia con él?
—¿Te digo algo? Yo estaba en JYP cuando Minho cruzó la puerta. Estaba despeinado y sudado, y yo creí que era el ser más hermoso y quería tener hijos con él —Jisung le brindó una sonrisa dulce a su amigo—. ¿Te molesta que no es tu cachorro?
—Creo que es solo instinto. Pero Hyunjin no es un objeto para marcar, no es una cosa que ahora está usada solo porque está embarazado y que voy a abandonar porque no es mío.
—Hyunjin es... delicado —dijo Chan tocándose el labio—. Ha pasado por muchas cosas que no merecía. Yo vi cuando sus padres lo echaron, yo ví toda su lucha por tener o no el cachorro. Y Jisung... cuando tú entraste en la escena... nunca lo había visto tan feliz. Y tiene aún sus bajones, no te digo que no, pero su mirada ahora es más brillante.
—¿Sí lo hago feliz, hyung?
—Lo haces muy feliz, Jisung.
Jisung sonrió. Había ido esa noche a su casa con confusión en su cabeza. No sobre Hyunjin sino sobre la situación.
Amaba a Hyunjin. Pero tenía confusiones en su cabeza sobre ser padre, porque estar con Hyunjin incluiría al cachorro.
Sin embargo, el amor que sentía por Hyunjin era tan grande que su mente se despejaba de esos pensamientos y solo podía pensar en lo hermoso que se vería Hyunjin con ese cachorro en brazos.
—Seguiré haciéndolo feliz.
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Cuando Hyunjin abrió la puerta, se veía realmente deslumbrante. Más deslumbrante que nunca. Jisung le sonrió, sus manos apretando la caja de regalo.
—Feliz cumpleaños, cariño —saludó Jisung dándole un dulce beso en los labios a Hyunjin que el Omega degustó con tanto placer. Se besaron un rato más, las manos de Hyunjin se posicionaron en el cuello de Jisung acariciando su cabello en la nuca mientras Jisung envolvía su mano en el cabello de Hyunjin. El olor de Hyunjin lo estaba volviendo loco. Jisung solo quería enterrar su rostro en el cuello del Omega y olerlo para siempre.
Sabía que decían que había algo hipnótico en el aroma de Omega embarazado, pero Jisung sabía que también tenía que ver qué no había podido sentir el aroma a flores de Hyunjin desde antes. Ese aroma lo estaba volviendo loco.
Solo se separaron para tomar una respiración y Hyunjin soltó una risita, sus mejillas llenándose de color.
—Buenas noches a ti... —murmuró con una sonrisa.
—¿Podrían dejar de besuquearse? —la voz de Jeongin resonó por la habitación. Hyunjin y Jisung soltaron una risita tímida. Hyunjin tomó el regalo de las manos de Jisung y caminaron juntos hacia el salón. Solo estaban los amigos cercanos de Hyunjin, ni siquiera era una fiesta, sino una pequeña reunión para celebrar el cumpleaños de Hyunjin.
Se sentó en el sofá, Hyunjin llegó a su lado ofreciéndole una cerveza y Jisung la tomó abriendo su brazo para que el Omega se sentara a su lado.
Hyunjin se sentó, escuchando la historia que Minho contaba. Jisung lo miró, notando lo adorable que estaba el Omega. Parecía brillar, con su rostro tan bonito iluminado y su panza de embarazo notándose aún por debajo de su camisa.
—¿qué pasó? —preguntó Hyunjin mirándolo. Jisung negó con la cabeza y besó la mejilla de Hyunjin.
—Nada. Solo que hoy te ves más hermoso que nunca.
Hyunjin se sonrojó.
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Se quedaron solos al final de la fiesta. Hyunjin lo sabía, podía reconocer la sonrisa macabra de Félix cuando salió junto a Jeongin.
Hyunjin no estaba esperando tener sexo con Jisung. El alfa había tenido unas semanas ocupado y no habían tenido sexo pero a Hyunjin no le importaba. Sin embargo, el tener la casa sola incluía que pronto comenzarían a besarse. Y así lograron hacerlo, enredándose en el sofá mientras la mano de Jisung acariciaba el muslo de Hyunjin.
El alfa lo levantó y Hyunjin se erizó ante la demostración de fuerza. Sabía que Jisung entrenaba y pudo apreciar lo mucho que se tensaban los brazos del alfa mientras lo llevaba a su habitación.
Se deleitó tocando los brazos mientras era arrojado con suavidad a la cama. Jisung enseguida tomó su cuello entre sus labios y marcó a Hyunjin haciéndolo soltar un gemido y enarcar su espalda.
—Jisung... —gimió Hyunjin agarrando el cabello del alfa que solamente lo marcaba en el cuello para que lo besara. Estaba hambriento de besos, quería comerle la boca a Jisung y no soltarlo jamás.
Las manos errantes de Jisung enseguida tomaron el short de Hyunjin y lo bajaron. La humedad en el ya fluía inundando de aroma a flores el lugar. Era la primera vez que follaban dónde Hyunjin podía dejar que su olor explotara la habitación. Y era una maravilla sentir sus olores mezclados. Sentía como el aroma a chocolates de Jisung inundaba sus fosas nasales y combinaba tan a la perfección con el suyo.
Las manos de Jisung fueron errantes, no metió los dedos sino que se dirigió a quitarle la camisa y Hyunjin ahí lo detuvo.
—No —gimió. Jisung lo miró extrañado.
—¿Qué pasa, bebé? —Hyunjin se sonrojó y jugueteó con el borde de su camisa.
—Estoy redondo —respondió desviando la mirada. Jisung soltó una risita y le tomó la barbilla para que le mirara.
—Apuesto a qué es una panza hermosa —Hyunjin se retorció ante el halago—. Todo de ti es hermoso, Hyunjinnie. Y no me importa que estés redondo, porque eso es hermoso en ti. Es donde tu cachorro está creciendo —sus ojos se llenaron de lágrimas. Que Jisung le dijera estas cosas hacía que su corazón vibrara de felicidad. Porque Jisung lo amaba. Lo amaba como fuera incluyendo embarazado.
Sin saber que era su cachorro.
Jisung lo amaba aún creyendo que el cachorro no era suyo. El dedo pulgar de Jisung acarició el labio inferior de Hyunjin.
—Déjame ver tu vientre, Omega. Apuesto que es hermoso —Hyunjin se sonrojó aún más. Su Omega dentro de él estaba dando vueltas y enseñándole la panza a Jisung. Hyunjin tenía algo de miedo enseñarle su vientre a Jisung pero otra parte de él estaba tan contento. Se retorcía de placer y felicidad. Le quería mostrar su vientre diciéndole que ahí crece nuestro cachorro. Observalo.
Asintió. Con un poco de timidez, levantó su camisa y se la quitó dejando ver su abultado vientre.
—Oh, bebé —murmuró Jisung pasando las manos por su vientre. La caricia se sentía tan reconfortante—. Es un vientre tan hermoso. Te ves tan hermoso, abultado, con un cachorro en tu interior—. Las lágrimas bordearon los ojos de Hyunjin, su corazón latiendo fuertemente.
Su alfa había halagado su barriga, su alfa había halagado su cachorro.
De ambos.
Hyunjin lo acercó por su cuello y lo besó fuertemente. No quería soltarlo, no quería apartarse de él. Lo beso con tantas ganas y nada más dejaba de hacerlo cuando Jisung se terminó de quitar la ropa.
Follaron lento. Pegados cuerpo a cuerpo, pecho con pecho, llenos de besos que llenaban cada vez más el pecho de Hyunjin de amor.
Se sentía en el cielo. Sentía que este era el sexo más romántico que Hyunjin había tenido en su vida.
Los labios de Jisung tomaron uno de sus pezones y Hyunjin se arqueó, tomando el cabello de Jisung entre sus dedos para impulsarlo a seguir chupando.
—Por favor. Por favor —gimió Hyunjin. No sabía siquiera que pedía pero lo hacía. Le suplicaba a Jisung que lo tocara, que lo besara, que no dejara de hacerlo.
—Ya mi bebé bonito —gimió Jisung volviendo a sus labios. Y Jisung lo besó con pasión, haciendo que Hyunjin mirara las estrellas con cada beso, con cada estocada, los golpes de la polla lo hacían retorcer sus dedos de los pies.
—Te amo —Gimió Hyunjin entre besos—. Te amo.
—Ah —gimió Jisung besando las mejillas de Hyunjin—. Te amo tanto. Yo también te amo tanto.
Se corrieron juntos, Jisung enganchando su nudo en el coño de Hyunjin.
Hyunjin se sintió tan abrumado, su corazón lleno de tanto amor que quiso llorar. Jisung secó sus lágrimas y besó su mejilla.
—Oh Dios, Jisung. Nunca me dejes —pidió. Jisung soltó una risita.
—Nunca, mi vida.
Bueno, estas escenas eran las que más tenía en mi mente y espero que les haya gustado. No quise hacer tanto drama con esto porque ellos se aman un montón. Sobre si Jisung empieza sentir dudas por el aroma de Hyunjin?? Bueno, sigan sintonizando.