Las aguas han estado muy tranquilas últimamente. Supongo que después de la reconciliación de Roseanne y Jisoo es lo que debe ser, ¿No?
El proceso de adopción les está yendo de maravilla, si todo sigue así... Creo que en unos tres o cuatro meses la pequeña será una Kim.
Lo que me gusta un poco es que la niña no parece tener ningún tipo de animosidad al expresar sus pensamientos... eso sí, tal y como lo piensa en su cabecita.
Si estoy en lo cierto... Esa niña se convertirá en un incordio para cualquier suegra en un futuro.
Aunque por ahora solamente me divierte, ya saben... caminar por el parque, pasear al perro que según todos es de Lía pero no... Ver cómo Hyli le dice a la monja cómo la va a recordar cuando ya no estén... Precisamente es eso lo que me lleva a mi anterior pensamiento...
Ver a una niña minúscula decirle a la madre superiora zorra, no es para nada correcto. Pero tampoco es que mi hija concuerde con su posiblemente prima lejana, pero es lo que hay.
Ahora el espectáculo es ver a Jisoo disculparse con Sor Sophia... Que así es cómo se llama y no Sorrrra... Jajaja. Es que enserio, da un poco de risa. Pero no, me aseguro de borrar mi sonrisa cuando ya estoy cerca de mi retoño.
— Alia! ¡Pídele una disculpa a Sor... Sophia ahora mismo!
La niña me ve con cara de ofendida pero aún así base inclina hasta abajo y le pide disculpas a la zorra... digo... monja.
Mi niña hace una mueca y la veo llevar a rastras consigo a Hyli, que Jisoo aún nonsabe cómo debería educarla.
Sor Sophia sale de la finca (que es en dónde actualmente estamos pasando el fin de semana) y muy molesta sube a su auto solemnemente negro.
Escucho suspirar a Roseanne. Pero Jisoo con mala cara me dice que la ignore.
Aquí vamos de nuevo...
— ¡Y ahora que hiciste! — Le susurro cuando Jisoo sale del campo de audición.
— ¿Que? ¡Yo nada! Mi madre... —Ahí está... la tercera en discordia. — Llevé a almorzar a la niña hace 2 días con mamá...
— ¿Que? Espera... Tu mamá, ¿la trauma niños? ¿Y que le hizo para que ella esté así? ¡¿Quiso comérsela en la cena o qué?!—
— ¡Mi madre no es un mounstro Jennie! Sólo... tiene una educación un poco estricta.
— Cariño... Tu madre envió una doncella a mi casa cuando empecé a salir con su hija. Me llamaba 4 veces al día para saber si Lisa estaba conmigo y qué estábamos haciendo. Tienes razón, no es un mounstro. ¡Ella es el Diablo¡
— ¡Unnie!
— ¿Que? No te atrevas a negarlo. Ardilla cobarde. ¿En dónde te dejaste la vagina con la que naciste? ¡Te hacen falta los ovarios! Y apuesto a que tu mujer los puede hayar colgando de llavero en las manos de tu madre.
Estalle, Jisoo tenía razón...
— Jennie, no sigas — se ha empezado a molestar.
— Que no siga que. ¿¡Que eres una maldita mamacom?! Has vivido para tu madre, no te casaste por la iglesia por que aquí no era legal, y por que tu madre te juró por los dioses que si lo hacías ella misma quemaba la iglesia.
— Eso no...
— ¡Y no te atrevas a negármelo! Jisoo me mostró las fotos del salón, hermoso por cierto, pero reanudo salón! Park, Jisoo aceptó todo aquello por que te ama. Te ama, pero no está dispuesta a compartir la crianza de su futura hija con tu madre. ¡Por que no le corresponde! Ella tiene tourette. No será fácil para ella convivir con tu madre. Tu madre la puede herir... — Ella baja la cabeza — Tu lo sabes. Lo mucho que te hirieron sus palabras en el pasado.
Bajo la voz... Empezamos a llamar la atención.
— ¿Que sugieres que haga?
— No lo sé. Habla con tu madre, que comprenda que tiene el derecho de opinar pero, la última palabra la tiene que tener tu esposa que para eso va a ser su madre.
Me alejé de ella y caminé hacia Lía. Mi niña no tiene buena cara.
Cuando me acerco ella finge jugar con el pasto.
— Es más interesante la grama que tu madre querida mía? — me siento a su lado.
— Noop... Es sólo que... tu estabas enojada.
Hay Rubi Jane... Cuando aprenderás... suspiras.
— ¿Que te hace pensar eso? — Recoges su cabello acomodándolo detrás de su oreja... Ella se aleja.
— Le estabas gritando a la tía...
— Bien tesoro, es hora de hablar de ello. Ven aquí — Ella se acomoda sobre tus piernas y sigue masacrando la grama.
—Todo mundo se enoja ¿sabes? Los adultos casi siempre nos enojamos. Pero no está mal, no cuando sabemos cómo manejar nuestra ira. Discutir está bien, es una forma de comunicación... muchas veces no es la adecuada, pero no se puede evitar. Lo único que nunca debes olvidar amor... Es que hay varias lineas que no debes ni puedes cruzar, por más enfadada que estés. ¿Entiendes?
Ella parece estarlo pensando en su cabeza.
— Entonces... ¿Todo está bien entre ustedes? Ya no estás molesta?
La abrazas. aunque ella no te lo devuelve y besas su frente.
— Contigo nunca.
Ella parece tener suficiente y te avisa. La dejas ir y ella busca a su nuevo objeto de interés... Hyli.
No sabes por que, pero ella parece agradarle más incluso que mini...
No lo piensas mucho. Es hora de la cena y pronto también de dormir. La noche está llegando y el atardecer se está ocultando. Ésta clase de momentos son los que quieres recordar en un futuro.
Al darte la vuelta no te fijas y simplemente te estampas en un par de pechos que no necesitas pensar mucho sobre a quien pertenecen. Menos al ver esa bata desgastada blanca.
— Lo siento... Yo quería... hablarte pero parecías estar en tu cabeza.
Ella me habla. Pero no se aleja, sólo me ve. Nerviosa.
— Está bien. Tienes razón.
— ¿Puedo, preguntarte algo Jennie?
Subes la mirada a sus ojos y ahí está. Ese mar de embravecido ámbar y no sabes a que atribuírselo.
— Claro, por que no.
— Por que quizá tengas que recordar algunas cosas del pasado.
Te alejas de ella, sorprendida. ¿A que viene aquello ahora? Aunque hubieras dicho antes " ya no importa"... Justo a ella, no podrías decirle lo mismo...
— B-bueno yo... no lo sé. No se que podríamos hablar tu y yo del pasado.
Caminas y le das la espalda. Volviendo a observar el cielo que ya a oscurecido.
— De nosotras... De todo lo que nunca dijimos.
Honestamente tienes miedo. No deseas hablar de esto con ella.
— Lalisa yo no creo que
— ¡Lo necesito! Yo... no he podido encontrar tranquilidad después de ver... — ella imagina alguna cosa y — Yo necesito callar las voces en mi cabeza. ¡Y lo sé! ¡Sé que suena egoísta! Pero... Mi vida está de cabeza Jennie... necesito saberlo todo.
Su voz se empieza a quebrar. Puedes ver que está desesperada. Su garganta se ve inestable. Es cómo si en cualquier momento se fuese a quebrar.
— ¿Estás segura? — Ella sólo asiente — Bien... Vamos, éste no es un lugar adecuado.
Aunque sólo lo dijiste por decir... No sabes a dónde llevarla. Piensas en el antiguo despacho de Noona. En dónde firmaron las actas de propiedad.
Te topas a Jisoo en el camino y sólo te da una mirada silenciosa.
Subes los escalones del primer y segundo nivel... Hasta llegar al vestíbulo del despacho. Empiezas a buscar la baraja de llaves en tus jeans y tanteas la correcta.
— Adelante, puedes tomar asiento.
Nosotras entramos y nos acomodamos un poco incómodas. Lo cual suena estúpido.
— ¿Cuando me dejaste... Tu ya lo sabías todo, verdad? — Juega con sus dedos. Es obvio que el beber todo el tiempo ha empezado a golpearla.
— Vamos a ser adultas Lalisa. Vamos a decirnos las cosas por su nombre y hacer preguntas directas. Si, cuando fui a nuestro departamento aquella noche... Yo sabía que no era la única mujer en tu vida.
El brillo en sus ojos se consumió. Cómo una llama en arremolinante bruma.
— Por que... no dijiste nada? Me dejaste tocarte y te metiste a la cama conmigo. Acaso... ¿No te importó?
— Estaba destrozada Lisa. No puedes imaginar el dolor que sentí al ver el anillo que compré para ti... Quería tener una última vez que me confirmara que no todo era mentira. Que no sólo había sido yo... Me lastimaste Lis...
— No... No podía evitarlo, Jennie. Yo era tan miserable, yo no quería depender de ti... no podía. Y mi Maldita hambre de piel, Jennie... No pude evitarlo. Aunque empezara a doler. Ya lo hecho, hecho estaba.
— Lo sé... Cuando tuvimos sexo por última vez. Entendí que fue mi culpa. Que esperé demasiado de alguien que no estaba preparada. Que yo era quien tenía la culpa. Así que sólo te dejé ir. Pude arruinar tu futuro dejándome cegar por lo herida que estaba. Pero no eras la única. Las personas que amaba. Mientras mis sentimientos fueran genuinos hacia ellos... Podría soportarlo — Ladeé mi mirada hacia el fondo oscuro de la habitación — O eso Pensé... Nunca creí que ese hombre quebraría mi determinación en sólo 3 años.
— Para ser honesta Lis... Fuiste la única mujer a la que amé. Y si puedo ser honesta... No se si podrás seguir siendo la única, los hombres no me gustan, eso lo se bien. Pero tú me arruinaste para cualquier otra persona por que ya no quiero pasar por ello de nuevo. Ser traicionada... Se siente horrible.
Ella se rompe al final. Llora. ¿Saben? La forma más miserable de llorar es cuando tus ojos están tan apagados que ni siquiera saben que lloran... Justo como ahora.
Es cómo si de verdad estuvieran muriendo. Suena bizarro pero, es lo que hay.
— Traté de culparte. Cada noche. Traté de hacerle creer a mi mente que yo no tenía la culpa. Que el dolor en mi pecho no era mi corazón si no mi orgullo destrozado. Enserio que traté... Yo... He pasado el último mes embriagándome en mi egoísmo y sabe asqueroso. ¿Como pude ser tan desgraciada? ¿Enserio amaste a alguien cómo yo? ¿Acaso no me odias?
— Voy a serte honesta. Lo intenté sabes... Odiarte desde lo más profundo de mi alma. Pero simplemente no pude. Aunque recordaba esas fotos y dolían, extrañamente... El recuerdo de todas nuestras primeras veces me impidió odiarte. Decidí que atesoraría esos momentos en lugar del odio.
Ella se levanta — ¿Por qué? ¿Por que diste tanto por nostras?
— Por que las conocí Lisa. Jisoo, ella estuvo conmigo y para mi desde mucho antes de conocerlas a ustedes dos. Eramos hermanas. Ella metería las manos al fuego por mí. Ella no merecía ser arruinada por una mala decisión mía. Roseanne... no es que fueramos las mejores amigas, pero fui testigo de cómo intentó reformarse estando junto a Jisoo. Se enfocó, encontró lo que quería hacer. Se esforzó realmente y aunque fue una idiota a veces... Ella enserio cambió.
— ¿Y yo? ¿Que pude haberte dado alguien cómo yo? alguien que no sabía ni siquiera comunicarse bien con los demás, alguien que no tenía claro a dónde ir. Alguien que... Por Dios Jennie, ¡Te hice esto!
Me levanté y tomé su cara. Era necesario que me viera.
— Me viste Lisa. Eso hiciste. Entre aquel mar de gente, tu me viste. Y no sólo una mirada. Te fijaste en mí. Te enamoraste de mí, me diste seguridad por el tiempo que estuvimos juntas. Te comunicabas conmigo aún si lo odiabas, te peleaste con un tipo más grande que tú por mi. Te peleaste con tus padres por mí. Decidiste un camino por mí. Hiciste por mí más de lo que cualquier persona hizo. Me viste, todo ese tiempo. Cuando hicimos el amor por última vez, era a mi a quien veías, a mi a quien tocabas. No pensaste en nadie más. Incluso en nuestro último minuto... No viste a nadie más que a mi y eso me hizo ver que no era mentira. Que no fui sólo yo. Que mi amor por ti podría pertenecerme genuinamente.
— Eres demasiado buena Jennie.
— Sólo tuve demasiado tiempo para pensarlo supongo — La solté por que el ambiente se había cargado de pronto.
— Desde que te fuiste... Intente verte un par de veces. Pero parecías feliz... Pensé que no tenía una razón válida para volver a buscarte. Después de todo, odiarte se habría convertido en una regla muda entre nosotras.
— Lo sé, puede que me lo mereciera un poco. Las palabras que te dije fueron dichas para golpear tu ego. Así debía de ser.
— ¿Puedo hacerte otra pregunta Jennie? — Ella ha venido tras de mi. Asiento con la mirada — ¿Duele? ¿Aún duele? — Justo cuando me volteo ella toca mi cuello. Suavemente.
Aún quedan marcas del cinturón... Pero...
— ¿Como lo sabes? — Trato de alejarme pero no hay espacio suficiente entre el escritorio y yo.
— Estuve husmeando en las cosas de mi hermana... No lo hice con intención... estaba borracha.
Claro, eso lo hace mejor... No, no lo hace.
— No debiste — Traté de alejarla. Pero tomó mi mano y la colocó sobre su mejilla — Lalisa
— Estaba furiosa. Me dolía, enserio. sentí tantas cosas al ver y saber lo que te hizo.
— Si, bueno. Ya pagará por ello — su otra mano vuela a mi rostro. Para ser más específica, sus dedos cubren mis labios.
— Ése es tu problema — Escucho a penas — Perdonas a todos tan fácil y eso no es bueno.
— Di lo que quieras. Es bueno para mi salud mental — Con sus brazos me atrae a su cuerpo y acaricia mi cabello.
— No puede ser bueno Jennie. Por que inspiras a que los demás queramos ser egoístas.
— Ya te lo dije, sé adulta y usa todas las letras — murmuro sabiendo cuál será su respuesta.
— Haces que yo quiera ser egoísta. Por que ya probé lo que puedes dar. Y no puedo dejarlo ir de nuevo tan fácil. Pero es peligroso Jennie... Por que también se que si quisieras, me volvería tu cachorro si me lo pidieras... Y eso sería problemático.
— Estás diciendo muchas cosas por que estás ebria lili. — Quiero alejarme.
— No significa que no sea cierto — Sus manos se deslizan. Lento. El ambiente a cambiado — Yo y mi ego somos orgullosos — Sus manos palpan mi rostro, mis labios, mi piel — Una vez que lo ponga en palabras... No habrá salvación para nosotros — Ella está tocándome demasiado íntimamente. Pero sin hacer nada indecente o inapropiado.
— Sé una adulta — Suelto sin saber bien si era la mejor frase que pude haber dicho.
— Mi orgullo arde dentro de mi Jennie. Arde cómo la ira. Quisiera borrar todo el daño que te hizo — acaricia la piel de mi cuello — Borrar cada sucia marca de su brutalidad en ti. A mi ego le encantaría... Pero se que no podemos. Por que vas a arruinarme — Ella palpa la piel de mis hombros, brazos. — Eso es lo mucho que mi egoísmo desea hacer — No quiero hacerte más daño, pero sé qué no puedo huir eventualmente de mi misma y lo único que puedo hacer es pedirte perdón.
Sus palabras hipnotizan. Pero sus labios rompen el encanto. Están en mi frente, bajan ligeramente a mi pómulo izquierdo — Perdoname — Están justo sobre mis labios, el sabor del pomerol se escapa levemente. Y me asusta. Antes, cuando me besó... se detuvo por que su raciocinio se lo ordenó. Ella ahora... posiblemente esté un poco aletargada por el alcohol.
Me besa. Es demandante.Es agresiva
Ella está manifestando su egoísmo. Me obliga a aferrarme a ella. No va a detenerse.
— ¿Jennie? — Llaman a lapuerta.
Trato de volver a Lisa en sí cuando ella me roza su cuerpo.
— Palabras mayores... Significaba, Acciones mayores — Me dice con urgencia.
Sin saber qué más hacer... La empujo mientras me aferro al escritorio para recuperar el oxigeno en mi cerebro.
¿Que mierda acaba de pasar?
Cuando vuelven a tocar a la puerta ya Lisa ha vuelto más en sí.
— Creo que debo irme — Abre la puerta y se va sin decir una sola palabra.
Aunque, no es cómo si quisiera que dijera algo tampoco.
Jisoo ve la escena y te ve. Te ve con cara de WTF
— Dime que no es lo que pienso.
Ella me exige y ciertamente no se qué acaba de pasar.
— No se que fue eso. Sólo... pasó.
— ¡Hay por favor! qué respuesta tan barata. Sólo dejame decirte esto. Lo que sea que fuese. No puede repetirse. No cuando Lalisa está así de inestable. Al punto de revocar temporalmente su licencia cómo pedagoga.
— ¿Que? Cómo, cuando? Que va a suceder con Lía?
— Ella se tomará 2 meses. Lía tiene orden de descanso por 1 mes. Cuando vuelva a sus terapias Lisa recomendó a una colega. Ella se hará cargo.
— ¿Por qué?
— No puede mantenerse sobria. Si recae en el alcoholismo su carrera se irá al diablo. La comisión se lo ordenó.
— No lo sabía...
— No te preocupes. La pedagoga que Lisa recomendó es de confianza.
— ¿La conoces?
— No realmente. Roseanne me comentó que era una compañera de Lisa en la Universidad después del traslado. Creo que su nombre era... Somi. Me la recomendó para tratar el tourette de Hyli.
...
Lalisa Manobal... Valla que fusite egoísta ésta vez.