Sentiste tu corazón acelerarse y tu cuerpo temblar al ver al hambriento lobo frente a ti.
— (Mierda, estoy muerta...) — Te congelaste del miedo, al punto que sentías que no podías moverte.
Repentinamente, las lagrimas salieron de tus ojos mientras observabas al lobo acercarse a ti.
Retrocediste, no pudiste alejarte mucho ya que perdiste el equilibrio y lamentablemente caiste al suelo debido al dolor de tus piernas.
Observaste con miedo y desesperación como tu depredador se acercaba, supiste que ese era tu fin, ya no había nada que pudieras hacer más que esperar tu muerte, luchar era en vano.
— (Ahora si me despido del mundo....) — Tu mandíbula temblaba al igual que tus piernas.
Entonces, antes de que el hambriento lobo diera otro paso, el suelo debajo de ustedes comenzó a vibrar haciendo saltar a las rocas pequeñas, incluso sentiste tu cuerpo moverse ante ese leve temblor del suelo.
— ¿Eh....? — Sentias perfectamente el temblor, solo hizo que te asustaras más.
Mientras más segundos pasaban el temblor se volvía más fuerte al punto que ahora te movia a ti, era como si un gigante estuviera caminando, acercandose a ti....
Miraste atrás tuyo, y viste todo un ganado correr hacia ustedes, había muchos, aproximadamente 70.
Ante esto rápidamente actuaste sin pensar y te levantaste, afortunadamente si pudiste y comenzaste a correr con desesperación, el lobo dejó de centrar su atención en ti y en cambio se concentro en cazar a un animal de ese ganado que se veia que huía de algo.
Tu estabas corriendo frente a ellos con todas tus fuerzas, pero lamentablemente su velocidad era mucha y no tardaron en casi alcanzarte.
Te detuviste en seco al ver frente a ti un acantilado, miraste hacia atrás y viste que el ganado no se detenía.
— ¿¡Acaso se van tirar hacia el o que?! — Preguntaste con estrés y terror.
Ya era demasiado tarde, no había tiempo de rodearlos, solo pudiste observar como el ganado corría hacia ti.
Mientras más se acercaban, notaste que sus ojos eran de color rojizos y con brillitos como si estuvieran hechizados.
De repente, gotas de lluvia comenzaron a caer en tu cabello y cuerpo, miraste hacia arriba y notaste que estaba comenzado a llover tan así de repente.
— ¿Ehh....? — Al mirar al frente, rapidamente fuiste atacada por aquel ganado el cual al parecer se comenzó a resbalar por el camino del acantilado.
Tu ante esto comenzaste a gritar rápidamente, estabas cayendo por el acantilado junto a ellos, empezaste a darte fuertes golpes chocando con la tierra la cual debido a la lluvia también se desmoronaba, tu cuerpo se lleno de tierra con cada golpe que te dabas, a tal punto que quedaste inconsciente al estrellar tu cabeza con una gran piedra.
Tu cuerpo seguía cayendo por aquel acantilado el cual llevaba hacia un río sucio debido a los gran pedazos de tierra que caían ahí.
Todo el ganado cayó en el río al igual que tu cuerpo el cual por poco se hundía en aquel río si no fuera por un gran pedazo de tronco, que al momento de flotar hacia la superficie agarro tu débil cuerpo, así quedaste inconsciente encima de ese pedazo de madera.
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Después de unas cuantas horas, la noche estaba presente, y en aquel río con agua marrón se podía notar varios cadáveres de todo el ganado que anteriormente se había caído ahí, tu estabas arriba inconsciente en aquel tronco, cuando después de unos segundos, abriste tus ojos lentamente, encontrandote con la agua marrón.
Rápidamente entraste en pánico de nuevo, y a pesar de eso te aferraste y te subiste más al tronco, miraste a tus alrededores y casi vomitabas literalmente al ver los cadáveres.
— T-Tengo que salir de aquí... — Susurraste, miraste al frente tuyo y viste una isla con muchos árboles, ante esto suspiraste de alivio antes de usar tus manos como remo para llegar allá.
Aun seguían cayendo gotas de lluvia, todo tu cuerpo y cabello estaba mojado, lleno de tierra y sangre seca.
Seguiste remando con tus manos hasta que finalmente llegaste a la isla, el tronco aparto gran cantidad de arena a descender y tu te dejaste caer al suelo débil, tus piernas dolían bastante y apenas te mantenias firme por tus brazos los cuales temblaban pareciendo que en cualquier momento caerían.
Alzaste la mirada encontrandote con aquel denso bosque.
Cada vez tu desesperación crecía más y más, estabas muerta de hambre y de cansancio, tu cuerpo dolía demasiado debido a tus heridas y no sabias donde estabas, te preguntabas el porqué no habías muerto hasta ahora.
Con dificultad te levantaste y comenzaste a caminar, con cada paso que dabas te lastimabas más tus piernas pero tenias que seguir obligatoriamente, querías explorar el bosque por si encontrabas algo de comer.
— (Mierda...siento que me desmayare....) — Perdiste el equilibrio unos segundos y te apoyaste contra una roca.
Después de unos segundos, abriste los ojos y tanta fue tu sorpresa al ver casi frente a ti aún árbol, en una rama no tan alto colgaban unas manzanas.
— (Encontré un árbol de manzanas...gracias Dios, muchas gracias) — Soltaste unas cuantas lagrimitas de la felicidad para después casi arrastrarte hacia el árbol.
Caminaste, diste unos cuantos pasos más antes de observar como una especie de ardilla o algo parecido corría hacia aquel árbol, trepó por el y arranco las manzanas de un solo mordisco, pusiste tus ojos en blanco ante esto.
— Ay, no quiero perseguirte pero no me dejas otra opción... — Maldeciste antes de tomar aire y empezar a perseguir con las fuerzas que te quedaban a aquel animal extraño el cual tenia las manzanas en su boca, obviamente tu las necesitabas más que ese animalejo extraño. — ¡Ey, vuelve aqui! —
Comenzaste a seguirlo más rápido, parecía que ya no te importaba el dolor si se trataba de comida....
Este trepó otro árbol el cual parecía más grande, eso no te detuvo y también lo trepaste persiguiendolo.
Pero, lamentablemente aquel animal era más rápido así que viste como se subió a una rama y corrió, tu cuando habías llegado a aquella rama, te paraste en ella con dificultad, miraste a todos lados pero no viste al animalejo
— Carajo....voy a morir de hambre... — Te dejaste caer al suelo rendida.
Lloraste repentinamente, fue ahi que, de pronto, un chillido de dolor se escucho en todo el árbol, volteaste a tus lados y comenzaste a ver rastros de una serpiente moviéndose....
Ante esto retrocediste completamente asustada, miraste al frente tuyo y viste aquel animalejo muerto, con el cuello retorcido, al parecer una serpiente grande lo había matado.
Mierda, apenas te habías librado de un lobo.