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PRÓLOGO
Cuando Emma odió a Spencer
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📆 10 DE OCTUBRE, 2005
📍 Quantico, Virginia
La primera vez que Emma miró a Spencer, se preguntó por qué le permitían seguir en la Academia del FBI.
Era un tonto. Tenía dos pies izquierdos para correr, fallaba en casi todas su pruebas de obstáculos, tenía una pésima puntería y perdía en todos sus combates cuerpo a cuerpo. Emma le dio una golpiza una vez. Era el peor del lugar, y parecía que ni siquiera se esforzaba en hacer algo al respecto; en su lugar, solía agachar la cabeza y fingir que no había quedado en en ridículo frente a todos los demás.
No se dio cuenta del porqué a la paciencia de sus superiores, hasta que lo miró leyendo. Ella estaba tratando de respirar después de haber completado su actividad en el mejor tiempo, había salvado a su falso compañero-muñeco, cosa que haría con los ojos cerrados. Sin embargo, el joven Reid se había rendido unos minutos atrás, y había leído muchísimas páginas de ese libro en una cantidad imposible de tiempo. Su dedo índice se deslizaba por la página que leía y terminaba en cuatro segundos, pasándose a la siguiente, con la información impregnada en su mente. Emma sabía que era un chico especial, y lo más probable era que, si estaba en entrenamiento, solamente era una especie de papeleo por el que tenía que pasar.
Lo sabía porque pasaba lo mismo con ella. El gobierno puso su vista en ella cuando supieron que una chica de catorce años había enfocado toda su adolescencia en estudiar al ser humano. Sí, literalmente. Emma Spring tenía doctorados en medicina, psicología y sociología. Inicialmente, sintió una fascinación por el cerebro humano después de escuchar por ahí que era el órgano más impredecible del cuerpo humano, y quiso saber por qué. Eso la persiguió por siempre, así que mientras los chicos de su edad comenzaban a ir a fiestas, tener sus primeros bailes y beber alcohol por primera vez, ella tomaba los cursos más avanzados e intensivos de la escuela de medicina en Princeton, a sus dieciséis años. Se especializó en neurología y psiquiatría. Y siguió así con la psicología y la sociología. De alguna forma, no estaba en un hospital prestigioso haciendo una residencia o una investigación, terminó en la Academia del FBI.
Pero Emma no soportaba ser incompetente en algo. Su inteligencia prodigia siempre la había ayudado a encontrar facilidad y naturalidad en comprender varias de las cosas más complicadas que existían. Aunque no tenía un doctorado en ello, era brillante con las matemáticas, la química y física. Nunca tuvo que esforzarse demasiado, hasta que entró a la Academia del FBI. Era rigurosa, disciplinada, se esforzaba el doble que todas las personas ahí porque siempre quería ser la mejor. Y lo era.
Supo desde el día uno que tenía esforzarse por ese puesto en la Unidad de Análisis Conductual. Ella y el chico Reid dos eran las personas más jóvenes en entrenamiento, él veinticuatro y ella veintitrés. Una parte de ella estaba segura de que él también buscaría el mismo puesto que ella, uno que no tenía seguro ninguno de los dos, porque siempre existía la posibilidad de que eligieran a cualquier persona con mayor experiencia en el campo.
Era su más grande ilusión. Salvar vidas, en un principio pensó en ingresar a un programa quirúrgico y convertirse en neurocirujana, pero no era muy prometedor, sabía que perdería muchas más vidas de las que iba a salvar, y unirse el FBI no era muy diferente; sin embargo, fue suficiente que Jason Gideon acudiera a Princeton, intentando persuadir a las jóvenes mentes brillantes de una escuela Ivy a unirse al buró. Emma se enamoró de su empleo, quería ser Jason Gideon al crecer. Y era la razón por la que sabía que no había margen para sentirse segura por su grande cerebro, tenía que destacar.
Después de todo, Spencer Reid podía ser igual de listo que ella, pero era el hazmerreír de la Academia, y ella era excelente.
Sabía que su esfuerzo siempre rendía frutos. Es por eso que, semanas después, estaba yendo en camino hacia su primer día de trabajo, oficialmente como la agente/doctora Spring. Estaba consciente de lo importante que era, no sólo porque se trataba de su sueño, no habían muchas mujeres en la unidad, y en teoría, sería la única perfiladora en ese momento.
Caminó por los pasillos de la Academia, pero no era una estudiante, no más. Tenía que buscar a Jason Gideon, básicamente él fue el responsable de que estuviera en el equipo, sabía que una recomendación de ese hombre era oro. Estaba muy emocionada por trabajar con él.
Sin embargo, no todo puede ser tan rosa. Frunció el ceño cuando miró a la persona que creyó que jamás volvería a ver, aproximándose justo hacia a ella, o mejor dicho, hacia la misma dirección que ella: la puerta de la oficina del agente Gideon.
—¿Qué haces aquí? —expresó, hostil.
Spencer abrió su boca, un poco impresionado por el tono. También estaba sorprendido de verla.
—Trabajar.
—¿Qué?
—Trabajo con el agente Gideon —dijo, creyendo que de verdad ella no había comprendido. Eso la molestó más.
—No, yo trabajo con el agente Gideon. Solamente había una vacante en la UAC.
—Sí, y me dieron el empleo.
—¡No! Me dieron el empleo a mí. Tú ni siquiera sabes correr.
Spencer frunció el ceño. Cuando la puerta se abrió, ambos recobraron cierta postura y miraron fijamente hacia en frente. Emma no quería ridiculizarse frente a su héroe y ahora jefe.
—Señor. Hola...
—Qué bien, son puntuales.
Gideon comenzó a caminar fuera de su oficina, por lo que el par comenzó a seguirlo.
—Eh... creo que hubo una confusión...
—Me alegra que estén aquí juntos. Reid, Spring. Spring, Reid —los presenta de manera simple—. Supongo que se conocen de la Academia, pero ya no es una competencia. Espero que puedan trabajar en equipo.
No, por favor, no.
—Creí que solo había una vacante —dice Emma.
—En teoría sí, pero, ¿qué clase de tonto sería si los dejara ir a ambos?
Emma y Spencer compartieron una mirada. Claro que Jason Gideon tenía influencia, la suficiente para conseguirles empleo a ambos.
Y recuerda, Emma: no importa cuánto te esfuerces en la vida, jamás podrás deshacerte de Spencer Reid.
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Una pequeña introducción y contexto de estos dos ✨ Espero de corazón que les vaya a gustar esta historia, la estoy escribiendo con mucho cariño 🩷
Si vienen de Gold Rush, ¡hola y gracias, te amo! Y si no, bienvenida seas al multiverso Reid de taysmuse 🎀
Nos seguimos leyendo, mil besos 💋
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