- oye, con cuidado - el rubio se quejo con voz temblorosa al sentir el choque de su espalda en el colchón de la cama, sin ningún cuidado, tenía bastante sueño, por lo que no podía permanecer sus ojos abiertos, eso le impedía saber quién era la persona frente a el.
Sintió como movían mechones de su cabello que tapaban su rostro, no se inmutó en apartarlo. El chico frente a el abrió la puerta de la habitación y salió de ahí, dejándolo solo, taehyung abrió sus ojos con dificultad, observando bastante borroso. Como pudo, logró mantenerse de pie, tomando sus zapatos que fueron quitados antes de que fuera recostado en la cama, camino como pudo hacia la puerta, quería irse de ahí, necesitaba saber dónde estaba Jimin.
Al llegar al arco de la entrada estuvo apunto de salir de la habitación, pero choco con un pecho firme que aparecío de la nada en su camino.
- oye~ quítate, grandulon - dió un leve golpe en ese pecho con el mismo aroma masculino que sintió en el antro.
El chico lo tomo de los hombros y lo llevo de nuevo a la cama, lo sento en la orilla de esta y le quitó los zapatos de su mano, Taehyung ni si quiera podía pensar en ese momento.
- Jimin, ¿dónde está Jimin? - frotó su cabello con dificultad - quiero irme de aquí -
El chico a su lado le ofreció una botella, la cual acercó a sus labios sin previo aviso, taehyung se reusaba a tomarla ya que no sabía ni lo que era, por lo que aparto su rostro de la boquilla de la botella.
- no quiero - dió un manotazo al brazo del chico, molesto.
- taehyung, tomate el suero, te ayudará a bajar el alcohol - el chico hablo por primera vez en la noche, el rubio reconocío al instante esa voz que provenía del chico con pecho firme y fragancia deliciosamente masculina.
- ¿Jungkook? -
- ¿Quien más? - acercó de nuevo el suero a la boca del menor, el cual está vez lo acepto sin problema, tomo menos de la mitad y se alejo de la boquilla, bostezando con cansancio.
- ¿Dónde está Jimin? -
- está en su habitación, lo tuve que traer cargando porque está igual de borracho que tú - se levantó de la cama y abrió las puertas del armario del rubio, saco un pantalón para dormir blanco y una camiseta holgada del mismo color - necesito que te pongas la pijama, al chile que no siento que sea comodo dormir con lo que traes puesto - carraspeo un poco al delinear con su vista la bonita figura del menor - voy a salirme para que te cambies -
Cuando estaba por salir de la habitación, unas pequeñas y delgadas manos tomaron uno de sus brazos, lo que hizo que se detuviera y volteara hacia atrás, encontrando a un rubio adormecido pegado como garrapata a su brazo.
- duerme conmigo -
- dormiré contigo, ¿está bien?, pero necesito que te pongas la pijama - intento soltarse del agarre pero fue en vano, el rubio lo jalo hacia la cama y lo sento en la orilla.
- puedes quedarte, no me molesta que me veas mientras me cambio - fue lo último que dijo antes de llevar sus manos a los bordes de su falda de cuero y la bajará con cuidado, Jungkook se quedó perplejo ante la piel expuesta sin pudor alguno, aparto la vista inmediatamente, sus mejillas tomaron un color rojizo por las acciones del menor. Estaba seguro que por el alcohol no sabía ni lo que pensaba, sabía que en la mañana al decirle lo que hizo se pondrá de todos los colores habidos y por haber.
Pasaron unos minutos hasta que el rubio termino de cambiarse, lo supo porque sintió como un peso era puesto en su regazo, su cuello y cintura fue rodeada por los brazos y piernas del menor, el cual se aferró a él con un bostezo, mientras recargaba su cabeza en uno de sus hombros.
- Taehyung -
- ¿mhjm? -
- no te voy a prohibir que salgas, mucho menos que te diviertas con tu amigo el rosita y el pendejo de Soobin - recibió un jalón de cabello ante eso, taehyung estaba borracho pero podía entender como podía a Jungkook - pero si te pido que por lo menos me avises si saldrás, a dónde y con quiénes, neta que el mundo es peligroso, mucho más aquí en éstas zonas, la gente es mala, tienen la mente llena de mierda y solo piensan en hacerle daño a la personas para buscar su beneficio o placer propio - acarició el cabello dorado del rubio, el cual ya estaba un poco esponjado - tal vez vienes de un lugar donde siempre estabas cuidado y protegido por dos o más machotes que eran tus guardaespaldas o qué se yo, pero esto es latinoamericana, y ahora solo me tienes a mi, el cual no se perdonaría si algo malo te sucediera haya afuera -
El rubio se acomodo mejor en cima suyo, viendo directamente a Jungkook con ojos adormilados, el pelinegro podía sentir el olor a alcohol, pero también su fragancia dulce que desprendía de su cuello gracias a la cercanía de sus rostros.
- ¿Tú me defenderias si algo malo me pasa? - taehyung mantuvo la mirada con el chico frente a el, el cual examinaba cada mínimo detalle del rostro de Tae, boca, ojos, cejas, nariz, cada pestaña y lunar, todo.
Le resultaba increíble como taehyung podía verse incluso mejor de cerca, le gustaba cada aspecto y ángulo del chico, ante sus ojos, el menor no podía verse mal en ningún ángulo, absolutamente ninguno.
- eso no va a pasar - acercó más su rostro al del rubio inconscientemente, el cual viajo hasta los labios de Jungkook, perdiéndose en ese arito de metal que se movía cada que hablaba - porque ni siquiera voy a permitir que te pase algo -
Tomo con cuidado la afilada barbilla y depósito un dulce beso, moviéndose al compas de los movimientos ajenos, era un beso lento, tranquilo, sus salivas chasquearon creando un ruido chicloso, Jungkook jugaba con el cabello en la parte trasera de la cabeza de Tae, mientras el rubio estiraba de vez en cuando la camiseta del pelinegro.
Duraron unos segundos más hasta que tuvieron que separarse por falta de aire, se miraron directamente a los ojos olvidandose completamente de todo al rededor, Jungkook junto ambas frentes a lo que Tae soltó una pequeña risa, adormilado. Masajeaba con lentitud los muslos del chico arriba suyo, quedaron así unos minutos en silencio, un silencio bastante cómodo y acogedor, no había tensión, solo dos chicos disfrutando de la compañía del otro.
- ¡buenos días, pimpollos! - la mujer entro a la habitación, recorrió las cortinas dejando entrar la luz de la mañana, ambos chicos se quejaron ante esto, especialmente taehyung, el cual estaba arriba del pecho del pelinegro, con su perfil directo hacia la ventana, todos los rayos del sol impactando directo en su rostro - ¡Feliz 15 de septiembre! - dió vueltas a las matracas de madera que tenía en sus manos, haciendo un ruido sumamente fuerte pero eficaz para despertar a ese par de tortolos.
Jungkook fue el primero en despertar, abriendo con cuidado un ojo y luego el otro, frotando su rostro adormilado. Al instante noto la apariencia de su madre, traía puesto un poncho mexicano lleno de colores vivos y flores llamativas, un sombrero adornado con los colores patrios, y una bandera pintada en cada mejilla, sin mencionar las matracas con las que seguro despertó a medio barrio.
Taehyung se quejo ante el ruido, su cabeza daba vueltas y pesaba mucho, escondió su cabeza en el pecho del pelinegro, tapándose con la cobija de tigre que pesaba más que media casa.
- necesito que se levanten y desayunen algo porque saldremos a comprar unas cositas - levantó la ropa que se encontraba en el piso, procesando el porque había una falda en la recámara, más no pregunto, solo tomo el canasto de ropa sucia y se dirigió a la puerta - iremos al zócalo a dar el grito, así que los quiero bien patrios - salió de la habitación para caminar escaleras abajo.
- ¿quien es zócalo? -
Jungkook soltó una risa ante la voz adormilada del rubio más su pregunta, peino un poco los cabellos alborotados de taehyung, los cuales aunque en ese momento tenía frizz, le seguían gustando mucho.
- es hora de levantarse -
*
Después de que ambos chicos tomarán una ducha (claramente por separado) y optarán por una vestimenta más cómoda, bajaron juntos hacia la sala, taehyung con un poco de ayuda al estar un poco mareado y con piernas temblorosas ante la cruda que estaba sufriendo.
Mientras bajaron notaron al instante que no estaban solamente con la progenitora de Jungkook, ya que se encontraban las tías, tíos, abuelos, primos y más gente que taehyung no conocía, pero Jungkook si. Amaba las fiestas patrias, ya que toda su familia se reunía para cenar y dar el grito.
- ¡Que me cuentan familia! - Jungkook se dirigió a cada uno de sus familiares y les dió un pequeño abrazo, a la vez presentando al borracho de Taehyung, que iba agarrado de su hombro con cuidado. El rubio fingía no tener una cruda e irá ante el niño que no dejaba de patearlo con una pelota en los tobillos. Seguro que no pasaba de 8 años, taehyung tenía que mantener una compostura firme.
- ¿y este muchachito tan guapo? - la tía de Jungkook llamada Paula, tomo la mano de taehyung, a lo que el rubio la acepto con amabilidad. Ya era una mujer grande, pero se notaba lo bien que se cuidaba su apariencia física.
- el es Taehyung, tía Paula, es un amigo que conocí en internet, le encantó nuestro ambiente y tradiciones que quiso venir un tiempo aquí - esa era la mentira que les decía a todos, no podía decirles que era un niño caprichoso que fue castigado y mandado a México como lección de modales y ahora se lo come casi todas las noches.
- mucho gusto, jovencito, me gusta mucho tu cabello - sonrió dulcemente, haciendo sentir a Taehyung en confianza.
- muchas gracias, a mi me encanta su figura - de un momento a otro el rubio sintió un ligero mareo, el cual lo hizo tambalearse un poco, la mujer y Jungkook lo sostuvieron al instante.
- ¿estás bien?, ¿te sientes bien? - la mujer pregunto con preocupación, levantándose de su silla y sentando al rubio en su lugar - ¿quieres que te traiga agua? -
- no pasa nada tía, el chamaco es anemico, no come y pues así de la nada se medio desmaya pero todo nice, no se preocupe - volteo a ver al rubio, el cual frunció el seño ante lo mentiroso que había despertado hoy, pero era mejor decir eso a la verdad de sus mareos constantes.
- hijo, tienes que comer, ahorita que te veo si estás muy flaquito - examinó al rubio de pies a cabeza, notando su figura delgada.
- también es genética, no se preocupe - Tae le sonrió amablemente.
- mijos, ahorita que lo pienso, tienen dos opciones, ¿oh se quedan los dos aquí arreglando la sala para la noche? ¿oh me acompañan a comprar la cena mexicana? Ustedes deciden -
- nos quedamos - dijeron a la par ambos chicos
- bien, entonces desayunen de una vez, por qué tienen mucho que hacer -
- regresamos al rato, niños, se cuidan y no hagan travesuras - dijo la señora Jeon desde el auto del tío de Jungkook. A Taehyung se le hacía bastante curioso que toda la familia del pelinegro decidiera ayudar a comprar la cena, más decidió no preguntar. Prefería la casa sola y sin niños corriendo por ahí.
- si ama, no se preocupe - el auto arranco y Jungkook serró la puerta de entrada, divisando al rubio en el sillón de la sala, viendo un programa en televisión. Se acercó a él y se recostó en sus muslos sin preguntar, taehyung ni si quiera se inmutó ante eso.
- ¿cómo andas con tu cruda? -
- bien, estoy acostumbrado, así que puedo aguantarlo -
Jungkook no sabía si era correcto recalcar lo que el rubio hizo ayer en la noche, más decidió no decirle nada para no avergonzarlo, sería algo que solo el sabría.
- ¿quieres empezar a decorar o después? -
- después, en este momento no tengo ánimos - Jungkook se levantó de los muslos ajenos y recostó su espalda en el sillón, bostezando.
- achis los mariachis, ¿por qué no trae ánimos mi pa? -
Taehyung se quedó en silencio por un momento, Jungkook frunció el seño ante eso, pensó: "¿será algo muy grave?".
- pero que paso, cuenta - volteo a verlo con confusión.
- no es nada grave, solamente... no recuerdo nada de ayer, dime por favor que no hice nada estúpido -
Jungkook pudo haber reído, claro que lo pudo haber hecho, pero el semblante de preocupación del rubio lo hice detenerse. ¿Debería contarle?
- pues, estupido estúpido, no - repitió, intentando decirlo de una manera tranquila - solamente te plante unos besitos y... -
- ¿y? - frunció el seño ante la intriga.
- ps, te encueraste enfrente mío -
- ¡¿que?! - respondió exaltado, sintiendo como todos sus cables se desconectaban.
- ¡pero solamente fue la parte de abajo! No más te quitaste la falda y yo te respete y me voltee, para que veas que soy todo un partidazo - sonrió orgulloso de si mismo.
Tal como dijo anoche, la cara de taehyung se puso de todos los colores habidos y por haber, ocultando al instante su sonrojó con sus manos, hundido en la vergüenza.
- ¡no puedo ser posible! - su voz se hizo chillona ante las miles de emociones vergonzosas que sentía.
Jungkook por otro lado, comenzó a reír ante lo gracioso que se veía taehyung. Sabía que era mala idea contarle, pero el pidió.
- yaa - alargó las palabras, besando una de las mejillas sonrojadas del rubio - no fue tan malo como piensas -
- mejor, hay que empezar a decorar esto - se levantó del sillón más rojo que un tomate, tomando unos globos de color rojo que había en la mesa.
Jungkook siguió al rubio en sus acciones, levantándose y tomando los globos blancos, despeinó el cabello del rubio regalandole una sonrisa divertida, comenzando a inflar los globos.
Holaa 😻😻 (con intención de que la perdonen por desaparecer tanto tiempo)
¿cómo están, cuchurrumines?
Yo bien 😸
Tremendas cosas que me han pasado JAJJAJA les juro que mi vida es como una historia en Wattpad pero de alguien que solo le pasan cosas malas
En fin, todo va a estar bien
Pregunta del día:
¿que carrera les gustaría estudiar?
Me encanta la biología marina o biología terrestre