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Después del almuerzo, Sun Dingyi quería jugar a las cartas, pero Ren Yi no fue. Regresó al dormitorio para tomar una siesta ya que no pudo dormir bien. Sacó su teléfono móvil y encontró las fotos que había tomado en secreto de Gong Yingxian. Las miró y se rió durante mucho tiempo. De hecho, quería tomarse una foto con Gong Yingxian, pero dos hombres adultos tomándose selfies era demasiado femenino. ¿Qué oportunidad debería encontrar...?
Mientras pensaba en ello, sintió un poco de sueño. Justo cuando Ren Yi estaba somnoliento, sonó la campana de alarma. De repente abrió los ojos, se levantó de la cama y corrió escaleras abajo.
—Capitán, alguien está a punto de saltar del edificio Zhixin. Vayamos y veamos —Ren Yi para sí mismo: ¿no está el edificio Zhixin justo enfrente de la sucursal Hongwu? Las personas que intentaban saltar del edificio a la puerta de la Oficina de Seguridad Pública probablemente tenían exigencias y, por lo general, no saltaban ya que no querían morir.
A pesas de tales especulaciones, Ren Yi no se atrevió a descuidarlas. Salió lo más rápido posible y se apresuró a llegar al lugar.
En el camino, Ren Yi estuvo a punto de llamar a Gong Yingxian para preguntar sobre la situación, pero Qiu Yan llamó primero:
—Hola, capitán Qiu.
—Capitán Ren, ¿envió a su escuadrón?
—Sí, ¿qué está pasando?
Qiu Yan sonrió amargamente:
—Por favor, venga rápido. Este asunto tiene un impacto muy negativo para nosotros. El líder está enojado.
—No te preocupes, primero dime qué pasó.
—No puedo decirlo todo por teléfono. Tengo que volver a llamar al líder ahora. Nos vemos en la escena —después de decir eso, colgó el teléfono apresuradamente.
Ren Yi le preguntó a Ding Qing:
—¿Qué dijo la persona que llamó a Emergencias?
—Un anciano está a punto de saltar de un edificio. El hijo del anciano está abajo y ha llegado un grupo de reporteros.
—¿Cual es la razón?
—No lo sé.
Rápidamente llegaron al lugar. Ya había mucha gente reunida debajo del edificio Zhixin y los coches de los medios de comunicación bloqueaban la mitad de la calle. Efectivamente, había un anciano parado fuera de la barandilla del techo, gritando en voz alta "¡La policía intimida a la gente!", etc. Un hombre de mediana edad que estaba abajo era entrevistado emocionalmente por los medios de comunicación. Ren Yi dijo:
—Dejen que los autos de los medios se aparten del camino.
Sun Dingyi salió del camión y coordinó los coches de los medios para darle paso al camión de bomberos.
Después de que salieran todos del camión, primero inflaron el colchón de aire y lo colocaron abajo. Sin embargo, el anciano se encontraba en el techo del quinto piso. A esa altura y su edad, incluso si cayera sobre el colchón de aire, probablemente estaría muerto o quedaría discapacitado.
Gong Yingxian y Qiu Yan se acercaron a Ren Yi. Cuando Ren Yi vió a Gong Yingxian, no pudo evitar sonreír:
—Suban conmigo, hablaremos mientras caminamos.
Sun Dingyi y los otros también los acompañaron.
El rostro de Qiu Yan estaba lleno de ira:
—Hay un policía en nuestra oficina. La joven acaba de aprobar el examen este año, el anciano de arriba es su tío y el de abajo es su primo.
—¿Para qué es esto? —se preguntó Sun Dingyi desconcertado.
—El padre de esta pequeña murió en un accidente automovilístico el mes pasado. Ella es la única hija de la familia. Su padre dejó dos propiedades y cientos de miles de dinero en efectivo. Ahora su tío afirma que cómo no tuvo hijos varones, todas las propiedades de su padre deberán pertenecer al nieto mayor, es decir, su primo.
Los ojos de Sun Dingyi se abrieron:
—¿Está loco?
Cui Yisheng negó con la cabeza:
—No me digas, todavía hay muchos lugares con ese tipo de pensamiento feudal.
—¿No entienden la ley de herencia?
—No necesariamente —Ren Yi dijo con desdén—. Simplemente están intimidando a huérfanos y viudas, y quieren comerse a toda la familia.
Gong Yingxian dijo:
—Escuché que habían causado problemas en su ciudad natal. Mi colega no quería involucrarse con ellos, así que después de que la chica llevó a su madre a vivir en Tianqi, vinieron a causar problemas en la sucursal. Después de ser expulsados por nosotros, el anciano vino aquí para saltar del edificio.
—¿Por qué no los arrestan y los encierran por unos días? —gritó Sun Dingyi.
—Es porque son parientes que se ha mostrado cierta misericordia —dijo Qiu Yan enojada—. Esta vez no debe haber piedad.
Durante su conversación, varias personas ya habían llegado a la azotea. Tres policías rodeaban al anciano y lo persuadían seriamente.
Cuando el anciano vió a Qiu Yan, la señaló y dijo:
—Tú eres el líder de Xiao Gao, ¿no? Si le pides a Xiao Gao que venga, ¿se atrevería a venir a ver a su tío?
Qiu Yan lo miró con frialdad:
—Xiao Gao está trabajando, Sr. Gao, porfavor baje, no haga nada que ponga en peligro su propia seguridad y que no tenga sentido.
—¿Por qué sigue trabajando? —el anciano gritó—. Es una niña sin conciencia y desvergonzada. ¿Cuánta comida comía su padre en mi casa cuando estaba en la escuela? ¿Alguna vez ha sido filial conmigo, su tío? Es una niña y no continuará con la línea familiar. ¿Por qué trabaja y por qué quiere una casa?
—Según la Ley de Herencia, la primera línea de herederos de los bienes del difunto son el cónyuge, los hijos y los padres. Si estos tres aún están vivos, ¿cómo sería su turno...?
—¡Qué es la ley y qué no! —rugió el anciano—. La ley sólo ha estado vigente durante unos pocos años, pero las tradiciones de nuestros antepasados han existido durante miles de años. Si Gao Houde hubiera tenido un hijo, no me preocuparía por esto. Después de todo, la chica pertenece a otra familia. ¿Para quién estoy haciendo esto? Es para el incienso de la familia Gao. Mi hijo es el nieto mayor de la casa, asi que después de su muerte, todo debería pertenecer a mi hijo.
Sun Dingyi puso los ojos en blanco y susurró:
—Déjenlo caer hasta morir.
Ren Yi le pidió a Sun Dingyi que se parara en el lado izquierdo y a Cui Yisheng que se parara en el lado derecho. Ren Yi se acercó lentamente y se ató a la barandilla con una cuerda.
El anciano señaló a Ren Yi y dijo:
—¡No vengas, saltaré y moriré si quiero!
—Tío, ¿no es incómodo estar en la azotea en un día tan frío? —Ren Yi lo miró con calma—. Baja.
—¡No vengas aquí! —el anciano gritó—. ¡Que Xiao Gao venga a verme!
—Xiao Gao no quiere verte —Ren Yi se inclinó hacia la barandilla y miró hacia abajo—. Es tan alto que, si te caes, estarás muerto. Tío, esta es una sociedad regida por la ley. Incluso si mueres mil veces, la ley no le otorgará la herencia de tu hermano a tu hijo. Sólo tu herencia puede ser entregada sin problemas a tu hijo.
—¡Entonces les haré saber a todos, a los periodistas y a la gente, que fue la policía quien me obligó a morir! —el anciano gritó como loco.
Ren Yi maldijo por dentro. El anciano era odioso, pero si realmente saltaba, Qiu Yan y los demás no podrían escapar de la responsabilidad. Aunque no creía que el anciano saltaría, tendría un impacto social negativo y también podría afectar el futuro de Xiao Gao.
Supongo que este anciano planea hacer que Xiao Gao se comprometa. De todos modos, no puede regresar con las manos vacías.
Ren Yi regresó y les susurró a Qiu Yan y Gong Yingxian:
—¿Tienen alguna buena idea?
Gong Yingxian dijo:
—Definitivamente no quiere saltar. No queremos que Xiao Gao venga y satisfaga sus demandas. Si cumple sus demandas, querrá obtener más y más.
Ren Yi dijo:
—Arrastrarlo. Este método no es bueno. La azotea está fría y ventosa. El anciano parece débil. Después de mucho tiempo, estará exhausto y puede tener un accidente.
—Entonces, lo que quieres decir es... —Qiu Yan le frunció el ceño a Ren Yi.
—Mis bomberos están listos. Tenemos bastante experiencia en tratar con personas que intentan saltar de edificios. Llama a Xiao Gao y que negocie con él para atraer su atención. Encontraremos la oportunidad para rescatarlo.
—¿Qué debo decirle a Xiao Gao que diga?
—Que no le dé ni un centavo. Que simplemente lo provoque.
Gong Yingxian dijo:
—Ten cuidado.
—No te preocupes.
Qiu Yan sacó su teléfono móvil:
—Sr. Gao, ahora voy a llamar a Xiao Gao, puede comunicarse.
El anciano gritó:
—¡Dile que venga aquí! ¿Por qué se esconde en la comisaría? ¿Cómo se atreve a ser tan poco filial, no se atreve a venir a verme?
La llamada se conectó, Qiu Yan dijo algunas palabras al otro lado y luego presionó el altavoz.
El anciano gritó:
—¡Gao Xiaoyue, ven aquí!
—¿Qué quieres? —una nítida voz femenina llegó desde el otro extremo del teléfono—. Estás infringiendo la ley.
—¡Soy el mayor y la ley de la familia Gao! Eres una criatura malvada y descarada, tu padre comía tanta comida de mi familia cuando estaba en la escuela, mi familia me compró una máquina de coser cuando me casé y a tus padres un televisor cuando se casaron, ¿por ser un hermano menor lo dejaré ir? ¿Por qué tiene derecho? Tus padres son basura, dieron a luz a una niña inútil como tú y no son filiales.
Gao Xiaoyue dijo con voz temblorosa:
—¿No te pagó mi padre por comer algunos bocados de tu comida? ¿Cuánto dinero te presté a lo largo de los años y acaso tú lo devolviste? ¿Cuántos trabajos encontró mi padre para mi primo? ¿Logró hacer alguno de ellos? Tío, mi papá acaba de irse, y tú nos intimidas a mi mamá y a mí de esta manera. ¿Cómo verá el pueblo a nuestra familia Gao?
—¡Todos en el pueblo te consideran una chica inútil, poco filial y rebelde! —gritó el anciano—. Mi hijo es el único hijo varón de la familia Gao, y él es quien continuará el linaje familiar. Tarde o temprano te casarás con alguien de otra familia. ¿Qué tienen que ver las propiedades de nuestra familia Gao contigo y tu madre?
Gao Xiaoyue estaba llorando del enojo:
—Ahora la sociedad es regida por la ley. La ley no aprobará ni tolerará tus reglas. Mi mamá y yo somos herederas de mi papá, y la propiedad de nuestra familia no tiene nada que ver contigo.
Ren Yi miró a Sun Dingyi y los dos treparon la barandilla en silencio y se acercaron lentamente al anciano.
El anciano maldijo:
—Mierda, eres miembro de la familia Gao, tienes que cumplir con las reglas de la familia. Lo siento por ti y por tu madre, aunque no dije que no dejaría nada para ti. ¡La casa vieja es para ti y la casa nueva se la tienes que dar a tu Gege!
—¡Imposible tío, no te vuelvas loco, no te avergüences!
—¡Tú eres la que se está avergonzando! ¡Tu madre dió a luz a una niña como tú y trajo vergüenza a la familia Gao! —el anciano maldijo en voz alta. De repente vió a una figura acercándose por el rabillo del ojo. Se dió la vuelta y descubrió que Ren Yi había caminado a su lado sin saber cuándo, gritó—. ¡No te acerques, estoy saltando!
Ren Yi hizo un gesto tranquilizador:
—Tío, tienes que hablar por lo que quieras mientras estés vivo. No hagas un escándalo. Es muy peligroso aquí arriba. Si te caes, morirás.
—No vengas. Sé lo que quieres hacer. Quieres arrestarme. De todos modos, eres la policía, puedes arrestar a quien quieras.
—En primer lugar, no soy policía, soy bombero. En segundo lugar, la policía no puede arrestar a quien quiera. Pero tú y tu hijo... —Ren Yi dijo—. Tsk tsk.
El anciano lo miró fijamente:
—¿Qué pasa con nosotros?
—Están causando problemas, obstruyendo el trabajo policial e insultando a los funcionarios públicos. Tío, te aconsejo que dejes de causar problemas o irás a la cárcel de verdad.
—Entra si quieres. ¿Qué puedes hacerme? ¡No le tengo miedo a la muerte! —el anciano se soltó de la barandilla con una mano y fingió saltar—. A menos que Gao Xiaoyue acepte entregarle la casa a mi hijo, seguiré causando problemas, y mientras tenga aliento, ¡haré que pierda su trabajo y que se avergüence al ver a la gente!
Sun Dingyi dijo:
—Entonces salta y muere. Capitán Ren, no lo salvemos.
El anciano maldecía y miraba hacia abajo con frecuencia, sus piernas temblaban un poco.
Ren Yi dijo:
—Tío, hace tanto frío que no es fácil para nosotros salir. Tú decides si saltar o no. No tiene nada que ver con nosotros. Le recomendamos amablemente que se detenga. Es inútil.
El anciano vió a las dos personas acercándose y rugió:
—¡Gao Xiaoyue! ¡Entregale la casa a tu Gege! ¡Si estás de acuerdo, no me importa, pero si no estás de acuerdo, seguiré molestandote a ti y a tu madre!
Gao Xiaoyue gritó:
—¡Estás soñando!
El anciano estaba tan enojado que temblaba por todos lados. En ese momento, sopló un viento frío y la arena mezclada con el viento le cegó los ojos. Sacudió la cabeza para evitarlo, pero como había estado de pie demasiado tiempo, se sintió débil, así que perdió el equilibrio y cayó.
—¡AHHH! —el anciano gritó de miedo.
Ren Yi se lanzó y abrazó al anciano. Los dos cayeron al mismo tiempo y finalmente quedaron suspendidos en el aire por la cuerda de seguridad.
—¡Ren Yi! —al ver a Ren Yi saltar del edificio, incluso con la cuerda de seguridad, Gong Yingxian todavía sentía que la sangre fluía hacia atrás y todo su cuerpo estaba frío. Rápidamente corrió hacia la barandilla y miró ansiosamente hacia abajo.
Ren Yi levantó la cabeza, sonrió e incluso le lanzó un beso en broma.
Gong Yingxian exhaló un suspiro de alivio.
El anciano se desmayó por el shock y se desplomó en los brazos de Ren Yi como si le hubieran arrancado los músculos.
Varias personas los levantaron juntas y Ren Yi de repente sintió algo caliente en sus piernas. Miró hacia abajo y vió que el anciano se había orinado en los pantalones.
—¡Mierda! —saltó Ren Yi.
Todos rieron.
Ren Yi se quitó el traje de rescate enojado. Afortunadamente, era invierno, por lo que llevaba ropa debajo del traje. Si fuera verano, estaría desnudo por dentro y no hubiera podido quitárselo. Le pateó el traje de rescate a Cui Yisheng:
—Lo dejo en tus manos.
—Oh —dijo Cui Yisheng de mala gana.
Qiu Yan miró al anciano con desprecio:
—¿Se asustó?
Ren Yi miró a Gong Yingxian con una sonrisa:
—¿No fue hermoso ese salto que acabo de hacer? Fue como el efecto especial de una película.
Gong Yingxian frunció el ceño y dijo con seriedad:
—Muéstrame tu herida.
—No te preocupes, no me lastimé.
Gong Yingxian le dijo:
—No te muevas —abrió el cuello del traje de Ren Yi y comprobó sus heridas. Se sintió aliviado al ver que la piel todavía estaba intacta.
Ren Yi no pudo evitar sentir calidez y no pudo ocultar la dulce sonrisa en su rostro. Cuando miró hacia arriba, encontró a Qiu Yan mirándolo y rápidamente contuvo su expresión:
—Qiu-Capitán Qiu, ¿cómo se encuentra su colega?
Qiu Yan dijo:
—Oh, está bien, encontraremos una manera de lidiar con este viejo sinvergüenza. No podemos permitir que la gente intimide a la policía.
—Eso es bueno.
Qiu Yan dijo:
—Yingxian, todavía estás interrogando a los prisioneros, regresa primero, yo me ocuparé de esto.
—Está bien —Gong Yingxian le susurró a Ren Yi—. Ven a la sucursal cuando hayas terminado.
Ren Yi le hizo un gesto de aprobación.
Varios policías y bomberos llevaron al anciano escaleras abajo. Cuando solo Ren Yi y Qiu Yan quedaron en el techo, Qiu Yan suspiró suavemente:
—Gracias, capitán Ren, este tipo de mierda es realmente ridícula.
—No es fácil para ti —dijo Ren Yi con una sonrisa—. Los asuntos familiares son los más difíciles de tratar, especialmente cuando te encuentras con personas irracionales. ¿Has pensado qué hacer?
—Primero asustarlos, es mejor encerrarlos por unos días, hacerles saber que Xiao Gao nunca se comprometerá y luego darles una pequeña ganancia, 10.000 o 20.000 yuanes, la mayoría de las veces pueden deshacerse de ellos así.
Ren Yi asintió:
—Puede resultar útil tratar con esas personas.
Qiu Yan se frotó las cejas con cansancio, sacó un cigarrillo de su bolsillo y le hizo un gesto a Ren Yi primero.
Ren Yi hizo un gesto negativo con la mano:
—Gracias.
Qiu Yan sacó el cigarrillo y el encendedor, pero el fuerte viento se llevó las chispas.
Al ver eso, Ren Yi se hizo a un lado:
—Te lo bloquearé.
Qiu Yan le sonrió a Ren Yi, esa sonrisa era encantadora y llena de encanto. Se acercó unos pasos, casi cerca de los brazos de Ren Yi, presionó el encendedor y encendió un cigarrillo.
Ren Yi notó que la atmósfera estaba un poco mal.
Qiu Yan dió una calada, luego sopló suavemente el humo en la cara de Ren Yi y sonrió levemente:
—El capitán Ren nos ha ayudado tanto, a veces, a veces, no sé cómo agradecerle.
Ren Yi retrocedió un poco disimuladamente:
—Estás siendo educada, es mi deber.
Qiu Yan miró a Ren Yi con una sonrisa:
—Deberías darme la oportunidad de agradecerte.
Ren Yi sonrió:
—Capitán Qiu, es usted muy educada. Aunque la naturaleza de nuestro trabajo es diferente, la esencia es servir a la gente.
Qiu Yan se rió entre dientes:
—¿Mi sugerencia no es lo suficientemente obvia o te estás haciendo el tonto?
Ren Yi sonrió incómodo:
—Capitán Qiu...
Qiu Yan miró a Ren Yi, sus ojos estaban llenos de brillo, sus labios color cereza estaban ligeramente levantados, era tan hermosa:
—¿Quieres invitarme a salir?
Ren Yi miró a Qiu Yan y dijo gentilmente:
—Capitán Qiu, para ser honesto, me siento realmente muy halagado, pero yo...
—¿Tienes novia? —Qiu Yan sonrió—. No, todas las mujeres policías de nuestra sucursal se habrían enterado.
—No, pero tengo a alguien que me gusta.
—¿En serio? ¿Qué tipo de chica es? —Qiu Yan agitó elegantemente su cabello—. ¿Es ella más bonita que yo?
—Capitán Qiu, usted es la mejor y más hermosa mujer que he visto en mi vida, pero este tipo de cosas no se pueden comparar, ¿verdad?
—Así es, no importa lo buena que sea, siempre hay cosas con las que no puedo compararme, como por ejemplo... —Qiu Yan miró fijamente a los ojos de Ren Yi, sus ojos de repente se volvieron agudos, levantó una ceja—. ¿El género?
Ren Yi se sorprendió y no sabía que hacer ni decir.
Vió que esta mujer era digna de ser la capitana del escuadrón de policía criminal, sus ojos eran demasiado venenosos.
Qiu Yan volvió a su apariencia habitual. Negó con la cabeza, con el rostro lleno de impotencia:
—Es justo lo que pensé.
—Yo...
Qiu Yan levantó la mano para detenerlo:
—¿Te gusta Yingxian? Sólo respóndeme sí o no.
Ren Yi bajó la mirada y respondió sin dudarlo:
—Sí.
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Pobre Ren Yi, aparte de que quedó todo lleno de orines ajenos, descubrieron su eterno amor secreto jajajaja😩
Nos vemos en el siguiente🥰✨