La noche que él regresó, podría ser recordada como la noche más larga y oscura que hubiera experimentado este mundo. Esa noche no hubo luna ni estrellas. Y nadie pudo notarlo, ni siquiera alguien como yo.
Sin embargo, pronto aprenderíamos que ese antiguo temor que todos los humanos poseemos hacia la oscuridad, tenía una razón de ser.
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La directora había decidido aceptar la proporción de Alfred, tomó sus cosas y huyó directo a la mansión de Jaydan Haven. El último sitió en esa ciudad que pensó visitar.
La mujer captó la atención de todos de manera inmediata, sobre todo la de sus estudiantes y sus padres. Los aquelarres no estaban exactamente contentos con la decisión de tener a esa mujer ahí, pero en ese momento no podían decir nada en voz alta, después de todos ellos también estaban siendo refugiados por los Haven.
La mansión era grande, mucho más de lo que se podía ver desde afuera. Ahí todos estaban seguros y alejados del caos que había allá afuera.
La noticia de la captura de Alexander, el cateo a los hogares de su manada y las órdenes giradas por la policía estaba poniendo en aprietos no solo a los Hombres Lobo, sino también a todo ser sobrenatural que habitará ese territorio.
Derek y Alfred no estaban, por lo que todos estaban ansiosos y preocupados, Helena y las demás regentes se esforzaban por manter los ánimos tranquilos, pero la situación estaba escalando.
Sin embargo, había una persona que se encontraba sumamente relajada, una mujer con mirada penetrante y una media sonrisa.
Morgana observaba todo con atención y un poco de calma. Todas las cosas parecían estar en marcha, el mundo de los vivos seguía estando en su lugar. El otro mundo seguía funcionando con relativa tranquilidad. Y ella estaba agradecida de no tener que lidiar mucho con las Brujas en ese estado.
No obstante, no había pasado por alto el hecho de que su protegido no había aparecido por ahí en varios días. Estaba a punto de ir a buscarlo cuando escuchó un pequeño alboroto en la planta baja.
—¡No sé de dónde son, pero no vamos a permitir que vengan a ordenar o a exigir cosas! —grito uno de los brujos a un pequeño grupo de personas en la entrada.
—No tenemos por qué identificarnos con ustedes. Cómo Aquelarre son una vergüenza, no son más que Brujos estúpidos que no saben respetar las reglas en la magia.
Helena se acercó a la puerta, tomó la mano de Julio, y le pidió que se apartará.
—Sean quien sean, no tienen derecho a venir aquí y exigir cosas. No vamos a traer a nadie, ni vamos a permitir que nos vengan a insultar en nuestro territorio.
—Creo que todos debemos tranquilizarnos, hemos empezado con el pie izquierdo —dijo un joven en medio del grupo frente a la puerta.—, permítanme presentarnos, somos parte de los aquelarres que fueron convocados para una alianza. Somos los líderes de todos los aquelarres del país.
—Robin no convocó a nadie, él solo fue a ofrecer una alianza —contestó Isabella entrando por la puerta principal.— Sin embargo, eso no les da el derecho para venir a exigir ver a alguien. Y mucho menos en ese tono.
El pequeño grupo de brujos se vieron rápidamente rodeados, pero no sintieron ni una pizca de preocupación por lo que pudiera pasar, era poderosos, mucho más que la suma de todos ahí. Por lo que, con una actitud más amable, volvieron a solicitar la presencia de Alfred, no obstante la respuesta siguió siendo la misma.
—Ahora veo que ustedes no logran captar la magnitud del desastre que acaban de causar. Han expuesto lo sobrenatural a todo el mundo —exclamó el chico justo antes de extender su mano y proyectar varias imágenes de policías fuertemente armados en un bosque.— Pero estoy seguro que pronto sentirán las consecuencias. Díganle a Robin que la alianza se cancela. Si quieren que el mundo arda, nosotros no estamos dispuestos a arder con ustedes...
—Es de cobardes abandonar el barco cuando este está por hundirse —habló Julissa entrenado en escena, siendo seguida por una enorme bestia de aspecto intimidante.— Pero que se puede esperar de los aquelarres del Oeste...
El joven Brujo le miró con una rabia apenas contenida, pensó que nunca más volvería a ver a esa chica en lo que quedaba en su vida.
—Sabia que algo aquí olía realmente mal en todo esto, pero no me imaginé cuánto. —Todos los presentes guardaron silencio.— Debo admitir que saber que los Haven aceptan a una traidora entre sus filas, no hace nada más que esfumar toda la confianza que podrían tener.
—Sigues llamándome traidora cuando fue tu aquelarre quien me echó como si estuviera maldita...
Nadie entendía que estaba pasando, ¿acaso Julissa conocía a esas personas?
—Asesinaste a nuestros padres, y luego quisiste tomar el mando de todo.
—Soy la mayor, el mando me pertenecía por derecho...
—¿Austin que está pasando? ¿Quién es ella? —preguntó Magdalena, la líder del aquelarre de media noche.
—Asi que jamás les contaste...
—Ella es la verdadera líder de los aquelarres del Oeste, Julissa Clown, hija mayor y heredera del aquelarre Clown. O así era hasta que decidió revelarse en contra de sus padres.
La voz de la directora resonó en el lugar, en su mano había una daga carmesí con varios grabados.
—¿Y usted qué hace aquí? —preguntó Julissa haciendo que la enorme creatura a sus espaldas fijará su vista en la mujer.
—Yo estoy aquí por pura casualidad, aunque supongo que a estas alturas ya saben quién soy en realidad. —La mujer apuntó con la dará al par de chicos.— Ambos están en un refugio, así que piensen muy bien lo que están a punto de hacer.
Austin le miró con fastidio, levantó su dedo y pronunció un hechizo.
Inmediatamente un rato de luz se formó frente a él e impactó contra la mujer. Sobra decir que la explosión fue considerable. Sin embargo, cuando la luz se disipó, la directora tenía una enorme esfera de luz delante de ella.
—Ustedes los Brujos siempre causan problemas —exclamó la directora mientras se preparaba para devolver el ataque.
—¡Suficiente!
La voz de Derek detuvo lo que pudo ser la masacre más grande en la historia de esa mansión.
—¿Se puede saber porque cada vez que regresó a este lugar hay algún problema nuevo? —inquirió el mayor de los Haven. A su lado estaban los que faltaban de los aquelarres y Cristhian, quien por fin decidió salir de la biblioteca y esperar a Thomas en la mansión.— Este lugar es un refugio, un lugar neutro. No entiendo porque no se esfuerzan en mantener el orden aún sabiendo como están las cosas allá afuera.
—Eso es precisamente de lo que vinimos a hablar. —Austin hizo aparecer un par de periódicos y los arrojó a los pies de Derek.— El secreto de nuestra existencia estuvo oculto por más de trescientos años, la humanidad había olvidado que la magia existía. Había olvidado a las terribles bestias que se comía a sus hijos y asesinaban a sus esposos...
—Nosotros no planeamos revelar lo sobrenatural al mundo —respondio Derek mirando a la Directora.
—Pero lo hicieron. Y no hay un solo programa en la televisión que no esté hablando de nosotros, los gobiernos de todo el mundo han empezado a prestar atención. —El joven Brujo observó a todos ahí, había muchos Vampiros y Hombres Lobo.— , ¿cuánto tardarán en dar con alguno de nosotros?
—Ya tienen a uno de ellos —dijo la directora con un tono cansado.
“No logro percibir su presencia en este lugar, Austin, debe estar con los Vampiros...” hablo una voz en la mente del chico.
—¿Y solamente vinieron a decir que la alianza se terminó o tienen otros asuntos? —preguntó Julissa mientras miraba a todos los presentes, ella si lograba sentir a el guardián de su hermano.— Porque sé que pudieron hablar por teléfono o mandar algún mensaje mágico. No será que estás buscando a Jackson...
Austin la miró con rabia, deseaba vengar a sus padres, pero sabía que él nunca podría vencer a su hermana.
—¿Que quieren de mi hermano?
Derek se puso a la defensiva, la idea de que ellos tuvieran algo que ver en la desaparición de Jackson, hizo que su actitud cambiará drásticamente.
—Ellos no tienen nada que ver con la desaparición de Jackson; ellos también lo están buscando.
Austin se sorprendió con las palabras de su hermana, Jackson Haven había desaparecido.
—Creo que no es un buen momento para tener está conversación, —habló la Directora mientras veía por la ventana.— alguien a activado las salvaguardas que coloque al venir aquí y está muy cerca.
***********
Era la décima quinta vez que el Jefe de asuntos internos revisaba el permiso expedido par el mayor Borns para que el Agente Smith formará su equipo secreto. Se habían encontrado informes, videos y testimonios que afirmaban que el equipo llamado "departamento de los sobrenatural" había tenido contacto con seres no humanos en ese tiempo.
Había infinidad de archivos de información sobre esos seres y como tratar con ellos. Tantos que tomaría meses leerlos en su totalidad.
Los archivos contenían análisis de probabilidad de que hubieran sido echos por Vampiros, Brujas, Hombres Lobo y demás creaturas sobrenaturales. Incluso explicaban cómo dar por cerrados los casos son levantar sospechas de los medios.
—Esto esta mucho más jodido de lo que me dijiste por teléfono, Richards. —La sala se quedó en silencio, los altos mandos de la policía, la fiscalía y agentes del gobierno no habían dicho nada hasta ese momento.— ¿Quién más ha visto todo esto?
—Solo los que estamos en esta sala, nadie más sabe que encontramos todos esto...
—Y así permanecerá hasta que los federales nos digan que hacer.
El hombre miró a todos, había un rostro en particular que los veía con arrogancia.
—Supongo que el ejército sabe algo que le permita estar tan tranquilo en estos momentos.
—En efecto, pero no estamos autorizados para revelar la información que tenemos, seguimos esperando órdenes.
—¿Ya hablaron con el agente Smith?, ¿lograron averiguar algo?
—No señor, él sigue sin decir nada hasta el momento —respondió Richards mientras tomaba la pluma que tenía al frente—, tampoco hemos tenido suerte ubicando a los miembros del equipo Sobrenatural.
—Si, es obvio que iban a ocultarse. Sin embargo, todo esto me da la sensación de que ellos todavía saben algo que nosotros no.
—El registro a la mansión Jones tampoco arrojó nada concreto, el lugar estaba completamente vacío.
El coronel del ejército sonrió con suficiencia, él sabía que la ineficacia del departamento de policía era algo normal, ellos todavía no entendían nada de lo que estaba pasando.
—Pronto ya no tendrán que preocuparse por obtener respuestas, el departamento de defensa nacional tomara el control de todo. Haremos las cosas difíciles, solo tienen que ocuparse de la prensa, se está filtrando mucha información.
—¿Qué quiere decir con ocuparse de todo coronel?
—Hablo de resolver todo este asunto con los monstruos de allá afuera. —El coronel Ibars se puso de pie, y con el varios de los que estaban presentes— Por lo pronto tomaremos custodia de Alexander Jones y de el detective Jhon Smith. Esta es la orden de traslado, esperamos contar con el apoyo de la policía.
—No pueden llevárselos, el Detective Smith sabe dónde está Alfred Omne.
—Y les brindaremos esa información en cuanto él nos la dé.
—Señor no puede... —el detective Richards estaba a punto de protestar cuando la sala se vio interrumpida por una mujer de aspecto intimidante.
—Lamento no haber llegado a tiempo a esta reunión, soy la fiscal Donovan de asuntos internos, vengo a dejar la orden de traslado de Alexander Jones y Jhon Smith. —exclamó la madre de Bratt mientras apagaba el cigarrillo en el cenicero que había en la entrada.
***********
Todos habían salido de la mansión de Jaydan al escuchar las explosiones a lo lejos. Quién fuera el que se estaba acercando no era parte de la alianza, y mucho menos conocía el término de ser sigiloso.
Derek observaba con atención, no lograba sentir algún rastro de magia, mucho menos la presencia de algún Lobo o Vampiro. La idea de un escuadrón del ejército paso por su mente, lo que no hizo más que preocuparlo por Alfred. Tal vez lo habían descubierto vigilando el campamento del ejército.
Sin embargo, ya para cuando todos estaban listos para atacar, lo que vieron aproximarse fue una camioneta de canal 26 de noticias.
—¿Pero que rayos...? —inquirió Derek listo antes de que una explosión alcanzara a la pequeña camioneta y la hiciera volar varios metros en el aire.
Rápidamente Isabella y los demás de la manada de Alexander corrieron en socorro de los ocupantes de esa camioneta.
Beth y Selena fueron sacadas del vehículo con algo de dificultad, la rubia tenía una pequeña herida en la frente, pero Beth se encontraba aparentemente bien.
Pasaron varios minutos hasta que ese par decidió hablar por fin.
—¡¿Que rayos fue todo eso?!, ¡esas luces nos estaban siguiendo!
—Tuvieron suerte de salir con vida —dijo Isabella ayudándoles a ponerse de pie—, ¿que están haciendo aquí? ¿Cómo fue que llegaron?
—Sarah nos dijo cómo llegar, nos dio la ubicación por el GPS.
—¿Qué es esto Isabela? ¿Quiénes son ellas Isabella? ¿Y que están haciendo aquí? —cuestiono Derek mirando con seriedad a la rubia, nunca olvidaría el rostro de la reportera que culpo a Alfred en cadena nacional.
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Lucas estaba sumergido en un enorme océano de aguas oscuras, no lograba escuchar nada a su alrededor, solo el débil latir de su corazón.
Su mente se encontraba vacía, no había pensamientos, sentimientos, o recuerdo alguno de como llego a ese lugar. Era como si todo lo que lo hacía él no estuviera presente, y se hundía más con cada segundo.
No sabía dónde estaba, tampoco es que le importara mucho en esos momentos. Muy en el fondo sabía que debía despertar, que debía salir de ahí, pero no lograba enfocar bien esos pensamientos. En su lugar solo permitía que su conciencia se sumergiera más y más en ese océano interminable. Lejos de todo lo que le importaba, lejos de todo lo que amaba, lejos de él...
“Él”...
¿Quién era ese “él”?
No lograba recordarlo. Sabía que era importante, pero no lograba alcanzar la idea.
Tal vez “él” era la razón por la que está a ahí. O tal vez “él” lo había enviado ahí. No lo sabía.
Fue entonces que poco a poco uno de sus recuerdos comenzó a inundar su mente...
— No puedo creer que hicieras eso por mi, ¡eres un idiota! —decía Jackson con lágrimas asomándose en sus ojos.
Abrió la puerta de la biblioteca y busco un libro sobre hechizos de restauración de partes del cuerpo. Se dió cuenta del desorden que había en todo el lugar, asumió que Agnes había venido por su grimorio.
—Fuiste tan irresponsable... — continúo reprochando al joven inconciente.
Paso con desesperación las páginas del libro hasta dar con el hechizo que necesitaba.
—Si no fuera por Alfred hubieras muerto idiota...
Tomó los ingredientes de el pequeño almacén que tenía en la biblioteca y comenzó a mezclarlos.
Cuando la mezcla tuvo la consistencia deseada tomo un poco y la llevo a la boca de Lucas.
—Tampoco puedo creer que dejaras que te tumbaran los dientes... —le reclamó con un tono de aparente enojo.
Corporalis restitutio
(Restauración corporea)
La mezcla de la poción comenzó a tomar forma y a ser absorbida por las encías de Lucas, segundos después brotaron los 3 dientes que le hacían falta a Lucas, quedando igual a como siempre habían estado.
—Eres un idiota, mira que empujarme a hacer esto por ti...
Jackson dio media vuelta y movió el brazo haciendo que todas las cosas volvieran a su lugar mágicamente, mientras el siguió caminando llevando consigo el cuerpo flotante de Lucas.
Después de subir las escaleras fue directo a su habitación. En primera instancia pensaba dejar al estúpido casanova en una de las habitaciones de invitados, pero desechó rápidamente la idea al recordar como el chico recibía los golpes de Killian.
—Y mucho menos puedo creer que le hayas dicho que éramos novios —se sonrojó violentamente—, ni en tus mejores sueños estúpido, engreído, galán de pacotilla...
Y así fue como acostó delicadamente a Lucas en su habitación.
—Eres un idiota, el mayor de los idiotas, — comenzó a llorar al recordar como Lucas estaba dispuesto a morir por él— cómo puedes pensar que yo permitiría que murieras por mi...
Las lágrimas de tristeza mojaron las sábanas.
—Jamás me perdonaría si te pasa algo por mi culpa, ¿entendiste? Estúpido niño de Papi...
Jackson continúo llorando sobre el pecho de Lucas, pero su llanto más que de enojo o tristeza, era de dolor, dolor de perder a la única persona que había logrado a mover de nuevo su corazón.
—Tú también me gustas ¿si?... — decía entre sollozos — verte ahí, colgando de tu pecho, desangrandote...
Por su mente comenzaron a pasar los recursos de las travesuras que Lucas hacia a veces cuando se quedaban solos en la biblioteca, como en innumerables ocasiones había hecho estallar alguna posición o conjuro.
Recordaba la sonrisa traviesa que el siempre tenía en su rostro.
Las dulces palabras que siempre le decía antes de algún bobo regalo o cumplido.
Estuvo a punto de perderlo todo, de perderlo a él...
—Lo peor de todo fue que ibas a morir sin haberte despedido de mí...
Su corazón, ese corazón que por varios siglos se había endurecido ahora sentía una profunda tristeza por lo que pudo haber pasado.
—¿Quién se muere sin despedirse, Idiota?, —Cerró los ojos dejando caer más lágrimas — hasta para sacrificarte eres un tonto...
Lloraba y lloraba sin poder contener las lágrimas.
— Además nunca me pediste ser tu novio, se supone que debas preguntarmelo antes de andar gritando que lo eres.
Lucas se removió un poco al sentir el peso en su pecho. Lentamente se despertó sintiéndose muy cansado.
— Eres el peor de lo pretendientes que he tenido —decía Jackson con coraje —, a pesar de que siempre rechace, tú siempre volvías con algún detalle más lindo que el anterior...
Lucas reconoció la voz de Jackson pero no quiso moverse para continuar escuchando las cosas que le decía.
—Y es irónico, por qué fue esa actitud la que hizo que me enamorara de ti... — apretó la camisa de Lucas — ...así que jamás vuelvas a darme un susto así, no vuelvas a intentar sacrificarte por mí, si algo te pasará yo no podría seguir y...
Fue en ese instante que pudo recordarlo todo.
★★★
Sé que tarde demasiado.
Pero aquí está el nuevo capítulo.
Les tengo algo que decir, el día de ayer, 25 de agosto del 2023 fue el cumpleaños de Alfred, asimismo es el cumpleaños de el Verdadero Alfred. A él no le gusta mucho celebrar su cumpleaños, así que pensé en regalarle un maratón de está historia.
Debo admitir que si no fuera por él y por el apoyo de ustedes está historia jamás habría existido. Así que si gustan felicitarlo, pueden desearle un buen día en este capítulo. Estoy seguro que el los leerá.
¿Qué les pareció el capítulo?
¿Notaron la referencia a la declaración de Jackson del capítulo 23 del primer libro?
No me queda más que felicitar a la personita más especial que existe en ese mundo, a mi Alfred. Feliz cumpleaños Al, te quiero.