Capitulo 18 Tiempo

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La nieve comenzó a caer sin intención de detenerse, cubriendo todos los árboles con una fina capa blanca. Y en medio de la tormenta la luz de la luna se colaba entre las nubes, creando un paisaje hermoso, en otras circunstancias por supuesto.

La manada de Alexander ya había aceptado su destino, morirían defendiendo su territorio, morirían defendiendo el legado de los que ya no estaban. Eran al rededor de treinta y dos Lobos contra la manada más numerosa que hayan visto jamás.

Beth tomó un un arma, no era una experta disparando, pero al menos no moriría de forma fácil.

Porque si, Beth había aceptado que ahí se había acabado todo, ella pudo irse, pero algo dentro de ella le decía que no podría vivir sin Alexander, que su vida no sería igual y perdería a la única persona que la amaría hasta el final.
          Beth se Tomó el tiempo para decirle a sus padres que les quería, además de mandarle un mensaje a Selena, pidiendole que no se metiera en problemas y que le iba a extrañar.
          Después de eso, la morena apagó su celular y salió con los demás al exterior de la mansión.

No es necesario decir cómo se encontraba Alexander, el Alfa se encargaría de proteger a Beth aunque muriera en el intento. Sin embargo, el Alfa ya sabía lo tenía que hacer.

No paso mucho tiempo hasta que Scott apareció, y momentos después un inmenso número de Lobos rodearon la mansión, debían ser arriba de doscientos, sin contar al grupo de Deltas atrás de Scott.

El lobo pelirrojo descubrió sus colmillos cuando vio a la Loba gris al lado de Alexander.

Sarah se erguía sintiendo su mundo desmoronarse, su otra mitad le rogaba que corriera hacia Scott, que le besara y se entregará a él, después de todo él era la pareja que la Luna había destinado para ella. Sin embargo, su parte racional le decía que luchara, que luchara por su familia, por su manada; que defendiera a los suyos sin importar que el amor de su vida fuera la amenaza. Esa lucha estaba matándola por dentro, la bestia en su interior aullaba de dolor.

El tamaño de Alexander era imponente, pero sin duda Scott era más grande y fuerte, y no habría manera de que Alexander ganara en una pelea uno a uno.

Isabella y Mouse entraron en escena, y con ellos una decena de Vampiros. Los únicos que habían decidido honrar la alianza que tenían con los Licántropos.
         Isabella no quiso obligar a nadie a venir, la Vampira sabía que tenían muchas probabilidades de no volver.

Roy y Mouse se miraron por un instante, Roy ya se encontraba en su forma de Lobo, listo para pelear y defender a su pareja de cualquier peligro, ambos tenían muchos planes por delante, así que prometieron sobrevivir, aunque no podían estar seguros de poder cumplir esa promesa.

De pronto una enorme barrera cayó, rodeando la mansión, había pocas personas que podían conjurar un hechizo así, y afortunadamente Julissa era una de ellas, la Bruja ya se había enlazado a la manada, ahora su poder corría por cada uno de los Lobos, esa sería el mayor apoyo que podía dar en esas circunstancias, curaría sus heridas al instante, además de fortalecer a los Vampiros, haciéndolo temporalmente inmunes al veneno de Licántropo.

Mientras que Ofelia y las demás Brujas seguían conjurando protecciones y hechizos trampa al rededor de toda la mansión.

Scott observó con odio la barrera, se acercó lo suficiente para que Alexander le escuchará.

—¡¿Dices ser un Alfa?! ¡Y aquí estás econdiéndote entre Brujas y Vampiros!  —Su manada se preparó para atacar— ¡No eres más que un cobarde!

Alexander intentó calmarse, no iba a caer en esas provocaciones.

—Arreglemos lo que quedó inconcluso la última vez, ¡Tú y yo, sin que nadie se interponga!



CAOS Libro 2Where stories live. Discover now