Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
Palabras: 1255.
11.- Madre
Dejó a Penny cerrando algunas fechas y peleándose con la agenda en la suite. Tenía algo importante que hacer, no podía posponerlo más, la cena con los amigos de Penny le había hecho ser plenamente consciente de ello. Decidido cruzó la puerta de la sala de juegos y accedió a la zona VIP quitándose las gafas de sol, había elegido un maquillaje más discreto que el habitual, se sentía prácticamente desnudo. La vio sentada en la mesa de póquer con expresión relajada, era imposible averiguar si la mano le era o no favorable. Se plantó a su lado captando la atención de sus compañeras de juego.
—Hijo, ¿qué haces aquí?
Jagged arrastró una silla y se sentó a lado de su madre aprovechando para ver qué mano llevaba.
—He venido a vigilarte para que no dejes sin blanca a ninguna pobre mujer.
—¿Este es tu hijo, Mandy?
—Eso dicen por ahí —contestó dejando las cartas boca abajo sobre el tapete verde de la mesa—, aunque no se parece demasiado a mí.
Las observó apostar sin que les temblase el pulso por la cantidad de dinero absurda que iban a malgastar. En realidad no debería importarle, al fin y al cabo no era su dinero. Además, él tampoco era el mejor ejemplo de gastar con cabeza y ahorrar.
Su madre ganó, Jagged ya lo esperaba, sonrió mientras recogía sus ganancias.
—Señoras, ahora que han acabado la partida me llevo a la vencedora.
Ninguna de aquellas mujeres protestó ante la idea de no perder un euro más, su madre, en cambio, protestó ligeramente pero le permitió guiarla al exterior. La sala de juego estaba muy cerca del hotel, no hubo intentos de fuga ni una sola palabra hasta que se cerraron las pertas del ascensor.
—¿Qué es lo que pasa?
—Quiero presentarte a alguien especial.
—Espero que no sea una modelo esquelética de esas que perseguías para molestar a Penny.
—Mamá, por Dios...
—Cielo, tienes a una mujer increíble a tu lado, no vayas a cagarla.
—Menudo concepto tienes de mí —farfulló lanzando un bufido molesto. Metió la llave magnética en la cerradura de su suite y empujó la puerta con decisión—. Anda, entra, te va a gustar.
Penny estaba sentada en su rincón, con los auriculares puestos y la mirada clavada en la pantalla del móvil, tan concentrada que ni les había oído entrar. Jagged se sacó el móvil del bolsillo y escribió un «¿tan interesante es eso que estás viendo?» que le hizo alzar la vista al entrarle la notificación. Se quitó los auriculares, bloqueó la pantalla y abandonó el móvil sobre la mesa.
—Lo siento, no os he oído entrar —musitó recibiendo con naturalidad el abrazo de la madre de Jagged—. Me alegro de verte.
—Mamá —llamó el músico moviéndose con fluidez hasta plantarse junto a Penny—. Te presento a mi futura esposa si es que no se arrepiente antes de que llegue el día de la boda de su decisión.
—No me estarás tomando el pelo, ¿verdad?
—Va muy en serio.
—Es cierto, Amanda —corroboró Penny—. Vamos a casarnos.
—¿Me vais a dar nietos? —preguntó abrazando a Penny con fuerza.
—Echa el freno, madre. Ya tienes un nieto, sin presión, ¿entendido?
Asintió dispuesta de dejarlo pasar por el momento, pero decidida a poder conocer a la preciosidad de bebé que podrían tener, casi podía ver su piel morena, los ojos vivos y curiosos mirándolo todo y lo amado que sería.
—¿Ya tenéis fecha?
Intercambiaron miradas, Jagged disintió.
—No, tenemos la agenda demasiado llena ahora mismo —le contestó a su madre.
—Vosotros sois más importantes que una agenda.
—Encontraremos tiempo —aseguró Penny.
—De cara al año que viene seguramente —añadió Jagged encogiéndose de hombros. Cuando parasen quería tener por lo menos un par de meses para dedicarse a ellos mismos no unos días entre compromisos y conciertos—. Por ahora nos dedicaremos a ir pensando en algunos detalles.
El móvil de trabajo de Penny sonó interrumpiendo la conversación, con gesto mecánico miró la pantalla y sonrió.
—Lo siento, es importante, tengo que contestar.
Jagged asintió, ella descolgó y salió de la suite, seguramente, para encerrarse en la suya hasta que acabase de hablar con quién demonios fuera.
—¿Conoces a su familia? —preguntó la mujer una vez estuvieron a solas—. Tenemos que quedar todos y organizar una buena...
—Mamá, Penny no tiene familia. Sus padres murieron en un accidente cuando era una cría y Karim hace unos años —la interrumpió, sabía que lo mejor sería que se lo explicase ella, pero no quería que le sacase el tema con aquella brusquedad—. No presiones.
—¿Y quién la va a ayudar con las cosas de la boda?
—Si necesita algo lo pedirá, déjala, es adulta.
—Pero hijo...
—Por favor, déjala moverse a su ritmo, sabe que estás ahí si te necesita, deja que sea ella quien recurra a ti.
—Parece que te asuste que se eche atrás si empezamos a organizarlo.
Jagged puso los ojos en blanco.
—Me preocupa que se sienta presionada —declaró con paciencia—. Mamá, Penny tiene su propio ritmo, hay cosas que la asustan, además, está acostumbrada a hacer las cosas por sí misma. Cuando quiera algo lo pedirá, sabe que no está sola, que siempre te va a tener a ti.
Pareció pensárselo. Su madre llevaba años deseando que le pidiera matrimonio a Penny, estaba seguro de que había planificado esa boda al milímetro un millón de veces. Sin embargo, en el mundo real eran ellos los que tenían que planearlo y ella tendría que aceptar que opinaran diferente.
—Cariño... ¿por qué demorarlo hasta el año que viene? —Le acarició el brazo con afecto—. No sé cuánto tiempo lleváis como pareja, pero he sabido que esto pasaría desde el día en que me abrió la puerta de esta misma site. De verdad, ¿por qué esperar más?
—Porque necesitamos tiempo para nosotros, no un par de semanas entre compromisos. Tal vez demos la vuelta al mundo... No lo sé, pero no quiero estar pensando en el concierto de aquí o de allá. Quiero que tengamos el tiempo de calidad que Penny se merece.
—Lo entiendo. Mientras tanto puedo ayudaros con la lista de invitados.
—Va a ser algo muy pequeño, nada de una lista absurda de persona que no nos importan en absoluto.
—Espero que en esa lista reducida no esté el cerdo de tu ex-productor.
—Por supuesto que no.
Penny entró de nuevo en la suite, parecía contenta, suponía que eso significaba que el contrato para el programa de televisión iba sobre ruedas.
—Ahora que has vuelto ¿Qué os parece si nos sentamos y hablamos un poco sobre esto? —sugirió Jagged.
Se acomodaron en el sofá.
—Me alegro mucho de que hayáis decidido dar el paso.
—Bueno, era el paso natural —musitó Jagged.
—También inesperado —añadió Penny con una suave risita.
Le encantaba verles juntos, su amor era evidente, casi palpable. Lo que había entre ellos era diferente a lo que había observado entre su hijo y sus otras parejas, incluso con Anarka. Recordaba mirarles a veces buscando esa intensidad de emociones que no parecían ser capaces de lograr si no estaban discutiendo. Penny no sólo era una mujer hermosa, también era madura, dulce y bondadosa. La hacía muy feliz que hubiese sido la elegida.
—Os ayudaré con todos los preparativos mientras trabajáis —aseguró la mujer—. No os tendréis que preocupar por nada. Y cariño —continuó tomando la mano de Penny—, cualquier cosa que necesites me la puedes pedir.
—Muchas gracias, Amanda.
Continuará
Notas de la autora:
¡Hola! Y con la madre de Jagged sabiendo que van a casarse ya es cien por cien oficial. Con este capítulo damos fin a la primera parte de la historia, ahora empezarán las curvas.
En unos días más.