Agarrense bien, pq esta mierda si esta larga.
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LA JAURÍA FAVRE
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ADARA STONE
La bruja saca una de las piedras de brasero con su pinza y aprieto los dientes cuando la deja caer sobre mi vientre. Aguante mi quejido de dolor porque ya me he acostumbrado. Posiciona las cinco piedras formando un círculo alrededor de mi ombligo.
—¿Estás segura de que no dejara rastro, Evamora?—Pregunta Ravena a la anciana bruja.
—Por supuesto, Ravena, el fuego lo cura todo— Responde. —Las runas desaparecerán en unas horas… ¿Pero se aseguraron que funcionara?
Ravena esboza una sonrisa y me mira con un brillo de orgullo, pero más que obvio que no estaba orgullosa de mí, sino de ella.
—Adara dará a luz a un hijo de la Alfa Suprema, eso es seguro—Dice. —Hiciste un buen trabajo, Evamora.
Ella camina hacia uno de los estantes de la habitación donde tenía su paga, mientras que la bruja comienza a su ritual antes de quitarme las pierdas cuadradas. Al terminar me levanto, y voy directo al espejo grande, para observar mi piel.
En ella había runas, las mismas de hace un mes, pero pequeñas y ahora parecían cicatrices que poco a poco se desvanecían. Veo como Ravena le entrega a la bruja una bolsa pequeña de una tela negra.
—30 diamantes, como lo acordamos—Dice ella con una sonrisa. —Gracias por tu ayuda, amiga.
Ambas se despiden con un amoroso abrazo. Comienzo a vestirme, el sol estaba a punto de ocultarse y debía a alistarme para lo de hoy. Deslizo por mi cuerpo con delicadez mi vestido azul marino.
—¿Cree que Jessica llegara hoy, Luna?— Le pregunta a Ravena.
—Lo dudo mucho— Masculla con leve destello de satisfacción.— Mi hija siempre ha sido de desaparecerse por semanas y no sabemos que le dijo esa zorra para alejarla de nosotros. Pero si te soy sincera, es mejor que no aparezca en la reunión de hoy.
No pregunto, porque no me dirá la razón, así que solo asiento, con una punzada en mi pecho, ya van dos días que no la veo y eso me está matando.
Escucho que llaman a la puerta, y un leve escalofrío llena mi cuerpo. Ravena va a abrir, dos guardias con uniforme negro entrar con una caja. Ella pide que me acerque, y cuando veo el contenido de la caja, me petrifico de la emoción.
—La Alfa Liayh, además de ser una excelente prodigio en la poesía, también le gustaba mucho la orfebrería—Explica, rozando la joya con la yema de sus dedos. —Empezó a hacer esta tiara a los 12 años y la terminó dos días antes de su muerte con la esperanza de dársela a su luna algún día, es una de las reliquias Favre más importantes. Y estoy segura de que le honraría mucho que tú la usaras.
Los detalles son impresionantes, la mezcla entre la plata y los zafiros me parecen lo más bello que haya visto. Intento tomarla, pero Ravena se interpone.
—Adara, quiero que hagas las cosas bien, por eso yo te guiaré por el buen camino. Tenemos el mismo objetivo— Masculla con ferocidad.—Pero quiero que sepas que haría todo para que mi hija cumpla su propósito como Alfa Suprema, si te rebelas y no eres la Luna consorte que merece Jessica… yo te mataré.
No reconozco ese tono en ella y nunca pensé que sería capaz de amenazar a alguien, fingía tan bien ser indefensa, pero causa el mismo efecto en mí, como si esas palabras salieran de la boca de Jessica. Así que no pongo en duda que ella lo haría.
Me siento fría y asustada, pero asiento de igual manera. Y en ese momento, ella me deja usar la tiara.
Necesitaba aire después de tantas emociones, extrañaba tanto a Jessica y los síntomas del embarazo me tenían más sentimental de lo común. Como híbrida omega, tengo más hormonas que una humana y es insoportable como necesitaba de mi Alfa.
Lastimosamente, debía ayudar a Ravena en los últimos detalles para la reunión.
Mientras le ordena a las sirvientas como acomodar las sillas, notó a Alessa Favre, esa alfa que tiene como cinco cónyuges, no prestarle atención a los llamados de Ravena.
—Diosa, se ha comportado como una auténtica cretina desde que Victoria sigue en el tratado Triqueta y no la dejan verla—Exclama ella, molesta— No se ha alistado para la reunión y está apestada a alcohol.
Ravena necesita a Alessa, ella es la alfa más respetada después de Jessica, su opinión influye en los otros alfas Favre notoriamente porque fue en la mentora de mucho de ellos.
La necesitamos para atacar a Diana.
Me excuso con Ravena para ir tras ella, me había asignado a un guardia para que me cuidara, así que no tuvo problema en dejarme ir. Uso con cautela mi poder para escuchar más allá que un licántropo normal y la encuentro en el balcón del ala oeste, refunfuñando sola.
—Espérame aquí— Le ordeno al guardia y él asiente.
Entro al balcón, Alessa miraba el bosque con el rostro tenso. A pesar de que tiene 100 años, no los aparentaba, gracias al gen de la licantropía en alfa. Según entiendo, era hermana menor de la difunta Liayh y hermana mayor de Michael, el padre de Jessica. Su cabello rubio, distintivo de los Favre, estaba desordenado y mal cuidado.
—¿Qué quieres, muchacha?—Cuestiona de mala gana.
Tenía una botella de Whisky en la mano.
—Ayudarla. — Voltea verme, con la mirada endurecida. —Me parece que su actitud no es digna de un Favre. Vagar por el castillo borracha puede dar de que hablar a los sirvientes.
Al oírme esboza una risa burlona y toma un sorbo de su botella antes de hablar. Me mantengo firme, con mis manos entrelazadas, sin dejar que vea que le tengo miedo.
No pueden hacerme nada, estoy embarazada.
—¿De verdad te crees la dueña de castillo?—Pregunta en un tono grave, tanto que parece estar a punto de transformarse. —Eres una estúpida si piensas que tener un hijo de Jessica en tu vientre te da el derecho de hablarle así en un Favre de sangre.
—Este no es solo un hijo, es el primogénito de la Alfa Suprema. Los brujos de la Alianza dicen que su primogénito ser incluso mejor ella para gobernar.
—Bastardo será. Conozco muy bien la bruja que te ha visitado las últimas semanas—Dice con una sonrisa. —Evamora, bruja de la fertilización y la magia roja, gracias a ella puedo tener hijos con mis esposas. No sabes lo que te espere cuando mi sobrina se entere de que le robaste su sangre sin su consentimiento para formar un bebe en tu vientre a base de hechicería. Estarás jodida, te matará a ti y a tu puto primogénito.
—Ella no lo hará…
—¿Por qué no? ¿Por qué te ama?—Suelta una carcajada. —Déjame decirte algo, muchacha, la razón por la que Ravena te eligió es porque sabe que Jessica no te ama y no lo hará nunca. Se dice que los Favre tenemos una maldición, no amamos a nuestras Lunas por naturaleza y que un alfa se enamore sin ayuda es muy raro, pero cuando lo hace, solo es será ella por el resto de la eternidad, nos someten y haremos todo para protegerla, aunque sea por una migaja de amor, para mí es Victoria y para Jessica es Diana Ayleen.
Me acorrala contra el barandal del balcón.
—Mi hermano, el padre de la Alfa Suprema, se enamoró de una bruja que no puede tener y eso tiene a Ravena tan podrida que se refugia en la burocracia de la Alianza y en su hija, que gracias a ella esa loca tiene tanto poder que se le desparrama por las manos. — Masculla. — Créeme que si se presenta la oportunidad, Jessica elegirá la vida de Diana Ayleen sobre la tuya y el bastardo Favre.
Trata de salir del balcón, pero no la dejo, tomo su brazo con fuerza.
—Guarda mi secreto, y yo te diré que debes hacer para recuperar a Victoria— Vocifero con seguridad. Ella me da una mirada escéptica. —Como todo lo que ha pasado en la Alianza, la culpable aquí es Diana Ayleen.
—¿A qué te refieres?
—Tu esposa no es prisionera del tratado triqueta, John trabaja para Diana—Explico. —Si no me crees, Vicente te lo dirá todo, ella hizo una fiesta de celebración mientras que Victoria se pudría en una celda. Ella es un demonio, al igual que su hijo Cyprian y tienen a Jessica embrujada, compréndelo. —El rostro de Alessa se tensa— Y si dejamos que ella gane, como bien dijiste, Jessica dejara que haga lo que quiera con la Alianza por una migaja de su amor.
—Me vale un carajo la Alianza si Victoria no está a mi lado.— Cuando trata de irse, tomo su brazo con ambas manos. —No le creo nada a zorras mentirosas como tú.
Las calumnias hacia Diana brotan sin control de mi boca, y puedo notar el efecto que surgen en Alessa, como sus ojos se tornan más y más amarillos, la rabia abunda en su cuerpo. Está a punto de atacarme.
—Diana Ayleen obligó a Victoria a matar al hijo que lleva en su vientre ¡Tu hijo! Y ahora la tiene pagando un crimen que no fue su culpa ¡Es un monstruo!
Ella frunce su ceño, y sé que di en el clavo, porque Alessa nunca lo dijo, pero cuando Cyprian lo descubrió se lo contó a Jessica y yo lo escuché. Se suelta de mi agarre de un manotazo y sale de lugar.
Esboce una sonrisa.
Sé que ella sabrá darle lucha a Amina y Cyprian, y si ellos caen, matar a Diana será tan fácil.
##
DIANA AYLEEN
Cuando las puertas se abrieron, y vi el imponente castillo, aquel que una vez fue y pensé que sería mi hogar por la eternidad, ya no lo sentía así. Tal vez por las circunstancias, pero sé que no me dirijo a una cena amistosa, sino a un juicio, con un verdugo de por medio.
Pero sé que si logro convencerlos, puedo tener a un poderoso aliado para derrotar al Orbe Negro y a Rhea.
Cyprian se posiciona a mi lado, está nervioso, pero trata de no aparentarlo. De mí sale una sonrisa completamente sincera, y me giro para mirarlo. Él posa sus hermosos ojos celestes en mí cuando tomo su mano y la envuelvo con las mías.
—No tienes que hacer nada que tú no quieras y no le debes disculpas a ese imbécil—Le aseguro. — Recuerda, jamás bajes la cabeza ni en la derrota o la victoria, mi pequeño gran brujo.
Siento a Amina a mis espaldas, entonces la miro a ella.
—Y tú, compórtate—Le ordeno, ella frunció el ceño, ofendida. —Dejamos a Atlas en la mansión porque es el que tiene menos autocontrol, pero el tuyo tampoco es mucho. Así que, no caigas en provocaciones.
Rueda los ojos.
—Bien. —Suelta con resignación.—Pero no soporto a los Favre, son unos engreídos con complejo de dioses ¡Carajo, se siente genial poder decirlo al fin!
Una chica nos guía al salón; cuando dije que nos dirigíamos a un juicio, no pensé que sería tan real. Las enormes mesas estaban posicionadas como la mitad de un cuadrado y solo ocupaban un lado de la mesa, para que todos puedan miran el centro del lugar.
Y en el “estrado” se encontraba Ravena y Michael, junto a Adara. Se encontraban todas las lunas y Alfas que gobernaban las provincias del mundo.
Busco entre las personas a Jessica, pero no la encuentro. En mi estómago se genera un vacío, y paso saliva. Los tres saludamos y nos sentaron a dos mesas lejos de Ravena. Carlos y Nik al vernos, se levantan y en contra de Ravena y vienen a sentarse al lado de Cyprian.
Al iniciar la cena, no pude probar un bocado de la comida, todos los ojos estaban puestos en mí, listos para juzgarme.
De repente, reconozco a las gemelas vampiras, Mei y Eim, junto a su madre Naomi, quien parece evitar mirar a Amina. Les sonrío, pero ellas me hacen una mueca de desagrado y comienzan hablar entre ellas.
—¿Qué dicen?—Le pregunto a Amina. Ella las mira, y aprieta los labios. —La verdad.
—Que eres una zorra bruja mentirosa y solo te faltarían cuernos para ser un demonio completo. —Susurra, tensa.— Pero yo me encargaré de ponértelos.
Abro mi boca, completamente ofendida y ellas sueltan una risita de burla hacia mí.
—Paliduchas sin gracia.—Suelto una sonrisa de victoria cuando escucho sus chillidos.
—¡Cyprian!—Todos se callan cuando Ravena habla.
El sobrino de Jessica, Jace, estaba parado a su lado con una sonrisilla estúpida. Ravena señala el punto medio de semi cuadrado. Relamí mis labios, y yo me levanto junto a él. Amina va con nosotros, cuidándonos las espaldas.
—Mi hijo actuó mal ante las provocaciones de Jace, sí, pero no es justo que solamente él se disculpe— Hablo de forma calmada. —¿Quién no explotaría de esa manera cuando llaman puta a su madre?
El joven rubio, baja la cabeza, levemente sonrojado por la vergüenza.
—Diana, tú no estabas en ese momento, y Cyprian pudo mentir sobre los sucesos para su beneficio— Señala Ravena, cínicamente.
—Conozco a mi hijo, Luna Ravena, y él no sería capaz de hacer tal cosa— Dije. — Pero lamentablemente, quien me narró los hechos fue la Alfa Suprema y ambas estábamos de acuerdo que un castigo para los dos era lo correcto. Y si mi hijo debe disculparse por golpearlo, él me debe una disculpa a mí por llamarme de esa forma tan vulgar y a Cyprian por insultarlo sin motivo alguno.
—¿Disculpa? —Grita una mujer, Antonella, la madre del chico. —Mi hijo es un Favre de sangre puro. No como el bastardo...
La interrumpí. Jessica y yo practicamos muchas veces la respuesta para esto, de hecho, ella me enseñó como defenderme de la jauría Favre, si en ese momento ella no estaba ahí.
—Mi hijo no es un bastardo, la Alfa Suprema le dio su apellido, reconociéndolo legalmente. Acta que fue firmaba de por ella, frente la corte de los alfas y la misma Luna Ravena, Cyprian es hijo de Jessica Favre— Exclamo. —Y si Jace fuera un Favre puro, sabría que está estrictamente prohibido atacar a alguien de la Alianza que no haya sido declarado como traidor antes, lo dicen las leyes, escritas por el Alfa Gabriel Favre y Kahnara Cavalier, cuando este castillo apenas tenía dos columnas de piedra.
Ravena parece sorprendida de que yo supiera eso, al igual que todos los presente, y aprieta el tenedor en su mano.
—Estoy dispuesta a pasar por alto este juicio contra mi hijo sin la presencia de la Alfa Suprema, si olvidamos las disculpas y ambos prometen que no volverá a ocurrir.— Sugiero.
La luna se torna sombría, y eso me causa escalofríos, pero asiente. Me giro a mi hijo, alentándolo.
—Lo prometo— Vocifera con fuerza.
Ahora miro al joven, sus ojos mostraban su instinto de Alfa, estaban encendidos, pero cuando Ravena lo mira, él solo se rinde.
—Lo prometo— Dice Jace.
Mi garganta está seca, y mis manos inquietas, ya que se forma un silencio de cementerio. Entonces, me doy cuenta de que mi victoria no les gusta a los Favre, porque me miran con odio y resentimiento.
—Respecto a sus inquietudes...—Fui interrumpida por los gritos de un alfa.
—Decían que estaba muerta, pero revivió, algo que solo haría alguien que practicara la magia negra.
Se levanta otro.
—¿Por qué escucharíamos a la mujer que fingió ser Luna Suprema? ¡Además, tuvo el atrevimiento de traicionar a la Alfa Suprema con una simple guardia! ¡Sí es una zorra bruja!
Tengo que tomar el brazo de Amina para que no se le lanzara encima. Ravena está atenta y extasiada por la reacción de la híbrida y ordena disimuladamente a los guardias que preparen sus ballestas con estacas.
—Eso nos concierne a Jess... A la Alfa Suprema y a mí—Me defiendo. —Discutimos las preocupaciones que tienen ustedes respecto a nuestro regreso. La Alfa nos permitió establecernos en una mansión, lejana a los aliados y al castillo, es transitorio y cuando tengamos la oportunidad nos largaremos. No está en nuestros planes poner en contra a los aliados...
—¿Es cierto que usted y su hijo son demonios, señorita Diana?— El grito nos hace voltear a los tres.
Alessa Favre había entrado al salón, y detrás de ella, una tropa de guardias, cuento unos 50, seguramente de su manada, que la obedecen solo a ella. Camina hacia mí, con un largo y puntiagudo trozo de ónix. Estoy segura de que lo sacó del estudio de Jessica.
Rápidamente, protejo a mi hijo con mi cuerpo, y Amina da un paso a adelante, y los licántropos de Alessa la apuntan con las ballestas.
—Amina, no —Le ordeno, antes de responder a Alessa.— No pienso responder preguntas sin la Alfa Suprema presente. Solo ella nos puede juzgar.
—Pero no sería un juicio justo, ¿Verdad?—Cuestiona. —Aunque al parecer ha dejado el puesto, son escasos los días que para aquí ¡Y ahora permitió que dos demonios entraran a la Alianza! ¡No hace su trabajo bien!
—¡Son mentiras!—Grite. —Usted no puede acusarnos a mi hijo y a mí de algo sin fundamentos.
—Pruébalo—Me reta con frialdad, alzando el ónix hacia mí. —Nuestro linaje ha prohibido la magia demoniaca desde que la alianza se fundó, pero Nara nos doy indicaciones claras: Si uno se infiltra, el ónix lo mandará directo al inframundo.— Me apunta con su mano libre. —¡Y hay dos justo aquí, conviviendo con nosotros!
Cyprian y Amina estaban tensos y enojados. Cuando mi hijo da un paso adelante, lo abrazo con desesperación.
—No, no, tranquilo, por favor—Le ruego con un nudo en la garganta.
—¡Si fuera así, mi hija ya la hubiera matado hace tiempo, Alessa!—Grita Ravena. —Para con esta farsa y de injuriar a mi hija ¡Eso es traición!
La alfa la mira con una mueca de furia.
—¡Deja de actuar como alfa, Ravena, cuando solo eres una simple luna! — Rugió. —¡Tu hija se ha vuelto débil! ¡Ya no sirve como Alfa Suprema! ¡Y por culpa de este demonio y su engendro que vinieron destruir la alianza!
Veo como se abalanza en dirección a Cyprian, con la estaca de Ónix. Amina la empuja, pero no lo pudo evitar. Desvío la estaca con mis manos, Alessa logra hacerme una fisura en la frente con la punta de esta
Entonces, una larga línea de sangre recorre mi rostro y tengo miradas horrorizadas sobre mis manos, en las quemaduras graves que me provocó el ónix.
Alessa levanta la estaca nuevamente, pero Cyprian se la arrebata con magia y la estrella contra el suelo. Amina se le lanza encima y Cyprian le rompe en cuello a dos licántropos de la tropa de Alessa que venían por mí. En ese momento, un guardia de la Alianza acciona su ballesta, sin la orden de Ravena, y le da justo en el estómago a mi hijo.
—¡No!— Evito que caiga de rodillas y rápidamente le quito la estaca, cubro la herida con mi mano, para que no vean que está sanando.
Los guardias no deja que Nik y Carlos se acerca a nosotros. Y entre 20 licántropos de Alessa quitan a Amina de encima de ella, porque la híbrida está totalmente descontrolada, tratan de inmovilizarla, pero poco a poco van cayendo y ni uno solo le tocan un cabello.
—¡Déjala! ¡Si fueras una verdadera Alfa, pelearías sola con ella y no te protegería tu manada!—Le grito a Alessa.
La alfa Favre, hermana de Liayh, la mujer que ame con toda mi alma, desenvaina de su cinturón, una daga negra… de ónix. Viene por nosotros, y yo, nuevamente, protejo a mi niño. Si ataca a Alessa, Cyprian quedaría nuevamente como un traidor, y eso no lo voy a permitir.
—No sé qué mierda le dijiste al amor de mi vida para que hiciera esa atrocidad…—Masculla con los ojos completamente amarillos. No sé de qué habla. — Pero te haré pagar cada palabra que salió de tu sucia boca.
Veo como una mano atraviesa su cuello, arrancándole la cabeza de un movimiento. El cuerpo de Alessa cae a un lado, que casi puedo jurar que también estaba partido en dos. Jessica se muestra, con los ojos amarillos, completamente tensa y con su cabello rubio cubierto de la sangre de su tía.
Su mirada se suaviza un segundo cuando me analiza preocupada, pero yo asiento.
Alza sus ojos amarillos hacia su familia y lanza la cabeza de Alessa frente a su madre, de su puño gotea la sangre de su tía, lo cual me parecía irreal. Ayudo a Cyprian a enderezar su postura, y para ver su herida ya sana. Me giro como Amina termina con la vida de toda la tropa de Alessa.
Suelto un suspiro.
—¿Hay otro puto alfa en este jodido castillo que quiera cuestionar mi mandato y mis decisiones para matarlo a él, a su puta luna, a sus putos hijos y nietos?— Grita enfurecida, todos niegan. — ¡Mientras yo sea la Alfa Suprema y ninguno de los cobardes de mierda sea capaz de quitarme el puesto, la única con el derecho de decir que ni la mismísima Diosa puede tocarla es Diana! ¿Quedó claro o les doy otra demostración?
—¡Sí, Alfa Suprema!—Responden al unísono.
Y me fijo a quién está mirando Jessica de esa manera: A Vicente. El beta asiente y acata su orden no dicha. Con tres guardias, toman al alfa Edik, hijo de Alessa y Victoria, y a su pareja Roth, y los sacan del salón.
—Vamos, Bombón, tienes que curarte las manos—El tono que usó con su familia, desapareció cuando se dirige a mí. Me toma de los hombros.— Niño, tú también.
Hecho un último vistazo a los Favre, de la soberbia con la que me recibieron, no queda nada, cada uno de ellos, adultos y niños, parecen tener miedo de mí y de Jessica. Menos dos personas, Adara y Ravena, quienes me lanzaban miradas de un odio profundo, cada uno distinto, Adara miraba las manos de Jessica sobre mí y Ravena me miraba a mí.
Y supe quién fue quien dio la orden para atacar a Cyprian: Adara. Porque Ravena me quiere lejos de Jessica, pero necesita de Cyprian, pero Adara me quiere muerta.
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Señoraaass, se nota que no tengo nada más que hacer jsjsjs, aquí les traigo un capítulo lleno de emociones.
🩸¿Qué les pareció?
🩸Adara y Ravena las más odiadas.
🩸Entonces, el hijo no es de Jessica en sí, fue engendrado con su sangre contra su voluntad, asi que tiene el derecho de no reconocerlo. Paso lo mismo con Cyprian, el padre de Cy robó la sangre de Diana para hacer un brujo/demonio. La sangre es lo más poderoso en mi mundo y lo mencionó Jessica en black onyx.
Al poner runas de fertildad en el vientre y consumir la sangre con un par de rituales, para formar el baby desde 0 y con las caracterizticas de las madres (asi se puede embarazar las vampiras, l@s omegas con parejas del mismo genero, las brujas, etc)
Pienselo así, yo quiero un bebe hibrido salvaje, voy a sacarle sangre a Amina Bella de mi alma y yo * 🤰*. Quiero un bebe demonio, robo la sangre de diana, que tiene el gen demonio.
Le llamo: Embarzate de forma sobrenatural y magica con la dra Foxy contra las leyes de la biología basica.
Si el bebe sería engendrado Luna y Alfa de forma natural, saldría con la caracteristicas de ambos. Este saldra igualito a Adara y probablemente un hibrido omega. Como Cyprian salió igualito a su madre biologica y no a Diana.
Por eso Jessica piensa que Adara es su luna.
Una explicación culo, pero no es lo mas loco que ha pasado en la trilogía ajsjsjs.
Y JESSICA NO TIENE PITO.
Gracias x leerme, las tkm 💖.
Bye.