Campo de amapolas (TodoDeku)

De LeOkumura

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La sangre no siempre hace a la familia... tras la muerte de su padre, los hermanos Enji y Toshinori han llega... Mais

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23

Capítulo 17

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De LeOkumura

Me gustas

Respiró profundo y abrió la puerta. Su madre lo abrazó enseguida y entró a la habitación.

- ¿Has visto a Shoto?- Izuku se tensó ante la pregunta, apenas se había atrevido a besarlo y ya lo habían descubierto- no está en su habitación

-¿Y por qué estaría aquí?- rio nervioso

- Siempre están juntos- al ver la mujer que el bicolor no estaba con su hijo se encogió de brazos y acomodó la desalineada camisa del chico- me alegra que se lleven bien. Temía que no fuera así cuando llegamos.

Eso era... totalmente razonable dado las circunstancias en las que se presentaron.

El pecoso aún estaba un poco agitado por lo que acaba de suceder, así que le costaba hablar correctamente.

- Sí, somo grandes amigos- eso se escuchó raro luego de besarse desastrosamente con él.

Contrólate, Izuku

- ¿Por qué lo buscas? - preguntó con afán de no seguir hablando de qué clase de relación llevaban.

- Rei quiere una cena familiar- contestó emocionada- hace mucho que no somos solo la familia

- ¿No habrá una sorpresa o sí?

Eso de "reuniones familiares" siempre terminaban con un anuncio o sorpresita como lo de cambio de heredero o matrimonios arreglados.

- Solo es una cena... lo prometo. - la emoción de su mamá no mentía, así que se encogió de hombros afirmando que si decía la verdad iría. La mujer besó su mejilla y caminó de vuelta a la puerta- entonces cámbiate y baja en breve, por favor.

Una vez cerró la puerta, corrió al pasillo de servicio donde había dejado a Shoto para ver si aún estaba ahí, pero no. Se había ido.

Supongo lo veré en la cena... que desastre.

.

.

.

No sabía si era porque ya se habían acostumbrado a estar llenos de princesas en las comidas, o se habían desacostumbrado a comer solo ellos, pero era increíblemente incomodo.

Los cubiertos resonaban al tocar el plato de tan silencioso que estaba el comedor. Lo único no malo de ahí era Shoto y las miradas que cruzaban cada que se veían. No importaba si trataban de no ser descubiertos, una que otra provocaba sonrisas en los jóvenes príncipes, sin mencionar que, aunque tuviera sus ojos en el plato, podía sentir su mirada.

Lamentablemente se habían sentado frente a frente así que no podía tocar su mano.

De solo pensar en eso o en sus besos, se sonrojaba.

- Escuche que alguien de aquí se puso celoso de la cita de Izuku y Anagi- el rey siguió cortando su cena, ajeno a la incomodidad de su comentario.

- Enji- susurró su esposa.

- Solo quiero saber cómo van con sus obligaciones

- Mi obligación- dijo Shoto muy firme desde su asiento- no la de Izuku. Así que no lo involucres mas de los que ya hiciste.

Un silencio denso e incómodo se instaló en el resto de la mesa. Ni si quiera Touya soltó algún chiste para alivianar el ambiente, pero lo más frustrante de aquello, para Izuku al menos, era ver a la reina tratar de contener una lagrima como si eso ya fuera costumbre.

Rei inhaló profundo y soltó el aire despacio sonriendo como siempre. Por otro lado, Shoto era el último en terminar su plato, no había tocado nada desde que Enji había hablado, mantenía los cubiertos en sus manos, tan apretadas que sus nudillos eran blancos.

- Vaya que el postre está tardando- rio con suavidad Fuyumi tratando, como siempre, de aminorar el ambiente.

- Sí, creo que puedo ir a traerlo- Midoriya se apresuró a ponerse de pie y enseguida se dirigió al príncipe- ¿me ayudas?

Shoto le miró confundido, pero no tardó en caminar tras él.

No tenía ningún plan en mente al momento de retirarse de la mesa, sin embargo, a lo que podía ver, Shoto necesitaba un poco de aire no incomodo y él se lo daría.

- ¿Estás bien? - preguntó en el instante que llegaron a una distancia prudente entre el comedor y la cocina, al girarse para encarar a su "amigo" sus ojos quedaron atrapados en los suyos y en la belleza de su brillo, poniéndolo ansioso de sus labios- es que... parecía que estabas un poquito alterado.

- Ahora estoy bien

La mano de Todoroki sujetó la suya trazando círculos. Su sonrisa no tardó en aparecer y la intensa necesidad de devorar su deseo se intensificó de solo sentir su piel.

Sus ojos recorrieron de inmediato sus labios, pero una de petición de Shoto provocó que aquel deseo se convirtiese en vergüenza.

- ¿Podemos hablar de lo que sucedió? - dijo asegurándose que no hubiese alguien cerca- lo del... beso.

- Sí, claro, sí- tartamudeó y agachó la cabeza.

Le diría que no lo volviera a hacer, lo sabía. Quizá se había equivocado al besarlo. Hacerlo fue la adrenalina del momento, y aunque Shoto dijo que lo deseaba, pudo haber malinterpretado la situación; seguramente besarlo no fue lo mejor, y aun así estuvo a punto de volver a hacerlo.

Lo había arruinado. Arruinado estúpidamente.

Todoroki impidió que retirara su mano, en cambio, lo condujo hasta una de las puertas de servicio. Dentro, se aseguró de nuevo que estuviesen completamente solos.

- ¡¿Qui-quieres hablar ahora?! - pensó que lo más probable sería mejor en la mañana o en un lugar más privado.

- No- contestó en un susurro muy cerca de él, se acomodó para estar frente a frete y acarició su mejilla con ternura. - pero de verdad me gustaría besarte.

Hubo un vuelco en su corazón.
El creyó que...

- ¿tu... quieres besarme?

Se equivocó, bueno no se equivocó, o sea sí se equivocó al creer que estaba equivocado... agh no importaba.

- si tu no quieres entonces no, pero...

El peliverde se adelantó y chocó sus bocas con un fugaz beso, separándose solo lo necesario para seducir al príncipe, el cual no tardó más que una sonrisa para tomarlo del rostro y envolverlo en un hambriento beso.

Y es que, por mucho que sintiera el mismo cielo en su boca, Midoriya podía sentir la torpeza en los besos de su chico. Aquello provocaba dos pensamientos igual fuertes, por un lado lo hacía sentir ligeramente avergonzado de ser quien supiera más sobre esos temas, pero el lado oscuro de ese pensamiento proyectaba un deseo de averiguar hasta donde llegaba la inocencia de Shoto y corromperla hasta lo más oscuro de la lujuria.

Izuku se colgó del cuello del príncipe y profundizo el beso, llevando el ritmo para que Shoto no se perdiera, este bajo su manos a su cintura hasta que consiguió introducirlas dentro de la tela de su camina y acariciar su pecosa piel.

- Shoto- gimió en sus labios al sentir sus palmas irregulares.

Su lado frio causó escalofríos, pero su lado caliente, literalmente, estaba quemando su piel y lo único que podía sentir era placer por ello.

El ruido que se coló a través de las paredes fue la señal para detenerse, de no ser así no sabía si podría parar. Un hilo de saliva fue su última unión, sus respiraciones se mezclaban incluso al separarse. Al terminar de acomodarse la ropa y el cabello se soltaron a reír.

Tuvieron demasiada suerte al encontrarse a la servidumbre con la bandeja de postres antes de entrar al comedor.

- es bueno que pidieras mi ayuda- dijo Shoto ante la puerta.

- ¿ah sí? - su mirada picara hizo reír al príncipe.

- nadie habría creído que encontraste la cocina tu solo.

Midoriya supo su mano sobre el pecho y fingió indignación.

- para eso tengo mi brújula personal.

Con esa risa compartida entraron nuevo con el resto de la familia. La cena no terminó en desastre, no fue agradable, pero pudo ser peor. Y terminando, caminaron de vuelta a sus habitaciones Shoto e Izuku coqueteaban descaradamente sin importar los gestos de fastidio de Yaomomo.

- te veo mañana en la noche- le dijo el príncipe.

- de acuerdo- el peliverde se retiró de marco de la puerta para que momo ya la cerrara.

-sí, sí- dijo la chica casi corriendo al bicolor- adiós.

Lo vio marcharse en la oscuridad y finalmente entró a su habitación..

Todoroki se dejó caer sobre la cama, ni siquiera se cambió de ropa; tan solo se sumergió en sus pensamientos y cada uno de ellos gritaba: Izuku.

Desde su pecosa cara hasta su bronceado torso y, aunque nunca los había visto, sus muslos también invadieron su corazón. Ahora que sabía que era besar al chico deseaba seguir descubriendo a donde lo llevarían esas sensaciones... ese sentimiento, y no con cualquiera, con Izuku... su Izuku.

Así, la noche se volvió día; el sol lleno la habitación indicando que la hora de empezar sus labores. Sin embargo, lo que lo hizo darse cuenta de ello fue la llegada de Momo, la miró sorprendido de verla ahí puesto que ahora pertenencia a la guardia de su "amigo"

- Midoriya me mandó para darte esto- contestó la chica a su pregunta silenciosa y le mostró una preciosa amapola carmín- y solo para información de ambos, es la primera y última vez que haré de paloma mensajera.

Shoto técnicamente saltó de la cama solo para tomar la flor entre sus manos.

La miró con detalle mientras que Momo le pedía que bajara a desayunar a tiempo. Ni siquiera se dio cuenta de cuando se fue, solo continuaba viendo la flor y al olerla de inmediato relacionó el aroma con Izuku. Lo cual era estúpido ya que Izuku no olía amapola, pero de alguna manera u otra compartían la misma esencia, como si ambos fueran bañados por el sol y regados con lagrimas de una diosa.

Todoroki sabía que Midoriya no estaría en el desayuno de aquella mañana, sin embargo eso no lo detuvo a decepcionarse al no verlo; hasta donde el bicolor tenía entendido, su "amigo" pasaría su cita a las primeras horas del día para reponer sus lecciones con Aizawa en la tarde, por lo que, descaradamente, tomó el camino largo a su cita en ese momento.

Se asomó por varios salones de estudio sin tener éxito, temía no verlo antes de salir, pero justo cuando estaba por darse por vencido, el instructor pelinegro salió de la biblioteca principal e indicando a su alumno que no tardaría en volver.

Shoto se escondió detrás de un pasillo para que al cruzar el pelinegro corriera hacia donde el chico.

Midoriya leía muy concentrado unos escritos, sus ojos estaban entrecerrados y su nariz se arrugaba como la de un conejo. Miró que no hubiera nadie y se deslizó en la silla frente del peliverde.

- Todoroki- dijo sorprendido de verlo.

- ¿Todoroki? - Shoto cruzó los brazos sobre la mesa e inclinó la cabeza sobre ellos, indignado de cómo le llamó, miro hacia otro lado para un poco mas de drama.

- Shoto- se corrigió, con su pluma quitó un mecho de pelo de sus ojos para que lo mirara- ¿qué haces aquí?

- quería verte.

Izuku era muy lindo cuando se sonrojaba y se ponía nervioso.

- ¿y-y no se te o-olvida algo pendiente? ¿algo que hacer ahora?

cierto, pensó.

Volvió a fijarse que no hubiese nadie. Shoto se estiró desde su lugar y plantó un beso en la comisura de los labios del peliverde. Su precioso rostro paso por diversos colores antes de llegar a uno pálido.

- yo...me... yo me refería a tu cita

- oh- se había olvidado de eso- no llevo prisa

Se iba a animar a darle otro beso, sin embargo, la presencia del pelinegro lo interrumpió.

- alteza, no es su hora de estudio- dijo refiriéndose a él. Izuku escondió su sonrisa detrás de un libro- por favor respete mis lecciones.

- sí, señor.

Shoto se levantó de la silla viendo como su "amigo" se burlaba calladamente de él. El mayor lo siguió con la mirada hasta la salida de la biblioteca y no tuvo más que resignarse a salir de allí, no sin antes imitar un gesto que había hecho el peliverde: mover sus labios para que los leyera.

"en la noche"

De esa única manera continuó con su día sin la compañía de Izuku, con cada hora, cada minuto, cada segundo esperando a que la luna ocupara el lugar del sol y poder ver al pecoso.

.

.

.

Respiró profundo y alisó su camisa antes de abrir la puerta, sin embargo al primer paso fuera de la habitación la melena verde de Izuku se asomó por el pasillo provocando que se asustara.

- Hola- dijo el chico ajeno a su sorpresa.

- hola- Todoroki miró a ambos lados del pasillo y arrastró a su "amigo" dentro de su habitación- ¿cómo es que llegaste?

El pobre chico no sabía ni el camino a los establos, así que ¿a quién le había pedido traerlo?

- yo...amm, ¿recibiste mi regalito? - Izuku bajó la mirada con las manos tras la espalda y arrastrando su pie en el suelo- bueno... me daba un poco de vergüenza pedirle a Momo que me enseñara como llegar, así que la seguí cuando lo trajo.

- ¿De todos los lugares en el castillo, te aprendiste el camino a mi habitación?

Su pregunta iluminó la cara del peliverde en un rojo intenso. Aquel, hecho, aquella afirmación silenciosa retumbó en su pecho.

De todo el castillo...

Izuku siempre pedía su ayuda para llegar a cualquier lugar, incluso a su propia habitación ¿significaba que realmente tenía mal sentido de la orientación o solo le gustaba estar con él?

- yo puedo irme y esperarte en mi habitación si te molesta- dio dos pasos hacia atrás cuando el bicolor tomó su mano. Lentamente caminaron hacía la cama y se sentaron sobre ella, uno enfrente del otro.

Tras el silencio que los envolvía Izuku habló.

- tu habitación es más grande- Todoroki lo imitó mirando a su alrededor.

- Sí...- Mas grande... más sola

Esto lo estaba matando. Midoriya siempre sabia de que hablar y ahora le estaba dejando toda la tarea a él. Shoto sabía que no quería hablar de las habitaciones, quería hablar de lo que paso en una de ellas.

- me besaste- soltó sin más. Ni porque Midoriya enterró su cara entre sus manos lo detuvo de hablar- y luego yo te bese... ¿eso está bien?

El menor abrazó sus piernas y escondió su cabeza.

- ¿Izuku? - levantó ligeramente la mirada, dejando ver el rubor que tanto trataba de ocultar, y es pese a las velas, esa imagen era tan clara que quería verla más y más.- ¿te arrepientes?

- no, claro que no- se apresuró a decir. Shoto suspiro aliviado. - ¿eso es todo? ¿es lo único que vas a preguntar?

Honestamente era lo único que le preocupaba, no se arrepentía de haberlo besado y de solo pensar en que él sí lo torturaba emocionalmente.

Encogió los hombros como respuesta.

- tú quieres pregúntame algo, ¿no es así?

Los silencios ya no eran tan largos como el de un principio, no obstante, eran segundos que quería aprovechar para otras cosas. El menor dudó unos segundos, pero luego respiró profundo y habló.

- ¿sigues confundido? - es su ojos se reflejaba una esperanza triste que no entendió.

- ¿Eh?

- dijiste que estabas confundido... ya sabes, me lo dijiste ayer mientras me gritabas- su voz se ahogaba entre sus piernas y brazos que lo envolvían- ¿tu... sigues confundido?

...

Sí...no... tal vez. Le confundía aquel deseo arrasador por Izuku, sin embargo era obvio porque se sentía así, no le confundió sus sentimientos cuando eran muy claros, le confundía en que lo convertía todo eso.

- Sí- respondió con sinceridad.

Pasaron unos segundos, Midoriya salió de su capullo y se acercó Shoto ágatas. Este, permaneció quieto al sentirlo cada vez más próximo. Su respiración se pausó al sentir su beso sobre la mejilla.

- ¿Qué tal ahora, sigues confundido? - murmuró cerca de su boca.

- Sí- esta vez beso su cicatriz

-¿y ahora?- Shoto asintió para recibir otro beso en la comisura de sus labios. Ese cosquilleo lo volvió a invadir cuando Izuku se alejó- ¿qué tal ahora?

Todoroki sabía bien lo que hacía al asentir, por lo que cuando el peliverde se acercó para besar su otra mejilla lo tomó del rostro hasta conducir aquel beso donde realmente pertenecía: su boca.

Por un segundo Izuku se alejó, sin embargo, ese mismo segundo lo devoró, pero no como la primera vez; fue lento, saboreada cada textura de su boca, desde los canosos labios hasta su jugosa lengua. Sin prisas, Shoto atrajo al menor hasta sentarlo sobre él, quería tenerlo cerca, quería abrazarlo. Bajó el beso hasta su barbilla, él no tenía ni la más mínima idea de lo que hacía, solo era consciente que, de ser posible, se comería a Izuku, porque todo él era exquisito, su garganta tembló ante sus labios y besó cada centímetro de ella.

Sus manos no temblaron al desabrochar los primeros botones de su camisa y comenzó a besar la curva de su hombro, los jadeos de Izuku acariciaban sus oídos mientras sus manos se aferraban su cabello.

- me gustas demasiado- jadeó

Su pecho se llenó de una sensación tan... tan hermosa que parecía irreal. Debía ver sus ojos y asegurarse que Izuku era real, que fuera un sueño o ilusión quien le decía algo tan bonito.

- ¿yo te gusto? - preguntó anhelado.

La expresión de Izuku se descompuso por la confusión y entre una risa nerviosa respondió:

-em ¿sí? creí que era muy obvio- entonces, empezó a reír contagiando a Shoto por la pregunta un poco tonta- ¿besarte descaradamente no lo dejó claro?

mientras Midoriya reía, Shoto lo cogió de la cintura para acércalo más y por llenarse de su esencia. Esto era justo lo que había deseado y no lo sabía.

- también me gustas Izuku Midoriya- susurró cerca de su cuello.

Las risas se convirtieron en sonrisas llenas de complicidad. Sus ojos verdes se arrugaban por encima de rubor y sus labios, ya un poco hinchados, fueron atrapados en otro beso.

Adoraba a Izuku, cada parte de él era perfecto y quería saborear hasta lo minúsculo de su alma. El peliverde se sostenía con fuerza a sus hombros, acariciaba su cuello y cuando Shoto besaba otro lugar además de sus labios gemía su nombre.

Las caderas del menor comenzaron a moverse adelante y hacia atrás rítmicamente haciendo que el aire abandonara sus pulmones, a Shoto le hacía falta respirar, su cuerpo se tensó y un escalofrío recorrió toda columna hasta acabar en el inferior de su cadera.

Pronto, Shoto apartó a Izuku de él; sabía lo que significaba ese cosquilleo y no quería que el chico que le gustaba lo viera de esa manera tan vergonzosa.

- lo siento, Izuku... no quería...- las palabras se ahogaron y se apresuró a tapar su pequeño incidente con las manos. - y-ya pasará.

Mantuvo la mirada baja con tal de no sentir tanta vergüenza, porque ¿qué diría Izuku de él? ni siquiera sabía porque pasaba esto ahora. Él no tenía planeado embarazar a Izuku, ni siquiera era posible de querer hacerlo. Todoroki sabia como se hacían los bebés, para ellos servía su "cosita" fuera de ello no le veía uso además de orinar, así que cuando el peliverde pronunció aquellas palabras no las entendió.

- ¿Qué? - al verle, Midoriya desvió la mirada y su rostro de puso rojo con un brillo inusual en sus ojos.

- ya sabes, para que se baje- continuó.

- ¿tu... puedes hacer eso?

Shoto dijo aquello sin saber lo que significaba, sin saber el método para que "se bajara", tan solo observó sorprendido la manera tan delicada en la que el menor acercó sus manos a su entrepierna y empezó a frotar su miembro contra la tela de su pantalón.

-¿Izuku? - gimió.

El electrizante ardor que sintió en un principio se intensificó cuando el peliverde descubrió su erección y la envolvió con su mano derecha, moviéndola de arriba hacia abajo cada vez con más firmeza y rapidez.

Esa imagen: Midoriya sosteniendo su miembro rosado y palpitante, era, por decir lo menos, maravilloso. Sin embargo, por más que trató de seguir viendo, no pudo. Cerró los ojos y apretó los puños, su respiración era cada vez más irregular, la mano de Izuku estaba caliente y parecía muy concentrado en su labor, no, no concentrado, parecía más bien cautivado.

- espera, creo que voy a...- no podía más, sintió que algo saldría disparado.

En un seguida sintió un escalofrío recorrerlo, sus músculos se tensaron y una sensación increíble de agonía palpitó cuando su semen empapó la mano del menor y parte de su ropa.

Abrió los ojos poco a poco. Midoriya tenía razón: su erección estaba bajando.

Por otro lado, Izuku miró la palma de su mano llena del espeso liquido blanco y mirando de nuevo a los ojos del bicolor probó su sabor pasando la lengua por uno de sus dedos. lo cual sonrojó a Shoto.

Ambos permanecieron en un estado de anhelo por lo que acaba de suceder. Todoroki jamás se había tocado de aquella manera, no sabía lo bien que podía sentirse, lo bien que podrían sentirse los dos de hacerlo juntos.

Miró la entrepierna de su amante sin pensar, y en el momento que este lo imitó, pareció reaccionar ante la situación recién vivida. Sus mejillas enrojecieron cual fresa y se levantó de inmediato de la cama tapándose la entrepierna y caminando en reversa con dirección a la puerta.

- y-yo creo que de-debo irme- rio nervioso mientras se alejaba torpemente- me quedaría dormir, pero ya sabes... Momo me mataría si no me ve en mi habitación mañana.

Como obstáculo, uno de los muebles que quedaban de paso, lo hicieron tropezar, pero pronto se levantó del suelo y salió casi corriendo.

- no me voy por lo que acaba de pasar, solo ...amm- tartamudeó, más, al decir lo siguiente, lo hizo firme y seguro de ello- me gustas... adiós

Y así, desapreció tras la puerta dejándolo sin palabras y una respiración descompuesta.

Lo que acababa de suceder es algo que no imaginó y que no podría olvidar ¿cómo hacerlo? su cama se había quemado bajo su mano, y no cambiaría las mantas esa noche, él quería acostarse a dormir mirando el fantasma de una experiencia maravillosa.




















OMG GEENTEEEEEEEEE, me sonrojé...

Sorry por tardarme en actualizar, me dio un bloqueo feo, ya tenia todo en mi mente, pero no sabia como plasmarlo jiji, pero ya estamos de vuelta.

Gracias por leer, si les gustó me ayudan mucho votando por el capítulo y como agradecimiento a la espera les hice un dibujito... no olviden que LQM y de tomar awita.

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