Hola.
No hay mucho que decir...
El de la foto es Elian.
Ciao!!
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POV Elián
Estaba caminando por la plaza comprando algunas cosas que me había pedido mi madre, solo me faltaban unas cuantas manzanas y harina para poder volver a casa. Iba pasando por las tiendas cuando vi a una anciana sentada en frente a una de las tiendas, estaba usando ropas polvorientas y rasgadas. Me acerque a la anciana y le di un pedazo de pan y un poco de agua. Al ver mi gesto la señora se asusto un poco así que le di una sonrisa cálida para que viera que no era una mala persona, la anciana tomo el pan con sus temblorosas manos y dijo:
- Chico, porque eres tan amable con migo...?- Su voz era temblorosa y muy débil.
- Porque no habría de serlo?- La anciana me miro sorprendida así que seguí hablando.- Acaso esta mal ayudar a los demás?- La anciana rió un poco y luego dijo:
- Chico, me dirias tu nombre?
- Me llamo Elián.
- Pues en ese caso, mi buen Elián. Por haberme ayudado te prometo que el camino tiene el mejor destino.- Con sus palabras me quede en shock, no las entendí muy bien...la verdad no entendí nada pero bueno, no importa. Me voltee a ver a la anciana pero esta ya no se encontraba por ningún lado. Que raro.
Después de eso compre las manzanas ,y la harina y luego me dirigí a casa.
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Cuando iba llegando vi que había un hombre en un caballo entregando cartas en todas las casas. Esas cartas parecían ser invitaciones del palacio real por el sello que tenían. No le tome mucha importancia y seguí mi camino a casa. Al llegar lo primero que vi o mejor dicho sentí fue el gran pecho de mi hermana contra mi cara!
- Ayudameeeeee! Los animales se volvieron locos!- Decía Eider mientras yo trataba de quitármela de encima sin mucho éxito.
- E-Eider...- Dije a duras penas.- N-no pu-puedo respi-rar...!
- Pues te lo ganaste por dejarme sola con esas bestias!- Grita mientras me suelta y señala por una de las ventanas de la pequeña cocina. Al asomarme lo primero que vi fue a los caballos, las vacas, ovejas y demás animales correteando por todos lados.
- Que hiciste para que todos los animales se pusieran de esa manera?!
- Solo les dije lo que pienso!- Se excuso algo molesta.- Por que, jaja. No me puedes negar que son unas bestias mal olientes y mal educadas.
- Con razón se pusieron así...- Suspire y salí de la casa para buscar a los animales.- Mientras cojo a los animales puedes ir haciendo la cena, hermana?- No espere una respuesta de su parte y serré la puerta lo mas rápido posible, para luego salir corriendo a los corrales de los animales y gritar- A COMER!!!- En un abrir y cerrar de ojos los animales ya estaban en sus corrales correspondientes esperando a por su comida. Solté una risita y comencé a servirles las diferentes comidas. Al terminar me lave la cara y las manos con un poco de agua de la manguera y me dirigí hacia la casa.
- Ya legue!- Dije pero nadie me contesto. Me dirigí a la cocina pues pensé que tal vez estarían ayudando a Eider a cocinar o por lo menos a poner los platos y como suponía, al entrar a la cocina me encontré con mis padres y mi hermana pero estaban todos cayados y de pie al rededor de la mesa de la cocina. Esa actitud en mi familia no es normal así que me acerque un poco mas para ver de que se trataba y en medio de la mesa vi una de las cartas que hace un rato vi que entregaba el hombre del caballo. La carta tenia el sello de la familia real...- Y que esperan?- Todo el mundo se volteo a verme asustados así que seguí hablando- La carta no se va a abrir con solo mirarla.
- En ese caso ábrela tu!- Dijo mi madre como una niña pequeña señalando la dichosa carta.
- Y porque yo?!?!
- Porque si son malas noticias no voy a ser yo la que las traiga a esta casa!- Dijeron los 3 al unísono. Trague duro y me acerque un poco mas a la mesa para coger la carta. Al abrirla me quede helado. Era una invitación.
- Y!? Que dice la carta?!- Dijo mi hermana ya desesperada de que no dijera nada.
- E-es una invi-tacion...- Fue lo único que logre articular. Mi madre me miro confundida y mi padre me logro sacar la carta de las manos, para comenzar a leerla.
"Estamos encantados de invitar a las jóvenes y donceles menores de 21 de todas las familias de nuestro hermoso país de Hette, el 5 de Noviembre, a un baile en el palacio real en el que el príncipe Brais, primer hijo del rey y heredero legitimo a la corona, elegirá a su futuro esposo o esposa."
Mi padre dejo la carta sobre la mesa y sus azules ojo se dirigieron a mi madre quien ya lo estaba mirando y pareciera que estuvieran manteniendo una conversación sin palabras... A veces quisiera poder mantener una conversación así con alguien...el tener tanta confianza en alguien como para mantener una conversación sin palabras me parece algo muy romántico...Tal vez sobre actúo un poco, pero así soy!
Por otro lado, el 5 de noviembre es dentro de una semana y para echarle mas leña al fuego, por decirlo de algún modo, ese mismo día es el cumpleaños de Eider y el mío...
Mama me miro preocupada y luego a Eider. Esta ultima se veía mas emocionada que cualquier otra cosa. Como es posible que este tan feliz si sabe que si el príncipe la escoge no podrá volver...? Cuando se lo pregunte simplemente dijo:
- Voy a ir al palacio! Y conoceré al príncipe!
- Como puedes ser tan egoista?!- Explote. La verdad es que no era mi intención hacerlo, pero me asusta perder a alguien... Una vez perdí a alguien, a mi mejor amigo. El fue acusado de un crimen que no cometió y fue colgado en la plaza del centro como una advertencia para todos. Se que fue injustamente porque el sufría de hemofobia. No era posible que alguien que le tiene tanto miedo a la sangre y a las heridas pudiera cometer un asesinato!
- Hijo, calmate.- Mi padre me pidió que me calmara tomándome por un hombro, pero no podía. Me solté de su agarre. Todos me miraron sorprendidos por mi reacción, yo jamas me había comportado así con ellos.- Elian, que te esta pasando...?
- Tsk. Estaré en mi habitación.- Tome un baso y lo llene con agua para luego subir a mi cuarto. No podía creer lo que estaba pasando! No quiero creerlo!
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Ya había pasado una semana... fueron los siete días mas laaaargos y pesados de mi vida...!
Mi madre y mi hermana me arrastraron a cada tienda que veían! Estuve toda la semana en joyerías, tiendas de trajes, zapaterías y sastrerías... Justo en este momento me encuentro en mi habitación observando un traje negro que mi madre eligió. Cuando fui a ponerme la camisa blanca que iba con el traje tonto decidí que no la usaría, fui hasta mi armario y saque una camiseta marrón que se me señia al cuerpo. Mi cuerpo es muy afeminado; soy de contextura muy delgada... Lo detesto. Termine de arreglarme y al mirarme al espejo pensé " Aun me veo muy formal..." Fui hasta mi mesa de noche y saque mis viejos anteojos y un pequeño collar de cuello, me puse ambos y baje a la sala.
Al ver las expresiones de sorpresa por parte de mis padres y de asco por parte de mi tonta, tonta hermana que se arreglo demasiado me sentí satisfecho. Esa niña... es como si quisiera dejarnos de verdad, no me le voy a lanzar encima porque cuando vuelva de ese estúpido baile me castigaran. No pienso ser elegido; Eso no forma parte de mis planes para el futuro.
Mi madre me mando a cambiar pero me reuse, mi padre por otro lado me vio con satisfacción pues ya había hablado con el hace unos días sobre lo que iba a hacer.
A la entrada de nuestra casa había un hermoso carruaje de colores azules y rojos con detalles en plata. Los caballos eran negros con mechas blancas en la crin y en la cola. Al parecer a estas persona les gusta lo clásico.
Abrace a mi padre y le di un beso en la frente a mi madre. Después de eso me monte al carruaje y espere a mi hermana que no quería soltar a mis padres. Cuando al fin los soltó y se subió conmigo. Ella no hacia mas que decirme cosas como " Ni se te ocurra acércate a mi en lo que dure la noche" o " Como te atreves a ir así a un baile real?!" La verdad no me interesaba para nada así que solo me dedique a mira por la ventana; podía ver arboles, lagos, animales que pasaban de ves en cuando y una que otra casa.
Saque mi celular y le envie un message a un amigo que también tiene que ir... Su nombre es Arien. El tampoco quería ir.
- Hey.
- Hola, Elian.
- Donde estas?
- Llegando al palacio. Amigo este lugar es enorme! *0*
- Ya veo...
- Hey, estas bien?
- Si
- Que te pasa?
- Nada.
- Te pasa algo.
- Es solo que no quiero ir a ese pendejo baile!!!
- Amigo, la posibilidad de que nos escojan es de una en un millón! No te preocupes por eso y disfruta de una noche en el palacio!
- Ok.
visto.
Q-que grosero! me dejo en visto?! Ya vera...
En menos de lo que esperaba ya se podía ver el gran palacio a lo lejos. Era un lugar enorme! Parecía como en un sueño, o mas bien una pesadilla. No me moleste en decir nada, solo observe como Eider saltaba y gritaba de la emoción... Cuando se calmo un poco recordó que no estaba sola en el carruaje. Se volvió a mirarme y fruncido el ceño, arquee una ceja apurandola a hablar.
- Elian...- Al susurrar mi nombre me acerque un poco mas para escurra mejor- COMO PUEDES SER TAN IDIOTA?!?!- Me aleje lo mas rápido que pude por el susto y...POR QUE CASI ME DEJA SORDO!!
Seguimos discutiendo hasta que la puerta del carruaje se abrió y un señor pelicafe, con bastantes arrugas y unos anteojos demasiado gruesos que me hizo reír nos pidió que nos bajáramos. Eider sonrío educada y se bajo del carruaje con mucha delicadeza, yo por otro lado salte hacia afuera haciendo que el señor se cayera de cola -como yo digo-. El hombre me miro sorprendido por mis acciones y al no verlo tan molesto decidí decir:
- Vamos, viejito! No me mires así y menos con semejantes binoculares!- Hice con mis manos unos "binoculares" y luego me fui corriendo al interior del gran salón. " Mucha gente..." Pensé e hice una mueca de desagrado. Mejor me quedo quieto en algún lado. Baje las escalera y mire a todos los lados buscando al bobo de Arien. Divise a ese pelinegro en una esquina con un montón de nobles que solo me hacen pensar "A donde se ha ido el dinero de los impuestos?".
Camine un poco mas y al final del salón había un gran balcón iluminado por velas blancas. Camine hasta el borde de este y puse los brazos en el blanco mármol de las barandas. Suspire cansado, pensando que en este preciso momento podría estar en casa con mis padres comiendo la rica comida de mama mientras hablo con papa de las reparaciones de los establos para los caballos...
Me dieron ganas de llorar. Pero, porque? No estaba en mis planes ser el marido de un tonto que no conozco de todos modos. Sacudí la cabeza, mandando a volar todos los pensamientos pesimistas y con el dorso de mi mano me limpie esas fastidiosas lagrimas.
"Donde habrá un reloj?" Pense. "Ya quiero que se acabe esta mierda" Metí mi mano al bolsillo de mi pantalón y al sacar el celular me di cuenta de que no tenia batería. En ese momento solo se me ocurrió buscar a alguien que me diera la hora. Camine con la mirada baja hasta el umbral. Ya iba hacia Arien que se encontraba hablando aun con uno de esos nobles. Se le notaba un poco incomodo, si tengo razón, luego me debería una. Cuando me vio levanto la mano y comenzó a gritar mi nombre con alivio.
- Elian! Elian!- Me acerque a ellos con las mejillas acaloradas. No tienes por que gritar mi nombre, imbecil! Todo el mundo se volteo a ver de quien se trataba. Me acerque a ellos lo mas rápido posible haciendo lo posible por no gritarle a nuestro "Publico" Que se metieran en sus propios asuntos. No quiero que me elijan, pero tampoco quiero parecer un cascarrabias asocial.
- Me debes una y muy grande por lo que acabas de hacer.- Le susurre de forma asesina.
- Ya,ya! Calmate, mira, el es Elian- Me presentò-. Y el- Señalo al noble- es Regner. Es el segundo hijo del rey.
- Un gusto conocerte al fin, Elian.- Regner hizo una reverencia. Este chico tenia el cabello marrón, liso y corto hasta la mitad del cuello y los ojos del mismo tono o tal vez mas claros.
- Hol-- Cuando me dispuse a saludar, la gente comenzó a aplaudir y supe que había llegado La Razón De Mis Angustias...