¿Cómo es esto posible? En serio, ¡¿cómo diablos es esto posible?! No debería ser capaz de salir de la casa ¿o si? Mi corazón se intranquiliza nuevamente, golpeando con mayor intensidad cada vez más contra mi pecho.
— El fantasma... Está aquí — Susurro para mí misma todavía atónita, mientras llevo ambas manos a la cabeza.
No. En definitiva lo tengo que comprobar.
Estaba por pasar ahora sí decidida la calle, pero el semáforo vuelve a ponerse en rojo.
— Grandioso — Justo hace unos segundos no había mucho transito, ¿en qué momento aparecieron tantos autos?
Fijo nuevamente mi mirada en aquel chico de la siguiente acera, pero este desaparece tan rápido como pasa una furgoneta en frente.
— No inventes — Me muevo tan rápido justo apenas cambia de nuevo a verde el semáforo. Ya al otro lado, me paro en el mismo sitio donde lo vi. Empiezo a buscarlo por los alrededores, pero no tiene caso, en definitiva.... Ya no estaba.
— ¡¿Ni por un momento me puedes dejar en paz?!
Me tapo inmediatamente la boca al darme cuenta que lo dije en voz alta. Obviamente, algunas personas cercanas se me quedan viendo raro cuando pasan a mi lado. Pero qué vergüenza, mejor sigo mi camino.
Pasó un par de calles cabizbaja todavía sintiendo el bochorno, a este paso generaré una mala impresión en toda la ciudad y me internarán en un manicomio.
— Si es que no estoy loca ya — Manifiesto para mi misma a la vez que me detengo. En serio solo deseo un momento para descansar.
Dirijo mis ojos al cielo como en señal de súplica. De verdad que hoy está haciendo un día agradable, lastima que con todo lo que me sucede no lo puedo disfrutar al 100%.
Saco mi celular para confirmar la hora. En nada iban a ser la 1:30 p.m, lo mejor es ir a una cafetería, creo tener dinero suficiente para un café frío y un muffin por lo menos, porque mi persona por un buen rato no se acercará ni en chiste al vecindario.
Si no estoy mal había una muy conocida por aquí cerca. En las fotos de cuando buscaba los sitios más populares de la ciudad, se veía verdaderamente espectacular, y pensar que la primera vez que salí no se me paso por la mente visitarlo, claro que en ese momento, solo los busques por si algún momento me lo tomaba en serio, no era que realmente en ese instante, quisiera conocer la ciudad. Pero de cualquier manera si, es un buen plan.
Una vez tengo el rastro exacto en Google Maps me encamino al sitio. Solo se encontraba a 5 minutos de donde estoy.
Al cabo de un rato ya me encuentro frente al establecimiento. Su toque un tanto vintage es muy hipnótico, tanto que no puedo evitar tomar una foto de solo la entrada. Esto me será de mucha ayuda para el nuevo cuadro que quiero plasmar. Y pensar que hace nada me encontraba intranquila, pero ahora, siento que la paz regresa de a poco a poco a mi corazón. Al finalizar, por fin me digno a entrar mientras vuelvo a guardar mi teléfono en el bolsillo.
— Espera Leia, ten cuida...
Dice alguien al tiempo que empujo la puerta del local, pero claro, fue demasiado tarde. Sin querer y sin poderlo evitar, derramo un poco del smoothie de una chica que estaba apunto de salir, y lo peor, es que alcanzó a caer sobre la blusa claramente blanca que tenía puesta. La chica suelta un pequeño chillido para posteriormente fulminarme con la mirada.
— ¡¿Pero qué sucede contigo?! Fíjate por donde caminas.
— Como lo siento de verdad — Expreso muy apenada. Al lado de la salida, diviso una mesa con algunas servilletas — Déjame ayudarte — Sin preámbulo, tomo algunas para por lo menos quitar algo del líquido que todavía caer lentamente por su vestimenta, porque de la mancha, es obvio que solo va a desaparecer con una lavada.
— No, no — Me quita la servilleta de la mano y sigue con la misma labor ella misma — Creo que ya hiciste suficiente.
— Por favor perdóname, no me fije muy bien cuando entre que tú también venías — De verdad que solo esto me puede pasar a mi — En compensación, puedo comprar nuevamente el smoothie ¿si?
— Ñam, eso suena delicioso — Habla esta vez el chico que la acompaña de forma carismática. Supongo que él fue el que intentó advertirle en el momento en que chocamos.
La chica aparentemente con nombre ¿Leia?, solo lo observa aún más irritada mientras rueda los ojos, para luego rodearme y finalmente salir de la tienda.
Elizabeth... Eres un desastre.
— No le hagas caso — Comunica el chico esta vez de frente con una leve sonrisa — Ella es así con la mayoría del mundo — Y luego sin esperar respuesta de mi parte, sale también de la tienda para seguirla.
Yo, los sigo con la mirada hasta que desaparecen por completo de mi campo de visión. Qué par más... Curioso.
Al volver la vista al local, algunos de los pocos clientes se me quedan viendo. Está claro que todo el mundo presenció el momento mega incómodo que acabó de vivir.
Otra vez como hace un rato, intento ignorarlos y continuo a la barra registradora para ordenar. En serio que la tierra debería considerar tragarme ahora mismo.
(...)
Debería organizar un poco la iluminación de este lado... Si, no estoy considerando de forma proporcional la iluminación en esta parte del retrato, claro que no recuerdo bien si en estos casos para las sombras en las personas es mejor usar el color morado o el rosa, ¿o daba igual?, mejor pruebo con los dos y decido cual me convence más, aunque todavía no me acostumbro a usar este lápiz óptico como pincel.
En tanto, sigo con el dibujo digital en mi celular a la vez que le doy un trago a mi café y un ligero mordisco al pequeño muffin de coco; no me alcanzó para uno más grande, por lo que estoy haciendo que rinda.
Menos mal tome la decisión de tomar un café frio, hace más de una hora o quizás dos, ya no estoy segura, que me encuentro aquí y no es de mi agrado pedir un café normal y tomármelo frío al rato. Al menos la vergüenza de hace un rato ha desaparecido, sobre todo porque los clientes que me habían visto ya se han ido, solo se encuentran algunos pocos que arribaron apenas hace unos 20 minutos.
— Jum, se ve mejor con el morado pero mejor luego consulto con Garrett. Más tarde le mando un mensaje — Menciono, para luego dar otro mordisco al muffin.
Garrett es uno de mis mejores amigos junto con su novia Nala, cuando vivía en Mánchester. Él y yo específicamente, íbamos juntos a las clases de artes. Las clases eran convencionales pero él decidió darle la oportunidad a la animación digital, y me ha suplicado en varias ocasiones que yo también le intente, obviamente recomendándome video tutoriales básicos junto con los consejos que me ha dado con base a su experiencia, y bueno, ya que no tengo más que hacer y el local está realmente espectacular con cierta luz filtrándose por las ventanas que le dan más calidez, que mejor oportunidad que esta, aunque sigo prefiriendo el arte tradicional, y sobre todo el realismo que lo animado, pero de vez en cuando no está mal.
Me pregunto si en mi nueva secundaria tendrán clubes, y si es el caso, ¿tendrán el club de artes? Puede que no quiera conseguir un nuevo lugar de inspiración como en Mánchester, pero por lo menos, puedo distraerme un poco si me uno a ese club.
— Suficiente por hoy, lo terminaré en otra ocasión cuando logre disipar la duda con Garrett — Como el último pedazo de mi muffin y guardo los últimos cambios realizados a la animación, para posteriormente exportarlo a imagen. Creo que no se ve mal pero yo no soy la experta en el tema.
Bien, ahora a buscar el chat que tengo junto con Garret y Nala. Encontrarlo no me es difícil, es la tercera conversación luego de los chats de mis padres.
"Te queremos. Cuando te instales muéstranos cómo quedó tu nueva habitación"
Esbozo una pequeña sonrisa una vez leo el último mensaje que envió Nala al grupo. Creo que si estuviera aquí se llevaría muy bien con María, ambas son igual de entusiastas.
"Buen viaje, no olvides escribirnos"
— No lo olvide solo... No he tenido cabeza para hacerlo — Me respondo a lo bajo cuando vuelvo a leer el último mensaje de Garrett.
Prácticamente desde hace dos semanas que no sé nada de ellos. Me he detenido en seco todas las veces que he intentado escribirles o llamarles durante la primera semana de la mudanza. Literalmente ellos me dieron la más significativa y increíble despedida, y para no preocuparles fingí en todo momento que me encontraba bien, que no me sentía destrozada el dejarlo atrás en Mánchester junto con todo lo demás, que en ese momento, mi corazón no gritaba desesperado que todo fuera una horrible pesadilla y nada más. Simplemente fingí que todo estaba bien... Aunque no fuera cierto, y no quería que mis buenos amigos percibieran eso de mi, pero creo que ya es hora de no detenerme en seco esta vez.
"Holas, ¿se encuentran bien?"
Escribo en primera medida, creo que es un buen paso, uno que no me había atrevido a hacer desde hace días.
"Lo siento, han pasado cosas fuera de mi control."
Prosigo en contestación al mensaje de Garrett, pero no soy capaz de enviar esa respuesta, no estoy lista para explicarle la situación en la que me encuentro.
"Lo siento por demorar algo de tiempo."
Creo que esto es mejor.
"Los extraño."
Finalizo para luego cerrar la conversación. Espero no estén disgustados.
Miro la hora en mi celular. Son un poco más de las 4 de la tarde, por lo que recojo mis cosas y bebo el último sorbo de mi café. Luego de que me contesten los dos y nos pongamos más o menos al día, le preguntaré a Garrett lo del dibujo, no tengo mucho afán.
Salgo de la cafetería y ando sin un rumbo en específico. Sigo sin tener mucha prisa de volver a casa, y para la falta que me hace, no haría nada de todos modos en ese lugar.
Sumerjo las manos en mis bolsillos y me pierdo en mis pensamientos. Aunque lo quería evitar y en parte lo logre por un tiempo considerable, no termino de comprender lo que paso hace más temprano, puedo asegurar que era él, de verdad era él, pero no termino de entender cómo es eso posible. ¿Será que todo fue solo un invento de mi imaginación o...
— Realmente me estás haciendo enloquecer? — Completo al susurro a la vez que me detengo un momento.
Con mi vista fija en el pavimento, observo los zapatos de cada ciudadano que transita a mi alrededor, de aquí y allá, mientras yo sigo de pie en medio de la acera.
Imploro que todo mejore pronto, no me sienta bien tener todos estos pensamientos.
Doy un largo suspiro y sigo mi camino. Es mi hora para disfrutar un poco las calles de Worcester, y más ahora que todavía no ha arribado del todo el otoño.
Los pequeños rayos de sol a pesar de que no son tan cálidos como en días anteriores, si se sienten lo suficientemente agradables, y las tiendas de ropa en la zona donde me encuentro no se ven para nada mal. De hecho, veo un conjunto muy hermoso en una de estas, lastima que ni en mis bolsillos ni en casa poseo el dinero suficiente para comprarlo, pero eso si, no pierdo la oportunidad y saco una buena fotografía. Puede que no lo pueda usar nunca, pero la protagonista de mi próximo lienzo si.
Sigo en mi caminata de una calle tras otra. En verdad hay mucho que ver, sin mencionar que todo es muy interesante. Así continuo hasta que doy a parar a un centro comercial, o bueno... un mini centro comercial, no es realmente grande pero si tiene una estructura demasiado espectacular. Bien, otro paisaje de inspiración para mis lienzos.
Me digno a tomar una foto desde el centro de la plaza, intentando captar tanto las luces como la nitidez... Pero mi acción es interrumpida por un mensaje de mi madre.
"Llevaré tu nuevo uniforme cuando llegue."
Intento ignorarlo para poder tomar mi foto pero llega un nuevo mensaje.
"Es muy precioso, ¡te va a encantar!"
Vaya ánimo. Y eso que la que lo usará soy yo.
Espero un tiempo bastante considerable en precaución de la llegada de otro mensaje de mamá. Al cabo de notar que ya eso era todo por su parte, me digno a finalmente tomar la foto. ¡Aleluya!
— ¡Quedo genial! — Digo para mi misma. Si, en definitiva esto me ayudará para el cuadro, tiene exactamente la estética que estoy buscando.
Sigo mi camino lentamente a la vez que continuo detallando la foto. Creo que si no hubiera decidido el camino del arte hubiera elegido sin duda la fotografía; es impresionante la belleza que se puede captar con solo un poco de conocimiento básico sin llegar a ser un profesional, ahora como sería si fuera una profesional.
Me dirijo a la otra esquina de la plaza para tomar otra más pero con un ángulo diferente. Solo un poco más atrás y...
— Oh perdona — Dice alguien luego de chocarse con mi hombro.
— Descui... — Me detengo en seco por un segundo. Esta vez sí estoy más segura, no fue mi imaginación. Pude ver su cara por un segundo para luego desaparecer nuevamente entre la pequeña multitud — da... — Termino de decir, para mi misma prácticamente, ya que él o ella, quien sea que se haya chocado conmigo había seguido su camino.
¿Pero que se supone está sucediendo?
Me sobresalto por un instante al sentir una pequeña vibración en mi mano. Era mi celular, estaba sonando. Miro la pantalla y me percato que es... ¡Garrett!
— Oh por Dios — Y casi tiro mi teléfono al suelo. No me esperaba que quisiera hacer una videollamada y menos en este momento. En serio, estaba muy nerviosa — Respira Elizabeth... Respira — Vocifero para mi misma.
Una vez me relajo ligeramente atiendo.
— ¡HOLA PICCASA! — Gritan tanto Garret como Nala en el momento que acepto la video llamada. Casi me dejan sorda — No no, no hagas drama, no tienes audífonos así que no te pudimos dejar sorda — Menciona Nala mientras al unísono con su novio ríen.
— ¿Qué dicen?, creo que escucho borroso — Ellos ríen más fuerte al escuchar mi broma. Yo me río igualmente.
Si... Nos causa mucha gracias todo estos chistes malos.
— No me esperaba esto — Digo luego de que la risa se esfumara un poco — ¿Cómo han estado?
— Pues se ha estado mejor — Comienza a decir Garrett — Sino fuera que cierta persona nos mantuvo preocupados desde que se fue, y al parecer, nuestra preocupación fue en parte en vano, que decepción — Finaliza al tiempo que hace una cara de indignación y gira su rostro a un lado.
Nala y yo podemos ser las chicas del grupo, pero en definitiva el premio de reina del drama se lo lleva Garret.
— Lo siento en serio — Expreso luego de reír fuertemente al igual que Nala — Igual ustedes tampoco me habían escrito, y se dicen ser mis amigos — Yo también puedo dar un poco de drama si ellos me lo insinúan.
— Nah, sabes que está jugando — Interviene esta vez Nala — Queríamos darte un tiempo ya que una mudanza no es fácil, sobre todo si es a otra ciudad — Si... No ha sido nada fácil, más que nada por otro inconveniente — Eso sí, si para la próxima semana no sabíamos de ti, iríamos hasta Worcester en el primer tren del fin de semana.
— Eso sería en vano, no conocen mi dirección.
Garrett y Nala callan por un segundo, se miran brevemente a los ojos para posteriormente decir — Detalles, detalles.
En definitiva, es imposible no reír con esa respuesta.
— En verdad los quiero — Vocifero a la vez que intento no llorar y volver melancólico el momento.
— Y nosotros a ti — Contestan nuevamente al unísono.
Son la dupla perfecta en verdad. Tanto para ellos mismos... Como para mí.
(...)
— Creo que todavía le falta zanahoria. Voy a cortar más, y a ponerle un poco más de tomate y cebolla — Digo en voz, para luego apartar el estofado que estaba todavía medio cocinado de la estufa.
Vuelvo a la tabla de cortar con todo lo que necesito y procedo con la tarea. Imagino que mis padres ya están próximos a llegar, por lo que mejor tengo todo listo pronto.
Corto todo en pequeños trozos y vuelvo a poner al fuego todo, removiendo de a poco hasta que todo termine de cocinar. Mientras muevo la cuchara, vuelven a mi memoria la larga conversación que tuve con mis amigos. De verdad que fue muy reconfortante su compañía así sea a través de una pantalla, sin mencionar que realmente hacen que el tiempo se vaya volando y sin preocupaciones.
Me hace ilusión lo último que me dijeron antes de finalizar la llamada; "Te iremos a visitar en las próximas vacaciones. Así que prepárate, que más temprano que nunca, el trío imparable volverá a juntarse".
— Es verdad... Siempre seremos el trío imparable sin importar la distancia — Manifiesto a lo bajo mientras se me escapa una pequeña sonrisa.
Salgo de mis pensamientos una vez escucho abrirse la puerta. Al mirar nuevamente la olla, observo que el estofado también ya estaba listo.
— Hija — Dice mi madre todavía en la entrada — Ya llegue cariño, y traigo tu uniforme, es divino en verdad.
Apago el estofado y camino hasta la entrada. Una vez llego a la sala observo algo que me llama la atención; mi papá no había llegado con ella.
— Hola mamá, ¿y papá?
— ¿Cómo? — Pregunta mientras deja al parecer mi uniforme sobre uno de los muebles. ¿Por qué es..
— ¿Qué — Comienzo nuevamente mientras la observo con detalle — dónde está papá?
— Oh — Me mira fugazmente para luego dirigirse al perchero al lado de la entrada — Tuvo que tomar el turno de la noche — Creo que vi bien. Acaba de arrugar un poco la nariz — Pero no te preocupes, creo que mañana si llegaremos los dos juntos como siempre.
Vuelve a mi y me toma de los hombros mientras en sus labios se dibuja una linda sonrisa, intentando que no le dé más importancia.
— ¿Estás segura? — Cuestiono a la vez que la detallo fijamente.
Mi madre tarda un poco en contestar, pero finalmente dice:
— Segura — Confirma mientras me mira fijamente aún con su sonrisa... Para última instancia arrugar nuevamente la nariz, aunque lo intenta disimular pasando su mano sobre esta — Bueno, huelo algo muy delicioso, ¿te parece si primero cenamos y luego te pruebas tu uniforme?
Asiento ligeramente en confirmación también devolviéndole una sonrisa ligera. La suya se ensancha un poco más, para luego seguir el camino a la cocina.
Yo, la observo un momento hasta que se pierde de mi vista.
Me quedo perdida un momento en medio de la sala. No podía comprender esto... ¿Por qué qué razón... mi madre me estaba mintiendo?