Kakuhidan~Me enamoré de mi he...

By NadiaGuevara048

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Hola de nuevo mis queridos lectores, como ya notaron hay una nueva historia y que la publicaré aqui, para los... More

Capítulo 1
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 52
¡Feliz cumpleaños!
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59

Capítulo 51

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By NadiaGuevara048


---Mierda mierda mierda---Era lo único que murmuraba el castaño mientras caminaba de un lado a otro---

---¿Y ahora qué vamos a hacer?---Preguntó el tiburon preocupado por la llamada reciente---

---Ustedes pueden quedarse aquí, ese idiota esta en grabe peligro, y además, no puede ser otra persona más que ese Ziro---Habló kakuzu dirigiéndose a paso veloz hacia la salida---

---¡Espera! ¿Qué pasará con tu padre?---Exclamó el peliazul exaltado por el acto del de ojos verdes, ¿no había dicho Itachi que lo mantuviera vigilado de cualquier cosa? ¿Por qué lo abandonaba en esa condición?---

---¡Cuidenlo por mi!---Fue lo último que dijo el moreno antes de salir por la puerta del hospital---

Ambos chicos solo se quedaron mirando como su amigo se iba, ¿en serio iba a arriesgar su propia vida para salvar a alguien que no se ha llevado bien desde un principio?

---Yo también voy---Dijo de pronto Obito sorprendiendo de golpe al contrario---

---¡¿Tú también?! ¿Vas a dejarme aquí solo?---Reclamo con nerviosismo, ¿Y si a él también le pasara algo? ¿Y si a sus amigos también les pasara algo? No quería perderlos---

---Estaremos bien Kisame, ya no somos unos niños---Y con eso el azabache salió disparado hacia la salida, siguiendo al castaño, mientras que el peliazul solo se quedó ahí en su lugar para después dar un suspiro de derrota---

Con Kakuzu

Este se encontraba corriendo entre las calles en busca de un taxi, tenía que ir él también por lo que ese idiota le hizo a su padre, juró que se vengaria cuando supiera su paradero, ahora que ya lo sabe no va a dejarlo escapar ni un segundo más.

---¡Kakuzu, espera un momento!---Le grito Obito a unos cuantos metros detrás de él, el mencionado al escucharlo se detuvo y se volteo a verlo---

---¿Tú qué haces aqui Obito?---Preguntó el mayor confundido por su presencia---

---Iré contigo, Deidara también está involucrado---Respondió de manera agitada, recuperando poco a poco el aire---

---Esta bien, pero tenemos que tener cuidado, no sabemos lo que realmente es capaz de hacer aquel imbecil---Advirtió para después salir los dos corriendo en busca de un transporte que los llevará hacia la ciudad de Kumoga---

Después de pocos minutos por fin encontraron un taxi que podía llevarlos hacia dicha cuidad, ambos chicos esperaban con desesperación poder encontrar al albino y al rubio, pedían al cielo de que estuvieran bien los dos.

---*Si en serio eres un rebelde, entonces defiéndete hasta donde puedas*---Pensaron ambos conociendo la personalidad que les daba a cada quien---

Hidan siempre se porto grosero ante él y su padre, siempre habían peleas entre ellos dos, confiaba en que al menos no se dejaría controlar tan facilmente. Con Deidara era lo mismo, nunca mostró intimidación cuando se trataba de dar pelea, siempre estaba de lado del religioso.

Con Hidan

Este recién se estaba despertando debido a tantas movidas que tenía su cuerpo, al ya abrir los ojos se dio cuenta que estaba en un auto siendo conducido por ciertos tipos desconocidos, ahí fue cuando Reaccionó de golpe y comenzó a dar patadas por todo el asiento.

---¡Mmm! ¡MM! ¡Mmmm!---Se trataba de librar de los amarres en sus muñecas, ahora que tenía a Deidara cerca podía haber esperanza de poder librarse de esa, pero con tantas personas en frente le sería imposible irse de ahí---*¿En dónde estoy? ¿Quienes son estos? ¿A dónde nos llevas?*---Se preguntaba una y otra vez al ver todo a su alrededor, se estaba comenzando a desesperar---

---Callate ya mocoso, vas a despertar al otro---Habló con molestia un hombre que se encontraba sentado en el asiento del copiloto---Ey tú, haz que se duerma---Le ordeno al tipo que estaba sentado detrás de ellos---

---Ya voy---Respondió de igual manera con molestia y fastidio, para después darle un fuerte golpe en la nuca haciendo que el albino perdiera de nuevo el conocimiento---

---¿Cuánto falta para llegar?---Preguntó por segunda vez el tipo que iba hacia adelante---

---Aun faltan unos 10 minutos, ten paciencia, ya casi llegamos---Respondió Ziro que iba en el haciendo del conductor, él era el que estaba conduciendo---

---¡Argh! ¡Pues apurate!---Grito con irá el sujeto, causando que al de ojos azules se le notará una pequeña vena por su frente, pero aún manteniendo la sonrisa---

---No te preocupes, voy a acelerar más---Hacia un gran esfuerzo con tal de que su voz no sonará afectada por tal grito, por más que le fastidiara trabajar con ellos no tenía que demostrarlo, le pagarían muy bien por esos dos---

---Esta vez si te luciste Ziro, mira que tenías que encontrar a estos dos chicos lindos, nos servirán muy bien como diversión y más si se tratan de chicos rudos---Habló el hombre que estaba sentado atras, mirando de arriba hacia abajo a Hidan y a Deidara---

---¿Estas seguro que nadie se dará cuenta de su ausencia?---Preguntó el tipo que estaba aun lado del de ojos azules y pelo color mandarina---

---Te lo puedo asegurar, ellos dos viven solos en una sola casa, además de que las otras personas con las que vivía Hidan no les importa para nada su presencia, más bien están celebrando de que se haya ido---Respondió con seguridad Ziro refiriéndose a Kakuzu, tenía la certeza de que no se preocupara para nada por él, así que estaría tranquilo de que no podrán encontrarlos hasta más de unos días quizás, ¿Quién se daría cuenta después de todo?---

Y con eso el de ojos azules aceleró más la velocidad, casi estaban llegando hacia los limites, pero eso a él no le importaba, entre más pronto llegaba más pronto terminarían las cosas.

Con Itachi

Este se encontraba a unos cuantos kilómetros atrás del auto de donde se encontraba Hidan, por más que quería acelerar más su motocicleta simplemente no podía por un solo motivo, su padre.

Si lo viera si quiera acelerar un poco esto le llamaría la atención y le reclamará por ignorar los límites de velocidad, la policía respetaba las leyes muy estrictamente, cosa que a veces a Itachi le molestaba un poco.

Mientras seguía manejando miro hacia arriba, a lo lejos algo se estaba cayendo en medio de la carretera, cosa que causó que el azabache se detuviera de golpe antes de chocar con lo que sea que haya sido, acto que fue copiado por su padre para no chocar contra su hijo que estaba en frente de él.

---*¡Maldita sea!*---Pensó enojado desde sus adentros para no ser escuchado por su padre---

La razón por la que el pelinegro se encontraba así era porque unos cuantos arboles de unos pocos centímetros de ancho pero si de largo habían caído en frente de ellos, tapando el paso, era normal debido a las fuertes lluvias que han estado frecuentando por las noches.

---Será mejor llamar a los especialistas en esto, no sabemos si es peligroso cruzar ahora---Comentó el oficial Fugaku haciendo un aviso por su radio---

---¿Cuánto tiempo nos llevara esto?---Preguntó Itachi tratando de mantener la calma, pero simplemente no podía, no podía dejar de mirar hacia adelante con enfado y decepción, a ese paso no podrán encontrar rápido a sus amigos---

---Solo unas dos o 3 horas, no es mucho tiempo, no te preocupes por tus amigos, los encontraremos tarde o temprano---Respondió su padre como siempre todo calmado y con esa expresión de seriedad en su rostro---

3 o 2 horas, 3 o 2 horas, el azabache menor no dejaba de repetir la misma frase en su cabeza, no padre no entendía nada, no sabía si sus amigos estaban bien o no, no sabía lo que aquel hombre sería capaz de hacer, ya sabía lo poco que podia hacer, era capaz de matar, era capaz de traicionar, era capaz de engañar y sobre todo, provocar ciertas desgracias sin importarle cualquier lesionado que estuviera por ahí, simplemente no se sentía tranquilo si un ser querido se encontraba cerca de él.

Aprovecho de que por fin ya no estaba conduciendo para poder mirar su celular y revisar la dirección del albino, abrió un poco los ojos por la sorpresa, ya estaban más alejados de lo que estaban antes, habían acelerado el vehículo, una regla rompida, pueden sufrir un accidente junto a sus amigos ahí adentro y peor aun, quien sabe si llegará a caer árboles por donde se encontraban ellos.

---*Esto tiene que ser una horrible pesadilla*---Pensó con molestia mientras recargaba su frente en sus brazos---

Mientras tanto, a unos kilómetros atrás de ellos

Kakuzu y Obito se encontraban recargados en una ventana cada bien, mirando el paisaje para mínimo distraerse y pensar un poco. ¿Qué es lo que harían cuando por fin encontrarán a los chicos? Aparte de Ziro, ¿hay otros más hombres con él? ¿Serán capaz de derrotarlos? La policía estaba con ellos, mínimo había una poca de esperanza en que si lograrían librarse de esa.

El moreno no dejaba de pensar en la muy buena merecida paliza que se merecia ese tipo por haberle hecho daño a su padre, él no tenía ni la más mínima idea de todo esto, solo estaba vinculado con él y nadie más, su padre no tuvo porque quedar involucrado también.

Mientras tanto, Obito solo pensaba en poder salvar a Deidara, no tenía ningún tipo de rencor contra los demas hombres que estuvieran detrás de esto, pero si fueron capaz de hacerle daño no lo dejaría pasar tan fácilmente, esperaba que Deidara estuviera bien, quería volver a su trabajo y hacerle de nuevo aquellas bromas que al rubio tanto le molestaba, le causaba gracia sus reacciones y más cuando ve al menor intentando darle unos cuantos golpes sin lograrlo tan siquiera, no quería que aquellos momentos se fueran, quería verlo entrar en el restaurante solo una vez más. Ante esa ilusión no pudo evitar mostrar un sonrisa por aquel momento que tanto adoraba, mira la locura que estaba a punto de cometer gracias ese rubio malhumorado de ojos azules.

Después de unos varios minutos el vehículo se detuvo, esto llamo la atención de ambos chicos, quienes miraron hacia al frente encontrándose con una patrulla tapando el paso.

---¿Qué es lo que sucede?---Preguntó el uchiha confundido por dicha imagen que estaba mirando, ¿que esa no era la patrulla de su tío?---

---Al parecer hubo un derrumbe de árboles, tardará un poco en poder pasar---Respondió el conductor indiferente, ya estaba especializado por ese tipo de cosas---

---¿Cómo por cuánto tiempo?---Esta vez fue Kakuzu quien hizo la pregunta, cosa que el conductor respondió rápido---

---Dependiendo de la cantidad de árboles caídos, tal vez tarde más de 1 hora o 2---

Ante esta respuesta el moreno frunció el ceño en señal de desacuerdo, por suerte aún tenia a la policía en la mira, podrían seguirlos y así poder llegar con facilidad hacia donde estaban el albino y el rubio.

---¿Deberíamos ir con Itachi en busca de una solución rápida?---Preguntó el azabache con una expresión de duda hacia el moreno---

---No, si nos viera no nos permitirá ir con ellos, recuerda lo que me dijo, es mejor quedarse aquí---Respondió con seriedad en sus ojos, no podía arriesgarse con mostrar su presencia a la policía y más si se trataba de ayudar en un secuestro, eso no lo permitirían---

Obito solo se le quedo mirando pensativo, tenía razón, conociendo como era su tío si llegara a verlo lo llevaría de regreso hacia su casa, hasta incluso lo podría tener vigilado bajo 2 o 3 policías si era necesario, Kakuzu estaba todo en lo cierto.

Con Ziro

---Llegamos señores---Aviso con una radiante sonrisa, deteniéndose en frente de una casa de dos pisos---Aqui es---

---¿No pudiste haber elegido una más grande?---Preguntó el señor que estaba a su lado, mirando la casa de arriba hacia abajo con cierto gesto de insatisfacción---

---Lo siento, pero esto es lo mejor que pude conseguir, no hay que llamar mucho la atención después de todo---Respondió el de ojos azules sin dejar de sonreir, para después sacar un pequeño aparato y presionar un boton---

Al hacer eso las puertas del garaje comenzaron a abrirse, ahí fue donde el sujeto pudo estacionar mejor el auto, no tenía que dejar que las personas de afuera los vieran llevar a los chicos a la fuerza.

---Pónganse cómodos señores, hay mucho espacio en la casa---Dijo sonriente mientras salía del vehículo, estuvo a punto de volver a hablar pero vio como uno de los hombres agarró a Hidan y lo arrastraba fuera del auto---Oye, apenas llegamos, ¿Tan rápido te lo quieres violar?---Le pregunto con tono burlon, el albino aún no se había despertado, sería aburrido para él no escucharlo suplicar por su vida o algo así---

---Eso a ti no te importa, yo lo compre y yo decido que hacer con él---Respondió de mala gana mientras cargaba al menor como costal de papas y se lo llevaba hacia la sala de estar, en donde tenía varios tipos de sillones y tamaños---

---Nunca aprende señor Kenyuke---Comentó por última vez viendo como aquel hombre mayor se alejaba aún con el cuerpo del albino entre su hombro---*Pero bueno, gane una buena fortuna hoy*---Pensó orgulloso de si mismo mientras daba una que otra palmada a su bolsillo del pantalón, en donde tenía todo el dinero que había recibido gracias a esos dos chicos---

El señor Kenyuke era un hombre de 53 años que le gustaba tener sexo con chicos jovenes, cualquiera que le pareciera lindo siempre le ordenaba al del pelo color mandarina que se lo consiguiera de inmediato. Tenía el pelo medio corto de color gris basalto y unos ojos serios color morado lirio, siempre se encontraba con el ceño siempre fruncido y de muy mal humor, para Ziro era mejor no provocarlo tan fácil para que no haya conflicto sin importancia.

---¿Usted también señor Gitaru?---Esta fue la pregunta fue dirigida al otro señor que se encontraba listo para sacar a Deidara de ahí para después llevarlo a una habitación solitaria en donde sólo estarían ellos dos solos---

---Sí, no me vallas a molestar hasta que yo te diga---Y con último dicho cargo al pequeño rubio entre sus brazos y se alejo de ahí, dejando al de ojos azules solo en el garaje---

El señor Gitaru era 2 años mayor que el señor Kenyuke, tenía el cabello largo que hacía que las puntas le cubrieran un poco sus ojos, estos eran de color verde jade, mientras que su pelo era de color verde abeto. Él al igual que su compañero, le gustaba el placer con chicos jóvenes y más los que tenían el pelo muy largo haciéndolos ver como una chica, habían muy pocos en el mundo que era de su tipo y ahora que por fin lo había encontrado no lo iba dejar escapar e irse con una joven y bella chica, eso no, ya lo tenía apartado para él nada más.

---*Denme paciencia, por favor*---Pensó con molestia el de ojos azules, tenía que esperar solo un poco más para que le pagarán la otra parte de su trabajo y se largaba de ahí, solo un poco más y se dejaba a ese par de imbéciles con sus juguetes sexuales---

Y sin más aquel hombre salió de la casa, obvio no sin antes avisarles a sus señores, no tendría sentido quedarse ahí solo a escuchar los gritos, no había caso, ni siquiera estaban despiertos, solo estaría ahí paradote escuchando los gemidos de aquellos dos, cosa que le daría asco escuchar, prefería mil veces irse a un bar a cazar una nueva presa, no le preocupaba para nada dejar la casa, después de todo tenían paredes y ventanas silenciadoras, no se escuchaba nada del interior, lo había tenido bien planeado y calculado.

Narra Hidan

Ya había despertado desde que rato, solo que seguía con los ojos cerrados para que estos asquerosos hijos de perra no se dieran cuenta, siento como uno me carga, ¿a dónde me llevará? Solo espero que sea un lugar en donde no haya nadie, así para que pueda joderlo a golpes, pero lo malo es que sigo con mis muñecas y tobillos amarrados, sería una suerte si este imbecil me quitará todo esto.

Hasta ahora todo lo que ha hecho solo a sido paso tras paso y tras paso, no pasaría nada malo si abriera un poco mi ojo, ¿verdad? Espero que no, así que solo abrí un poco mi párpado, miré a los lados y no había nadie, al parecer estábamos en una sala, pero ¿por qué había necesidad de tantos sillones?

De repente sentí como este cerdo asqueroso apretaba mi trasero con tanta fuerza, pude sentir como la presión se me subía hasta la cabeza, ¡¡¡¿Pero que mierda le pasaba por su podrida cabeza?!!!

En eso este imbecil me lanzó hacia adelante, ahí fue donde ya no pude evitar abrir los ojos, miré con furia a aquel sujeto, no dejaba de mirarme de arriba hacia abajo, con esa cara tan enferma que tenía. En un giro inesperado me abrió de piernas, mirando fijamente mi miembro, en eso vi como se lamia los labios.

---¡Maldito asqueroso!---Grité con furia para después darle un fuerte golpe con la punta de mi pierna, este imbecil me estaba dando tanto asco, peor que al que siento por Ziro o por ese imbecil de Kakuzu---

Vi como su nariz y boca empezaban a sangrar a chorros, sonreí de manera engreída y victoriosa, pero en eso me di cuenta que al parecer eso no le importo, fue ahí donde comenzó a quitarse la ropa salvajemente, me estaba comenzando a entrar el pánico, fue entonces en donde comencé a desesperarme con tal de librar mis manos, ya no me importaba el dolor que sentía, ¡tenía que soltarme ya!

---¡Espera! ¡No!---Suplique, pero al parecer eso solo lo hizo enloquecer más, de un solo jalón logro desgarrar mi ropa---¡Dejame, cerdo asqueroso!---Intentaba darle otro golpe, pero eso ya no iba a funcionar en él---

Me desabrocho el pantalón para después voltearme y ponerme en 4, ¡¿Pero que mierda?! ¡Esto solo le pasa a las mujeres!
Sentí como me quito toda mi roba baja con sus dos manos, esto no podía estar pasando, no puedo ser violado por un cerdo asqueroso, podía sentir como me atormentada y torturaba con tan sólo poner la maldita punta de su jodido pene en mi trasero, lo acariciaba lentamente, sentía tanta rabia que hasta incluso juraría que estaba a punto de llorar.

---¿Te gusta esto?---Me susurro a mi oido para después lamerlo con deseo, maldito asqueroso, por supuesto que no me gustaba en lo más mínimo, ¡Deidara, ayudame!---

---¡No! ¡Sueltame ya maldito perro hijo de puta! ¡Si te atreves a pones tu maldita polla vo.... ¡aahhh!---No... ¡No! ¡Jodido imbecil! ¡Me estaba metiendo sus sucios dedos en mi trasero!---¡Dejame!---

Comencé a alejarme pero eso solo hizo que se me montará encima, quedando completamente inmóvil boca abajo.

---Me gustas, ese cuerpo tuyo esta muy bien cuidado, naciste para hacerte mío---Seguia susurrandome al oído, podía sentir como su otra mano me acaricia toda la piel, en especial mi miembro, en serio que me daba tanto asco---

Pero en eso siento algo caerse cerca de mi mano, ahí fue donde recordé, aun mantenía guardada mi navaja, ahora que ya estaba más cerca de mi ya podía liberarme, así que sin que ese marrano se diera cuenta la agarre y corte lentamente las cuerdas, podía sentir como poco a poco el amarre se iba poniendo ligero, ya estaba libre.

Fue entonces en donde con mis dos manos ya liberadas me di la vuelta y pude rasgarle el pecho a ese enfermo, ¿Quién dice que no soy capaz de matar? Me lleno de orgullo verlo tan sorprendido y tocer sangre por mi golpe bien merecido que le di, acto seguido le di una fuerte patada de burro a ese patetico pene suyo, el punto débil de todos los hombres es ese.

---¿Te gusta esto?---Le pregunto con un tono malévolo, no paraba de mirarme con esa expresión de odio en su rostro, detesto cuando las personas me miran así, me recuerdan a mi madre---

Fue ahí en donde estaba comenzando a gritar por ayuda, eso me traería muchos problemas si no lo detenía ahora, así que sin pensarlo mucho le corte la garganta, lo único que se escuchaba era como la sangre salpicaba por el suelo, al haber pasado un poco de tiempo por fin dejo de moverse, mira hacia todos los lados buscando un lugar en donde pueda esconderlo, al final opte por el armario, era muy grande y además parecía que se abría con llave, me di cuenta por la cerradura y las llaves colgadas cerca de el.

Con gran molestia lo agarre de los tobillos y lo arrastraba por el suelo, este imbecil era tan pesado, una dieta antes de morir no le había vendrido mal. Con un gran esfuerzo pude meterlo y cerrar la puerta con rapidez, haber por cuanto tiempo se dan cuenta de esto.

Comencé a acercarme a la puerta para salir de aquí, tenía que encontrar pronto a Deidara y largarnos de aquí, espero que a él no lo hayan logrado violar, después de todo el no tiene algo con que liberarse de las cuerdas, pero él no es tonto, puede defenderse sin necesidad de eso.

Antes de abrir la puerta pegué mi oreja a ella, no escuchaba ni un solo sonido, ni pasos, ni voces, ni nada de eso, lentamente abrí la puerta y mire hacia todos los lados, no había nadie, rápidamente comencé a buscar a mi amigo, obvio cuidadosamente de no ser descubierto.

Pase por muchas puertas esperando encontrar la voz de Deidara, pero hasta ahora no se escuchaba nada, ¿Dónde estaba el idiota de Ziro? No me gusta para nada que todo este tan silencioso, me estaba comenzando a desesperar, ¿y si se lo habían llevado a otro lado? Empecé a correr más de prisa, ya me importaba poco si llegaran a descubrirme, quería encontrarlo pronto.

En eso escuche una voz ahogada cerca de mi, puse más atención al sonido, no parecía ser la voz de Deidara, acerque mi mano a la manecilla y comencé a abrirla poco a poco, me lleve un gran infarto al ver como alguien se había abalanzado contra mi y me tiró al suelo, no lo había visto venir. Sentí como me comenzó a asfixiar con una almohada en mi cara, empecé a forcejear con tal de quitarmelo de encima, no podía respirar.

---¡Callate imbecil! ¡Deja de moverte!---Un momento, conozco esa voz---

---¡¿A quién llamas imbecil!? Eh, imbecil---Le reproche por tal repentino acto, casi estaba a punto de matarme---

En eso vi como aquella persona me quitaba la almohada de golpe, fue entonces donde me encontré con la cara de Deidara con sorpresa, no esperaba que había sido yo todo ese tiempo que trataba de matarme.

---¡Hidan! Lo siento mucho, pensé que era Ziro o el otro tipo que te había llevado, ¿Qué pasó con él?---Me pregunto de manera desesperante y me ayudo a levantarme del suelo---

---Lo mate---Conteste con orgulloso en mi tono, mostrando la navaja que aún mantenía la sangre en ella---

Mire a Deidara quien parecía muy sorprendido por mi respuesta, ¿Tan raro era? Tarde o temprano tenía que pasar algo como esto.

---Hidan, te pueden meter a la carcel por esto---Me Exclamó muy preocupado mientras me tomaba de los hombros---

---No hay pruebas, no hay cámaras aquí, no hay nadie más aquí, tiraré esta cosa lejos de aquí, nadie lo sabrá---Le respondí estando muy tranquilo, ya me había librado de ese tipo de cosas muchas veces---Por cierto, ¿Dónde está el otro hombre?---

---Pues verás.....---

Unos minutos antes, con Deidara

---Te verás muy hermoso con este traje---Comentó con una pequeña sonrisa emocionada el de ojos verdes jade, sacando de su maleta un corto vestido de maid---Es una pena que estés durmiendo, me habría gustado verte despierto---

El tipo intento ponerle el traje sin necesidad de quitarle las cuerdas de sus manos y piernas, pero le fue imposible satisfacerlo, no con la ropa que el rubio tenía puesta, por un momento pensó en cortar toda su ropa, pero vio que esa que tenía también lo hacia verse lindo, la única opción que le quedaba era desamarrar las cuerdas, total el de ojos azules seguia durmiendo, no iba a ser un problema.

Primero comenzó con las manos, se aseguró de no utilizar demasiada fuerza, no quería afectar esa bella piel que el menor tenía, al ya tenerlas libres fue el turno de sus tobillos ahora.

Ya lo tenía sin ningún tipo de obstáculo para hacerlo poner ese hermoso traje que compro para él, antes de ponérselo primero le dio una pequeña observación mejor, tenía un buen cuerpo, delgado y pequeño, con ese cabello lacio y rubio que tanto le gustaba ver.

Poco a poco fue acercandose hacia su cuello inhalando su aroma, ¿Qué tipo de perfume utilizaba? Olía tan bien. Estaba tan concentrado con ese olor que no noto que el rubio lo miraba con una expresión de asco en sus ojos.

Con sus manos logro ponerlo boca abajo y subirse encima de él, antes de que el hombre pudiera hablar Deidara lo callo poniendo una de las cuerdas entre su boca, amarrandola fuertemente.

---¡Mmm! Mm.... mmmm---Forcejeaba y forcejeaba, Deidara a pesar de ser un poco pequeño tenía mucha fuerza, entrenaba su cuerpo todos los días, tanto dolor estaba dando sus frutos---

---Ni creas que me pondré esa porquería de traje---Le dijo estando muy furioso, su dignidad y orgullo estaban a un solo paso de ser destruidos, gracias a la estupidez de aquel sujeto pudo salvar ambos con mucha facilidad---

Agarró el traje de maid y lo utilizo para amarrar sus manos y pies, al ya estar un poco alejado y verlo mejor no pudo evitar mostrar una sonrisa de burla y gracias---

---Tienes razón, el traje esta muy bien---Se río entre dientes disfrutando como el hombre forcejeaba y se caía de la cama, aun sacando sonidos ahogados---

Pero la sonrisa de Deidara se borro por completo, al escuchar ruidos afuera de la habitación.

---*¡Mierda!*---Rápidamente se puso en guardia y agarró algo con que defenderse lo antes posible, una almohada---

El menor a paso lento se fue acercando hacia la puerta, vio como la otra persona que estaba afuera giraba la manilla para después empezar a abrirla, antes de siquiera poder ver de quien se trataba se lanzó encima de él y comenzó a hundir la almohada por toda la cara, la persona comenzó a forcejear y a sacar sonidos que no entendía para nada, lo único que quería era salir de ahí junto a su amigo.

---¡Callate imbecil! ¡Deja de moverte!---Le grito con fuerza, estaba dando un gran esfuerzo con tal de no dejarlo escapar, no quería seguir estando ahí---

Pero una voz muy familiar lo hizo estremecerse por completo.

---¡¿A quién llamas imbecil?! Eh, imbecil---Esa voz.... era la de...---

Rápidamente quito la almohada para confirmar su sospecha.

---¡Hidan!---

De vuelta a la realidad

---Y el resto ya lo sabes---Terminó de relatar el rubio dándole una pequeña mirada al cuarto, seguia vigilando al hombre de que no hiciera nada raro---

---pff..... jeje..... ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!---Se carcajeo el albino con sus brazos a su estomago para después arrodillarse sin dejar de reir---No lo..... No lo.... ¡jajajajajajaja!---

---¿De qué te ries?---Preguntó el de ojos azules confundido por su reacción---

---Me abría gustado verte con ese traje---Respondió mientras se levantaba y limpiaba una lágrima saliendo de su ojo---

---¡Callate imbecil!---Le grito muy ofendido y enfadado para después darle una bofetada en su brazo---

Mientras tanto, con Itachi

---Al perecer duro poco tiempo, ya podemos seguir avanzando---Comentó Fugaku entrando a su patrulla---Espero que valga la pena en que hayas suplicado en ayudarlos para acabar más rápido---Esto último fue dirigido hacia su hijo, le había parecido raro en que insistiera e insistiera con ayudar a los hombres a quitar todos los árboles en el camino, hasta incluso tubo que pedirle ayuda a los demas oficiales---

---Claro que si---Respondió el menor subiéndose rápido a su motocicleta y comenzar a arrancar de nuevo, no sin antes darle las gracias a los hombres por haber aceptado su ayuda---

---*Este chico*---Pensó el mayor poniendo los ojos en blanco y arrancó su patrulla siguiendo a su hijo---

Los chicos de atras seguían sin poder creer lo que había pasado, incluso el más sorprendido era Obito, ¿Desde cuando su primo era tan terco como para querer todo enseguida? Lo desconocio por un momento.

Si no fuera porque el taxi comenzó a moverse no habrían reaccionado rápido, ahora lo único que pensaban era volver a ver a los chicos y que estuvieran bien.

---*Ya falta poco*---Pensaron ambos estando con la intriga de si algo malo les estaba pasando ahora mismo o no---

*************************************
04/08/2023

*Da un gran suspiro de relajación estirando los brazos muy arriba* por fin, no está tan largo como quería pero bueno, tengo miedo de que se borre por completo y todo lo que escribí haya sido en vano, aquí termino el capítulo mis queridos lectores, espero les haya gustado. ^^
🙋🙋🙋🙋🙋🙋🙋🙋🙋🙋🙋🙋🙋🙋🙋🙋

4912 palabras

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