Qin Chi sabía lo que iba a pasar más adelante y también sabía que esa empresa no tendría ninguna utilidad en el futuro. Dado que la familia Zhang quería tanto la empresa, no necesitaba ser educado. Utilizaría la idea de aprovecharse para hacer que pagaran un precio.
-Zhi Ge, quiero abrir un supermercado. Tú les vendes la empresa y nosotros podemos abrir un negocio juntos desde cero, ¿qué te parece? -Qin Chi agarró la mano de Zhang Zhi y le preguntó seriamente.
Zhang Zhi quedó atónito por sus palabras y sintió una sensación de pérdida en el pecho.
¿De verdad Qin Chi quería abrir un supermercado con él... o era un truco que hizo con Zhang Leyue para que él entregara voluntariamente el control de la empresa a su familia?
Zhang Zhi sentía que Qin Chi era como un pozo sin fondo que no podía entender, cada pensamiento y acción suya era inescrutable.
Después de tantos años de ser cruel e indiferente con Zhang Zhi, había plantado la semilla de desconfianza en su corazón. Ahora estaba cosechando lo que había sembrado.
-Zhi Ge, después de que tengamos el dinero, todas las tarjetas de banco estarán bajo tu custodia, el supermercado también será tuyo. No quiero nada, solo quiero que seas mío, ¿está bien?
No sabía cómo hacer que Zhang Zhi se sintiera seguro, pero la verdad era que la empresa no tenía ningún significado, y no podía explicarle detalladamente a Zhang Zhi con su familia presente.
Los tres miembros de la familia Zhang se emocionaron al escuchar a Qin Chi decir esto, y rápidamente lo animaron, medio amenazando y medio tentando a Zhang Zhi, diciéndole que les dejara tener la empresa, y que sin duda cuidarían mejor de ella, etc.
Qin Chi solo podía reírse fríamente de sus palabras.
¿Entregar la empresa? ¡Ni hablar! ¡Si no le entregaban el dinero, él no les daría ni siquiera un activo de la empresa!
Los cinco discutieron y pelearon toda la mañana, y los tres miembros de la familia Zhang amenazaron y persuadieron a Zhang Zhi para que entregara la empresa.
Dijeron que si no lo hacía, irían a la corte y harían que Qin Chi pagara las consecuencias.
Al final, Qin Chi ignoró las objeciones de Zhang Zhi y tomó la decisión final.
-Diez millones, y les vendo la empresa. Todas las acciones a mi nombre y de Zhi Ge serán suyas. Acepten o váyanse.
Zhang Xu fue el primero en ponerse de pie y explotar como un dinosaurio:
-¡¿Diez millones?! ¡¿Me estás tomando el pelo?!
Qin Chi lo miró de manera fría.
-¿Cuántos ingresos les ha dado la empresa cada año? Ustedes lo saben muy bien.
De lo contrario, no serían tan desvergonzados.
Zhang Xu todavía quería decir algo más, pero su padre lo pensó por un momento, y poco a poco preguntó:
-¿Puedes tomar tú esta decisión?
Qin Chi miró a Zhang Zhi, que estaba un poco ansioso a su lado, y apretó su mano con fuerza. Sonrió y respondió:
-En un principio, mis padres invirtieron en la empresa y son los mayores accionistas. Después de que me hice mayor de edad, las acciones pasaron a mi nombre. Si hablamos de la influencia en la empresa, tengo más poder que Zhi Ge.
Eso era cierto. Si no hubiera sido por la ayuda de la familia Qin en aquel momento, Zhang Zhi, como un joven huérfano y sin recursos, básicamente no habría tenido la oportunidad de desarrollar la empresa hasta lo que era actualmente.
Al escuchar la respuesta de Qin Chi, Zhang Zhi entendió que no podía persuadirlo más y se mantuvo en silencio, dejando que Qin Chi tomara la decisión por ellos.
Ya no importaba, todo se lo debía a él. Fue gracias al apoyo de sus padres que su empresa pudo ir por el camino correcto. Y si al final se quedaba sin nada, simplemente lo consideraría como pagar la deuda con la familia de Qin Chi.
Qin Chi sabía que Zhang Zhi se sentía deprimido y lo lamentaba profundamente, pero sabía que Zhang Zhi pronto entendería que su decisión no fue del todo incorrecta.
El padre de Zhang Zhi lo pensó por un momento, y lentamente preguntó:
-Diez millones...no tenemos ese dinero, ¿tú podrías...?
-No puedo aceptar acciones o pagos a largo plazo. Necesito todo el dinero. -Qin Chi no era tan tonto como para aceptar un acuerdo imposible de completar y dejar que Zhang Zhi desperdiciara todo su esfuerzo.
Su suegro apretó los dientes y dijo:
-Bien, encontraré una manera de conseguir el dinero. Por favor, prepara los trámites lo antes posible.
Después de eso, el padre, la madre y Zhang Xu se levantaron y se fueron. Probablemente, cuando regresaran, hipotecarían el coche, la casa de lujo que habían comprado y pedirían un préstamo al banco.
Qin Chi no se sentía excesivo. Si esas tres personas querían obtener algo que no les pertenecía, entonces tenían que pagar un precio.
Además, cuando llegara el fin del mundo, el dinero del banco dejaría de funcionar.
Qin Chi llevó a Zhang Zhi al hospital y le contó chistes y cosas interesantes en el camino. Quería animarlo, y hacerlo sonreír. Zhang Zhi lo vio buscar chistes divertidos con todo su esfuerzo y finalmente se rió y sacudió la cabeza.
Ese niño parecía haber crecido, se preocupaba por los demás y tenía sus propias ideas. Ya no era el joven maestro que solo bebía y se divertía. Si Qin Chi quería hacer algo, solo necesitaba apoyarlo en silencio desde atrás. Después de todo, si no fuera por los padres de Qin Chi, él no estaría donde estaba ahora. Además, sin importar cuánto lo mimara, siempre sentía que no era suficiente. Quería abrir su corazón para que Qin Chi pudiera entenderlo mejor.
Una sola empresa, Qin Chi la tomaría si quisiera. Después de todo, todavía era joven y tendría muchas oportunidades de las que recuperarse.
Después de ponerle un suero en el hospital y recoger algunos medicamentos, Qin Chi llevó a Zhang Zhi a casa para descansar. Mientras Zhang Zhi tomaba una siesta, Qin Chi volvió a comprar por internet una gran cantidad de frutas y verduras deshidratadas para guardarlas en el almacén.
Cerca de la noche, Qin Chi preparó la cena y llamó a Zhang Zhi para que bajara a comer. Ambos disfrutaron de una deliciosa cena. Cuando pensó que no habría comida caliente como esta después del apocalipsis, Qin Chi se sintió muy triste.
Después del apocalipsis, todavía se podría cocinar si hubiera arroz o fideos o un lugar seguro para encender un fuego. Pero el problema era, que en el mundo apocalíptico había muchas crisis y escasez de alimentos y ropa. ¿Cuántas personas tendrían el tiempo de ponerse a cocinar?
Qin Chi agregó algunos elementos a su lista de compras, como fideos instantáneos y otros alimentos rápidos. Por supuesto, no solo se limitaba a los fideos instantáneos, sino también a alimentos como el arroz auto-calentable, una arrocera, el arroz con frutas y el caldo en polvo. Después de todo, cuando la familia Zhang entregara los diez millones, Qin Chi tendría más dinero del que podría gastar.
Después de la cena, Qin Chi llevó a Zhang Zhi al garaje para que pudiera practicar con el arma y asegurarse de que pudiera usarla correctamente antes del fin del mundo.
Zhang Zhi era un hombre inteligente y aprendía rápido. Además, tenía a Qin Chi como su maestro personal, por lo que pronto dominó los fundamentos. Sabía cómo ajustar su respiración, cómo reducir al mínimo el retroceso y cómo ampliar su campo de visión. Aprendió más rápido que la mayoría de la gente y Qin Chi estaba bastante satisfecho con su progreso.
Aunque la habilidad de Zhang Zhi con las armas aún estaba muy por debajo de la de Qin Chi, Lao Yuan y los demás, por ahora era suficiente. En las primeras etapas del apocalipsis, el enemigo principal seguía siendo la humanidad. Tal vez en la mitad del apocalipsis, cuando la cantidad de zombies aumentara y se volvieran extremadamente feroces, Zhang Zhi tendría que aprender a usar todo tipo de armas durante las batallas.
Después de la sesión de práctica, Qin Chi se fue a duchar. Al salir, no pudo encontrar a Zhang Zhi por ningún lado y su corazón casi se detuvo. Si no lo hubiera encontrado finalmente en el ático de arriba, Qin Chi habría llamado a la policía de inmediato.