Despreciable Lucifer:
Gracias a la visita imprevista de Husk y Ofelia, pude darme una idea de cuanto habían podido penetrar en tus sistemas de seguridad y guardia real. Resultado mas sencillo para Husk entrar, gracias a todo el tiempo que tuvo Ofelia trabajando dentro del palacio.
Yo sabia que evitaban tocar el tema de lo que pasó en la casona, también lo que habia pasado con Rossie y su traición. Lo note con unas cuantas miradas.
Ofelia habia trazado varias rutas de escape, tachado todas esas zonas muertas sin guardias ni camaras. Horas de cambio de guardía, los dias que menos circulaban y esos "ojos" que la ayudaron a monitorear durante el mes el movimiento dentro de esta prisión dorada.
Luego de su partida, que dicho sea de paso le costo un desplume a Husk por el mal despegue. Pasaron dias antes de poner en marcha mi propio plan personal, colandome de a poco en tu mente, invadiendo tus pensamientos.
Volviendo a dejar marca, mi presencia recorriendo cada fibra bajo tú piel. Era como verter pequeñas cantidades de polvora a un volcán dormido, porque si una vez logre que perdieras la cabeza. Lo haria de nuevo, sin volver a comsumirme en las llamas que ahora ardian desesperadas de tu interior.
No de nuevo, no caeré con la misma piedra.
Los besos y palabras bonitas, la sumisión. Pensarlo mas como un medio para un fin. La mascara de entrega incondicional, cuidadosamente colocada.
Poco a poco fuiste soltando ese agarre de serpiente tan asfixiante, retrayendo tus proteroglifas. Llegó el punto en que podia ir libremente por el palacio, sin que los sellos de protección me impidieran el pasó.
Habia contras en el plan que solo me afectaban personalmente, el principal era mi desagradó a llamarte con amor, dormir contigo, tocarte e incluso estar constantemente en la misma habitación que tú.
Era recurrente pasar las noches en tu despacho, hablando por horas y horas de temas tan inmundos, banales y sin sentido. Cada cosa que salía de tu boca para mi ya era un eco muerto.
Luego de un tiempo comienzas a beber, poco al principio. Al poco tiempo ya te has acabado una botella de licor entera tu solo, sigues con otra hasta estar completamente ebrio.
Era el único momento en el que todas tus barreras bajaban, vulnerable. Estos dias habia estado midiendo de a poco cuanto estabas dispuesto a ceder, jamas siendo obvio, nada apresurado. Nada grave, aún.
Una cuantas palabras bonitas cuando tu cerebro nadaba en licor y ya te tenia firmando algun documento, nada importante. Solo ceder unas cuantas almas, quizas veinte. Tal vez treinta, o solo las suficientes para ir recuperando todo ese poder que me arrebataste hace tanto.
Esta noche fue diferente, desde el principio. Hablamos, si, hubo algunos coqueteos, si. Besos, tal vez. Esta vez me sentía de un humor bastante particular, fui mas indulgente que de costumbre. Pero eso no evitó todas esas palabras bonitas, tan dulces y vacías.
No parecias notarlo, eso para mí era un público de pie, aplaudiendo ante mi actuación en esta obra llamada infierno. Y todo nos llevo a uno de los puntos cruciales en la trama, el que me llevaría de vuelta a ser el personaje principal. Ya podia saborear la luz de los reflectores sobre mi cabeza.
Firmaste por tu propio pie, un declarado oficial. Donde proclamas a mí bebé como tu único y legítimo heredero al trono, heredero universal de toda tu extensa fortuna.
Ya no habia marcha atras, sin darte cuenta habías firmado tu destierro al ultimo anillo, donde el frío carcomeria tus extremidades. Consumiendote de a poco hasta solo tener medio cuerpo atrapado en el lago helado, justo en el centro.
No podía estar mas extasiado, gentilmente me ofrecí a guardar tal documentó. No objetaste, con eso estoy bien. Debia irme, no podia contener la emoción como lava recorriendo cada parte de mi cuerpo, necesitaba guardar en un lugar seguro mis logros.
Mañana no podrías recordar nada, y todo seguiria como de costumbre.
El sabor de la victoria fuertemente impregnado en mi paladar, como la sangre de alguna víctima.
Media hora mas tarde, te quedaste completamente dormido. Coloque una almohada en tu cabeza, te cubrí con una manta, liberé algunos pendientes del escrito, estaba por irme.
Cuando tu teléfono vibró, algo confundido, tome el teléfono. Me parecía extraño, mas que nada. Por que tenia entendido, que este en particular era de uso personal. Miré el nombre en la pantalla.
"Mimzy"...
Ahogué cualquier expresión de sorpresa, incluso el movimiento involuntario de los músculos de mi rostro. Observé fijamente la pantalla, mi cabeza maquinando ahora con esta información, dejando salir dudas y resolviendo muchas otras.
¿Todo esté tiempo fue ella?
¿Rossie no tuvo la culpa?
¿Las dos estaban en esto?
El sentimiento de traición regreso, instalándose amargamente en la boca del estómago. Tirando por la borda toda emoción por hacer obtenido la victoria, suspire. En algún momento el aparato dejo de vibrar.
No pasaron ni cinco segundos, cuando volvio a vibrar. Inevitablemente conteste la llamada, mo lleve a mí oreja. Completamente en silencio, ella habló.
-Buenas noches su majestad, lamento llamar tan tarde. Pero no eh podido dormir tranquila, el motivo de la llamada. Es, bueno.... Puedo preguntar ¿Cómo se encuentra Alastor? ¿Todo está bien con su embarazo?.... ¿Majestad? ¿Lo llame en un mal momento? ¿Hola?...
Colgué la llamada, deje el teléfono justo domde lo habia tomado y retomé mi caminó, con demasiadas dudas en la cabeza. Esto me causaría un dolor de cabeza innecesario, asi que. Tuve que pedir un té, sabía que la unica cosa que no retiraste, fue el sedante.
Y es que, aunque no lo quisiera. Era lo único que podia evitar tener algún sueño, o al menos. Recordarlo.
Necesitaba concentrarme.
-Alastor T.R.D-
• • •
•Notas de un autor confianzudo e irresponsable, que posiblemente tiene la percepción de la realidad bien alterada:
•Charlie se quedo sin un quinto, no lo merecia. Pero le cantaron la del pendejo.
•Podria agregar un paralelismo histórico, pero lo veo totalmente innecesario. Ahora, pasen play list de canciones Hot. El admi quiere escribir un appleradio pero no haya inspiración aHhHhHh.
•Sin nada mas que decir, se me cuidan. No olviden tomar awita y chao.
Atte: Mr. Radio Demon