Depresión...
Estaba sin motivación, en blanco y sin apoyo aparente. Nunca me he dejado ayudar por nadie. No sabía nada de ti, las cartas llegaban a casa recurrentemente. ero estaba tratando de no volver a caer una vez más a ese vacío del que me costó tanto salir. La medicina era simple: perderme el tiempo que fuera necesario hasta sentirme un poco mejor.
Mi habitación reflejaba el caos de mi mente, llevo acerca de cuatro días encerrada después de esa cena. Y no he tenido el valor suficiente para limpiar mi desastre de ropa.
Iana ya lo sabía, por eso no hace mucho acto de presencia. Hasta que sea yo quien la busque, aunque dudaría que en este momento estuviera disponible, estaba lidiando con un duelo de corazón roto. La depresión estaba más presente en vida que cualquier otra persona, esa sensación de sentirme cansada y miserable todo el tiempo, tal vez no tengo una razón, pero me pasaba muy seguido y no sabía cómo controlarlo más que tomarme mi tiempo.
Un golpe proveniente de la puerta principal me saco de mis pensamientos y hizo dejar de mirar la montaña de ropa que estaba encima de mi escritorio y me trajo de regreso. Abrí la puerta distraída sin pensar que eras tú, Nils.
Al parecer y eras bueno encontrando algo cuando en realidad querías. Habías encontrado la manera de traer algo de luz a mi día, dos cajas de pizza, un jugo de naranja y una guitarra eran tus aliados, aunque me sintiera miserable eso me hizo estar un poco en la tierra y me sacara de mi divagación habitual.
Lo más extraño que teníamos era que cada encuentros ocurrían al caer el sol. Té dirigiste hacia mi tejado sacando la pizza y acomodando todo, me senté a un lado tuyo observando el mar y como el sol se escondía entre algunos árboles de la calle.
—Aquella vez...que nos vimos estando sobrios los dos, estaba escribiendo una canción, la termine y después desapareciste sin avisar.
Como podía decirte que eso es un acto normal de mi...
Escapar cuando no puedo luchar, cuándo me sentía menos que el resto de sentirme menos en algo o para alguien. Tomaste tu guitarra la canción era una introducción de ti hasta el momento en que coincidimos ese día describiéndome como la chica de cabello rebelde y poética salida de la nada.
Hablando no de coincidencias, sino de personas destinadas a dejar una huella a ser temporalmente parte de nuestra vida.
Descubrí tu pasión por escribir y el amor que le tenías a la música. Aun se te sigue dando igual...¿igual de bien verdad?
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