Mente Maestra la saga

By Magic13chio

1.3M 85.4K 15.2K

No tengo nombre. No tengo un pasado. No tengo recuerdos. Ellos me buscan. Otros me cazan y otros... More

La Mentalista
1.- Mi nombre es Azul.
2.- El despertar.
3.- Los túneles.
4.- Cicatrices.
5.- Mi reflejo.
6.- Primer contacto.
7.- Sin respuestas.
8.- Asesina
9.- Comunicación.
10.- Miedos
11.- Sayuri
12.- Conexión.
13.-La mejor banda del mundo.
14.- ¡Esta viva!
15.- Alianzas
16.- Categorías
17.- Casa
18.- Caminos peligrosos.
19.- Adiós.
20.- Confusión.
21.- Invasión.
El Cazador
1.- Aún es primavera.
2.- Fuera de tiempo.
3.-Preguntas.
4.- Pasadizos.
5.- Dolor.
6.- Odio.
7.- Serpientes y escaleras.
8.- Contramedidas.
9.- Represalias.
10.- Adversidades.
11.- Hechos inesperados.
12.- Objetivos.
13- Talentos del recuerdo.
14.- Pistas.
15.- Errores.
16.- Emboscadas y dulces sueños.
Anuncio
17.- Primeras huellas.
18.- Promesas
19.- Cambios.
20.- Temporales.
21.- Fugitivos.
22.-Cazadores.
23.-Traiciones.
24.- Escape.
25.- Hasta siempre.
26.- Sujeto 1.
27.- Intercambios.
28.- Juicios Erróneos.
29.- Nuevas Amistades.
30.- Esperanza.
La Resistencia del Norte
1.- La Ciudadela.
2.- Extraños visitantes.
3.- Conceptos:
4.- Familia:
5.- Cobardía:
6.-Fantasmas del pasado:
7.- Memorias:
8.- Apariencias:
9.- Debilidades:
10.- Expuestos:
11.- Sutilezas:
12.- La Colonia:
13.- Insubordinación:
14.- Desahogo:
15.- Radicales:
16.- Precipitaciones:
17.- Humanidad:
18.- Súper héroes:
MIEDO.-
19.- Enemigos en común:
20.- Vidas en el olvido:
21.- Un mundo mejor:
22.- Tormentas:
23.- Energía:
24.- Luz Cegadora:
25.- Comprensión:
26.- Amistades involuntarias:
27.- Direcciones contrarias:
28.- Almas expuestas:
29.- Virus:
Contención.-
30.- Abandono:
31.- Interiores:
32.- Catástrofe:
33.- Compañerismo:
34.- Ilusiones:
35.- Discursos de guerra:
36.- Atentados:
37.- Cuarentena:
38.- Consecuencias:
39.- Reparaciones:
40.- Leyendas:
Mente Maestra
ANIQUILACION.-
1.- Decisiones
2.- Separaciones:
3.- Regulaciones:
4.-Estadisticas:
5.-Redención:
6.- Posiciones:
7.-Ultimos recursos:
8.-Caminos:
AGONÍA.-
9.-Almas pérdidas:
10.-Fantasías:
11.-Un poco de suerte:
12.- Mejoras en el sistema:
ESPERA.-
14.-Inocentes:
15.-Ofensiva:
16.- Dominio.
17.- Secretos al viento:
18.-Pasos en falso:
19.-Desesperacion:
20.- Condiciones
21.- Piedad
22.- Referencias
23.- Evolución
24.- Desencadenamiento:
25.- Fragmentos de tiempo:
26.- Pasos desesperados:
27.- Distracción:
28.- Comandos:
29.- Hermandad:
30.- Inanición:
31.- Infección:
32.- Conmoción:
33.-Destino:
...
34.-El sonido del silencio:
35.-Un paso adelante:
36.- Circunstancias.
37.- Mente Maestra.
38.- Contrastes.
39.- Aterrizaje.
40.- Emergencias.

13.-Todas las de perder:

890 143 23
By Magic13chio

Podía tratar de conversar, entrar en una sana discusión con ellos, pero, muy a su pesar, Raphael sabía que ningún líder de la resistencia se prestaría para cualquiera de esas cosas. Ellos querían pelear por poder, querían matarlo, de no haber sido por Magnus, ya lo habrían hecho.

Se puso de pie y caminó a la ventana, observando el paisaje a través del cristal, solo montañas y residuos de nieve. Viento y nada. No había personas ni animales. La guerra decisiva se estaba llevando a cabo en la ciudadela, y él estaba ahí, fue una de las personas que guío todo para que esa batalla sucediera, y simplemente estaba encerrado en su oficina, tratando de mantener al margen a esas personas.

— ¿Saben?— dijo en voz alta sin mirarlos—. Cuando era joven no me gustaban las batallas, me gustaba estar detrás de todo eso, las misiones a las que acepté ir, fue por mis amigos. Pero ahora... ahora deseo estar afuera, en la ciudadela, me habría encantado estar en la firma de paz en Canadá, y pensar que pude haber hecho algo por salvar a Evelyn o Camila. Sin embargo, estoy aquí, con ustedes. No me gusta del todo, pero tampoco me quejo, todas mis decisiones pasadas me trajeron aquí.

Tomó un respiro y giró para enfrentar a los líderes de la resistencia. Magnus ya había alejado la electricidad de sus manos, pero la amenaza persistía, solo hacía falta un movimiento por parte de ellos para que él los acabara.

—Me molesta no estar peleando en la ciudadela— continúo Lousen—. Pero ya he comprendido todo. No se trata de bandos, no se trata de poder. Todo esto es acerca de a quien damos el apoyo en esta guerra...

Avanzó dos pasos hasta el tablero de control, colocó su mano derecha sobre la pantalla y cerró los ojos. Los números y códigos aparecieron ante su visión, descifrando la complicada mente de Luisa. Raphael hizo que la puerta de la oficina se abriera.

—Pueden marcharse ahora— dijo Lousen abriendo los ojos—. Los evolucionados no los atacarán, tienen cosas más importantes que hacer ahora.

Ninguno de ellos avanzó a la salida. Leonard dio un paso al frente.

—Estás hablando de traición, Raphael— espetó—. Al dar el completo apoyo de la resistencia a los evolucionados.

Raphael sonrió y negó un par de veces.

—Creo que no entiendes las cosas, Leonard. Ninguno de ustedes las comprende. Evelyn lo hacía y estaba de acuerdo— suspiró y se dejó caer sobre la silla—. No se trata de apoyar a los evolucionados. Se trata de impulsar a la siguiente generación, y todos ellos; híbridos, inmunes, sobrevivientes del virus, contaminados, evolucionados... Están peleando por un lugar.

—No hay lugar en este mundo para ellos— bufó Leonard.

—Así que no lo quieres entender...— dijo Lousen y miró a Magnus, el general se encogió de hombros—. No es más tu mundo. Ellos están forjando uno nuevo y no hay sitio para nosotros en él.

Los ojos de Leonard se ampliaron.

—No puedo volver a la zona central ¿Cierto?

Raphael negó un par de veces, paseó la mirada por la habitación, en su oficina estaban los lideres, Shania, Jocelyn, Leonard, Albert, él y Magnus. ¿Cómo era posible que en los hombros de tan pocos descansara la responsabilidad de decidir sobre los evolucionados, cuando no pertenecían a ese grupo? A pesar de todas las variantes que la evolución trajo consigo, nada había cambiado en realidad, los poderosos seguían tomando las decisiones de la mayoría. Pero Raphael apostaba a que eso estaba a punto de cambiar.

—Yo les sugeriría abandonar la resistencia. Cuando los evolucionados tomen el poder...

— ¿Cuándo lo hagan? ¿No si lo hacen?— preguntó Jocelyn alarmada.

—Cuando Evelyn me presentó con ustedes— dijo Lousen mientras se frotaba los cansados ojos—. Pensé que por fin había llegado al sitio correcto, que ahora las cosas se pondrían en orden. Tiempo después, algunos trataron de ofrecerme la mejor tecnología para salvar a Velika, y otros amenazaron con dejar que el virus la consumiera si no sucumbía ante sus órdenes. Mi mente en esos momentos dijo que mi hija era lo más importante, y como siempre, hice caso de ella. Ahora, dejando ese sentimentalismo de lado, descubrí que, efectivamente, había llegado al sitio correcto ¡Por Dios! ¡Estaba en la resistencia del norte! Claro que era el lugar correcto, pero las personas a cargo no eran las adecuadas. Ahora les ofrezco la opción de irse, dejar su puesto a cambio de sus vidas.

—Ahora nos amenazas de muerte— bufó Shania—. Debes estar desesperado.

—No es él quien amenaza tu frágil cuello— espetó Magnus, jugando con las chispas en sus manos. La mujer retrocedió un par de pasos.

— ¡Ustedes! No tienen nada que perder ¡Hijos de...!

—Te sugiero, Leonard— dijo Albert con calma. Hablando por primera vez en todo ese altercado—. Que cuides tus palabras, la hija de Raphael está arriesgando su vida para que podamos tener estos momentos de deliciosa charla.

Por primera vez, los líderes miraron a Lousen con una muestra de lástima.

—Esto no se va a quedar así— amenazó Leonard y abandonó la oficina, con Jocelyn y Shania pisando sus talones.

Raphael se dejó caer en su asiento. Magnus se recargó contra el marco de la puerta y le dio una mirada a Albert.

—Te doy un punto— dijo el general a Albert—. Por haber logrado que se largaran sin derramar sangre; pero te lo quito, por haber utilizado a Velika. Fue golpe bajo.

Albert bufó.

—No soy uno de tus estudiantes, Magnus. Así que guarda tus estúpidas lecciones.

Lousen escondió la cara entre las manos. Magnus y Albert seguían discutiendo acerca de los otros líderes de la resistencia, sobre que habría sido mejor no dejarlos ir, pero Raphael ya estaba cansado de todos esos juegos, de toda esa muerte, lo menos que podía hacer era salvar pocas vidas, aunque estas no valieran mucho.

Su parte en esta guerra se estaba terminando, era demasiado viejo para pelear, estaba muy cansado y harto. Pero sobre todo... su habilidad se debilitaba con los años. Simplemente quedaban residuos en él, al igual que en Magnus. Raphael se preguntó cuánto de ello quedaría aun en Charlotte.

—En algo tienes razón, Magnus— dijo Lousen al levantar la cabeza—. Tengo a mi hija. Y está peleando en alguna parte allá afuera...

—Mi hijo también está ahí, Raphael— gruñó el general.

—No. Ya no queda nada de Jordán, así como no quedaba nada de Jeremy cuando murió. Y tampoco queda nada de ella, pues cuando Eva...

— ¡Suficiente!

Albert silbó por lo bajo y giró su silla de ruedas hacia la salida.

—Yo no sé tú, Magnus, pero a mí me encantaría que el final de mi vida no me encontrara sobrio.

Raphael no supo si Lanhart pudo o no interpretar las palabras de Albert, pero después de intercambiar una mirada molesta con él, empujó la silla de ruedas de su viejo amigo, a la salida. Lousen esperó unos segundos, por si el general deseaba regresar a reclamar algo, pero no lo hizo, así que cerró la puerta.

Miró la pantalla sobre su escritorio durante unos segundos ¿Qué pasaba si Velika estaba ocupada? ¿Qué clase de pregunta era esa? ¡Claro que ella estaba ocupada! ¡Estaba peleando en una guerra! Pero Raphael no perdía nada por intentar hablar con su hija, así que con un rápido movimiento, presionó el comando.

--------------------------------------------

Velika.-

No recuerdo que edad tenía cuando estaban preparando las cosas para ponerme el implante robótico. Mis pulmones estaban dejando de funcionar a causa del virus, estaba atada a una cama, conectada a un respirador, con un catéter acoplado a mi brazo. Recuerdo que el olor era lo peor, a pesar de estar en un hospital en la resistencia, mi piel, mis órganos olían a putrefacto. Era difícil permanecer cerca de mí, todos los médicos que entraban, lo hacían cubiertos de boca y nariz. Ellos solo revisaban mis avances, que no eran muchos a decir verdad.

Los mejores momentos eran cuando mi padre me visitaba. Él me llevaba una pantalla portátil, en la que podía ver imágenes en tercera dimensión del nuevo brazo que fabricaban para mí, era fantástico. También me contaba historias de su juventud, de cuando entrenaba a Dylan y Cheslay, de cuando utilizaba exo-trajes, pero mi historia favorita era la de como se había enamorado de mamá. En esos días él solía hablar mucho sobre ella, como nunca volvió a hacerlo.

Había noches en las que me dejaba mirar por las ventanas, me gustaba observar las estrellas, tan diferentes en Canadá de lo que eran en Croacia, o eso pensaba en aquel entonces, solía decirme que me enseñaría a utilizar un deslizador, para que pudiera ver las estrellas cara a cara. Solía ponerse triste cuando decía eso. Antes no lo entendía; ahora sí.

Mi padre pensaba que yo iba a morir. Por eso siempre estaba triste, por eso me contaba historias sobre las estrellas, por esa razón decía que volaría cerca de ellas.

Pero no morí. Utilizaron la tecnología para reconstruir uno de mis pulmones, parte del abdomen y mi brazo. Soy mitad máquina, y me importaba tanto en aquel entonces como me importa ahora.

Aun cuando estaba sana, mi padre continuó mostrándome avances en tecnología, y mucha historia, él quería que me convirtiera en alguien político, en una persona que se mantenía lejos de la línea de fuego. Pero no lo hice.

Aprendí a volar, no para estar cerca de las estrellas. Aprendí a hacerlo, porque la libertad que experimentaba a bordo de un deslizador, no se comparaba con nada. Y él estuvo muy decepcionado por ello, podía verlo en sus ojos cada vez que salía a entrenar.

A pesar de que su opinión siempre ha sido importante para mí, decidí ignorar esa decepción, que poco a poco se convirtió en orgullo.

Hasta el momento del tatuaje. Decidí plasmar en mi cuello y en la parte de piel que conservaba de la espalda, el mapa de la resistencia. Mi padre casi se vuelve loco al verlo, dijo que estaba demente. No creo que fuera el hecho de usar tinta en mi piel, creo que fue la elección del dibujo lo que le molestó.

Mi madre tenía a Velika. Era justo que yo tuviera a la resistencia. Y sería el lugar por el que viviría y moriría, al igual que mi madre.

Ahora, puedo ver los deslizadores frente a mí, caen de uno por uno. La alianza enemiga ha decidido atacar y no tengo idea de por dónde comenzar a responder. ¿Cómo se supone que haga para que todos estos deslizadores me respondan? ¿Qué sus pilotos me obedezcan?

Cierro los ojos y aprieto los puños sobre los controles. Puedo escuchar el metal de mis dedos protestar por tal fuerza. Me siento abrumada, ya me habían dado el mandato de un equipo, para el rescate de la colonia en Alemania, y fracasé. Ninguno me obedeció. Y perdimos.

Pero ellos fueron un equipo asignado, un grupo de personas siendo obligadas a seguirme. Poderosos evolucionados, acostumbrados a seguir las ordenes de nadie. Pero... estos pilotos... he volado con ellos, he aprendido de ellos, he crecido con ellos. No es que tenga su respeto, no tengo el respeto de nadie, pero me conocen. Hemos entrenado juntos.

Respiro profundo y siento mi mente controlarse.

¿Cómo conectar todos los deslizadores en una misma frecuencia? ¿Cómo hacer que me escuchen?

Los veo caer, veo a los atacantes hacer orificios en los cascos, romper cristales y destrozar armas... Y la respuesta llega a mí como un balde de agua fría.

Tenía quince años, cuando jugaba con Dom batallas de bolas de nieve. Day había dicho que el clima era demasiado frío para su gusto, y se quedó en el interior de la resistencia.

Hice un montón de nieve con mis manos, sonriendo al sentir el frío en el metal de mis dedos, los que pedí conectaran a mis terminaciones nerviosas. Jugamos toda la tarde, y el sol comenzaba a ocultarse. Dom y yo, forrábamos algunas rocas con nieve, y las lanzábamos, el punto en esto, no era hacer daño al otro, si no, aprender a identificar los misiles falsos y aceptar los de nieve. Estábamos empapados de la cabeza a los pies, pero ninguna roca nos había tocado.

El lugar se volvió tan silencioso, que podía escuchar la respiración de Dominique del otro lado de su trinchera. Él no podía escucharme, yo sabía eso, pero de alguna manera, se las arreglaba para saber cuándo y cómo lo iba a atacar. Ahora sé que es por su condición de mentalista.

En esa ocasión, me arrastré por la nieve, con el misil falso bien apretado en mi mano humana, seguí sus huellas hasta la parte trasera de un montón de nieve. Las reglas estaban claras ahora: Este sería el último tiro, el que definiría la victoria.

Salté, ya con la roca forrada en nieve, a punto de lanzarla a su pecho, y él estaba a punto de lanzar otra hacía mi brazo, cuando la puerta de la resistencia se abrió y salió Day.

— ¡El general dice que ya ha sido suficiente! ¡Velika! Lousen me envió por ti— espetó la gemela, frotándose los brazos.

No pude evitar que la roca abandonara mi mano, cuando Day había salido, el proyectil prácticamente ya estaba en el aire. Dom soltó su bola de nieve y saltó sobre su hermana para que la roca no la golpeara, el proyectil de nieve y piedra se estrelló en la cabeza del gemelo.

Corrí en su dirección. Day estaba tumbada sobre la nieve, y Dom, sosteniéndola abajo, soltaba ligeras risas. Estaba loco de remate. Quizá ese golpe logró mover su último tornillo.

— ¿Qué demonios les pasa? ¡Son unos niños!— chilló Day, poniéndose de pie y pateando nieve en dirección a su hermano.

Me acerqué a Dom y quise ayudarlo a levantarse, pero él se recostó sobre su espalda, sonriendo como un psicópata, los brazos abiertos sobre la nieve, y mirando al cielo, mientras su cabeza dejaba manchas rojas en el suelo blanco. Me recosté a su lado, si a él no le importaba su herida, a mí tampoco.

— ¿Por qué lo hiciste?— pregunté mirándolo. El aliento blanco escapando de mis labios—. Day pudo haberlo esquivado.

Él se encogió de hombros e hizo un par de movimientos con las manos, y al final, rozó su barbilla con tres dedos.

Day simplemente sonrió. Y nos quedamos los tres sobre la nieve, hasta que el sol terminó de ocultarse.

Abro los ojos y miro los deslizadores, recuerdo las "palabras" de Dom en aquel momento: ¿Qué importa lo que haga, si al final el resultado es el mismo? Vale la pena sacrificarse por algunas cosas.

Cierro los ojos para cuidarlos de la luz, cuando otro deslizador explota. Demonios, seguimos cayendo y no puedo hacer nada. Si fuera una siete, probablemente podría poner todos los deslizadores en una frecuencia, pero no soy evolucionada.

Vuelvo a la realidad cuando el intercomunicador empieza a sonar. Lo levanto y lo conecto a la pantalla del deslizador.

— ¿Qué tal todo por allá?— pregunta papá del otro lado de la pantalla. Puedo ver que está en su oficina.

— ¿Y me lo preguntas así, como si fueran vacaciones?

— ¿No es esto lo que querías? ¿Pelear?

Me detengo a observarlo por unos segundos, parece cansado y ojeroso. Incluso puedo verlo frotar sus manos. Está nervioso, tiene miedo, y sé que es por mí. Muerdo mi labio inferior antes de responder, puede que sea mi último intercambio de palabras con papá y no quiero que sea algo malo, quiero que tenga una imagen fuerte de mí, así como la tiene de mamá.

—No— respondo con calma, a pesar de que sé que los deslizadores siguen cayendo—. No quería pelear. Simplemente buscaba volar. La idea de ser feliz se resumió a estar en el aire, pero ahora...

—No es lo que esperabas— dice comprensivo. Asiento un par de veces—. Si, nunca es lo que se espera.

—Tengo un par de ideas para hacer que los deslizadores lleguen con ayuda a la ciudadela, pero la alianza no deja de atacar, los está derribando. Si Dominique estuviera aquí, él sabría que hacer...

Papá asiente una sola vez. Y me mira, puedo sentir su ansiedad a través de la pantalla.

—Pero no tienes a Dominique. Tampoco a Day o a Cheslay. Te tienes a ti misma y es lo único que tendrás por el resto de tu vida.

Sus palabras se sienten pesadas en mi interior. Solamente yo, sin contar con nadie, y eso es curioso, viniendo de él, quien siempre me inculcó la idea de trabajar en equipo.

— ¿Estás bien?— pregunto.

Él suelta una risa.

—Mi amada hija está en una guerra ¿Se supone que debo estar bien?— inquiere un poco molesto—. Yo quería dejarte fuera de todo esto. No pude despedirme de tu madre, no pude hacerle la promesa de que te cuidaría siempre...

Ahora soy yo la que ríe. Él me mira confundido.

— ¡Estás hablando de Katrina Suker! Ella nunca ataría a nadie a una promesa que no puede cumplir. Y acabas de decirlo, yo debo cuidar de mi misma, pues nadie más lo hará.

Giro la cabeza a la ventana del piloto y veo como dan en el casco de uno de los deslizadores que transportan ayuda médica.

—Papá...— trago saliva y respiro profundo. Siento las lágrimas resbalar por mis mejillas—. Te amo. Y lamento no ser la hija que siempre quisiste.

Sus ojos se ven aturdidos por mis palabras, veo como aprieta la mandíbula y no deja de frotar sus manos.

—Pero justo ahora —continúo—. No necesito un sermón, necesito que busques a un siete, para que pueda conectar todos los deslizadores en una misma frecuencia, porque tengo un plan, pero no puedo llegar a los demás. Y si nadie toma el mando, esta guerra terminará más pronto de lo que te imaginas.

Él mira hacia otra parte, estoy completamente segura de que sus ojos siguen los movimientos del pez dorado sobre el estante en la esquina de su oficina. Su pecho se infla cuando respira profundo, y sus ojos se clavan en los míos.

—Abre todos los canales que tengas en el intercomunicador, retira los bloqueos de seguridad del deslizador— ordena y hago lo que dice. Ha dejado de frotar sus manos—. Y Velika...

— ¿Si?

—Estoy orgulloso de ti— dice con decisión—. Y, por lo que más quieras, hazle un favor a tu viejo, y no dejes que te atrapen con vida.

Sonrío para él, y quiero decir algo más, pero la comunicación se corta.

—También estoy orgullosa de ti— murmuro a nadie en la cabina.

Continue Reading

You'll Also Like

276K 15.5K 19
-Esto... doloroso...-dijo una voz femenina -Padre e hijo, se fueron juntos. Dos hermanos que no pudieron encontrarse por culpa de un gobierno corrupt...
26.4K 2.1K 28
Yo siempre pensé que todo era blanco y negro pero... resulta que si es posible la redención y para colmo me enamoré de uno de los pecadores más malva...
587K 45.4K 54
❝ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allí nos están cegando. Hay muchas cosas que me gust...
49.4K 7.3K 43
AVENTURA EN OTRO MUNDO CON MI ENCICLOPEDIA DE BRUJERÍA. 581 Capítulos Sinopsis Yu Su, que murió durante la era apocalíptica, se vio transportado a u...