Vio a Changbin ir hasta una moto negra luego de explicarle que, sorpresivamente, estaba interesado en participar en la carrera. Seungmin se preguntó si su novio sabía realmente conducir una moto o sólo estaba siendo un idiota al probar en un evento tan peligroso. Intentó persuadirlo de desistir, sin embargo, fue totalmente inútil pues Changbin estaba convencido de que ganaría. Seungmin lo dudaba seriamente.
Felix tenía a su joven amigo en la mira, sumamente interesado por la íntima relación que llevaban él y ese motociclista, LM98. Se preguntó cómo se conocieron y, claro, no se rendiría hasta llegar al fondo del asunto.
- La carrera empezará en unos minutos -informó Chan, dando a entender que tanto él como LM98 tenían que irse-. ¿Me darás algo si gano, Felix?
- Ya veremos -respondió con una sonrisa coqueta.
Chan le devolvió la sonrisa y se marchó en dirección de su moto.
Quedaron entonces Seungmin y Felix en compañía de Minho, rodeados de un ambiente totalmente incómodo que creó más preguntas en el joven pelinegro.
- ¿Y tú no me darás mi premio cuando gane? -preguntó Minho confiado.
- Una patada en-
- No querrás golpearme ahí, niño, luego llorarás por no poder follarte. No podrás gemir mi nombre entonces.
- Llamarte 'LM98' no se me hace para nada atractivo -bisbiseó Seungmin.
- Entonces llámame Minho -ofreció antes de marcharse.
Felix tironeó entonces a Seungmin hasta un lugar apartado donde podría soltar el cúmulo de preguntas que tenía atoradas en la garganta.
- ¿Desde cuándo lo conoces?
- ¿De quién estás hablando?
- No intentes hacerte el tonto, Seungmin, sabes perfectamente que hablo de ese hombre. El motociclista.
- Oh, eso.
- ¿Entonces...?
- ... Es vergonzoso -admitió abochornado.
- Seungmin -insistió el pelinegro.
- Hace un par de noches al llegar de trabajar, con Changbin decidimos..., divertirnos. Hicimos una sexcall.
- ¿Y en qué parte de tu alocada noche entra ese hombre?
En apenas pocos segundos, claro, cuando ese pillo entró a robar y decidió divertirse un momento con el lascivo jovencito.
- Él entró a mi casa, presumo que para robar, y me encontró en el sofá.
Felix cerró los ojos y negó con la cabeza, abrumado por la revelación a labios de Seungmin. Él no necesitaba saber nada más, los detalles le eran irrelevantes cuando el resultado final era que su joven amigo fue violado por un vulgar delincuente que resultó ser el famoso motociclista de la carrera de la noche. No obstante, lo que sí llegó a preguntarse Felix fue la razón para no denunciarlo y porqué ese hombre ahora se tomaba tantas libertades sin que Seungmin le pusiese un alto.
- ¿Y por qué no está en la cárcel en este momento?
- ... Yo no he dicho nada sobre lo que pasó.
- ¿Te volviste loco? Ese hombre abusó de ti.
- Bueno, yo se lo permití, si quiero ser franco.
- Estás justificándolo -masculló Felix.
- Quizás, pero no sé qué hacer. Sólo sé que disfruté esa vez y ahora ese idiota no ha dejado de fastidiar en lo que va de la noche.
- Seungmin, eso es peligroso. Él podría querer extorsionarte o algo peor.
Sí, eso ya lo había pensado. De hecho, fue uno de los primeros pensamientos que se le vino a la cabeza cuando reconoció al motociclista. Pensó también que el hombre empezaría a humillarlo o a traer a colación el tema. Sin embargo, contra todo pronóstico, el hombre sólo le recordó aquella fogosa noche cuando estuvieron a solas. Eso era de agradecerle. Aunque no por ello Felix estaba errado.
- Lo sé -murmuró-. Pero ya nunca más lo veré.
Felix quiso alegar algo en contra de ese tonto pensamiento, pero, siendo sincero, sabía que no iba a servir de nada pues su amigo parecía embelesado con aquel momento prohibido. Lo que podía hacer entonces es cuidarlo para que nada malo volviese a ocurrir.
- Es como una mala película porno -bisbiseó antes de alejarse y caminar hacia la pista, desde donde podía ver a los quince corredores en fila. Chan estaba en el quinto lugar, luciendo tan apuesto con el casto y los guantes, sobre esa motocicleta tan ruda. A él se le antojó montar una moto también.
Seungmin se ubicó al costado izquierdo de Felix, sintiéndose cual perro regañado por su amo, incapaz de mirarlo a la cara o de soltar palabra. El joven se sentía terriblemente culpable por haber disfrutado de ser follado por el motociclista mientras Changbin los escuchaba y creía que era Seungmin jugando con algún consolador. Vaya ingenuidad. Pero era su culpa. Él pudo decirle a Changbin, pudo acudir a la policía o decírselo a sus padres, sin embargo, decidió simplemente callar y guardar el recuerdo. Se dijo que era un descarado lascivo.
Y se encontró embelesado con la imagen de Minho sobre la moto, con el casco puesto en un aire tan varonil, tan peligroso que lo atraía terriblemente.
¿No debería estar viendo a Changbin?
Pero en su lugar sus ojos estaban clavados sobre el musculoso cuerpo de Minho.
Un silbato sonó y la bandera cuadriculada en mano de una mujer bailó sobre su mano dando inicio a la carrera. Los motores rugieron con fiereza y las llantas chillaron contra el pavimento al arrancar. Todos ansiando la victoria de la noche, aunque, era Minho y Chan los que iban a la cabeza. Ambos eran muy buenos sobre una moto y con vasta experiencia. Changbin estaba cerca, quizás en el cuarto o quinto lugar, para sorpresa de Seungmin, y tan determinado por ganar como cualquiera de los otros.
- ¿Crees que pueda ganar realmente?
- ¿Changbin? No estoy seguro. Nunca lo escuché hablar sobre motos y mucho menos sobre ser corredor, pero al parecer sabe conducir muy bien.
- Aún así no es comparable con ellos. Tal vez llegue en tercer lugar.
Si se empeñaba sí, aunque ese pensamiento pasó a la inexistencia cuando Changbin golpeó con su motocicleta la de Chan, un claro intento por sacarlo del camino que logró su objetivo momentos después. Felix soltó un jadeo cuando vio a Chan derrapar contra el borde de la pista.
El público abucheó a Changbin demostrando el favoritismo por los líderes de la carrera.
Minho vio a Changbin de soslayo, advirtiendo las intenciones que su competidor tenía, aunque esperaba que este no fuese tan ingenuo como para creer que se iba a dejar vencer tan fácilmente. Además, si ya sacó a Chan de la pista a punta de empujones, Minho esperaba que el 'niño mimado con aires de chico malo' no creyera que lo sacaría utilizando la misma boba técnica.
No hubo cambio, sin embargo. Changbin y su arrogancia lo llevaron a intentar lo mismo con Minho justo en la recta final. Intentó golpear con el frente de su moto a la otra, queriendo desestabilizar al mayor pero no logró más que dañarse a sí mismo pues en su segundo intento Minho golpeó con fuerza la pierna de Changbin, empujándolo lejos de su espacio y llevándolo de costado al piso. Una mueca arrogante surgió en el rostro de LM98 al sentir la victoria en sus manos. Aceleró la moto y cruzó la línea de meta en medio de gritos y alaridos de los entusiastas de las carreras.
"Tiene sentido que Seungmin se haya dejado follar, si tiene un novio tan idiota", pensó con mofa.
Cuando todas las motos participantes cruzaron la meta, muchos se acercaron a ayudar a los heridos. Chan tenía una expresión sombría en el rostro, molesto por haber sido tratado de esa manera. Y Changbin estaba, por decirlo menos, a rebosar de rabia por la humillación de ser vencido en su propio juego.
Felix y Seungmin llegaron corriendo a ayudarlos.
- Maldito bastardo -blasfemó Chan al ver a Changbin pararse con ayuda de Seungmin.
- Ey, calma. ¿Estás bien?
Chan sólo gruñó apretando los dientes como respuesta.
- ¿Cómo pudiste hacer eso? -chilló Seungmin enrabiado-. Lastimaste a alguien.
- ¿Te importa más ese idiota de lo que me han hecho a mí?
- Te lo buscaste, ¿no es así?
Changbin se apartó bruscamente de Seungmin ante la reta que este le dio. Entonces vio al vencedor acercarse. Minho estaba sin el casco y su expresión era de completa ira.
- ¿Ves lo que sucede cuando intentas jugar con juguetes que no son tuyos? -le preguntó en tono ácido.
- Pude ganar -bisbiseó-. Si no hubieses hecho trampa lo hubiese logrado.
Minho enarcó una ceja, totalmente cautivado por semejante declaración.
- Atacaste a Chan y ahora me acusas a mi de haber hecho trampa. Te di lo que merecías.
- ¿Qué tal si lo igualamos? -amenazó Changbin.
- ¿Quieres pelear contra mí?
El muchacho debía estar demente o ser un suicida si pretendía enfrentarse a un oponente cuya masa muscular no sólo era superior, sino también lo era su experiencia en combate.
- ¿Tienes miedo de perder acaso? -refutó.
Minho se carcajeó.
- La pregunta es si tú no tienes miedo de morir.
- Basta -interrumpió Seungmin-. Changbin, cállate y vámonos. Este hombre podría lastimarte seriamente si tu...
- Házle caso a tu novio, Changbin. Él parece saber de lo que habla -dijo cuya morbosa doble intención fue bien captada por Seungmin quien volvió a sonrojarse ante el guiño que le mandó Minho.
- No te tengo miedo.
- Entonces, si tanto quieres que te golpee, te veré mañana a las diez en el Reed. Si te da miedo, siempre puedes enviar a tu lindo novio.
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