(Pov Tasha)
Tenía que salir de aquí, odiaba las jaulas. No era yo la que se suponía que tenía que estar aquí. Aun después de dos años seguía sin entender cómo es que esa niña me había descubierto, ni ella ni nadie debía de haber sido capaz de descubrir que yo había asesinado a Tatiana.
Nadie debería de haberlo sabido, todas las pistas estaban sobre ella, pero cometí el terrible error de creer que Vasilisa dejaría morir a su mejor amiga sin plantar batalla para salvarla de la misma forma que Rose la había salvado incontables veces.
Las cosas aquí solo parecían empeorar, estaba segura que ya no tenía la fuerza necesaria para coaccionar a alguien y aun después de dos años lo único que conocía de este maldito edificio era la ruta de mi celda hasta la sala de alimentadores. Tenía que encontrar una forma de escapar de aquí pero ¿Cómo?
Odiaba mi maldita suerte ¿Por qué Dimitri no podía quererme? ¿Pr que no podía amarme de la forma que yo lo amaba a él? Le había ofrecido todo y es simplemente lo había tirado por la borda, yo le podría haber dado todo lo que esa niña jamás podría, pero aun así él lo había rechazado todo.
-<<Debo de salir de aquí, debo de salir y recuperar lo que es mío>>- pensé con desesperación, debía de haber una salida, una forma de escapar, Victor Dashcov había escapado de aquí a fin de cuentas y no se supo que fue de él después de eso.
El sonido de unas llaves abriendo la puerta de mi celda me saca de mis pensamientos, haba un guardián fuera de ella eso no me sorprendía en absoluto, eran las únicas personas que había aquí aparte de prisioneros; lo que me sorprendió y casi me dejo en shock fue quien era ese guardián, Ethan Moore, lo recordaba perfectamente, el pobre hombre había terminado enredado en mis planes de asesinato y de recuperar a Dimitri hace dos años, después de que me encerraran al haber intentado asesinar a Rose -si a Rose, porque aunque le había apuntado a Vasilisa sabía que Rose se interpondría y la bala jamás heriría a Lissa- no supe que fue después de eso
Parece que la suerte me sonreía de una vez por todas. Ya conocía a la persona que me ayudaría a salir de este maldito lugar.
-Tu hora de alimentación- dice con voz helada y cara inexpresiva, volteo a verlo a los ojos y después esboza una sonrisa.
Hola a todos, se que el capitulo es corto, pero se como piensa Tasha espero que les guste. No olviden votar y comentar
Gracias, Monse