Camila pov
Cuando estuvimos dentro de la casa, lo primero que hizo Dinah fue inspeccionar todo a su alrededor con ojos críticos. Observaba las distintas fotos que había alrededor de la casa.
Cómo es posible que haya olvidado lo observadora y criticona que suele ser Dinah?
Yo iba detrás de ella con una pequeña sonrisa mientras ella se empeñaba a cumplir con su tarea.
-Me gusta tu casa, se nota que es la típica casa de familia. La decoración es bonita-
-Supongo que gracias- Me encogí de hombros riendo.
-Son los mocosos?- Dijo, señalando una foto donde estaban Mathew y Marcus, ambos vestidos iguales y sonriendo a la cámara con una alegría palpable en el rostro.
-Si, y no le digas así-
-Son unos mocosos hermosos-
Me miró y al ver mi semblante serio estalló en risas.
-Amor cálmate, no pongas esa cara. Solo es una broma de cariño, acostúmbrate-
-Es que...-
-Déjame el drama mi amor, sabes como soy-
Dinah fue hasta la cocina, yo la seguía detrás.
-Tenemos muchísimo de qué hablar y no lo haré con la garganta seca. Hay un poco de alcohol aquí?-
Negué.
-Tu vida se ha vuelto muy aburrida Camila- Negó con decepción.
-Aquí hay niños! No puedo tener alcohol en la casa y no puedo estar tomando cuando tengo que cuidar de mis hijos todo el día- Dije con irritación.
-Consígueme alcohol, también recuérdame comprar un auto-
-Te has vuelto muy exigente, lo sabías?-
Ella asintió con una pequeña sonrisa.
-Solo un poquis... entonces qué, no me conseguirás un poco de alcohol?- Ella subía y bajaba sus cejas con picardía.
Me froté el puente de la nariz.
-Hagámoslo sin alcohol, no sé dónde buscarte alcohol a menos que vaya al súper mercado-
Ella terminó dándose por vencida. Tomamos asiento en la sala, antes de empezar me dijo:
-No sabes la alegría que siento justo ahora, te extrañé cada maldito día-
-Procura no hacerme llorar Dinah- Dije sonriendo y sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas.
-A ver... por dónde empiezo?-
-Cuéntame de tu vida, sé qué hay cosas interesantes por contarme-
Ella negó sonriendo. -Quiero saber de la tuya primero, tengo muchas preguntas para ti. Mi vida puede esperar un poco-
Suspiré. -Nada interesante-
-No has ejercido tu profesión aún?- Preguntó, cruzó sus piernas y me miraba con demasiada atención.
-No, tampoco creo que logre hacerlo-
-Y por qué no Camila? Tanto matarte estudiando para nada?- Bufó.
-Estoy bien como estoy, amo la psicología pero amo más a mi familia-
-No me hagas pegarte una bofetada, es ridículo lo que dices. Te conozco Camila y sé que tú no estás bien con esto. Créeme que adoro a tus hijos y también comprendo que hagas sacrificios por ellos, pero no por tu maldito esposo!-
Sonreí con tristeza, Dinah me conoce demasiado bien.
-Camila lo que he escuchado hasta ahora es muy deprimente, por favor dime que no escucharé nada triste-
Suspiré y llevé mis manos a mis sienes frotándola para aliviar la ansiedad que de repente me ha dado.
-Camila, eres una mujer hermosa y joven. No te condenes así, de esto no fue que hablamos cuando éramos adolescentes, me has dejado sola con todos nuestros planes y te necesito y tú misma te necesitas-
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Dinah, en aquellos tiempos no tenía hijos, no era casada...-
-Son excusas Camila, pero no insistiré. Cómo va tu matrimonio?-
Me quedé en silencio total.
-No te voy a mentir, ahora mismo no estamos en nuestro mejor momento-
-Cuando fue la última vez que follaron?-
-Qué?!- Me reí.
-Respóndeme!-
-No lo sé!-
-Oh Dios mío!- Dinah jadeó. -Camila, crees que eso es vida? Con solo saber eso sé que tu matrimonio está jodido como la mierda-
-Créeme que lo sé-
Dinah me regaló una sonrisa comprensible.
-Sé que quieres desahogarte, hazlo Cami. Yo no te voy a juzgar aunque tal vez te reprenda en todos los idiomas, pero estaré aquí para ti y juntas buscaremos una solución-
Sonreí.
-Amo a mis hijos más que a nada en este mundo, mi vida como madre es perfecta, pero no puedo decir lo mismo de mi vida como mujer, como Camila!- El nudo en la garganta comenzaba a formarse quitándome la fuerza para hablar. Pero respiré profundo.
-No sé cómo permití que mi brillo se apagara, mírame Dinah- Abrí mis brazos para que me mirara. -Esto que estás viendo ahora es lo que todo el mundo ve, todo el tiempo. Yo no salgo de mi casa, permanezco todo el tiempo aquí, mi única vida social es mi vecina Clara. Arthur tampoco ayuda, no me hace sentir bonita, no es un esposo atento. Considero que no merezco un trato así por parte de él-
Dinah asintió con tristeza.
-Siempre lo supe, él no iba a ser un buen hombre para ti Camila. Ahora puedes entenderlo?-
Asentí con la cabeza baja.
-Y tu profesión Camila?-
La miré.
-Quisiera ejercer, pero eso requiere de mucho tiempo, entonces qué haré con mis niños?-
-Todo tiene solución Camila, no te preocupes por eso. Hay arreglo para tus males- Dinah volvió a su vibra de antes, sonreír y vacilarse todo. -Dios me envió a donde ti, para rescatarte de ese hoyo en donde estás-
Ambas reímos por el drama y los gestos que hizo al decir aquello.
-Dime, cuáles son esas soluciones?-
-Necesitas un cambio de look- Ella me miró detenidamente. -No, cambio de look no, solo necesitas quitarte esos trapos y ponerte algo más sexy, algo que resalte tu hermoso cuerpo de Diosa y tu gran culo-
Solté una carcajada. -Eso no es tan difícil. Qué más?-
-Necesitas salir de fiesta, necesitas un poco de emoción, pasión, amor, un romance! Pero no con el sucio de tu esposo. Te buscaremos a un buen hombre-
Negué y sentí mis mejillas arder.
-No le quieres ser infiel a ese idiota?-
Me encogí de hombros.
-Eso no me preocupa demasiado, él me está engañando con otra. Siempre llega tarde a casa, y con olores que evidentemente no son míos, también con marcas en la camisa o llega muy cansado, como si...-
-Como si folló hasta quedar sin energía, ok lo entiendo. Con más razón buscaremos una aventura para ti. Pero entonces, por qué niegas?-
-No niego nada, ya no lo haré. Es solo que... yo no quiero un hombre-
Ella ladeó su ceja izquierda.
-Entonces qué?-
Otra vez sentí el rubor en mis mejillas. Dinah me miró sorprendida.
-Oh por Dios! Quieres...-
Asentí apenada.
-Yo quiero estar con una mujer-
-Pero tú nunca has estado con una!-
Me encogí de hombros. -Con más razón-
-Tú que estás hablando así es porque ya tienes a una en mente, quién es?-
-No te lo diré, por lo menos por ahora. Yo tengo que asimilarlo y saber qué es lo que quiero-
-No te tardes mucho, solo hazlo y después ve lo qué pasa-
-Me pregunto si esos son los consejos que le das a tus pacientes-
Ella explotó en una risa contagiosa, palmeando su rodilla mientras su risa retumbaba en todo el entorno, haciendo que yo también me ría.
-Solo a algunos, pronto vas a ver como trabajo- Me guiñó.
-Cuéntame de ti y de la razón por la cual estás aquí-
Ahora la interesada era yo, toda mi atención estaba puesta en ella.
-Me ofrecieron trabajo aquí y me pareció excelente, no tanto por el salario el cuál está bastante jugoso, si no porque necesitaba un respiro de Denver. Además...- Ella empezó a reír por lo bajo y a negar. -Mi reputación como psicóloga allá está un poquito quebrada-
Fruncí el ceño sonriendo.
-Cómo?!-
Ella asintió aún riendo.
-Es que... a algunos pacientes les decía que su problema se arregla si follan conmigo-
Entonces ahí ella explotó en risas, y yo estaba en total shock pero sonriendo.
-Dinah...-
-No me culpes! Tenía unos pacientes que eran hermosos y le gustaba a mi coño, entonces... les insinuaba cosas y ellos accedían!-
-No puedo creer lo que estoy escuchando-
-No es mi culpa! Yo solo daba la idea pero ellos accedían. Y no tienes una idea de lo rico que follaban este coño! EN MI CONSULTORIO! Ahí cumplí unas cuantas fantasías-
-Yo de verdad no puedo asimilar lo que estoy escuchando! Espero que no te comportes así aquí-
-Hmm- Ella se mordió los labios. -Tal vez si, tal vez no. Todo depende del paciente-
-Será mejor que cambiemos un poco de tema, porque mi cabeza explotará si sigo escuchando esas cosas. Tu vida amorosa Dinah, qué tal?-
-Yo no tengo vida amorosa, yo solo follo con el tipo que me guste y que le guste a mi coño sin importar si lo acabo de conocer-
-A qué te refieres con que le guste a tu coño?- Me reí.
Ella se pavoneó riendo.
-Le doy mucha importancia a lo que piensa mi coño de un sujeto. Me explico, cuando veo a un hombre atractivo mi coño palpita si le gusta, aveces no me gusta y si le gusta a mi coño, y otras veces es al revés-
Yo no aguantaba la risa.
-Es lo más raro que he podido escuchar-
-Te estoy hablando en serio, es lo que siempre hago cuando voy a follar. Si a mi coño no le agradaste entonces te mando a volar-
-Y si le agrada?- Dije entre risas.
-Entonces te doy acceso a que lo rompas como quieras-
Ambas reímos.
Pasamos horas hablando hasta que cayó la noche. Cuando Dinah vió a los niños literal se enamoró de ellos. Ella lloró, sonrió, se volvió totalmente loca por ellos. Lo más gracioso fue ver la cara de ambos niños, ellos se veían horrorizados e incómodos por las muestras tan intensas de afecto por parte de Dinah.
Estaba en la cocina preparando la cena con ayuda de Dinah cuando escuchamos la puerta principal abrirse, y unos pasos apresurarse a la cocina, entonces Arthur se asomó por la puerta.
Hoy llegó temprano.
-Dinah... que sorpresa, que bonito es verte- Él sonrió.
Dinah se quedó tiesa en su lugar solo observándolo como si estuviera analizando sus intenciones al saludarla.
-No seamos hipócritas querido, a ti no te parece bonito verme y a mi tampoco-
-Pero...- Arthur soltó una carcajada. -Tú estás loca. Camila, ella se quedará aquí? Nunca me dijiste que ella venía- Se dirigió a mi.
Yo no tuve tiempo de responder porque Dinah lo hizo. La conversación incómoda se ha reducido a ellos dos.
-No querido, me da cólera quedarme bajo el mismo techo que tú, así que no te preocupes-
Y un silencio aterrador se instaló en la cocina.
-Subiré a mi habitación- Arthur salió por donde mismo entró.
-Definitivamente no soporto la presencia de ese tipo- Bufó Dinah.
-Dinah, solo ignóralo y ya- Me encogí de hombros.
La cena pasó igual de incómoda ya que Dinah se quedó a cenar, luego de la cena él volvió a subir a la habitación llevándose consigo a los dos niños.
-Ya me tengo que ir, me encantó estar contigo Mila-
-A mi también- Nos abrazamos. -Cuando te volveré a ver?-
-Todos los días mi amor- Ella rió, se despidió y se marchó.
Miré a la casa de enfrente y vi a Lauren en el porche mirándome, sonreí y luego cerré la puerta.
Qué pensaría Dinah si supiera que me gusta una adolescente?